Captura del bandido Pedro González (Sancti Spíritus, 1963)
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El bandidismo en el Escambray cobró un elevado precio de esfuerzos y vidas por parte del pueblo cubano, entre ellas las de Oliverio Martín y los soldados y obreros de la carretera de Trinidad’’’
Sumario
Antecedentes
Muchos fueron los asesinatos, torturas y hechos denigrantes perpetrados por latifundistas, reaccionarios, politiqueros y seudorrevolucionarios que se dedicaron a fomentar la actividad bandidesca en el Escambray.
Sucesos
El comandante Lizardo Proenza dirigía el cerco que desde el día anterior se había tendido el la zona La Barca, en el Escambray. Allí estaba cercado Pedro González y otros bandidos. González era responsable no solo del asesinato de Oliverio Martín Valdivia, sino del perpetrado el 5 de febrero de 1963 en la carretera de Trinidad a Sanctis Spíritus. En esa ocasión, junto con catorce bandidos bien amados, detuvo un ómnibus de transporte obrero y situó a los pasajeros en un pequeño firme. Allí los retuvo hasta que llegó otro ómnibus, que también ocupó. Luego esperó el paso de un Yipi de la Universidad Militar 1933, tripulado por cinco miembros de la FAR. Estos al ver estacionados los ómnibus, detuvieron la marcha del vehículo para indagar. De pronto, una lluvia de proyectiles disparados desde ambos lados de la cuneta segó la vida de cuatro de ellos. Luego de incendiar ambos ómnibus, Pedro González se dirigió a los pasajeros en estos términos: -El comunismo hay que acabarlo así, a tiros – y sin más explicaciones, abrió fuego contra el grupo.
Captura
De ese hecho habían transcurrido algunos años. Ahora estaba cercado, y varios pelotones integrados por obreros y campesinos de la zona lo buscaban con afán. Cuando todos dudaban del éxito de la operación, alguien vio correr a un bandido hacia la izquierda. Lo siguieron y lo conminaron a rendirse, pero se fue agazapado detrás de un yerbazal y de allí no se movió. -No tiren, me entrego – dijo, mientras se arrastraba sigilosamente para tratar de escapar. Los combatientes avanzaron, y al llegar al sitio donde lo creían escondido, no estaba. Lo divisaron unos veinte metros más allá y le volvieron a dar el alto. Esta vez no habló, echó a correr. Le dispararon cuando cruzaba una cerca. Fueron disparos certeros. Pedro González el asesino de Oliverio Martín y de los soldados y obreros de la carretera de Trinidad, pagó con su vida los hechos en lo cuales participó
Fuentes
- Museo Municipal de Manicaragua
