Como el río que fluye

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Como el río que fluye
Información sobre la plantilla
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Pensamientos y Reflexiones
Autor(a)(es)(as)Paulo Coelho
Editorial:Grijalbo
GéneroAutoayuda
Primera edición2007
ISBN9789504917489
PaísBrasil Bandera de Brasil

Como el río que fluye es un maravilloso libro escrito en el año 2006 por Paulo Coelho, novelista brasileño nacido en Río de Janeiro el 24 de agosto de 1947, que también destaca como dramaturgo y letrista, es uno de los escritores más leído a nivel mundial.
En este libro, el autor presenta una serie de relatos propios que permitirán al lector conocer con mayor profundidad el pensamiento de este reconocido escritor, guía y fuente de inspiración para todas aquellas personas que han tenido la oportunidad de navegar por sus obras.

Ser como el río que fluye

Silencioso dentro de la noche.
No temer las tinieblas de la noche.
Si hay estrellas en el cielo, reflejarlas.
Y si los cielos se cubren de nubes,
Como el río, las nubes son agua,
Reflejarlas también sin amargura

En las profundidades tranquilas.

Argumento

En el libro, Como el río que fluye, se relata las reflexiones e ideas más personales de Paulo Coelho, recopila una selección de breves y profundos relatos, que le permiten sumergirse en la mirada y el pensamiento de su creador. Paulo en su libro nos dice:
En el momento presente, mi vida es una sinfonía compuesta de tres movimientos distintos: "muchas personas", "algunas personas", y "casi nadie". Cada uno de ellos dura aproximadamente cuatro meses por año, se mezclan con frecuencia durante el mismo mes, pero no se confunden. "Muchas personas" son los momentos en que estoy en contacto con el público, los editores, los periodistas. "Algunas personas" ocurre cuando voy a Brasil, me reúno con mis amigos de siempre, camino por la playa de Copacabana, asisto a uno u otro acontecimiento social, pero generalmente me quedo en casa. Ahora bien, mi intención hoy es la de divagar un poco sobre el movimiento "casi nadie".
“Un río nunca pasa dos veces por el mismo lugar”, dice un filósofo. “La vida es como un río,” dice otro filósofo, y llegamos a la conclusión de que esta es la metáfora más aproximada al sentido de la vida. En consecuencia, será bueno recordarlo a lo largo de todo el año que viene. Siempre estamos ante la primera vez. Al recorrer el camino que va desde nuestro manantial (o nacimiento) a nuestro destino (muerte), los paisajes son siempre nuevos. Debemos encarar todas estas novedades con alegría, y no con miedo, porque de nada sirve temer lo que no se puede evitar. Un río no deja nunca de correr.
En un valle, andamos más despacio. Cuando todo a nuestro alrededor se vuelve más fácil, las aguas se calman, nos volvemos más amplios, más largos, más generosos.
Nuestras márgenes son siempre fértiles. La vegetación sólo nace donde existe agua. Aquél que entra en contacto con nosotros, debe entender que estamos allí para dar de beber a quien tiene sed.
Hay que esquivar las piedras. Es evidente que el agua es más fuerte que el granito, pero necesita tiempo. De nada sirve dejarse dominar por obstáculos más fuertes, o intentar batirse contra ellos, pues gastaremos energía en vano. Lo mejor es saber dónde se encuentra la salida, y seguir adelante.
Las depresiones necesitan de paciencia. De repente el río entra en una especie de hoyo, y deja de correr con la alegría de antes. En esos momentos, la única manera de salir es contar con la ayuda del tiempo. En el momento preciso, la depresión se llena, y el agua puede seguir adelante. En lugar del hoyo feo y sin vida, existe ahora un lago que los demás pueden contemplar con alegría.
Somos únicos. Nacemos en un lugar que estaba destinado a nosotros, que nos mantendrá siempre alimentados de agua de modo que, frente a obstáculos o depresiones, podamos tener la paciencia o la fuerza necesarias para seguir adelante. Comenzamos nuestro curso de manera suave, frágil, hasta tal punto que una simple hoja puede detenernos. Sin embargo, como respetamos el misterio del manantial que nos engendró, y confiamos en su Eterna sabiduría, poco a poco vamos ganando todo lo necesario para recorrer nuestro camino.

Conclusión

Apreciaciones estéticas, observaciones sobre la naturaleza humana, la creación literaria, la historia o el devenir de la vida conforman este atractivo abanico de posibilidades para adentrarse en la obra de Coelho. Como el río que fluye recopila una selección de breves y profundos relatos, que nos permitirán sumergirnos en la mirada y el pensamiento de su creador; mirada plácida y tranquila que nos descubre con sencillez la esencia de una filosofía hecha literatura.

Enlaces Externos

Fuentes