Diferencia entre revisiones de «El hombre más grande de todos los tiempos (libro religioso de 1991)»

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El historiador [[H. G. Wells]] dijo que la grandeza del hombre se puede medir por ‘lo que deja plantado para que se desarrolle, y si puso o no pensar en otros en nuevas direcciones con un vigor que persistiera después de él’. Aunque Wells no afirmó ser cristiano, reconoció lo siguiente: “Si se aplica esta prueba, [[Jesús]] está en primer lugar”.
  
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Por sus dinámicas enseñanzas y por el modo como vivió en conformidad con ellas, Jesús ha afectado profundamente la vida de la gente por casi dos mil años. Como bien lo expresó un escritor: “El conjunto de cuanto ejército haya marchado y cuanta armada haya sido construida y cuanto parlamento haya funcionado y cuanto rey haya gobernado no ha tenido en la vida del hombre sobre esta Tierra un efecto que iguale al de él”.
 
Por sus dinámicas enseñanzas y por el modo como vivió en conformidad con ellas, Jesús ha afectado profundamente la vida de la gente por casi dos mil años. Como bien lo expresó un escritor: “El conjunto de cuanto ejército haya marchado y cuanta armada haya sido construida y cuanto parlamento haya funcionado y cuanto rey haya gobernado no ha tenido en la vida del hombre sobre esta Tierra un efecto que iguale al de él”.
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* Mensajes del cielo
 
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Revisión del 17:29 19 dic 2011

El hombre más grande de todos los tiempos (libro)
Información sobre la plantilla
El hombre más grande de todos los tiempos.jpg
Autor(a)(es)(as)WATCH TOWER BIBLE AND TRACT SOCIETY OF PENSYLVANIA
Edición1985
PaísBandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Notas
La primera impresión en inglés fue de 4 000 000 de ejemplares.

El hombre más grande de todos los tiempos(New York 1991), narra en orden cronológico los hechos o sucesos que tuvieron lugar en el siglo I, poco antes del nacimiento de Jesús de Nazaret, y durante la vida de el mismo. Para la realización de este libro se toma base los cuatro evangelios de la Biblia (Mateo, Marcos, Lucas y Juan).

Sinopsis

¿Puede llamarse a algún hombre indiscutiblemente el hombre más grande de todos los tiempos? ¿Cómo se mide la grandeza del hombre? ¿Por su genio como militar?, ¿por su fortaleza física?, ¿por su capacidad mental? El historiador H. G. Wells dijo que la grandeza del hombre se puede medir por ‘lo que deja plantado para que se desarrolle, y si puso o no pensar en otros en nuevas direcciones con un vigor que persistiera después de él’. Aunque Wells no afirmó ser cristiano, reconoció lo siguiente: “Si se aplica esta prueba, Jesús está en primer lugar”.

Alejandro el Grande (Alejandro Magno), Carlomagno (llamado “el Grande” hasta mientras todavía estaba vivo), y Napoleón Bonaparte fueron gobernantes poderosos. Por su imponente presencia influyeron profundamente en sus súbditos. Sin embargo, se informa que Napoleón dijo: “Jesucristo ha ejercido influencia y mando sobre Sus súbditos sin Su presencia corporal visible”.

Por sus dinámicas enseñanzas y por el modo como vivió en conformidad con ellas, Jesús ha afectado profundamente la vida de la gente por casi dos mil años. Como bien lo expresó un escritor: “El conjunto de cuanto ejército haya marchado y cuanta armada haya sido construida y cuanto parlamento haya funcionado y cuanto rey haya gobernado no ha tenido en la vida del hombre sobre esta Tierra un efecto que iguale al de él”.

Persona histórica

Sin embargo, aunque parezca extraño, algunos dicen que Jesús nunca existió... que es, en realidad, la creación de unos hombres del primer siglo. En respuesta a los escépticos que se expresan así, el respetado historiador Will Durant presentó este argumento: “El que unos cuantos hombres sencillos hubieran inventado en una sola generación una personalidad tan vigorosa y atractiva, una ética tan sublime y una visión tan inspiradora de la hermandad humana sería un milagro mucho más increíble que cualquiera de los que se han anotado en los Evangelios”.

Pregúntese: ¿Pudiera alguien que nunca hubiera existido haber afectado tan notablemente la historia humana? La obra de consulta The Historians’ History of the World (La historia universal vista por historiadores) declaró: “El resultado histórico de las actividades [de Jesús] sobrepasó en importancia, hasta desde un punto de vista estrictamente seglar, los hechos de todo otro personaje histórico. Desde su nacimiento data una nueva era reconocida por las principales civilizaciones del mundo”.

Sí, considere eso. Hasta los calendarios de hoy día se basan en el año en que supuestamente nació Jesús. “Las fechas que antecedieron a ese año se designan a.C., o antes de Cristo —explica The World Book Encyclopedia—. Las fechas posteriores a ese año se designan A.D., o anno Domini (en el año de nuestro Señor).”

Sin embargo, los críticos señalan que todo lo que en verdad sabemos de Jesús se halla en la Biblia. No hay otros registros contemporáneos sobre él, dicen. Hasta H. G. Wells escribió: “Los antiguos historiadores romanos pasaron por alto por completo a Jesús; él no dejó impresión en los registros históricos de su tiempo”. Pero ¿es cierto eso?

Aunque las referencias a Jesucristo por historiadores seglares de la antigüedad son pocas, sí existen. Cornelio Tácito, un respetado historiador romano del primer siglo, escribió: “El autor de este nombre [cristianos] fue Cristo, el cual, imperando Tiberio, había sido justiciado por orden de Poncio Pilato, procurador de la Judea”. Suetonio y Plinio el Joven, otros escritores romanos de aquel tiempo, también mencionaron a Cristo. Además, Flavio Josefo, un historiador judío del primer siglo, escribió acerca de Jacobo (Santiago), a quien llamó “hermano de Jesús que se llamó Cristo”.

Por eso, The New Encyclopædia Britannica llega a esta conclusión: “Estos relatos independientes prueban que en la antigüedad ni siquiera los opositores del cristianismo pusieron alguna vez en tela de juicio la historicidad de Jesús, que fue cuestionada por primera vez, y sin base adecuada, a fines del siglo XVIII, durante el XIX y a principios del XX”.

Sin embargo, esencialmente todo lo que se conoce acerca de Jesús fue puesto por escrito por sus seguidores del primer siglo. Sus informes se han conservado en los Evangelios... libros bíblicos escritos por Mateo, Marcos, Lucas y Juan. ¿Qué dicen estos relatos acerca de quién era Jesús?

¿Quién era, realmente?

Los que se asociaron con Jesús en el primer siglo se hicieron esa pregunta. Cuando vieron que con una reprensión Jesús calmó milagrosamente un mar azotado por el viento, se preguntaron, atónitos: “¿Quién, realmente, es este[?]”. Más tarde, en otra ocasión, Jesús preguntó a sus apóstoles: “Ustedes, ¿quién dicen que soy?”. (Marcos 4:41; Mateo 16:15.)

Si a usted se le hiciera esa pregunta, ¿qué contestaría? ¿Era Jesús en realidad Dios? Hoy muchos dicen que era Dios. Sin embargo, los que se asociaron con él nunca creyeron que él fuera Dios. La respuesta del apóstol Pedro a la pregunta de Jesús fue: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. (Mateo 16:16.)

Jesús nunca afirmó que fuera Dios, pero reconoció que era el Mesías o Cristo prometido. También dijo que era “Hijo de Dios”, no Dios. (Juan 4:25, 26; 10:36.) Sin embargo, la Biblia no dice que Jesús fuera un hombre como cualquier otro hombre. Era una persona muy especial, porque Dios lo creó antes de todas las demás cosas. (Colosenses 1:15.) Por miles de millones de años o más, aun antes de la creación del universo físico, Jesús vivió en el cielo como espíritu y disfrutó de compañerismo íntimo con su Padre, Jehová Dios, el Magnífico Creador. (Proverbios 8:22, 27-31.)

Entonces, unos dos mil años atrás, Dios transfirió la vida de su Hijo a la matriz de una mujer, y Jesús llegó a ser un hijo humano de Dios, nacido de una mujer del modo normal. (Gálatas 4:4.) Mientras Jesús se desarrollaba en la matriz, y mientras se crió como niño, dependió de las personas a quienes Dios había seleccionado para que fueran sus padres terrestres. Con el tiempo, a Jesús ya hombre se le concedió recordar toda su asociación anterior con Dios en el cielo. (Juan 8:23; 17:5.)

Lo que lo hizo el más grande

Porque imitó cuidadosamente a su Padre celestial, Jesús fue el hombre más grande de todos los tiempos. Como Hijo fiel, Jesús copiaba con tanta exactitud a su Padre que pudo decir a sus seguidores: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre también”. (Juan 14:9, 10.) En toda situación aquí en la Tierra hizo tal como su Padre, el Dios Todopoderoso, habría hecho. “No hago nada por mi propia iniciativa —explicó Jesús—; sino que hablo estas cosas así como el Padre me ha enseñado.” (Juan 8:28.) Por eso, cuando estudiamos la vida de Jesucristo estamos en realidad obteniendo un cuadro claro de precisamente cómo es Dios.

Así, aunque el apóstol Juan reconoció que “a Dios ningún hombre lo ha visto”, todavía pudo escribir que “Dios es amor”. (Juan 1:18; 1 Juan 4:8.) Juan podía hacer esto porque conocía el amor de Dios mediante lo que vio en Jesús, quien era el reflejo perfecto de su Padre. Jesús era compasivo, bondadoso, humilde y abordable. Los débiles y oprimidos se sentían cómodos en su presencia, lo mismo que personas de toda clase... hombres, mujeres, niños, los ricos, los pobres, poderosos y hasta pecadores viles. Solo a las personas de corazón inicuo no les gustaba.

Sí, Jesús no simplemente enseñó a sus seguidores a amarse unos a otros, sino que les mostró cómo. “Como yo los he amado —dijo—, que ustedes también se amen los unos a los otros.” (Juan 13:34.) El conocer “el amor del Cristo”, explicó uno de sus apóstoles, “sobrepuja al conocimiento”. (Efesios 3:19.) Sí, el amor que Cristo demostró sobrepasa al conocimiento académico de datos y “obliga” a otros a responder al amor. (2 Corintios 5:14.) Así, en particular el sobrepujante ejemplo de amor de Jesús lo hizo el hombre más grande de todos los tiempos. Su amor ha afectado el corazón de millones a través de los siglos y ha resultado ser para ellos una influencia beneficiosa.

Sin embargo, puede que algunos presenten esta objeción: ‘Mire todos los crímenes que se han cometido en el nombre de Cristo: las cruzadas, la Inquisición y las guerras en que millones de supuestos cristianos se han matado unos a otros como combatientes en lados opuestos’. Pero la verdad es que los que hacen estas cosas niegan por sus hechos que sean seguidores de Jesús. Las enseñanzas y el modo de vivir de él condenan las acciones de ellos. Hasta un hindú, Mohandas Gandhi, se sintió impulsado a decir: ‘Amo a Cristo, pero desprecio a los cristianos porque no viven como vivió Cristo’.

Benefíciese aprendiendo de él

De seguro ningún estudio pudiera ser más importante hoy que el de la vida y el ministerio de Jesucristo. El apóstol Pablo instó: ‘Miren atentamente a Jesús. Sí, considérenlo con sumo cuidado y atención’. Y Dios mismo dio este mandato acerca de su Hijo: “Escúchenle”. Esto es lo que el libro El hombre más grande de todos los tiempos le ayudará a hacer. (Hebreos 12:2, 3; Mateo 17:5.)

Se ha hecho un esfuerzo por presentar todo suceso de la vida terrestre de Jesús que se relata en los cuatro Evangelios, lo que incluye los discursos que pronunció y sus ilustraciones y milagros. Hasta el grado posible, todo se relata en el orden en que tuvo lugar. Al fin de cada capítulo hay una lista de los textos bíblicos sobre los cuales se basa el capítulo. Se le estimula a leer esos textos y contestar las preguntas de repaso que se suministran.

Un erudito de la Universidad de Chicago afirmó recientemente: “En los últimos veinte años se ha escrito más acerca de Jesús que en los dos milenios anteriores”. Sin embargo, es vitalmente necesario considerar personalmente los relatos evangélicos, porque como dijo The Encyclopædia Britannica: “Muchos estudiantes modernos han estado tan ocupados con teorías en conflicto acerca de Jesús y los Evangelios que han descuidado el estudio de las fuentes fundamentales mismas”.

Estamos seguros de que después que usted considere con cuidado y sin prejuicio los relatos evangélicos concordará en que los sucesos más importantes de la historia humana tuvieron lugar durante el reinado del césar romano Augusto, cuando Jesús de Nazaret vino para dar su vida por nosotros.

La tierra donde vivió y sirvió Jesús

Índice

  • Mensajes del cielo
  • Recibe honra antes de nacer
  • Nace el preparador del camino
  • Encinta, pero no casada
  • El nacimiento de Jesús... ¿dónde y cuándo?
  • El niño de la promesa
  • Jesús y los astrólogos
  • Escapan de un tirano
  • Los primeros años de la vida familiar de Jesús
  • Viajes a Jerusalén
  • Juan prepara el camino
  • El bautismo de Jesús
  • Lo que aprendemos de las tentaciones de Jesús
  • Los primeros discípulos de Jesús
  • El primer milagro de Jesús
  • Celo por la adoración de Jehová
  • Enseña a Nicodemo
  • Juan mengua, Jesús aumenta
  • Enseña a una samaritana
  • Un segundo milagro mientras está en Caná
  • En la sinagoga del pueblo de Jesús
  • Llama a cuatro discípulos
  • Más milagros en Capernaum
  • Por qué vino Jesús a la Tierra
  • Compasión por un leproso
  • De regreso en Capernaum
  • Mateo recibe la llamada
  • Interrogado sobre el ayuno
  • Buenas obras en el sábado
  • Responde a sus acusadores
  • Arrancan grano en sábado
  • ¿Qué es lícito en el sábado?
  • Cumple la profecía de Isaías
  • Escoge a sus apóstoles
  • El más famoso sermón que se ha pronunciado
  • La gran fe de un oficial del ejército
  • Jesús disipa el dolor de una viuda
  • ¿Le faltó fe a Juan?
  • Los orgullosos y los humildes
  • Una lección de misericordia
  • Centro de controversia
  • Jesús reprende a los fariseos
  • Enseña por ilustraciones
  • Calma una tremenda tormenta
  • Un discípulo inverosímil
  • Le tocó la prenda de vestir
  • El lloro se convierte en gran éxtasis
  • Sale de casa de Jairo y visita de nuevo Nazaret
  • Otro recorrido de predicación en Galilea
  • Preparados para la persecución
  • Asesinato durante un cumpleaños
  • Jesús alimenta milagrosamente a miles
  • Un gobernante sobrehumano deseado
  • “Verdadero pan del cielo”
  • Muchos discípulos dejan de seguir a Jesús
  • ¿Qué contamina al hombre?
  • Compasión para los afligidos
  • Los panes y la levadura
  • ¿Quién es en verdad Jesús?
  • Vista anticipada de Cristo en su gloria real
  • Un muchacho librado de un demonio
  • Una lección de humildad
  • Más consejo y corrección
  • Lección sobre saber perdonar
  • Un viaje secreto a Jerusalén
  • En la fiesta de los Tabernáculos
  • No lo arrestan
  • Sigue la enseñanza el séptimo día
  • ¿Quién es padre de quién?
  • Sana a un hombre que nació ciego
  • Los incrédulos y tercos fariseos
  • Jesús envía a los 70
  • Un samaritano que ayuda a su prójimo
  • Consejo a Marta, e instrucciones sobre la oración
  • La fuente de la felicidad
  • Una comida con un fariseo
  • La cuestión de la herencia
  • ¡Manténgase listo!
  • Se pierde una nación, con excepciones
  • Los apriscos y el Pastor
  • De nuevo intentan matar a Jesús
  • Jesús se encamina de nuevo a Jerusalén
  • En casa de un fariseo
  • La responsabilidad del discípulo
  • En busca de los perdidos
  • El relato de un hijo perdido
  • Provea para el futuro con sabiduría práctica
  • El rico y Lázaro
  • Una misión de misericordia en Judea
  • La esperanza de la resurrección
  • La resurrección de Lázaro
  • Jesús sana a diez leprosos en su viaje final a Jerusalén
  • Cuando el Hijo del hombre sea revelado
  • La importancia de orar y de la humildad
  • Lecciones sobre el divorcio y sobre amar a los niños
  • Jesús y el joven gobernante rico
  • Obreros en la viña
  • Discusión entre los discípulos al acercarse la muerte de Jesús
  • Jesús enseña en Jericó
  • La ilustración de las minas
  • En Betania, en casa de Simón
  • Entrada triunfal de Cristo en Jerusalén
  • Otra visita al templo
  • Se oye por tercera vez la voz de Dios
  • El principio de un día crítico
  • Desenmascarados por las ilustraciones de la viña
  • La ilustración del banquete de bodas
  • No pueden entrampar a Jesús
  • Jesús denuncia a sus opositores
  • Completado el ministerio en el templo
  • La señal de los últimos días
  • Cercana la última Pascua de Jesús
  • Humildad en la última Pascua
  • La cena conmemorativa
  • Una discusión acalorada
  • Prepara a los apóstoles para Su partida
  • Agonía en el jardín
  • Traición y arresto
  • Llevado a Anás y después a Caifás
  • Negado en el patio
  • Ante el Sanedrín; luego ante Poncio Pilato
  • De Poncio Pilato a Herodes, y de vuelta a Poncio Pilato
  • “¡Miren! ¡El hombre!”
  • Lo entregan y se lo llevan
  • Agonía en el madero
  • “Ciertamente este era Hijo de Dios
  • Enterrado el viernes; una tumba vacía el domingo
  • ¡Jesús está vivo!
  • Otras apariciones
  • En el mar de Galilea
  • Apariciones finales, y el Pentecostés de 33 E.C.
  • A la diestra de Dios
  • Jesús termina todo lo que Dios pide

Fuentes

  • PENSYLVANIA, W. T. (1991). El hombre más grande de todos los tiempos . New York: WATCH TOWER BIBLE AND TRACT SOCIETY OF NEW YORK,INC.