Diarrea Viral Bovina (BVD)

Revisión del 10:18 9 jun 2011 de Maite jc (discusión | contribuciones) (Infección subclínica)
Diarrea Viral Bovina
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El virus BVD (Bovine Virus Disease), causante de la enfermedad de la Diarrea Viral Bovina, es uno de los patógenos más comunes de los bovinos en el mundo, asociado a varias formas clínicas, que van desde una infección inaparente hasta una fatal denominada Enfermedad de las Mucosas.

PATOGENESIS

Lote de Vacas

Unas de las características del virus BVD es la capacidad de producir múltiples expresiones clínicas, siendo las más comunes las siguientes:



Infección subclínica o inaparente

Los animales pueden tener Fiebre, leucopenia y la recuperación es usualmente rápida y completa debido a la aparición e incremento de los niveles de anticuerpos neutralizantes, en 2 a 3 semanas posteriores a la exposición al virus; muchas veces este tipo de infección predispone además al animal a otras infecciones debido al carácter inmunosupresor del virus.

Diarrea Viral Bovina.

Es la forma aguda de la infección. En 1946, cuando BVD fue descrito por primera vez, esta fue la forma más prevalente y uno de los signos más saltante fue la diarrea, de allí el nombre de diarrea viral bovina, aunque, en la actualidad se estima que solamente 1 a 5% de los animales de 6 meses a 2 años de edad pueden presentar esta forma clínica. Brownlie han sugerido que en lugar de Virus de la Diarrea Viral Bovina" debe denominarse virus de la Enfermedad de las Mucosas. Clínicamente los animales que desarrollan la forma aguda presentan: fiebre de 41 - 42 ºC, aumentada leucopenia, descarga nasal y ocular, erosiones en la mucosa oral y a veces diarrea.

Infección neonatal

El ternero puede infectarse en la etapa perinatal, es decir en el último período de la gestación o después de nacer, desarrollando luego una severa enteritis a veces fatal; 14 por lo tanto, es posible que BVD juegue un rol en la presentación de la enfermedad entérica en terneros recién nacidos. Los anticuerpos que el ternero recibe de la madre a travésdel calostro y leche se agotan entre los 105 a 230 días de edad, después del cual el incremento del título de anticuerpos puede ser debido a una infección natural o a la vacunación.

Infección venérea.

El semen del toro infectado durante la etapa fetal o de toros con infección aguda, contiene virus BVD. En este caso, los espermatozoides tienen una motilidad disminuida y puede también presentar anormalidades morfológicas. Sin embargo, el virus afecta la fertilización y no a la concepción, caracterizándose por repeticiones de celo e incrementando entonces el número de servicios por concepción. Este problema puede ser pasajero y eliminarse cuando la vaca adquiere inmunidad contra el virus. La comercialización de germoplasma y la transferencia de embriones fueron en sus inicios potenciales medios de transmisión de BVD pero actualmente estos riesgos son mínimos si el germoplasma proviene de industrias con buen control sanitario.

Infección Transplacentaria

El impacto económico de la infección fetal por el virus BVD es de gran significancia en el ganado lechero10,16. Si una vaca preñada susceptible es infectada por el virus BVD, puede desarrollar la forma subclínica o la aguda, existiendo la gran posibilidad que el virus atraviese la placenta e infecte al feto. El efecto del virus en el feto depende del período gestacional y del biotipo de virus infectante. Los efectos del virus en el feto pueden ser:

  • Reabsorción embrionaria, si la infección ocurre antes de los 45 días aproximadamente.
  • Si la infección es entre los 50 a 100 días de vida puede ocurrir muerte fetal seguida por aborto o momificación fetal y la expulsión del feto es frecuentemente semanas o meses después.
  • Si la infección es entre los 100 a 150 días de vida fetal ocurren los defectos congénitos debido a que en este período de vida fetal está completándose el desarrollo del sistema nervioso central y la capacidad de la respuesta inmunológica del feto; algunas de las lesiones teratogénicas son microftalmia, catarata, hidrocéfalo, hipoplasia del cerebelo, aplasia del timo, hipoplasia pulmonar, alopecía, etc.
  • Inmunotolerancia al virus BVD (ausencia de respuesta inmune del feto), esta condición ocurre cuando el feto es infectado dentro de los 125 días de la gestación, es decir, antes del completo desarrollo del sistema inmunológico.
  • La inmunotolerancia, al virus BVD conlleva a una infección persistente y está asociada a la infección con el biotipo NCP
  • Una infección con el virus BVD puede también dar lugar a terneros con crecimiento retardado que se manifiesta por debilidad y falta de desarrollo corporal.
  • La infección con el virus BVD en el último período de la gestación puede no causar daño al feto, ya que entonces es inmunocompetente y puede responder con los anticuerpos neutralizantes. El ternero entonces, es normal y tiene anticuerpos contra el virus BVD al momento de nacer.

Infección persistente.

La mayoría de los terneros con infección persistente nacen de vacas normales susceptibles que fueron infectadas con el biotipo NCP durante los 4 primeros meses de gestación (120-125 días), pero también las vacas con infección persistente dan crías con la misma condición; pudiendo generarse en un hato clones de animales persistentemente infectados. Un ternero que nace con infección persistente se caracteriza por el aspecto prematuro; estos terneros son vulnerables por los procesos respiratorios y entéricos, y el 50% usualmente mueren durante el primer año de vida. Sin embargo, algunos pueden tener apariencia normal y llegar hasta la edad reproductiva. Estos animales son los reservorios y diseminadores del virus y son particularmente susceptibles a desarrollar la forma clínica de Enfermedad de las Mucosas, de carácter fatal.

Afortunadamente la ocurrencia de estos terneros no es muy frecuente; en USA por ejemplo, es de 1 a 2%, aunque puede ser mayor en algunos hatos20. Los animales con infección persistente pueden ser identificados mediante pruebas serológicas y por aislamiento del virus a partir de leucocitos y/o suero sanguíneo colectados a intervalos de 3 ó más semanas.

Enfermedad de las mucosas (EM)

Virus

La enfermedad de las mucosas es una forma de la BVD no muy frecuente y se presenta usualmente en animales de 6 meses a 2 años de edad. La forma severa se caracterizada por diarrea sanguinolenta y mucus, deshidratación, severa leucopenia y muerte dentro de los pocos días de presentar los signos clínicos. Las lesiones macroscópicas mas saltantes en este caso son las úlceras y erosiones de la mucosa del tracto digestivo. La mortalidad puede alcanzar al 50%. Esta forma clínica ocurre cuando hay coinfección o superinfección con el biotipo CP. La fuente del virus CP coinfectante puede ser un virus de campo o virus vacuna¡ o un virus que resulta por mutación del virus NCP (dentro del animal), causante de la infección persistente. Esta condición al parecer ocurre cuando el virus CP coinfectante o superinfectante y el virus NCP se combinan perfectamente. Se debe puntualizar que no siempre las asociaciones de los biotipos NCP y CP dan como resultado la enfermedad de las mucosas, concepto que ha sido demostrado experimentalmente.

En el Perú últimamente se reportó 2 casos clínicos compatibles con la enfermedad de las mucosas, desafortunadamente los estudios realizados no permitieron establecer el diagnóstico (Andresen H. y Perales R. datos no publicados). Invoco a los veterinarios clínicos realicen todos los esfuerzos a fin de llegar a un diagnóstico definitivo.

Diarrea viral bovina Crónica

Animal enfermo

Esta forma es una secuela de la E.M. o de la forma aguda de BVD y se caracteriza porque el animal presenta una diarrea intermitente, ulceraciones en la cavidad buconasal, en los espacios interdigitales, debilitamiento y muerte, después de semanas o meses de sufrir la enfermedad.

El virus BVD y el Complejo Respiratorio bovino.

El virus BVD es parte importante del Complejo Respiratorio Bovino, por ser un agente inmunosupresor debido a la afinidad por el tejido del sistema inmunológico. En general el virus produce atrofia del tejido linfoide, profunda leucopenia, alteración en la función de las células polimorfonucleares, supresión de la producción de interferon y otras disfunciones que favorecen la invasión y sinergismo de otros microorganismos neumotrópicos: Pasteurella, Herpes Bovino 1 (IBR), Mycoplasma, etc. que dan lugar a un proceso respiratorio agudo.

En un estudio reciente en terneros de 2 días a 6 meses de edad con problemas respiratorios en diferentes hatos del Valle de Lima, se encontró al virus BVD como uno de los agentes asociados al complejo respiratorio con 54% de prevalencia, sugiriendo que el virus por ser inmunosupresor pudo haber iniciado o potencializado el efecto patogénico de otros virus como el HBV-1.


DIAGNOSTICO

Los avances en el conocimiento de la naturaleza biológica del virus, la capacidad de producir múltiples manifestaciones clínicas, llevó a una confusión en la comunidad veterinaria en relación al diagnóstico e interpretación de los resultados de laboratorio; afortunadamente el desarrollo y la utilización de la biotecnología ha despejado muchas de éstas dudas. En el laboratorio, BVD puede ser diagnosticado mediante los siguientes procedimientos:


CONTROL.

Los recientes avances en el conocimiento de la patogénesis y epidemiología del BVD indican que es poco factible mantener hatos libres de BVD; por lo que el objetivo debe ser la prevención y control a través de 3 aspectos fundamentales.

Buen control sanitario.

La finalidad es evitar el ingreso del virus al hato. Con este propósito deben evitarse una serie de factores: el uso múltiple de la aguja hipodérmica, contacto con otros rumiantes que pueden ser portadores del virus, el uso de germoplasma de dudosa procedencia, el uso de vacunas a virus vivo modificado, el libre ingreso de animales al hato sin previo análisis, el estrés, etc.

Identificación y remoción de los animales persistentemente infectados.

Esta es una de las medidas de enorme trascendencia 20 puesto que los animales con infección persistente (inmunotolerantes) son los principales diseminadores del virus. Afortunadamente estos animales no superan al 2%, pero en algunos hatos pueden alcanzar porcentajes superiores.

Este procedimiento debe hacerse cuando existen sospechas de tener la infección en el hato; por ejemplo: incremento de la frecuencia de abortos, nacen terneros débiles o con malformaciones congénitas, incremento en el número de vacas que repiten el celo. En tal situación, debe muestrearse todos los animales mayores a 6 meses. Si en el hato hay BVD, la prevalencia debe ser alta y los negativos deben ser considerados sospechosos y eliminados del hato, si el porcentaje de estos animales es mínimo.

La otra posibilidad de encontrar a estos animales es después de la vacunación con vacuna a virus muerto a todos los animales mayores a 6 meses, incluyendo la segunda dosis al tiempo recomendado, y posteriormente se realiza el análisis serológico a todos los animales vacunados, aquellos que no responden a la vacunación serán eliminados del hato lo más pronto posible. Esta medida será repetido periódicamente para el chequeo de aquellos animales que no fueron muestreados (terneros menores a 6 meses).

vacunación.

En la actualidad existen dos tipos de vacunas: a virus vivo modificado y a virus muerto o inactivado. La vacuna a virus vivo modificado tiene la ventaja de producir altos niveles de anticuerpos sin la necesidad de una segunda dosis, por esta razón es adecuada para el ganado de crianza extensiva pero, tiene la desventaja de producir inmunosupresión predisponiendo al animal a otras infecciones, por ejemplo en animales estresados se incrementa la mortalidad por problemas respiratorios; no puede usarse en animales gestantes y puede revertir a la virulencia causando serios problemas.

La vacuna a virus muerto tiene la desventaja de requerir una segunda dosis para inducir los anticuerpos a niveles protectivos, pero es segura, no es inmunosupresora y puede usarse en vacas gestantes. Por las facilidades del manejo esta vacuna es recomendada en bovinos de explotación intensiva. En la actualidad existen muchas marcas comerciales y la tendencia es el empleo de vacunas a virus muerto polivalentes con dos o más cepas de virus BVD.


Fuente

sisbib.unmsm.edu.pe