Capital (economía)

Capital (economía)
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Concepto:Valor que, por medio de la explotación de la fuerza de trabajo del hombre, proporciona plusvalía, se incrementa a si mismo.

Capital (economía). Valor que, por medio de la explotación de la fuerza de trabajo del hombre, proporciona plusvalía, se incrementa a si mismo.[1]

Concepción de capital

La término deriva del latín caput, que significa "cabeza", y en lenguas europeas modernas llegó a significar la parte principal o le tipo principal de una cosa. En su uso económico primeros, significaba el fondo principal o inicial de una empresa comercial. En el uso económico moderno, el término se ha vuelto mucho más elástico. Por ejemplo, Marx consideraba el capital como una relación entre actores económicos. A veces incluso usa la palabra para significar algo como la sociedad capitalista, o el sistema capitalista en su conjunto. La definición de capital de un economista capitalista moderno es: "dinero que hace más dinero". Y Marx a menudo hablaba de ello como "valor autoexpandible". Puesto que los marxistas ven el valor en relación (el valor es una relación entre productores que está mediada por mercancías), tenemos que el capital es una relación de autoexpansión, una que saca continuamente más y más trabajo de los seres humanos a su órbita.

el capital no es una cosa material, sino una determinada relación social de producción, correspondiente a una determinada formación histórica de la sociedad....[2]
Karl Marx, El Capital, Tomo III, Capitulo XLVIII: «La Formula Trinitaria», sección I

En oposición a los economistas burgueses, que ven en capital una categoría eterna de la sociedad humana, Marx descubrió la esencia económica del capital como una relación entre dos clases antagónicas de la sociedad burguesa: los capitalistas y los obreros, mostró el carácter histórico y transitorio de esta relación. Con la revolución socialista, los medios de producción se convierten en propiedad social de los trabajadores, y el capital deja de existir como categoría económica.

Fórmulas del capital

El capital puede ser 1) capital mercantil, 2) capital de préstamo o 3) capital industrial.[3]


En 1, el capital comienza como dinero, ese dinero se usa para comprar mercancías y los mercancías se venden por una mayor cantidad de dinero. En símbolos, esto es:

  D ― M ― D'

En 2, el capital comienza como dinero, se presta y luego se devuelve como una cantidad mayor de dinero (el dinero inicial, o principal, más intereses). Simbólicamente:

  D — D'

En 3, el capital comienza como dinero y se utiliza para comprar dos tipos particulares de mercancías: a) medios de producción y b) fuerza de trabajo. Estos se unen en el proceso de producción para hacer un tercer mercancía (llamado mercancía-producto), que se vende por más dinero que el desembolso inicial.

       FT
       /
  D — M ... P ... M' — D'
       \
       MP

Una característica crucial de 3, según Marx, es que el aumento de valor ocurre entre M' y M, y la razón por la que M' es mayor que M es que el valor que los trabajadores agregan a los medios de producción al trabajar en ellos es mayor que el valor que debe pagarse a los trabajadores en forma de medios de subsistencia como alimentos y vivienda. En otras palabras, la fuerza de trabajo crea más valor del que cuesta.

Marx argumentó que a nivel social general, es solo en 3 que ocurre un aumento neto en el valor; en 1 y 2, la ganancia para el comerciante o prestamista de dinero se compensa con una pérdida igual para otras personas en la sociedad ‒ como sus clientes, proveedores o prestatarios.[4]

Debido a que el capital industrial es el único tipo que produce un aumento en el valor total de la sociedad, Marx lo consideró el tipo de capital más importante y fundamental. La ganancia de valor en el capital industrial se llama plusvalía (p). Con referencia a la fórmula 3, anterior, se puede calcular como:

  p   =   M' - M   =   D' - D

Marx consideraba que la plusvalía era la fuente última de toda ganancia capitalista. Las ganancias obtenidas en la actividad mercantil o crediticia es simplemente el resultado de la transferencia de cierta plusvalía fuera de la industria (la esfera de la producción) y hacia esas áreas (la esfera de la circulación).

El deseo de obtener plusvalía Marx lo consideraba la fuerza motriz fundamental del capital, los capitalistas y la sociedad capitalista.

En resumen: la plusvalía

  • surge en la industria (la esfera de la producción)
  • surge debido a la diferencia entre el costo de la fuerza de trabajo para el capitalista y el valor que el trabajo genera para el capitalista
  • es la fuente de ganancias
  • es la fuerza motriz del capitalismo.

Capital constante y variable

El capital invertido en fuerza de trabajo en la fórmula 3, arriba, Marx lo llamó capital variable porque agrega un incremento a sí mismo (la plusvalía) y, por lo tanto, es una cantidad cambiante, no constante. Marx llamó capital constante al capital invertido en los medios de producción porque simplemente pasa su valor al producto-mercancía sin cambios. Otra característica variable del capital variable es que la cantidad de su aumento no está completamente determinada por la economía en sentido estricto, sino también por factores sociales y políticos relativamente impredecibles, como la lucha entre trabajadores y capitalistas por los salarios. Cuanto mayor sea la tasa salarial, menor será el incremento del capital variable.

Acumulación del capital

Transformación de la plusvalía en capital. La fuente de la acumulación capitalista radica en la plusvalía creada por el trabajo no remunerado de los obreros asalariados. Los motivos propulsores de la acumulación del capital son la sed de ganancia de los capitalistas y la competencia.

La acumulación del capital tiene lugar en el proceso de la reproducción capitalista ampliada. En el proceso de la acumulación del capital se efectúa la reproducción de las relaciones capitalistas de producción, se repite la explotación en mayor escala: aumenta el capital en manos de los capitalistas y, al mismo tiempo, crece el ejército explotado de obreros asalariados. Cuando, en una proporción dada, la plusvalía se divide en fondo para el consumo personal del capitalista y fondo utilizado para ampliar la producción, la magnitud de la acumulación será determinada por el volumen absoluto de la plusvalía. Todos los factores que contribuyen a elevar la plusvalía incrementan la acumulación del capital. Esto concierne, ante todo, al aumento del grado de explotación de los obreros, a la reducción de sus salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo. El crecimiento de la acumulación capitalista depende de lo que se eleve la fuerza productiva del trabajo, de la magnitud del capital en funciones, etc. La acumulación del capital se da cuando crece su composición orgánica, y conduce inevitablemente a la formación del ejército industrial de reserva, al paro forzoso. El crecimiento de la riqueza en manos de los capitalistas va acompañado del empeoramiento de la situación de los trabajadores.

Bajo el imperialismo, los monopolios tienen la posibilidad económica de aumentar sistemáticamente la acumulación a costa de la superganancia monopolista. Además de apropiarse de la plusvalía creada por los obreros en las empresas monopolistas, redistribuyen en su propio favor parte de la ganancia de las pequeñas, medias e incluso grandes empresas no monopolizadas. Los monopolios expolian a los pequeños productores de mercancías adueñándose de parte del producto necesario creado por estos últimos, explotan cruelmente a la población de los países poco desarrollados y dependientes. Sirve de importante medio de acumulación de capital en manos de los grandes monopolios, la militarización de la economía, la carrera de armamentos. En el proceso de acumulación del capital, se acentúan las contradicciones del capitalismo, se socializa la producción y el trabajo, se crean las premisas objetivas y subjetivas para que el socialismo sustituya al capitalismo.

Acumulación originaria del capital

La Acumulación originaria del capital (Marx: ursprüngliche Akkumulation) es el aumento de capital, no como resultado de la producción, sino mediante la apropiación de recursos de fuera de la economía capitalista. Un proceso de acumulación originaria precedió históricamente a la formación de la gran producción capitalista y separó de los medios de producción al productor. La acumulación originaria del capital va acompañada:

  1. de la ruina en masa de los productores de mercancías (sobre todo campesinos) y su transformación en individuos desposeídos, jurídicamente libres, carentes de medios de subsistencia y, por ende, obligados a vender su fuerza de trabajo a los capitalistas;
  2. de la acumulación de riquezas monetarias en manos de determinadas personas, riquezas necesarias para erigir empresas capitalistas.
“Por tanto, el proceso que engendra el capitalismo sólo puede ser uno: el proceso de disociación entre el obrero y la propiedad sobre las condiciones de su trabajo, proceso que de una parte convierte en capital los medios sociales de vida y de producción, mientras de otra parte convierte a los productores directos en obreros asalariados. La llamada acumulación originaria no es, pues, más que el proceso histórico de disociación entre el productor y los medios de producción’’

En Inglaterra, el proceso de la acumulación originaria del capital supuso la expropiación violenta de los campesinos, de cuyas tierras se apoderaron los grandes propietarios, quienes las convertían en pastizales para ovejas. Los campesinos desposeídos de sus tierras quedaban reducidos a la condición de personas carentes de bienes y, en ultima instancia, se veían obligados a someterse a la esclavitud capitalista. El gobierno feudal de Inglaterra dictaba leyes inhumanas contra las persones desamparadas, sin medios de subsistencia, que vagaban por todo el país; las empujaba hacia las empresas capitalistas las doblegaba a la disciplina cuartelaría del trabajo capitalista. El saqueo de las colonias los empréstitos estatales, el sistema tributario y la política proteccionista influyeron en no poca medida para que determinadas personas, sobre todo mercaderes, reunieran en sus manos grandes capitales. El Estado promulgaba leyes draconianas contra los expropiados, limitaba el salario de los obreros, establecía una prolongada jornada de trabajo.

El proceso de la acumulación originaria del capital no se produjo simultáneamente en los diversos países, y en cada uno de ellos presenta rasgos específicos. En Inglaterra, Holanda y Francia, tuvo lugar en los siglos XVIXVIII; en los países económicamente atrasados acaeció incluso en el siglo XIX. En Rusia, el proceso se extiende a lo largo de los siglos XVII-XIX y culmina con la reforma campesina de 1861, que arruinó en masa a los campesinos, los dejó sin tierras y convirtió a gran número de ellos en proletarios. Mas, en todas partes, la acumulación originaria del capital supuso la expropiación violenta, por métodos crueles, de los productores directos.

Composición del capital

Composición técnica

La masa de medios de producción constituye el contenido material del capital constante. El capital variable en su forma natural no es más que la fuerza de trabajo. La composición técnica del capital muestra la correlación existente entre ellos en el proceso de producción

La composición técnica del capital no debe confundirse con la composición del capital de acuerdo con el valor, que es la correlación entre la magnitud del valor del capital constante y la magnitud del valor del capital variable.

Entre la composición técnica y la composición del capital de acuerdo con el valor existe cierta dependencia.

El empleo de nuevas máquinas de una tecnología más perfecta, etc, condicionan el aumento de la masa de medios de producción que corresponde a cada obrero. El mismo número de obreros elabora una mayor cantidad de materias primas y produce una masa mayor de mercancías. Se incrementa la composición técnica del capital debido a lo cual crece la parte del capital constante y desciende la parte del capital variable.

Los cambios de la composición técnica del capital no coinciden con los cambios de la composición del capital según el valor. Debido a la elevación de la productividad del trabajo en la construcción de maquinarias, en la industria extractiva y en otras ramas que fabrican medios de producción se reduce el valor de los mismos. Por ello crece en menor escala el valor del capital constante que aumenta la masa material de medios de producción empleados.

En ciertos casos, la composición del capital de acuerdo con el valor puede cambiar aunque permanezca invariable su composición técnica. Los precios de los medios de producción y de la fuerza de trabajo se desvían de su valor. Por ello, aumentarán o disminuirán las magnitudes relativas de las partes constante y variable del capital en lo que se refiere a ciertas ramas o empresas, aunque se mantengan inmutable la composición técnica. Los cambios de las condiciones naturales de la producción pueden provocar fluctuaciones de los precios de los productos de la agricultura y de la industria extractiva

Bajo la influencia de tales causas en las ramas que emplean productos de la agricultura y de la industria extractiva como medios de producción, cambia la magnitud relativa del capital constante, aunque no sufra modificaciones la composición técnica del capital. De la misma manera, el mantenimiento de los salarios por debajo del valor de la fuerza de trabajo se refleja en la composición del capital según su valor, aunque la composición técnica del capital siga siendo la misma.

Composición orgánica

La composición del capital según su valor, que se determina por la composición técnica y refleja sus cambios, se denomina composición orgánica del capital. Por consiguiente, sólo los cambios operados en la correlación de las partes del valor del capital, que se deben a las variaciones de las condiciones técnicas de la producción, ponen de relieve el incremento de la composición orgánica del mismo. Sin embargo, en lo que se refiere a todo el capital social, los cambios de la composición orgánica del capital según el valor se diferencian muy poco de los cambios de la composición orgánica del capital, ya que el factor decisivo que determina la composición del capital de acuerdo con el valor consiste en las modificaciones habidas en la composición técnica del capital. El incremento de la composición orgánica del capital es una ley objetiva del desarrollo del capitalismo. La acción de esta ley, origina la agudización de las contradicciones del capitalismo y es uno de los principales factores que determinan el crecimiento de los conflictos clasistas.

Circulación del capital

Proceso de transformación del capital al pasar de su forma monetaria a su forma mercantil y de ésta a la forma monetaria; parte del ciclo del capital que transcurre en la esfera de la circulación, en el mercado.

El movimiento del capital, proceso durante el cual el capital se incrementa, comprende la fase de producción y, por dos veces, la fase de circulación. La primera fase de circulación del capital empieza con el anticipo —que realiza el capitalista— de una determinada suma de dinero para adquirir medios de producción y fuerza de trabajo. La segunda fase de circulación llega después del proceso de producción y se halla relacionada con la transformación del capital mercantil en capital monetario. La producción y la circulación capitalistas están orgánicamente enlazadas, no puede existir una sin la otra. Marx indicó que la plusvalía no puede surgir en la circulación ni fuera de ella. A través de la circulación los capitalistas adquieren mercancías (fuerza de trabajo y medios de producción) y realizan el producto obtenido en la esfera de la producción material. A su vez, la circulación del capital tampoco puede existir sin la producción, donde se une la fuerza de trabajo con los medios de producción y se crea el valor y la plusvalía. En esta unidad de la esfera de la producción y la esfera de la circulación, el papel principal corresponde a la producción.

Tiempo de circulación

Tiempo en que el capital permanece en la esfera de la circulación y convierte su forma monetaria en elementos del capital productivo (medios de producción y fuerza de trabajo), y su forma mercantil en monetaria.

El tiempo de circulación es de gran importancia en el proceso de valorización del capital, en su ciclo. Dicho tiempo es indispensable para convertir las mercancías en dinero, para realizar la plusvalía contenida en la mercancía, y también para comprar los medios de producción necesarios y contratar fuerza de trabajo. Durante ese tiempo, no se produce valor de uso ni plusvalía. De ahí que cuanto mayor sea el tiempo de circulación, tanto mayor es la lentitud -manteniéndose iguales las demás condiciones- con que se recupera el capital en el proceso de producción, e inversamente: cuanto más breve es el tiempo de circulación, tanto mayores resultan las posibilidades de producir plusvalía e incrementar el capital. Existe cierto limite para el tiempo de circulación. La duración del plazo de venta de las mercancías terminadas se halla limitada por el tiempo durante el cual su valor de uso conserva sus cualidades (no inferiores al standard aceptado o corriente). En caso contrario, la mercancía pierde su valor de uso y, a la vez, su valor de cambio; el valor y la plusvalía contenidos en la mercancía no pueden realizarse o se realizan parcialmente con una notable reducción del precio. El tiempo de compra de las mercancía; se limita al que requiere adquirir los medios de producción y de consumo en las plazas y cantidades necesarias para abastecer ininterrumpidamente a la población y asegurar que el proceso de producción sea continuo. Si se reducen el tiempo de circulación y los correspondientes gastos de circulación, se acelera la rotación del capital y se eleva la ganancia.

Bajo el capitalismo, el desarrollo espontáneo de la producción, la competencia, a depauperación de los trabajadores y las crisis económicas engendran dificultades cada vez mayores para la venta de las mercancías. La acumulación de mercancías sin vender en depósitos y tiendas hace que se prolongue el tiempo de circulación.

Ciclo del capital

Artículo principal: Ciclo del capital.

Proceso del movimiento ininterrumpido del capital que pasa sucesivamente por tres fases:

  1. transformación del capital monetario en productivo,
  2. del capital productivo en mercantil
  3. y de éste en capital monetario.

En las fases primera y tercera, el capital funciona en la esfera de la circulación: en la segunda fase, actúa en la esfera de la producción. La fase decisiva del ciclo del capital es la de producción pues sólo en ella, y como resultado de la explotación de la fuerza de trabajo, se crea plusvalía. La primera fase sirve de acto preparatorio para el autoincremento del capital; en el proceso de la tercera fase se realizan el valor y la plusvalía creada en la producción.

Al pasar por las tres fases de su movimiento, el capital adopta sucesivamente tres formas: la monetaria, la productiva y la mercantil. La continuidad del proceso de producción exige que algunas partes del capital se hallen simultáneamente en distintas formas. Como quiera que el fin inmediato de la producción capitalista es obtener —con sed insaciable— plusvalía, el movimiento del capital no constituye un acto único, sino una repetición ininterrumpida de los procesos de su ciclo, es decir, se efectúa la rotación del capital. La rotación del capital incluye el ciclo del capital monetario en el cual el movimiento del capital empieza y termina en su forma monetaria. En el ciclo del capital productivo, lo que sirve de forma inicial y final del movimiento del capital es la forma productiva.

El ciclo del capital mercantil, tiene como forma inicial y final de su movimiento la forma mercantil. Debido al carácter anárquico y espontáneo de la economía capitalista, la continuidad del movimiento del capital se altera con mucha frecuencia. Las contradicciones del capitalismo originan, inevitablemente, serias dificultades en la realización de las mercancías producidas, obstaculizan la transformación ininterrumpida de la forma mercantil del capital en su forma monetaria, lo cual altera todo el proceso de su ciclo. Tales contradicciones se manifiestan con singular fuerza destructora durante las crisis económicas de superproducción.

Capital fijo versus capital circulante

Fijo

Parte del capital productivo que, participando por entero y reiteradamente en la producción de la mercancía, transfiere su valor por partes al nuevo producto, en el transcurso de varios períodos de producción, a medida que se va desgastando.

Pertenece al capital fijo la parte del capital desembolsado que se invierte en la construcción de edificios e instalaciones, en la compra de maquinaria, aparatos y herramientas. La transferencia del valor por partes a la mercancía terminada condiciona asimismo la peculiaridad de la rotación del capital fijo, peculiaridad consistente en que por cada periodo de producción revierte sólo parte del valor del capital fijo, cuya rotación completa se efectúa en el transcurso de varios períodos de producción. Después de realizada la mercancía, el capital fijo también revierte por partes, en forma monetaria, al capitalista.

El capital fijo está sometido a desgaste físico y desgaste moral. El desgaste físico consiste en la pérdida de valor de uso que el capital fijo va sufriendo gradualmente. En consonancia con ello, su valor se transfiere gradualmente al producto, va revirtiendo por partes al capitalista en forma de amortización, destinada a reponer total o parcialmente el capital fijo desgastado. El desgaste moral es una consecuencia del progreso técnico y hace que se renueve el capital fijo antes de que se haya desgastado físicamente.

Circulante

Parte del capital productivo cuyo valor se transfiere totalmente a la mercancía producida y revierte por completo el capitalista, en forma de dinero después de realizada.

Al capital circulante pertenece la parte del capital desembolsado invertida en la compra de materias primas, combustible, materiales auxiliares y también fuerza de trabajo. Las materias primas, los materiales fundamentales y los artículos semifabricados en el proceso de producción se transforman en un nuevo valor de uso e integran materialmente el nuevo producto. El combustible y los materiales auxiliares en el proceso de producción no entran materialmente en el producto, mas contribuyen a crear el producto nuevo. Su valor, lo mismo que el valor de la materia prima, de los materiales básicos y de los artículos semifabricados, se transfiere por completo al valor de la mercancía y reviene por entero al capitalista después de la venta. A diferencia de estas partes del capital circulante, la fuerza de trabajo no transfiere su valor al producto, sino que crea un nuevo valor, en el que se incluye la plusvalía. Después de realizada la mercancía, el equivalente del valor de la fuerza de trabajo junto con la plusvalía retorna al capitalista en forma de dinero. Resulta pues, que el capital variable, por su forma de movimiento pertenece al capital circulante, pues efectúa una rotación completa en cada ciclo del capital. Cuanto más rotaciones realice el capital circulante en el transcurso de un año, tanto mayor será la masa de plusvalía que obtendrá el capitalista.

La velocidad de rotación del capital variable influye directamente sobre el aumento de la masa de plusvalía y de la cuota anual de plusvalía, cuota que se determina por la relación entre la masa anual de plusvalía y el capital variable. La velocidad de rotación del capital variable se refleja directamente en la magnitud del capital anticipado. Cuanto mayor es el número de rotaciones, tanto menor capital circulante necesita el capitalista siendo iguales las demás condiciones.

Capital de préstamo

Artículo principal:Capital de préstamo
Capital monetario que su poseedor concede a otros capitalistas por un determinado tiempo y por una determinada remuneración en calidad de interés. Su particularidad diferencial estriba en que quienes utilizan el capital pare producir plusvalía no son sus propios poseedores, sino otras personas; los capitalistas en funciones.

En el proceso del ciclo del capital industrial se forman sistemáticamente recursos monetarios que quedan libres por cierto tiempo. En su afán de obtener ganancias, los capitalistas que disponen de tales recursos los ceden en préstamo a los capitalistas industriales que los necesitan para ampliar la producción y aumentar la plusvalía. El capitalista industrial devuelve al capitalista que concede el préstamo y en forma de interés parte de la nueva plusvalía obtenida, es lo que abona por el derecho de utilizar el capital del prestamista.

La fórmula del capital de préstamo es D — D¹ (préstamo en dinero — préstamo con interés). Este movimiento de dinero hace que, aparentemente, la fuente del ingreso que percibe el prestamista radique en el dinero mismo, aunque el verdadero origen del incremento dinerario es la plusvalía creada en el proceso de producción por los obreros asalariados, plusvalía de que se apropian gratuitamente los capitalistas industriales y los prestamistas. Aunque estos últimos no participan por sí mismos en la producción, explotan, junto con los industriales, a la clase obrera. El capital de préstamo no sólo expresa relaciones económicas entre los prestamistas y los capitalistas industriales, sino, además, entre la clase capitalista y la clase obrera explotada.

En la sociedad burguesa, sirven de intermediarios entre prestamistas y capitalistas industriales los bancos, que acumulan los capitales monetarios libres y conceden créditos a las empresas capitalistas y al Estado burgués. El crédito contribuye a que la producción se amplíe y concentre, a que se acelere el proceso de su socialización y, al mismo tiempo, acentúa el carácter parasitario del régimen capitalista, a la vez que agudiza las contradicciones que le son inherentes. Bajo el imperialismo, el capital de préstamo, en forma de capital bancario monopolista unido al capital monopolista industrial, constituye la oligarquía financiera.

Capital ficticio

Capital en forma de títulos de valor, que proporcionan un ingreso a quien los posee. Los títulos de valor —acciones, obligaciones de las empresas capitalistas y de los empréstitos del Estado, cédulas de imposición de los Bancos hipotecarios—, carecen de todo valor intrínseco. Esos títulos son un testimonio de que se ha concedido dinero en préstamo o para crear una empresa capitalista; por este motivo confieren a su poseedor el derecho de percibir regularmente plusvalía, creada en el proceso de la producción capitalista. El poseedor de acciones recibe por ellas, anualmente, un ingreso en forma de dividendo, y el poseedor de obligaciones lo recibe en forma de intereses. El movimiento de tales títulos de valor se efectúa en la Bolsa de Valores.

A diferencia del capital real invertido en las diferentes ramas de la economía, el capital ficticio no constituye una riqueza real, y por este motivo no desempeña función alguna en el proceso de la reproducción capitalista. Su carácter ilusorio se descubre con singular nitidez durante las quiebras bursátiles, cuando las acciones y las obligaciones se desvalorizan en muchos miles de millones de unidades monetarias, pese a que con ello la riqueza social efectiva no disminuye en lo más mínimo. Por otra parte, la suba o la baja del precio de venta de las acciones y obligaciones, la especulación con unas y otras, constituyen un medio eficaz para que la gran burguesía se enriquezca a costa de la ruina de los tenedores pequeños y medios de títulos de valor.

Con el desarrollo del capitalismo, el capital ficticio se incrementa más rápidamente que el capital real. Se debe ello al amplio desarrollo que alcanzan las empresas capitalistas en forma de sociedades anónimas, al crecimiento de los ingresos percibidos por los títulos de valor debido al aumento de las ganancias monopolistas y a la reducción de la cuota de interés de préstamo, así como también al aumento de la deuda del Estado. El capital ficticio crece con singular rapidez en la etapa actual del desarrollo capitalista. Ello es un exponente del proceso en virtud del cual prosigue la concentración de la riqueza de la sociedad capitalista en la oligarquía financiera y se intensifica el carácter parasitario del capitalismo.

Capital comercial

Artículo principal:Capital comercial
Capital invertido en la esfera de la circulación; su función principal estriba en obtener ganancias mediante la compra y venta de las mercancías.

En las formaciones precapitalistas el capital comercial era una forma independiente —la dominante— del capital. Contribuyó al desarrollo de las relaciones monetario— mercantiles, a la ruina de los pequeños productores, a la acumulación de grandes recursos dinerarios en manos de algunos explotadores, lo que facilitó el advenimiento del modo capitalista de producción. A medida que el capitalismo se desarrolla, el capital comercial se ve subordinado al capital industrial. El desarrollo de la economía capitalista se caracteriza por el hecho de que las funciones de producir y de realizar las mercancías se dividen entre los capitalistas comerciales e industriales.

El capital comercial posee dos formas:

  1. la comercial—mercantil que tiene por objetivo realizar el capital mercantil y la plusvalía contenida en las mercancías;
  2. la del capital monetario-comercial, que efectúa operaciones comerciales con dinero.

La disociación del capital comercial de modo que constituya una forma independiente crea las condiciones para que se acelere la rotación del capital industrial y se incremente la plusvalía producida por todo el capital social. La separación del capital industrial respecto del capital comercial acentúa la contradicción — inherente al capitalismo — entre la producción y el consumo. Los industriales, al vender la producción acabada al capitalista comercial, se despreocupan de lo que sucede luego con los artículos fabricados y siguen produciendo mercancías, acumulándolas en depósitos a menudo ya repletos, ampliando las dimensiones de las crisis de superproducción y ahondando, con ello, la contradicción fundamental del capitalismo: la que existe entre el carácter social de la producción y la apropiación capitalista privada.

Capital monetario

Suma de dinero que proporciona ganancias a su poseedor a costa de la explotación del trabajo ajeno. El capital monetario existió bajo el régimen esclavista y bajo el feudalismo en forma de capital comercial y usurario, formas independientes del capital. En el período capitalista, el capital monetario constituye una de las formas funcionales del capital industrial, le sirve de forma primera y con ella se inicia su movimiento. Todo capitalista aparece en primer lugar como poseedor de dinero. El capitalista no sólo gasta dinero para adquirir cierta mercancía, sino que además lo anticipa como valor que ha de revertirle aumentado en la magnitud de la plusvalía. Para ello el capitalista compra una mercancía especial —la fuerza de trabajo— y medios de producción. El acto D (dinero) — T (fuerza de trabajo) expresa la relación de clase entre el capitalista y el obrero asalariado; esta relación se basa en el hecho de que los medios de vida y los modios de producción están separados del poseedor de la fuerza de trabajo, en cuanto propiedad del capitalista que le es ajena y se le opone. El dinero no actúa por sí mismo en calidad de capital monetario, sino tan sólo porque los capitalistas lo utilizan para comprar los elementos del capital productivo —plasmado en los medios de producción y en la fuerza de trabajo - con el fin de obtener plusvalía. Mediante la realización de las mercancías producidas por los obreros asalariados el capital industrial recobra la forma de capital monetario, el cual supera en la magnitud de la plusvalía al capital monetario anticipado. El capital monetario que queda libre en el ciclo del capital, puede convertirse, y se convierte, en capital de préstamo.

Capital industrial

Artículo principal:Capital industrial
Capital que se utiliza para producir plusvalía y funciona en la esfera de la producción material independientemente de la rama económica en que se ha invertido, es decir, el capital invertido en la industria, en la construcción, en la agricultura, en el transporte. Hay que distinguir el capital industrial del capital comercial y del capital de préstamo, que funcionan en la esfera de la circulación monetario—mercantil. El capital industrial se encuentra en constante movimiento, que se representa mediante la fórmula:

D – M ... P ... M¹ - D¹


El valor del capital en movimiento es el mismo, y al pasar el capital por sus distintas fases sucesivas cambia de forma. En la primera fase la forma monetaria del capital se transforma en productiva; en la segunda fase (...P ... proceso de producción), la forma productiva se convierte en mercantil; en la tercera fase (M¹ — D¹), la forma mercantil del capital vuelve a transformarse en monetaria.

El movimiento del capital industrial se realiza en forma cíclica. Cada forma que el capital desembolsado adopta en su movimiento, tiene su ciclo y caracteriza con máxima precisión uno de los rasgos específicos del capital industrial. El ciclo del capital monetario pone de manifiesto con toda claridad el fin de la producción capitalista obtener plusvalía; en esta parte, el proceso de producción aparece tan solo como simple medio de incrementar el valor anticipado. En el ciclo del capital productivo se sitúa en primer plano la producción, el dinero sólo actúa al servicio de esta última, sirve de medio de circulación indispensable para que el proceso de producción se renueve sin cesar. En el ciclo del capital mercantil, la producción se presenta como condición de la interrumpida circulación de mercancías. En esta parte la circulación determina la producción y sus dimensiones. La unidad de las tres formas del ciclo constituye el movimiento del capital industrial en su conjunto, en toda su diversidad. Así pues, el capital industrial constituye un

“capital que, a lo largo de su cielo completo, toma y abandona esas formas, y en cada una de ellas cumple la función que le corresponde”

Capital mercantil

Es una de las formas funcionales del capital industrial. El capital mercantil se presenta bajo el aspecto de una determinada suma de mercancías producidas en las empresas capitalistas y destinadas a la venta. Por su valor, incluye el valor inicialmente anticipado y la plusvalía, creada en el proceso de producción como resultado de la explotación de la fuerza de trabajo. El capital mercantil cumple la función de realizar la plusvalía. En un determinado nivel de desarrollo del capitalismo, el capital mercantil se separó bajo la forma independiente del capital comercial subordinada al capital industrial.

Capital productivo

Una de las formas en que funciona el capital industrial y se da como resultado de la modificación que el capital sufra al pasar de su forma monetaria a su forma productiva; segunda fase del ciclo del capital industrial.

Los medios de producción y la fuerza de trabajo adquiridos por el capitalista constituyen las partes materiales y humanas integrantes del capital que actúa en la esfera de la producción. Para que el proceso de trabajo se efectúe se han de unir los medios de producción y la fuerza de trabajo. Bajo el capitalismo, esta unión se lleva a cabo mediante la compra regular que de fuerza de trabajo y de medios de producción realiza el capitalista. Si estos dos factores no se unen, como suele ocurrir en el período de las crisis económicas, la producción se interrumpe. Entonces, los obreros se ven condenados al hambre, a la miseria, pierden su calificación, y los medios de producción se deterioran debido a su inactividad. A diferencia del capital monetario y del capital mercantil, el capital productivo tiene dos particularidades: en primer lugar, sólo actúa en la esfera de la producción material, y en segundo lugar —y esto es lo más importante—su función estriba en crear plusvalía. A esto se debe el significada decisivo de la forma productiva del capital en el transcurso de su ciclo. De las dos partes que integran el capital productivo, la única fuente de plusvalía es la fuerza de trabajo, en cuya adquisición se invierte el capital variable. Para encubrir la esencia de la explotación capitalista, los economistas burgueses idearon la falsa concepción de la “productividad del capital”. Según esta “teoría”, no es al trabajo asalariado lo que crea la ganancia de los capitalistas, sino el “capital”, con la particularidad de que circunscriben el concepto de capital únicamente a los elementos del capital constante: a los medios de producción, al trabajo pasado. Sin embargo, la teoría de la plusvalía, de Marx, demuestra de manera irrefutable que la plusvalía se crea en el proceso de la producción capitalista, y la crean las inversiones de trabajo de los obreros asalariados.

Capital financiero

Es el formado por la unión del capital de los monopolios bancarios e industriales en los países imperialistas. La existencia del capital financiero y la consiguiente aparición de la oligarquía financiera constituyen uno de los rasgos fundamentales del imperialismo. La formación del capital financiero, fue una consecuencia de la alta concentración de capitales en la industria y en la banca.

“La concentración de la producción; los monopolios que surgen de tal concentración; la fusión o unión de los bancos con la industria, tal es la historia del nacimiento del capital financiero y el contenido de este concepto”

Utilizando los recursos monetarios libres, los bancos no sólo empiezan a conceder a las empresas industriales los préstamos a corto plazo, sino, además, créditos a largo plazo. Con ello obtienen la posibilidad de influir en la marcha de las empresas e incluso, a veces, de determinar el destino de las mismas. Los recursos de los bancos se trasladan asimismo a la industria mediante la adquisición de acciones y creando el denominado “sistema de participaciones”, con el cual, mediante un capital bancario propio de volumen relativamente pequeño, se pueden controlar sumas muy superiores de capitales ajenos. Al misma tiempo, se da un proceso de absorción de los pequeños bancos por parte de los grandes, se forman las uniones monopolistas denominadas consorcios bancarios. Cuando ya logran dominar la economía, los magnates del capital financiero determinan también la política de los estados capitalistas.

Concentración y centralización del capital

El crecimiento de la composición orgánica del capital es un factor importante que determina la necesidad del aumento de la magnitud absoluta del capital empleado en la producción. la acumulación del capital constituye un medio de la nueva acumulación del capital.

El aumento de los capitales individuales mediante la acumulación, es decir a cuenta de la plusvalía, se denomina concentración del capital. Existe la concentración del capital y el fraccionamiento de los capitales. De los capitales en funciones se separan partes que empiezan a funcionar independientemente. Tal fraccionamiento de los capitales tiene lugar, por lo general, al repartir el patrimonio de las familias de los capitalistas.

De la concentración del capital se debe distinguir la centralización del capital, que consiste en que dos o más capitales independientes se unen formando un solo capital. Debido a la centralización de muchos pequeños capitales se forma un reducido número de grandes capitales. El proceso de centralización del capital se realiza ante todo debido a la competencia en la que los capitalistas más poderosos que disponen de grandes capitales, vencen a los menos poderosos. Las grandes empresas utilizan máquinas más perfectas y tienen mejor organización de la producción y, por ende, una mayor productividad del trabajo. Esto les proporciona una considerable superioridad en la competencia. Por cuanto el valor de las individual mercancías de los grandes capitalistas es menor, pueden venderlas más baratas, pueden vencer gracias a eso a los pequeños competidores, devorando sus capitales. Además, la centralización de los capitales se realiza por medio de la fundación de sociedades anónimas. En las condiciones actuales, las sociedades anónimas son aprovechadas en gran medida para reforzar el dominio del gran capital, que se concentra en manos un grupo insignificante de monopolistas.

Las posibilidades de aumento de los capitales individuales mediante la concentración son limitadas por la magnitud de la plusvalía que en el momento dado puede ser destinada a la ampliación de la producción. Como se sabe, no toda suma de dinero es capaz de convertirse en capital. Al crecer la composición orgánica del capital aumente el mínimo de plusvalía necesario para la ampliación de la producción. y antes que sea posible la acumulación real, la masa de plusvalía debe alcanzar una determinada magnitud más o menos considerable.

A diferencia de la concentración, la centralización no presupone la acumulación de cierta masa de plusvalía, ya que se realiza como resultado de la redistribución de los capitales que existen en la sociedad dada. Por ello, la centralización del capital amplía considerablemente las posibilidades de incremento de las proporciones de las empresas capitalistas.

Los procesos de concentración y centralización del capital están íntimamente vinculados entre sí. El incremento más rápido de los grandes capitales a cuenta de la plusvalía acelera la ruina de los capitales pequeños y medios. Por otra parte, el aumento de las proporciones de los capitales en funcionamiento, condicionado por la centralización de estos, constituye la premisa de la creación de grandes empresas capitalistas, para las que es factible una mayor escala de acumulación. La concentración y centralización del capital, realizadas a base de la cambiante composición técnica del capital, originan un aumento constante de la suma mínima de capital, el cual puede funcionar independientemente. Esto acelera todavía más el proceso de desplazamiento de la pequeña producción por la gran producción. a la vez que son consecuencias de la acumulación del capital, la concentración y la centralización aceleran la acumulación capitalista. Los grandes capitales son capaces de proporcionar una masa mayor de plusvalía que puede ser destinada a la ampliación de la producción. Debido a esto, la concentración y la centralización, al acelerar la modificación en la composición técnica del capital, aceleran aún más el proceso de incremento de la composición orgánica del capital.

Superpoblación relativa

En la fase inicial del capitalismo, la acumulación del capital se realizaba muy a menudo permaneciendo invariable la composición orgánica. Pero también en la sociedad burguesa desarrollada se realiza de tiempo en tiempo la acumulación del capital manteniéndose igual la composición orgánica. En estas condiciones la necesidad que tiene el capital de fuerza de trabajo crece proporcionalmente al aumento de sus proporciones y puede llegar el momento en que la demanda de fuerza de trabajo sea mayor que su oferta, en cuyo caso la explotación de los obreros crecerá sólo extensivamente a cuenta del aumento del contingente de obreros. Entonces puede elevarse el salario y descender la plusvalía, lo que originaría una reducción relativa del trabajo no remunerado del obrero. Sin embargo, aun es esas condiciones, las más favorables para la clase obrera, continúan manteniéndose plenamente las relaciones de explotación de los obreros por los capitalistas.

El mecanismo de la acumulación capitalista excluye toda elevación prolongada y considerable del salario. El salario sólo puede aumentar hasta que no entorpece la acumulación del capital, es decir, si la elevación del salario va acompañada del aumento de la suma general de plusvalía, extraída mediante la explotación de un creciente número de obreros. En caso contrario, empieza a disminuir la acumulación del capital y continúa disminuyendo hasta que a consecuencia de la reducción de la demanda de fuerza de trabajo desciende el salario hasta cierto nivel de acuerdo con el cual puede volver a valorizarse normalmente el capital. Al emplear la expresión matemática, indicó Marx, la magnitud de la acumulación es una variable independiente, y la magnitud del salario, una variable dependiente.

Cuando se verifica la reproducción ampliada a la vez que crece la composición orgánica del capital, la demanda de fuerza de trabajo va a la zaga del aumento de capital. La elevación de la composición orgánica del capital se extiende en primer término a los nuevos capitales que empiezan a funcionar en concepto de complementarios o independientes. En consecuencia se reduce relativamente la demanda suplementaria de obreros por parte de nuevos capitales. La revolución técnica en el capital complementario se hace extensiva al capital inicial a medida que sus elementos materiales se van desgastando y se reproducen de nuevo en una forma más productiva. Esto origina que una parte de la fuerza de trabajo sea desplazada de la producción.

Así, los nuevos capitales atraen relativamente a menos y menos obreros complementarios, es decir, respecto a su volumen global, en tanto que los viejos capitales reproducidos periódicamente en la nueva composición orgánica, desplazan a una parte de los obreros que tenía ocupados. A la acumulación capitalista le es característica una correlación tal en la acción de las dos tendencias indicadas, de acuerdo con la cual, pese al crecimiento del contingente general de obreros ocupados, crece la masa de obreros que no pueden vender su fuerza de trabajo y se convierten en desocupados. Este excedente de fuerza de trabajo en el capitalismo fue denominado por Marx superpoblación relativa. Una parte de los obreros no es excedente en general, sino solamente en relación con las necesidades que tiene el capital de fuerza de trabajo necesaria para la obtención de plusvalía.

Por cuanto la oferta de fuerza de trabajo supera más y más la demanda, se crean condiciones favorables para incrementar la explotación de la parte ocupada del proletariado. Si la parte de la clase obrera ocupada no fuera extenuada por el trabajo excesivo, no sólo desaparecería el desempleo, sino que la población existente podría resultar insuficiente para el proceso normal de la producción. pero entonces el capitalismo dejaría de se capitalismo. Al realizar la acumulación del capital, los obreros crean con ello crecientes proporciones de medios que los hacen relativamente excedentes. En esto consiste la ley de la población inherente al modo capitalista de producción. Por consiguiente, la causa del desempleo consiste en las relaciones de producción capitalistas, bajo las cuales el progreso técnico es empleado en beneficio de los capitalistas y en perjuicio de los obreros. Precisamente por el hecho de que bajo el capitalismo no se aprovecha el progreso técnico y científico para aliviar el trabajo y mejorar la situación de los obreros, sino para incrementar se explotación, la fuerza de trabajo no tiene plena aplicación.

Fuentes

  • Borísov, Zhamin y Makárova (ed's), ca. 1965. Diccionario de Economía Política. «Capital», y «Composición orgánica del capital». (Dicconario publicado en la Unión Soviética y tr. Augusto Vidal Roget, 1965.) Eumed.net
  • Curso de Economía Política. Universidad de Lomonosov. T. I. primera parte. Pág. 339.
  • Karl Marx, 1894. El Capital.
  • Material didáctico de ciencias sociales. Economía Política. Ed. Progreso. Moscú. Pág 123.

Enlaces externos

Notas

  1. Borísov, Zhamin y Makárova, 1965. «Capital».
  2. Más completamente, la cita dice: "el capital no es una cosa material, sino una determinada relación social de producción, correspondiente a una determinada formación histórica de la sociedad, que toma cuerpo en una cosa material y le infunde un carácter social específico.... Es el conjunto de los medios de producción monopolizados por una determinada parte de la sociedad, los productos y condiciones de ejercicio de la fuerza de trabajo vivo enfrente de esta fuerza de trabajo que este antagonismo personifica como capital. No son solamente los productos de los obreros convertidos en potencias independientes, los productos como dominadores y compradores de quienes los producen, sino también las fuerzas sociales y la... forma de este trabajo, que se enfrentan con ellos como cualidades de su producto. Nos encontramos aquí ante una determinada forma social, muy mística a primera vista, de uno de los factores de un proceso social de producción históricamente fabricado."
  3. Karl Marx, El Capital, Tomo I, Capitulo IV: «Como se convierte el dinero en capital», seccion 1: «La fórmula general del capital». Los tres tipos se enumeran en el penúltimo párrafo.
  4. Karl Marx, El Capital, Tomo I, Capitulo IV: «Como se convierte el dinero en capital», seccion 2: «Contradicciones de la fórmula general».
    Es importante entender aquí que Marx está hablando del valor en un sentido técnico que lo conecta estrechamente con el valor de cambio. En contraste con esto, el valor de uso, o utilidad, puede aumentar a nivel social neto como resultado de la actividad mercantil o de los préstamos.