Convento de Santa Catalina de Sena
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Construcción
Tres de las hijas del rico almacenista de víveres Juan de Aréchaga: Francisca, Ana y Teresa, queriendo pasar a la vida monástica y no habiendo capacidad en el de Santa Clara, se dirigieron a la Corona en 1679, solicitando hacer un convento. El permiso para su fundación fue concedido rápidamente, tal vez por estar asegurados los fondos para construirlo al tratarse de una donación. Siglo XVII Iglesia de Paula Patio del Convento de Santa Clara.
En el Cabildo del 31 de octubre de 1680 se dio lectura a la Real Orden del 29 de mayo, donde pide el rey se le informe de lo que será necesario para fundar el Convento, que albergará a las tres hermanas y a quince religiosas que hade haber en él. Después de las debidas consultas, el Rey autorizó el 20 de abril de 1686 a que se fundara de inmediato el Convento en la propia casa de las Aréchaga, mientras se construía, terminándose el 29 de abril de 1688 y que después siguió ampliándose con más donaciones de los hermanos Aréchaga. El Cabildo del 10 de octubre de 1721 trató la solicitud de la priora para cerrar la calle intermedia entre las dos manzanas que ocupaba el Convento, que no era tan necesaria al tráfico por estar cerrada en otras partes.
En la esquina de O'Reilly y Compostela se levantó la iglesia, de una nave orientada de este a oeste, y 12 varas de ancho por 41 de profundidad, la que se terminó en 1700. La torre en la misma esquina era de tres cuerpos y el Convento tenía un solo claustro de dos plantas, ambas de postes de madera similares al Convento de Santa Clara. Cuando las monjas se trasladaron a otro establecimiento, en 1918 se demolió el convento, abriendo la calle San Juan de Dios y se construyeron los dos importantes edificios del Nacional City Bank of New York y de la Metropolitana.
Fuente
- Libro 500 Años de Construcciones en Cuba