Apatía sexual

Apatía sexual
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Concepto:"deseo sexual inhibido", es la disminución o ausencia de pensamientos y fantasías sexuales y/o de deseos de actividad sexual.

Deseo sexual inhibido

Hay momentos en que los deseos de practicar relaciones sexuales son escasos o nulos. Y eso es normal. Pero hay casos en que esa “deficiencia o ausencia de pensamientos o fantasías eróticas y de deseo para la actividad sexual” se transforma en persistente o recurrente. Es entonces cuando se habla de inhibición de la actividad sexual o -en términos más específicos- de trastorno de deseo sexual hipoactivo (TDSH), y así lo definió el Consenso de la Cuarta Consulta Internacional sobre Medicina Sexual, realizado en Madrid en 2015.

Se trata de un problema que causa angustia a quien lo padece. “Es una de las enfermedades que más lesiona la calidad de vida de las pacientes y es una fuente permanente de conflictos en pareja” Es importante, tener en cuenta que, para que se pueda determinar un trastorno de deseo sexual inhibido en diagnóstico como tal, debe haber un malestar significativo que perjudique o dificulte las relaciones interpersonales de quien padece este tipo de malestar en su deseo sexual.

Cada persona tiene un nivel de deseo sexual personal, individual y subjetivo. Por tanto, debemos tener muy presente que, hablamos de trastorno cuando genera un malestar significativo al sujeto. Como anteriormente hemos comentado, el deseo sexual y las manifestaciones de este, pueden tener etapas y ciclos en los que se activa más o menos, en función del proceso vital que estemos viviendo y las circunstancias de este.

¿Cuáles son las causas?

Hay muchísimos factores que pueden influir en las causas sobre el bajo deseo sexual. Nos centraremos en las causas principales que más se encuentran en Terapia Sexual, dentro de los factores psicosociales. Muchas personas, son conscientes de este malestar cuando empiezan a tener una relación o un tipo de vínculo con otra persona. Y es aquí, cuando nos encontramos con distintas causas que pueden estar afectando a la respuesta sexual, como por ejemplo:

• Carencia de intimidad emocional

• Problemas de comunicación sexual

• Carencia de afecto no sexual

• Conflictos constantes e intensos

• Falta de tiempo de calidad en pareja

Otra de las causas, puede ser a causa de haber sufrido experiencias sexuales traumáticas tales como:

• Abusos Sexuales

• Violaciones

• Relaciones sexuales muy dolorosas

¿Cómo se diagnostica el deseo sexual inhibido?

El Deseo Sexual Inhibido se diagnostica mediante una historia clínica exhaustiva, ya que deben revisarse todas las posibles causas implicadas en el trastorno. Si se precisa, puede solicitarse una analítica para descartar un posible origen hormonal.

¿Cuáles son los tratamientos para el deseo sexual inhibido?

La gran diversidad de factores causales y las complejas interacciones existentes entre ellos comporta que el tratamiento deba ser estrictamente individualizado. El abordaje del deseo sexual inhibido se enfoca según sus causas, y puede incluir:

• Técnicas para reducir la ansiedad y combatir el estrés

• Ajuste de dosis de los fármacos que contribuyan a la falta de deseo

• Técnicas cognitivas: modificación de pensamientos, creencias y expectativas

• Mejora de la comunicación de pareja

• Incrementar las experiencias sensoriales y sexuales, mediante la aplicación de una serie de técnicas:

  • Focalización sensorial para conseguir una relación agradable, sin la expectativa de un determinado rendimiento sexual
  • Entrenamiento en fantasías sexuales
  • Enriquecimiento y mejora del repertorio sexual y de las habilidades sexuales del paciente

Tipos de deseo sexual inhibido

El deseo sexual inhibido se puede clasificar según:

El momento o edad de aparición: Deseo sexual inhibido primario: cuando la falta de interés o de deseo sexual ha estado siempre presente, desde el inicio de la actividad sexual; no obstante, es raro que existan casos de deseo sexual inhibido primario, y que la persona jamás haya sentido interés en temas sexuales.

Deseo sexual inhibido secundario: la falta de interés sexual aparece después de un período en que el que el deseo sexual estaba presente. Así, el origen de la disfunción se puede identificar en un momento dado, y puede ser que la disminución del deseo sexual provenga de la presencia de otros problemas sexuales (p.ej., dificultades de excitación, problemas para conseguir el orgasmo?).

El contexto: Deseo sexual inhibido general: la persona tiene una falta de interés sexual global, de modo que no se limita a una persona en concreto, o a ciertas clases de estimulación o situaciones. Deseo sexual inhibido situacional: existe una falta de interés y de deseo sexual hacia una pareja en concreto, o hacia ciertas clases de estimulación o situaciones, mientras que sí se siente interés sexual en otras personas o en otros contextos.

Eliminación de las barreras

Inicialmente, nos centraremos en detectar todo aquello que está bloqueando el deseo para poder entender dónde está el origen que está causando ese bajo deseo sexual.

Autoconocimiento

El autoconocimiento, como en la mayoría de procesos terapéuticos, es uno de los factores más importantes a trabajar, ya que, será esencial que la persona pueda conocerse a nivel corporal, sexual y psicológicamente para empezar a conectar con sus emociones, sensaciones físicas y corporales y con todo su ser como mente, cuerpo y emoción. Una de las maneras para fomentar este autoconocimiento a nivel corporal se realiza a través de la focalización sensorial, ya sea de manera individual como en pareja.

¿Cuántas personas sufren deseo sexual inhibido?

La disminución del deseo sexual es el trastorno sexual más frecuente. El 50 % de las consultas por problemas sexuales son por falta de deseo o lo incluyen. Afecta a más del 30% de las mujeres y al 10% de los hombres (aunque las estadísticas varían mucho, según los estudios). Existe una tendencia al incremento de este trastorno, sobre todo entre los hombres.

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