Disguesia
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Sumario
Descripción
Los cinco sentidos con los que cuenta el ser humano para percibir el mundo que lo rodea, son igualmente importantes. Sin embargo, existen dos que se encuentran íntimamente relacionados. El cerebro necesita tanto del sentido del olfato, como del gusto, para distinguir la mayoría de los olores. Desafortunadamente, cuando una persona pierde de manera parcial el olfato o el gusto, no le presta mucha importancia, ya que no produce dolor o alteraciones graves a su rutina diaria. No obstante, puede representar una gran frustración para cualquier persona, ya que no disfruta la comida, la bebida o cualquier aroma, de la misma manera.
El olfato y el gusto, trabajan de manera conjunta: las papilas gustativas de la lengua identifican el gusto, el nervio del olfato reconoce los olores. Ambas sensaciones son trasmitidas al cerebro, en donde la información se combina para que se pueda reconocer y apreciar los sabores. Aunque algunos sabores se pueden distinguir sin que intervenga el olfato (como el salado, amargo, dulce o agrio), otros sabores más complejos (como el chocolate), requieren de ambos sentidos para poder reconocerlos. Los trastornos del olfato pueden resultar graves, ya que la persona que sufre este tipo de alteraciones, no reconocería el olor a humo de un incendio, una fuga de gas o alimentos en descomposición.
Causas
- Puede ser consecuencia de los mismos factores que propician la pérdida del gusto.
- Las quemaduras de la lengua pueden destruir temporalmente las papilas gustativas.
- Parálisis de un lado de la cara causada por un mal funcionamiento del nervio facial.
- Depresión.
Algunas enfermedades causantes
- Obesidad
- Diabetes
- Hipertensión
- Mala nutrición
- Enfermedades degenerativas del sistema nervioso, como: Parkinson y Alzheimer.
Síntomas
Alteración en el sentido del gusto. En algunos casos, el cambio en el sabor es muy radical y apreciablemente repulsivo.
Diagnóstico
- Historia Clínica completa
- Examen físico: valoración de la nariz, cavidad oral y faringe.
- Endoscopia nasal y laringoscopia.
- Pruebas de laboratorio: para descartar posibles alergias o problemas de sinusitis.
- Una Resonancia Magnética (RM) o Tomografía Axial Computarizada.
- Pruebas que cuantifiquen la pérdida olfatoria y gustativa (como medir la concentración más baja de una sustancia química que la persona pueda reconocer y comparar los gustos y olores de diferentes sustancias).
Tratamiento
El tratamiento será determinado por el médico y va a depender de la causa que provoca el trastorno, por ejemplo:
- Si el problema es de tipo obstructivo, hay que corregir el defecto (desviación del tabique nasal o pólipos nasales).
- En caso de alergia, el médico indicará un tratamiento específico para atacarla.
- Cuando es causada por infecciones virales, mejora generalmente en tres o seis meses.
- Si fue provocado por algún medicamento, el médico lo suspenderá inmediatamente.
Aunque es un trastorno poco común y muchas veces se inicia de manera imperceptible, es importante acudir al médico en caso de sentir un cambio en la manera de percibir los olores y los sabores, para recibir el mejor tratamiento y recuperar los sentidos lo antes posible.