Biblioteca de Alejandría

Revisión del 12:17 1 ago 2011 de Yanetnd (discusión | contribuciones) (Página creada con ' {{Ficha_Obra_Arquitectónica |nombre= Biblioteca de Alejandría. |imagen= |descripción= |tipo=Edificio. |estilo= |localización= Alejandría, {{Bandera2|Egipto}}. |uso inicia...')
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Biblioteca de Alejandría.
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (Edificio.)
Descripción
Tipo:Edificio.
Localización:Alejandría, Bandera de Egipto Egipto.
Datos de su construcción
Inicio:siglo III a.n.e

Biblioteca de Alejandría. Fue en su época la más grande del mundo. Situada en la ciudad egipcia de Alejandría, se cree quefue creada a comienzos del siglo III a.n.e, por Ptolomeo I Sóter y que llegó a albergar hasta 700.000 volúmenes. Una nueva Biblioteca de Alejandría, promovida por la UNESCO, fue inaugurada en el año 2003 en la misma ciudad.  

La biblioteca en la Antigüedad

  La Gran Biblioteca de Alejandría, llamada así para distinguirlade la pequeña o hermana biblioteca en el Serapeo, fue fundada por losprimeros Dinastía Ptolemaica con el propósito de ayudar al mantenimiento de lacivilización griega en el seno de la muy conservadora civilización egipcia querodeaba a la ciudad alejandrina. Si bien es cierto que el traslado de Demetriode Falero a Alejandría, en el año 296 a.n.e, está relacionado con laorganización de la biblioteca, también es seguro que al menos el plan de estainstitución fue elaborado bajo Ptolomeo I Sóter, muerto alrededor de 284a.n.e, y que la finalización de la obra y su conexión con el museo, fue la obramáxima de su sucesor, Ptolomeo II Filadelfo. Como Estrabón no hace menciónde la biblioteca en su descripción de los edificios del puerto, parece evidenteque no estaba en esta parte de la ciudad; además, su conexión con el museopermitiría ubicarla en el Brucheion, el distrito real situado en el norestede la ciudad.

  Este santuario acogía un pequeño zoológico, jardines, unagran sala para reuniones e incluso un laboratorio. Las salas que se dedicaron ala biblioteca acabaron siendo las más importantes de toda la institución, quefue conocida en el mundo intelectual de la antigüedad al ser única. Durantesiglos, los Ptolomeos apoyaron y conservaron la biblioteca que, desde suscomienzos, mantuvo un ambiente de estudio y de trabajo. Dedicaron grandes sumasa la adquisición de libros, con obras de Grecia, Persia, India,Palestina, África y otras culturas, aunque predominaba la literaturagriega.

  La biblioteca del museo constaba de diez estancias dedicadasa la investigación, cada una de ellas dedicada a una disciplina diferente. Ungran número de poetas y filósofos, que llegaron a ser más de cien en susmejores años, se ocupaban de su mantenimiento, con una dedicación total. Enrealidad se consideraba el edificio del museo como un verdadero templo dedicadoal saber.

  Se conoce que desde el principio, la biblioteca fue unapartado al servicio del museo. Pero más tarde, cuando esta entidad adquiriógran importancia y volumen, hubo necesidad de crear un anexo cercano. Se creeque esta segunda biblioteca, la biblioteca hija, fue creada por Ptolomeo IIIEvergetes, 246  a.n.e – 221 a.n.e,y se estableció en la colina del barrio de Racotis, hoy llamada Karmuz,en un lugar de Alejandría más alejado del mar; concretamente, en el antiguotemplo erigido por los primeros Ptolomeos al dios Serapis, llamado elSerapeo, considerado como uno de los edificios más bellos de la antigüedad.En la época del Imperio Romano, los emperadores romanos la protegieron ymodernizaron en gran medida, incorporando incluso calefacción central mediantetuberías, con el fin de mantener los libros bien secos en los depósitossubterráneos.

  Los redactores de la biblioteca de Alejandría eranespecialmente conocidos en Grecia, por su trabajo sobre los textos homéricos.Los redactores más famosos generalmente llevaron el título de bibliotecarioprincipal.  

La diversidad geográfica de los eruditos muestra que labiblioteca era de hecho un gran centro de investigación y aprendizaje. En 2004,un equipo egipcio encontró lo que parece ser una parte de la biblioteca,mientras excavaba en el Brucheion. Los arqueólogos descubrieron trece salasde conferencias, cada una con un podium central. Zahi Hawass, el presidentedel Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, calcula que en las salasexcavadas hasta ahora se habría podido acoger a unos 5.000 estudiantes, lo queindica que era una institución muy grande para su época. En el siglo II a.n.eEumenes II fundó un centro a imitación de la biblioteca en Pérgamo.  

Organización

  Ptolomeo II encargó al poeta y filósofo Calímaco latarea de catalogación de todos los volúmenes y libros. Fue el primerbibliotecario de Alejandría, y en estos años las obras catalogadas llegaron almedio millón. El resultado de su labor fue el Pinakes, primer catálogotemático de la historia. Unas se presentaban en rollos de papiro o pergamino,que es lo que se llamaba volúmenes, y otras en hojas cortadas, que formaban loque se denominaba tomos. Cada una de estas obras podía dividirse en partes o libros.Se hacían copias a mano de las obras originales, es decir ediciones, que eranmuy estimadas, incluso más que las originales, por las correcciones llevadas acabo. Las personas encargadas de la organización de la biblioteca, y queayudaban a Calímaco, rebuscaban por todas las culturas y en todas las lenguasconocidas del mundo antiguo y enviaban negociadores que pudieran hacerse conbibliotecas enteras, unas veces para comprarlas tal cual, otras como préstamopara hacer copias.  

Los grandes buques que llegaban al famoso Puerto deAlejandría, cargados de mercancías diversas eran inspeccionados por laguardia, tanto en busca de contrabando como de textos. Cuando encontraban algúnrollo, lo confiscaban y lo llevaban en depósito a la biblioteca, donde los amanuensesse encargaban de copiarlo. Una vez hecha esa labor, el rollo era generalmentedevuelto a sus dueños. El valor de estas copias era altísimo y muy estimado. Labiblioteca de Alejandría llegó a ser la depositaria de las copias de todos loslibros del mundo antiguo. Allí fue donde realmente se llevó a cabo por primeravez el arte de la edición crítica.  

Los libros

  Se sabe que en la biblioteca se llegaron a depositar elsiguiente número de libros:

  Cada uno de estos volúmenes era un manuscrito que podíaversar sobre temas diferentes. Se cree que allí estaban depositados tresvolúmenes con el título de Historia del mundo, cuyo autor era un sacerdote babilónicollamado Beroso, y que el primer volumen narraba desde la creación hasta el diluviouniversal, período que según él, había durado 432.000 años, es decir, cienveces más que en la cronología que se cita en el Antiguo Testamento. Esenúmero permitió identificar el origen del saber de Beroso, la India.También se sabe que allí estaban depositadas más de cien obras del dramaturgogriego Sófocles, de las que sólo han perdurado siete.  

Los sabios

  Los sabios que estudiaban, criticaban y corregían obras seclasificaron a sí mismos en dos grupos: filólogos y filósofos.

  • Los filólogos estudiaban a fondo los textos y la gramática.La Filología llegó a ser una ciencia en aquella época, y comprendía otrasdisciplinas, como la historiografía y la mitografía.
  • Los filósofos eran todos los demás, porque la Filosofía abarcaba lasramas del pensamiento y la ciencia: física, ingeniería, biología, medicina,astronomía, geografía, matemáticas, ingeniería, literatura, y lo que nosotrosllamamos filosofía.

  Entre ellos se encontraban personajes tan conocidos comoArquímedes, el más notable científico y matemático de la antigüedad;Euclides que desarrolló allí su Geometría Euclídea; Hiparco deNicea, que explicó a todos la Trigonometría, y defendió la visión Teoríageocéntrica del Universo; Aristarco de Samos, que defendió todo locontrario, es decir, el heliocentrismo o sistema heliocéntrico, siglos antes deCopérnico; Eratóstenes de Cirene, que escribió una geografía y compusoun mapa bastante exacto del mundo conocido; Herófilo de Calcedonia, unfisiólogo que llegó a la conclusión de que la inteligencia no está en elcorazón sino en el cerebro; los astrónomos Timócaris y Aristilo;Apolonio de Pérgamo, gran matemático, que escribió en Alejandría sobre lassecciones cónicas ;Apolonio de Rodas, autor de El viaje de losargonautas; Herón de Alejandría, un inventor de cajas de engranajes ytambién de unos aparatos movidos por vapor: es el autor de la obraAutómata, la primera obra conocida sobre robots; el astrónomo y geógrafo ClaudioPtolomeo; Galeno, quien escribió bastantes obras sobre el arte de lacuración y sobre anatomía. La última persona insigne del museo fue una mujer,Hipatia de Alejandría, gran matemática y astrónoma, que tuvo una muerteatroz a manos de fanáticos cristianos.  

Testimonios

  Todo lo que se sabe en la actualidad sobre la historia de laantigua biblioteca se debe a algunas referencias de posteriores escritores, aveces de gente que incluso la llegó a conocer, pero son alusiones de pasada, nohay nada dedicado en exclusiva a comentar o describir el edificio o la vida queen ella se desarrollaba.  

  • El geógrafo y gran viajero griego Estrabón 63 a.n.e -  a.n.e, hace una pequeña descripción, porqueparece ser que estuvo en Alejandría a finales del siglo I a.n.e. Habla del museoy dice que consta de una exedra (εξεδρα), es decir, una obra hecha aldescubierto, de forma circular y con unos asientos pegados a la parte interiorde la curva. Cuenta que también vio una estancia muy amplia donde se celebrabanlas comidas de los sabios y los empleados. Y habla también de la biblioteca, dela gran biblioteca, algo obligatorio en el museo.
  • Aristeas, en el siglo II a.n.e, habló en las cartasdirigidas a su hermano Filócrates de la biblioteca y de todo el asunto dela traducción de los LXX.
  • Marco Anneo Lucano, historiador del siglo I, natural deHispania y sobrino de Séneca, cuenta en su obra Farsalia cómo ocurrióel incendio del puerto, cómo se propagaron las llamas ayudadas por el viento,que no cesaba, desde los barcos también incendiados y anclados en el granpuerto oriental.
  • Tito Livio dice en sus referencias que la biblioteca deAlejandría era uno de los edificios más bellos que él había visto, con muchassalas llenas de estantes para los libros y habitaciones donde sólo los copistaspodían estar, sin que fueran molestados. Incluso apunta el hecho de quecobraban por cada línea copiada.
  • Lucio Anneo Séneca, filósofo cordobés y tío deLucano, poeta cordobés, en el siglo I, escribió un libro llamado Detranquilitate animi. En él cuenta, a través de una cita de Tito Livio, queen aquel incendio se llegaron a quemar 40.000 libros.
  • El biógrafo Plutarco 46 – 125 n.e, viajó en variasocasiones a Egipto, donde en Alejandría debió escuchar muchas historiassobre el famoso incendio. Escribió una biografía sobre Julio César y al tratarsobre la batalla en el mar, en ningún momento cuenta el incendio de labiblioteca, ya que en el desastre estaba implicado César y parece ser que noquiso manchar su nombre con aquel hecho. El mismo Julio César, en su obra Bellumcivile, donde habla de aquella batalla, omite por completo el incendio de labiblioteca. Otros escritores de la misma época también silencian la relación deCésar con el incendio de Alejandría.
  • Mucho más tarde, en el siglo IV, San JuanCrisóstomo hace una relación del estado en que se encontraba en aquellos añosla brillante ciudad de Alejandría, y comenta que la desolación y destrucciónson tales que no se puede adivinar ni el lugar donde se encontraba el Soma,el mausoleo de Alejandro, ni la sombra de la gran Biblioteca.
  • En el siglo XV, un escriba se molestó en traducir allatín los comentarios de Juan Tzetzes, 11101180, que fue unfilólogo bizantino. Dichos comentarios estaban tomados de la obra Prolegómenosa Aristófanes. Tzetzes habla en ellos acerca de la Biblioteca.

  La enciclopedia Suda de la Universidad de Kentucky,ha recopilado un conjunto de informaciones según fuentes provenientes de laépoca de Alejandro Magno y posterior.  

Los bibliotecarios

  A finales del siglo XIX se encontraron en el yacimientode Oxirrinco, en el pueblo de El-Bahnasa, un pequeño pueblo a 190 km al sur de ElCairo, miles de papiros, que fueron estudiados a fondo por los eruditos. Enalgunos de ellos se hablaba de la famosa Biblioteca y se daba una lista denombres de varios directores o bibliotecarios a partir del año de su fundación.  

Respecto a Demetrio de Falero, no se puede hablar de élcomo bibliotecario, porque la biblioteca como tal fue fundada tras su muerte.La inclusión como bibliotecarios de Calímaco de Cirene y Apolonio deRodas tiene poca autoridad y parece cronológicamente imposible. Más allá delaño 131 a.n.e, las fechas se tornan bastante inciertas.  

Destrucción

  La destrucción de la Biblioteca de Alejandría es uno de los másgrandes misterios de la civilización occidental. Se carece de testimoniosprecisos sobre sus aspectos más esenciales, y no se han encontrado las ruinasdel museo, siendo las del Serapeo muy escasas.  

Desde el siglo XIX, los eruditos han intentadocomprender la organización y estructura de la biblioteca, y se ha debatidolargo y tendido sobre su final. Los conocimientos sobre la Biblioteca, cómo fue,cómo trabajaron sus sabios, el número exacto de volúmenes e incluso su mismasituación son escasos, porque muy pocos testimonios tratan sobre tan graninstitución, y aun estos son esporádicos y desperdigados. Los investigadores ylos historiadores de los [siglos XX]] y siglo XXI han insistido en que seha formado una utopía retrospectiva en torno a la Biblioteca deAlejandría. No hay duda de que la biblioteca existió, pero apenas hay certezasen lo escrito sobre ella. Se han hecho centenares de afirmacionescontradictorias, dudosas y simplemente falsas, realizando suposiciones a partirde muy pocos datos que, la mayoría de las veces, son sólo aproximaciones.  

Atribución del incendio

  Suele afirmarse, que el primero de todos los ataques contra la Biblioteca deAlejandría fue el perpetrado por los romanos: Julio César, en persecución de Pompeyo,derrotado en Batalla de Farsalia, arribó a Egipto para encontrarse con que, suantiguo compañero y yerno, había sido asesinado por orden de Potino, el visirdel rey Ptolomeo XIII Filópator, para congraciarse con su persona. Egiptopadecía una guerra civil por la sucesión del trono, y pronto César se inclinó afavor de la hermana del rey, Cleopatra VII. Consciente de que no podríaderrotar a Roma, pero sí a César, y ganarse la gratitud de sus rivales enel senado, [[Potino] le declaró la guerra. El [[9 de noviembre] del 48 a.n.e,las tropas egipcias, comandadas por un general mercenario de nombre Aquila,asediaron a César en el palacio real de la ciudad e intentaron capturar lasnaves romanas en el puerto. En medio de los combates, teas incendiarias fueronlanzadas por orden de César contra la flota egipcia, reduciéndola a las llamasen pocas horas.  

Por algunas fuentes clásicas puede parecer que este incendiose habría extendido hasta los depósitos de libros de la Gran Biblioteca,cercanos al puerto. Séneca confirma, en su De tranquilitate animi, la pérdidade 40.000 rollos en este desafortunado incidente, citando su fuente, el perdidolibro CXII de Tito Livio, quien fue contemporáneo del desastre. Paulo Orosioreitera en pleno siglo V, esta cifra en su Historiarum adversum paganos: ...alinvadir las llamas parte de la ciudad consumieron cuarenta mil libros depositadospor casualidad en los edificios..., Dión Casio alude a la destrucción delos almacenes del puerto, algunos de los cuales contenían rollos. Por su parte,Plutarco de Queronea es el primero en mencionar de modo explícito laextensión del fuego a la gran Biblioteca de Alejandría como si hubiera quedadoreducida a cenizas para siempre, y no sólo un descalabro parcial.

Sin embargo,tajante afirmación de Plutarco acerca del incendio de la biblioteca parecetener origen en un error filológico, provocado por el cambio de significado detérmino griego bibliotheke a finales del siglo I y principios del II. Lapalabra perdió su connotación de “biblioteca” para significar “colección delibros”, como la Biblioteca Histórica de Diodoro Sículo. Entretanto, bibliotecase designaría como apothekai tôn bibliôn, literalmente: almacén de libros,y el diferente significado atribuido a estos términos habría dado lugar a laconfusión. Aulo Gelio, y el muy posterior Amiano Marcelino aportan unainformación similar a la anterior, siendo víctimas del mismo error designificado, probablemente repetido por la ignorancia o la credulidad de suscontemporáneos.  

Se pueda afirmar sin duda alguna que la Gran Bibliotecaalejandrina y sus tesoros no resultaron destruidos en el incendio del año 48 a.n.e.Los famosos 400.000 tomos que habrían ardido fueron en realidad 40.000, depositadosen almacenes del puerto, probablemente en espera de ser catalogados para la Biblioteca, o para suexportación a Roma, tal como indican el Bellum Alexadrinum, Séneca y DiónCasio.

Enlaces externos

Fuente

  • Artículode Alejandría. Disponible en"www.urbipedia.org". Consultado el 28 de julio del 2011.