Displasia de cadera del niño
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Displasia de cadera del niño. Aparece en aproximadamente tres de cada mil recién nacidos, afectando con más frecuencia a las niñas (suponen 8 de cada 10 casos) y a la cadera izquierda.
Sumario
Historia
Desde el primer reconocimiento que se realiza a los recién nacidos en la sala de partos, y en las sucesivas visitas de control de niño sano, el pediatra explorará atentamente la forma y movilidad de las caderas del niño para detectar algún indicio de inestabilidad o desplazamiento. En ese caso, se realizará una ecografía de las caderas (útil desde el nacimiento hasta los 3-4 meses de edad del niño) o una radiografía de caderas (a partir de los 4 meses de edad) para observar con detalle la articulación.
¿Cómo se trata?
Depende de la gravedad del desplazamiento y de la edad a la que se diagnostique, cuanto antes se diagnostique y antes comience el tratamiento mejor será el resultado. Se trata de conseguir recolocar el fémur correctamente en la cadera y mantenerlo así.
- Desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad, esto se consigue mediante la colocación al niño de un arnés o sistema de correas que debe llevar colocado por encima de sus ropas de forma constante, durante varias semanas o meses (generalmente 2-4 meses), hasta que se compruebe la estabilidad de la cadera. Con este tratamiento y en niños menores de 6 meses, la curación se alcanza en un 90% de los casos.
- Si la displasia de la cadera se diagnostica una vez que el niño ha comenzado a gatear (más allá de los 6 meses) o el uso del arnés no ha resultado efectivo, el tratamiento es mucho más complejo y molesto, requiriendo la tracción continua del muslo durante varias semanas con un aparatoso sistema de poleas, seguida de una operación quirúrgica (reducción o recolocación de la articulación). Posteriormente, para estabilizarla, se enyesa la cadera durante varios meses.
¿Cuáles son los síntomas?
- Son variables, dependiendo de cuando se produce, del grado de desplazamiento del fémur fuera de la cadera y de la edad del niño.
- Desde el nacimiento hasta que el niño comienza a andar no suele producir síntomas, debiendo ser sospechada y detectada por el pediatra al explorarlo.
- Más adelante produce un retraso en la edad a la que el niño empieza a andar, con una cojera o marcha de pato. No suele provocar dolor hasta después de los cinco años.
¿Cuáles son los síntomas más habituales?
- Cojera cuando comienza a andar
- Dolor en la cadera, si se deja evolucionar
¿Cuáles son las causas?
Se desconocen, se sabe que hay algunas circunstancias que aumentan las posibilidades de padecerla, como son:
- Antecedentes de displasia de cadera en padres o hermanos.
- Hipertensión arterial materna durante el embarazo.
- Escasez de líquido amniótico durante el embarazo.
- Embarazo prolongado, embarazo múltiple, parto por cesárea, parto de nalgas, recién nacidos muy grandes o muy pequeños y otras.