Displasia de cadera en perros

Revisión del 17:17 20 mar 2024 de Irma gt (discusión | contribuciones) (Fuente)
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)
Displasia de cadera en perros
Información sobre la plantilla
Displasia de cadera.jpg
Concepto:Es una enfermedad osteoarticular que afecta a muchos perros alrededor del mundo.

Displasia de cadera en perros. También llamada displasia coxofemoral, es una enfermedad osteoarticular que afecta a muchos perros alrededor del mundo. Es hereditaria y no se desarrolla hasta los 5-6 meses de edad, aunque lo más habitual es notar los síntomas durante la etapa adulta.


Historia

Es una enfermedad degenerativa que puede llegar a ser tan dolorosa para el perro que en estado avanzado llega incluso a incapacitar sus extremidades traseras.

Afecta a razas caninas grandes o gigantes, especialmente si estas no han recibido las dosis adecuadas de calcio y minerales que requieren para su rápido crecimiento. Pueden favorecer el desarrollo de esta enfermedad la mala alimentación, el ejercicio físico extremo, el sobrepeso y las alteraciones hormonales. No obstante, también puede producirse por causas genéticas y aleatorias. Si sospechas que tu mascota puede estar padeciendo esta enfermedad, sigue leyendo este artículo de ExpertoAnimal sobre la displasia de cadera en los perros para descubrir los síntomas y el tratamiento indicado.

La palabra "displasia" tiene origen griego y su significado es el de "dificultad para formarse", es por este motivo que la displasia de cadera en los perros consiste en una malformación de la articulación coxofemoral. La cadera o articulación coxofemoral es la articulación que une el fémur (hueso del muslo) con el hueso de la pelvis. La cabeza del fémur tiene forma de bola y se mueve dentro de una cavidad cóncava del hueso pélvico, llamada acetábulo.

Durante el crecimiento del perro, la cadera no adopta una forma armoniosa y adecuada, por el contrario, se desplaza ligera o excesivamente hacia los laterales, produciéndose una luxación e impidiendo un movimiento correcto que se agrava con el tiempo. Como resultado de esta malformación, tanto la articulación como los tejidos periarticulares se inflaman y debilitan debido al roce y, por ende, el perro sufre dolor e incluso cojera provocándole dificultad para desarrollar sus actividades rutinarias, tales como sentarse o subir escaleras. Como consecuencia, es habitual que se desarrollen problemas secundarios como la osteoartrosis.

Aunque son muchos los perros que pueden llevar en sus genes esta enfermedad, en muchos casos no llega a desarrollarse.

Grados de displasia

Actualmente, se distinguen cinco grados de displasia de cadera en perros, que clasifican la enfermedad en función de su gravedad, observables a través de una radiografía:

  • Grado A: el perro tiene una cadera normal y, por tanto, no presenta signos de displasia.
  • Grado B: existe una ligera sospecha de que el perro pueda padecer displasia.
  • Grado C: la radiografía muestra signos leves de displasia.
  • Grado D: existe una moderada displasia de cadera.
  • Grado E: el perro sufre una displasia de cadera grave.

Razas de perros predispuestas a la displasia de cadera

La displasia de cadera puede afectar a todo tipo de perros, aunque es más común que se desarrolle en razas de tamaño grande o gigante. Debemos intentar prevenirlo informándonos bien de las necesidades de nuestra mascota en cada etapa de su vida.

Aunque es común observar displasia de cadera en el pastor alemán, lo cierto es que esta no es la única raza con tendencia a padecerla. De esta forma, las razas de perros propensas a sufrir displasia de cadera son:

Causas y factores de riesgo

La displasia coxofemoral es una enfermedad compleja, ya que es causada por múltiples factores, tanto genéticos como ambientales. Aunque es hereditaria, no es congénita, puesto que no se presenta desde el nacimiento, sino que el perro la desarrolla a medida que crece.

Los factores que influyen en la aparición de displasia de cadera en perros son:

  • Predisposición genética: aunque todavía no se han identificado los genes involucrados en la displasia, existen evidencias fuertes de que se trata de una enfermedad de carácter poligénico, es decir, que es causada por dos o más genes diferentes.
  • Crecimiento rápido y/o obesidad: una alimentación inadecuada puede favorecer el desarrollo de la enfermedad. Brindarle al cachorro mucho alimento de alto contenido calórico puede conducir a un crecimiento rápido que lo predispone a sufrir displasia de cadera. La obesidad en perros también puede favorecer el desarrollo de la enfermedad, ya sea en perros adultos como en cachorros.
  • Ejercicios inapropiados: los perros en crecimiento deben jugar y hacer ejercicio para liberar sus energías, desarrollar su coordinación y socializar. Sin embargo, los ejercicios que impactan en las articulaciones pueden causar daños, especialmente en la etapa de crecimiento. Por eso, los saltos son desaconsejables en perros que todavía no han completado su desarrollo. También sucede igual en los perros ancianos que necesitan realizar ejercicio sin resentir sus huesos. Un exceso de actividad puede suponer la aparición de esta enfermedad.

Síntomas

Los síntomas de la displasia de cadera suelen ser menos evidentes cuando la enfermedad empieza a desarrollarse y se vuelven más intensos a medida que el perro envejece y sus caderas se deterioran. Los síntomas son:

  • Inactividad
  • Rechazo a jugar
  • Rechazo a subir escaleras
  • Rechazo a correr y saltar
  • Cojera
  • Dificultad para mover las patas posteriores
  • Movimientos de "salto de conejo"
  • Balanceos
  • Rigidez en la cadera
  • Rigidez en las patas traseras
  • Dolor de cadera
  • Dolor de pelvis
  • Atrofia muscular
  • Chasquidos audibles
  • Dificultad para levantarse
  • Aumento de los músculos de los hombros
  • Espalda curva

Fuentes

  • displasia Consultado el 15 de octubre del 2020
  • Foto Consultado el 15 de octubre del 2020