Antlofobia
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Antlofobia. Se denomina así al temor patológico o miedo enfermizo a las inundaciones. El término con el que se designa a esta fobia, deriva de dos palabras griegas, “antlos” que significa agua de mar, y “phobos” que significa miedo o temor.
Sumario
Causas
La antlofobia tiene el mismo origen que todas las demás fobias. Es decir, un mecanismo subconsciente que desarrolla un miedo exagerado hacia un elemento que causó un trauma. A esto hay que sumar que, en la mayoría de ocasiones, el trauma no se recuerda conscientemente. A lo largo de años de evolución, este mecanismo inconsciente fue útil y positivo: Esencialmente, se trata de un temor que hace que te alejes de algo que una vez estuvo a punto de matarte. Sin embargo, a veces este mecanismo sobrerreacciona. Por otro lado, una vez has desarrollado la fobia, los síntomas vistos anteriormente aparecerán con facilidad: Bastará con estar cerca del elemento al que se tiene ese miedo irracional (en este caso,las inundaciones).
Síntomas
Los síntomas derivados de la antlofobia son los típicos de cualquier tipo de fobia. Esto es así porque, cuando hablamos de fobias, lo que cambia es la causa, no los síntomas, que son más o menos siempre los mismos. Aclarado esto ya podemos ver cuáles son esos síntomas:
- Náuseas
- Sudoración
- Temor o ansiedad
- Debilidad
- Mareos
Además de los anteriores, podrían aparecer otros síntomas. Y es que, como en las demás fobias, también aquí puede aparecer un ataque de pánico. En ese caso, también habría que sumar estos síntomas:
- Respiración agitada
- Frecuencia cardíaca rápida o irregular
- Falta de aire
- Presión arterial alta
Como ves, estos síntomas responden a un miedo irracional. Como puedes suponer, la persona que padece la fobia puede superar estos síntomas momentáneos apartándose del elemento que causa la fobia (en este caso, las inundaciones). Sin embargo, esto no acabará con la fobia, sino solamente con los síntomas de ese momento.
Tratamiento
Los más relevantes (aunque no los únicos) son los siguientes:
- Terapias de exposición: Esta terapia consiste, esencialmente, en enfrentarse poco a poco a lo que da miedo. Esta técnica puede ponerse en práctica por parte del mismo paciente, pero siempre es recomendable hacerlo junto a un profesional. Esta técnica suele ser efectiva con fobias leves.
- Terapia cognitiva: Esta terapia tiene poco que ver con la anterior. Esta terapia consiste en que el paciente aprenda más sobre aquello que teme. No obstante, hay que mencionar que, normalmente, se considera una terapia inferior a la anterior.
- Terapia de choque: Esta es la terapia más agresiva de todas las que vamos a mostrarte. Por ello, solo se debe utilizar en compañía de un especialista. Básicamente, el procedimiento consiste en enfrentar al paciente a su miedo hasta que es capaz de soportar su ansiedad.
- Terapias alternativas: Por último, existen muchas terapias alternativas que aseguran poder acabar con las fobias. Algunas de ellas son la Programación Neurolingüística, los libros de autoayuda, las Flores de Bach o las terapias de regresión. Eso sí, hay que dejar claro que estas terapias no están avaladas científicamente.
