Filosofía medieval (Europa occidental)

Filosofía Medieval (Europa Occidental)
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Período de desarrollo de la Filosofía donde imperaban los dogmas religiosos

Filosofía medieval (Europa Occidental). Sobre las ruinas del sistema esclavista surgió en Europa Occidental la sociedad feudal, cuyas clases fundamentales fueron los campesinos siervos de la gleba y los señores feudales. Época donde primó el oscurantismo en el desarrollo de la Filosofía.

Condiciones socio-económicas

El lento desarrollo de la sociedad feudal dio lugar a que se viera en ella un período de estancamiento del nivel alcanzado por la sociedad esclavista. En realidad, los conocimientos científicos y filosóficos logrados bajo la esclavitud se conservaron en buena medida en los países del Oriente y pudieron proseguir un lento avance en las nuevas condiciones de la sociedad feudal.

En Europa Occidental, el hundimiento del Imperio Romano comportó un descenso considerable del nivel cultural tanto en Roma como en los Estados que comenzaron a formarse en lo que fueran provincias romanas y hoy son Italia, España, Francia, Alemania e Inglaterra.

Al triunfar el cristianismo en Europa, la Iglesia quedó como una especie de depositaria del arte de escribir, y en consecuencia, de la cultura, pero la hostilidad de los Padres de la Iglesia hacia la Filosofía pagana y sobre todo, hacia el materialismo, dieron lugar a que toda la herencia filosófica se absorbiera y permitiera propagar doctrinas idealistas principalmente. De ahí que durante varios siglos (hasta el XVI aproximadamente), la ciencia árabe y arabográfica que se desarrollaba en los países orientales y en la España dominada por los árabes sacara notable ventaja a la euroccidental. Con todo, pese a este desnivel cultural entre Oriente y Occidente, el desarrollo de la sociedad y de su cultura en un sitio y otro fue el desarrollo de un sistema social homogéneo, el feudalismo. La ideología dominante era la religiosa, la lucha de clases se reflejaba en la conciencia como lucha religiosa y la Filosofía se convirtió en sirvienta de la teología

La apología y la patrística cristiana

El cristianismo en Occidente no se tornó de la noche a la mañana religión dominante absoluta. En Bizancio y Roma, en los centros helenizados de Asia Menor y del Norte de África, en los países de Europa Occidental que adoptaron la nueva religión, el cristianismo hubo que sostener una encarnizada lucha antes de vencer a sus adversarios.

En el siglo V, mucho después de que en Grecia y Roma se proclamara el cristianismo como religión oficial, el neoplatonismo, hostil a tal religión, gozaba de fuerte influencia en los círculos cultos de la sociedad. La escuela platónica no cristiana fue clausurada por decreto del emperador Justiniano sólo en 529.

En el período de las luchas del cristianismo contra el politeísmo pagano surgió la literatura de los apologistas y, tras ella, la patrística, es decir, las obras de los llamados Padres de la Iglesia, los autores que echaron los cimientos de la Filosofía del cristianismo. La apologética y la patrística se desarrollaron en los centros griegos y romanos.

A partir del siglo II, los apologistas que residían en Grecia trataron de convencer a los emperadores que perseguían al cristianismo de que esta religión planteaba cuestiones que ya habían sido planteadas por la Filosofía pagana griega y que todo consistía en que las respuestas del cristianismo eran más cabales. Aunque no crearon sistemas filosóficos propios, los autores apologistas adelantaron diversos problemas que más tarde serían los que principalmente elaboraron los filósofos cristianos: Dios, la creación del mundo, la naturaleza del hombre y los fines de este.

En el siglo II se desarrolla la lucha del cristianismo contra el gnosticismo, surgido en el siglo I, que combinaba la fe cristiana en la encarnación de Dios venido al mundo para salvar a los hombres con doctrinas de la religión hebrea y de las religiones antiguas griegas y orientales. Además de la doctrina concerniente a la fe en la existencia de Dios, el gnosticismo trata del camino que lleva al conocimiento directo de Dios o comunicación personal del creyente con Dios. El gnosticismo se desarrolló bajo dos formas: el pagano y el cristiano. Las figuras más descollantes de este último fueron Clemente de Alejandría (finales del siglo II y comienzos del III) y Orígenes (cerca de 185-254).

Agustín

Agustín

De todos los Padres de la Iglesia, el que más influencia ejerció sobre el desarrollo de la Filosofía de la sociedad feudal hasta el siglo XIII es Agustín (354-430). Experimento la influencia del escepticismo académico de Platón y sobre todo del neoplatonismo. De las doctrinas no cristianas le atrajo el maniqueísmo. Superadas estas influencias abraza el cristianismo ya en edad madura. Autor de varias obras sostiene que Dios es el ser supremo. En Dios residen las ideas eternas e inmutables que condicionan el orden existente en el mundo. Dios creó el mundo a partir de la nada por su buena voluntad y no por necesidad. El mundo no es homogéneo, sino una escalera ininterrumpida de seres que asciende hacia el Creador. En ella ocupa un lugar especial el hombre, el “microcosmo”, que comprendía en sí la naturaleza de los cuerpos materiales y, además posee alma racional y libre albedrio. El alma es inmaterial, inmortal y libre en sus decisiones. Subjetivamente el hombre actúa con libertad, pero cuanto hace lo hace Dios por medio de él. Por la predestinación. Dios ha elegido a unos hombres para la salvación y la bienaventuranza en la vida futura; a otros, para la condenación a torturas eternas en el infierno. Tal es la esencia de la predestinación divina.

La escolástica temprana

La orientación principal en la Filosofía en la sociedad feudal fue la llamada escolástica. Esta Filosofía se enseñaba en las escuelas y desde mediados del siglo XII, en las universidades. Más adelante, el término “escolástica” se volvería sinónimo de ciencia distanciada de la vida, prácticamente estéril, remota de la observación y el experimento, basada en una aceptación acrítica de las autoridades. Se distinguen tres períodos: 1) escolástica temprana (del siglo IX al XII), 2) alta escolástica (siglo XIII), y 3) escolástica decadente (siglos XIV y XV).

Lucha entre el realismo y el nominalismo

El problema capital de que se ocupó esta Filosofía fue el de la relación entre el conocimiento y fe. Los escolásticos partían de la tesis que otorga a la fe primacía sobre la razón. No obstante el examen de ciertos dogmas religiosos dio lugar a que se debatieran también cuestiones filosóficas. La más significativa de ellas concierne a la relación entre lo universal y lo particular.

En la historia de la Filosofía este debate se conoce con el nombre de “disputa de los universales”, es decir, en torno a la naturaleza de los géneros o nociones universales. Los escolásticos propusieron infinidad de soluciones, dos de ellas fundamentales. La primera afirma que nos universales existen realmente, con independencia del pensamiento y del lenguaje humanos. Esta concepción se llama “realismo”. La segunda diametralmente opuesta, sostiene que los universales no existen independientemente del hombre y no son más que nombres comunes. Según esta doctrina, el “hombre en general”, como especie no existe. Existe realmente el hombre singular. Esta opinión fue llamada “nominalismo”.

Juan Escoto

De los siglos IX al XIII, los escolásticos fueron es su mayoría “realistas”, el más notable de ellos en el siglo IX es el irlandés Juan Escoto Erigena, sobre cuyas concepciones ejerció gran influencia la Filosofía idealista del neoplatonismo. Para Escoto Erigena no pude haber ninguna contradicción entre la verdadera Filosofía y la verdadera religión. El criterio de un buen comprender las Sagradas Escrituras es la razón. Cuando en el mundo sensible parece material es en realidad expresión espiritual de la naturaleza, los estados corporales no son más que ilusiones. El mundo es la jerarquía de la hipóstasis de Dios. Dios, al que ninguna noción ni término puede hacer inteligible. Dios inefable, diríase que se derrama.

Los primeros adversarios del “realismo” aparecieron en el siglo XI. Para ellos, los géneros y las especies no son cosas sino soplos de la voz, términos, nombres. El fundador del nominalismo fue Roscelino de Compiégne, que por negar realidad a lo universal y atribuirla únicamente a lo singular entró en conflicto con la Iglesia y tuvo que abdicar de sus opiniones.

Realismo del siglo XII

Descuella entre los realista de este siglo Anselmo (1033-1109). El realismo de Anselmo adquiere para él la forma exagerada. Para él las ideas, los conceptos de bondad, verdad, justicia existen en cuanto a tales de modo real y fuera de las acciones buenas, al margen de distintos conceptos verídicos y de distintos actos justos. Además de la defensa del realismo exagerado, Anselmo intentó la demostración racional del dogma de la existencia de Dios, afirmando que la noción del ser absolutamente perfecto, que está en nuestro entendimiento, se desprende con la necesidad lógica que Dios existe. Esta “demostración” de la existencia de Dios recibió en nombre de argumento ontológico.

Pedro Abelardo

Pedro Abelardo

El filósofo más destacado de la escolástica occidental del siglo XII fue Pedro Abelardo (1079-1142). En el estudio de las contradicciones existente en las Sagradas Escrituras y en las obras teológicas tomó la razón por criterio. En la disputa de los universales se opuso al nominalismo exagerado y al realismo exagerado. Para él sólo pueden existir las cosas singulares. No obstante, las cosas pueden parecer y en esa semejanza se basa la posibilidad de los universales. En esto reside la verdad del nominalismo, según Abelardo. Junto a esto hay que admitir la realidad de los conceptos o ideas generales en la mente de Dios y que son los modelos por los cuales Él crea las cosas. Abelardo contribuyó a introducir en la escolástica el realismo moderado. La doctrina de este filósofo chocó con una fuerte oposición entre la parte más reaccionaria de la escolástica.

La mística del siglo XII

La mística de la Filosofía occidental del siglo XII, designa la fe en la capacidad del hombre de llevar a cabo su comunicación directa con Dios, de “diluir” su personalidad en la de Dios. El sentimiento subjetivo del nexo de la unión con Dios es para la mística algo por encima de todo dogma y teología. La autoridad de la Iglesia y de sus doctrinas es inferior a la prueba ofrecida por el sentimiento personal y la conciencia subjetiva.

En la vida espiritual de la sociedad feudal, a veces la mística fue una forma de oposición a la fe oficial y obligatoria, ya que al dogma forzoso para todos enfrentaba la relación personal del creyente con Dios.la interpretación personal de la fe, cosa esta que, en determinadas condiciones, se transformaba en crítica contra la ideología y el sistema feudal.

Personalidad del ala reaccionaria de la mística en la primera mitad del siglo XII fue Bernardo de Clairvaux (cerca de 1091-1153) quien a la lógica razonadora de la teología escolástica opuso el éxtasis místico, el cual se alcanza mediante la cooperación del libre albedrio y la gracia divina.

En el mismo siglo XII combate las doctrinas predominantes de la escolástica el filósofo francés Guillermo de Conches, quien intentó introducir en la Filosofía algunas ideas del antiguo atomismo materialista. Este filósofo preconiza la solución de los problemas científicos no sólo invocando las Sagradas Escrituras, sino esgrimiendo argumentos lógicos.

La tendencia materialista es más patente aún en la obra de David de Dinant (cerca de 1200), quien redujo la realidad a tres entes (atómicos) invisibles: 1) la materia, que compone los cuerpos; 2) el intelecto, que compone las almas, y 3) Dios.

Escolástica del siglo XIII

Siglo XIII, siglo culminante de la escolástica occidental. Las causas de ello radicaron finalmente, en el desarrollo de la vida social. Fue el período de las cruzadas, que no tardarían en dar a conocer a Occidente la cultura de Oriente y algunas fuentes de la civilización antigua entonces ignoradas.

Ejercieron gran influencia los tratados científicos de Aristóteles asimilados por primera vez. Entre las obras neoplatónicas adquirió gran divulgación “El libro de las causas”. A comienzo del siglo XIII, las obras de Aristóteles fueron hostilmente acogidas por la Iglesia. Empero, las opiniones de la curia papal sobre Aristóteles fueron cambiando poco a poco y se tornaron más favorables a medida que se fue viendo la posibilidad de adaptar una interpretación del Estagirita a los dogmas de la Iglesia.

En este proceso de adaptación desempeñaron un importante papel los escolásticos de las llamadas órdenes mendicantes; los dominicos y los franciscanos. Juntos a estas órdenes para arrastrar y afianzar la doctrina ortodoxa de la Iglesia católica, la Inquisición fue desde comienzos del siglo XIII un puntal en la política del papado y de la ideología eclesial. Con el transcurso del tiempo los dominicos y los franciscanos lograron una influencia preponderante y fueron ellos los encargados de realizar el proyecto del Papa Gregorio IX que habría de “enmendar” la doctrina aristotélica en interés de la Iglesia. No obstante en este período comenzaron a influir las teorías filosóficas de los pensadores árabes y arabográficos que predicaban el libre pensamiento, tendían a manumitir la ciencia, a disminuir su dependencia de la religión. Entre ellos se encuentra la Filosofía del pensador irano-tadzhiko Avicena.

Las figuras más destacadas de la escolástica del siglo XIII fueron Alberto de Bollstadt, Tomás de Aquino y Duns Escoto.  

Alberto de Bollstadt

Alberto de Bollstadt

Científico destacado. Realizó investigaciones experimentales en las ciencias de la naturaleza y defendió la Filosofía de la teología. En su doctrina filosófica perduran aspectos de la vieja escolástica, estudia, comenta y utiliza a un Aristóteles adaptado a la escolástica.

Sobre el problema de los universales ejerció considerable influencia la solución que Alberto de Bollstädt toma de Avicena e introduce en la escolástica occidental. Conforme a esta solución, los universales tienen una triple existencia: 1) existen antes que las cosas, en Dios, como las ideas arquetipo para crear las cosas, 2) en las cosas, como unidad en lo múltiple y 3) después de las cosas, como nociones abstractas de las cosas en el intelecto humano.

Las concepciones de Alberto de Bollstadt acerca de la relación entre la fe y la razón comportan cierto progreso. Para él ciertas verdades de la fe son ininteligibles e indemostrables por la razón.

Tomás de Aquino

Tomás de Aquino

Discípulo de Alberto de Bollstadt fue Tomás de Aquino (1225-1274). El fin de su doctrina es rechazar el averroísmo desde las posiciones de un católico ortodoxo, mostrar que la fe y la razón no sólo se diferencian entre sí, sino que, a la vez, forman un todo, se convienen armónicamente. Frente a la doctrina averroísta acerca de la doble verdad, Tomás de Aquino sostiene que la contradicción entre dos postulados significa que uno de ellos es erróneo. y como en la revelación divina no puede haber nada erróneo, el descubrimiento de una contradicción indica que se equivoca la razón y no la fe, la Filosofía y no la teología.

En la fundamentación filosófica de su teología se apoya en Aristóteles. En la doctrina del ser sostiene que todo ente puede concebirse únicamente como ser de las cosas singulares, individuales. Ese ser se denomina en la Filosofía tomista substancia. Las nociones básicas de esta doctrina son actualidad y potencialidad. Tomas de Aquino utiliza con habilidad la inconsecuencia idealista de Aristóteles y, partiendo de él desarrollo su doctrina de la forma y la materia, doctrina idealista y subordinada por entero a la religión. La materia no puede existir separada de la forma, pero la forma puede existir separada de la materia. Esto significa que nada material puede existir independientemente de la forma superior, es decir, Dios y que Dios es un ser puramente espiritual.. Importante significado en la Filosofía tomista tiene la distinción real entre esencia y existencia. La idea central de esta doctrina, que se remonta a Avicena, consiste en afirmar que la esencia y la existencia coinciden realmente en Dios. Y por el contrario, en todas las cosas creadas por Dios, su esencia difiere de su existencia. La existencia es superior a la esencia, su relación con esta es como la relación del acto con la potencia.

Partiendo de estos conceptos desarrolla Tomás de Aquino las pruebas de la existencia de Dios, existencia que no deduce de la noción de Dios, sino de que cada fenómeno tiene su causa. Por la escalera de las causas llegamos a la idea de la necesidad de la existencia de Dios, causa suma de todos los fenómenos y procesos reales..

Partiendo del realismo moderado, Tomás de Aquino juzgó imposible una correlación plena entre nuestras ideas y la realidad. Lo general es producto de nuestro intelecto, aunque tiene relación con la realidad, como esa realidad existe fuera del intelecto. De aquí deduce que lo general existe también por sí mismo, en la mente de Dios. Por el modo de lograr su objeto, la mente es para Tomás de Aquino una aptitud más elevada que la voluntad. La voluntad aspira a conocer, la mente posee el conocimiento. Incluso la libre elección tiene su fundamento en el juicio del intelecto el objetivo de la actividad del hombre es el conocimiento.

Según Tomás de Aquino, la convivencia humana está destinada a contribuir a los fines de una moral concebida en el marco de la doctrina católica. El Estado procede de Dios, pero la forma de gobierno debe concordarse con las circunstancias. Él apoya la monarquía. En su teoría social predica la idea reaccionaria de la superioridad de la Iglesia sobre la sociedad civil; la vida terrenal en el Estado es sólo preparación de la futura vida espiritual. El poder del soberano debe subordinarse al poder espiritual, superior a él. . a la cabeza de este poder espiritual se halla Cristo en el cielo y el Papa en la tierra. El tomismo ha sido apoyo ideológico y arma teórica del catolicismo.

Duns Escoto

Duns Escoto

El tercer gran escolástico del siglo XIII (cerca de 1265-1308). Para Duns Escoto la cuestión central es la relación entre la teología y la Filosofía. El objeto propio de la teología es Dios; el de la Filosofía, el ser. El conocimiento de Dios mediante la Filosofía es limitado. El intelecto entiende del ser lo que logra arrancar de los datos que nuestros sentidos proporcionan; por ello el hombre no puede tener ningún conocimiento de substancias inmateriales como son Dios y los ángeles. Dado que Dios es un ser infinito, demostrar la existencia de Dios, equivale a demostrar que el ser infinito existe. Esto se puede probar sólo recorriendo de los efectos a su causa última y suprema: Dios.

La doctrina filosófica de Duns es idealista en su raíz. Afirma que Dios es la forma pura. Todos los demás seres y cosas no sólo tienen forma, sino asimismo materia. En este sentido todas las cosas son materiales, incluso las almas y los ángeles. Aunque restringía drásticamente el espiritualismo, esta doctrina no era materialista.

A diferencia de otros nominalistas, Duns sustenta que lo universal no es únicamente producto del intelecto, sino que tiene basamento en las propias cosas. Para explicar la existencia de lo individual, hay que suponer que, por sí misma, la esencia general no es ni universal ni singular. Todas las formas existen desde toda la eternidad en la mente de Dios. Lo general existe en las cosas y después de las cosas.

Duns diverge de Tomás de Aquino en el problema de la relación entre esencia y existencia. Tomás de Aquino y sus seguidores juzgan real la diferencia entre ambas en las cosas. Duns considera errónea la aserción de que la existencia pueda ser en las cosas algo que difiera de la esencia.

Para Duns el alma es la forma del cuerpo humano. La crea Dios al nacer el hombre y es inseparable de su cuerpo mientras vive. El alma es una e inmortal. En su doctrina del conocimiento subraya la actividad del alma. El conocimiento proviene de lo que de nosotros parte y de los que parte del objeto. Por considerable que en el conocer sea la actividad de la propia alma, en el conocimiento también dependemos del objeto. Respecto a la actividad del hombre, sobre todo los aspectos de la misma señorean no la mente, sino la voluntad, que es superior a aquella. Y tanto más es libre la voluntad de Dios. De esta suerte, los elementos de crítica a la escolástica que figuran en la doctrina de Duns no son aportados en beneficio de la ciencia y la Filosofía, sino de la teología.

Batalla contra la escolástica. Siglo XIII

El siglo XIII dio a la luz no sólo grandes sistematizadores de la escolástica, sino también a eminentes hombres de ciencia. Descuella, entre ellos Rogelio Bacon (cerca de 1224-1294).

Rogelio Bacon

Rogelio Bacon

En la doctrina de Rogelio Bacón se percibe la protesta contra las bases sociales del régimen feudad. A la hora de criticar las costumbres de la época, Bacon no perdona ni al Papa.

El valor histórico de las ideas científicas y filosóficas de Bacon es desigual. En la ciencia, en la lógica de la ciencia es un innovador que se adelanta notablemente a su época. En Filosofía, además de quedar en muchos aspectos por detrás de sus ideas científicas, se rezaga de la Filosofía de sus tiempos. Para él la Filosofía tiene como objeto único defender las verdades de la religión. Sus doctrinas sobre el conocer ofrecen una mezcla de mística y teología. Más en contradicción con estos elementos, Bacon sentó un nuevo entender crítico de la escolástica y nuevo entender de la ciencia.

Condición esencial para conocer la verdad es desembarazar el camino de los obstáculos que entorpecen ese conocer y dan lugar a desviaciones. Los principales de ellos son a su juicio, la influencia de una autoridad inmerecidamente así titulada, la fuerza de las costumbres enraizadas, los perjuicios originados por la ignorancia y el encubrimiento por los propios científicos de sus lagunas bajo el ropaje de la sabiduría. Para conocer la verdad hay que estudiar los idiomas antiguos, las matemáticas, la óptica, la teología, hay que efectuar investigaciones experimentales. Bacon disocia la noción de materia de la noción de Dios, expone nuevas ideas concernientes a las figuras de los cuerpos, al mundo, al movimiento, al tiempo y la eternidad, al vacio, señalaba la gran importancia de la astronomía para llevar una cronología exacta y prepara una reforma del calendario juliano, proyecto este que no se puso en práctica hasta tres siglos después.

Para Bacon, el experimento, el razonamiento lógico y la autoridad son los medios y fuentes básicas del saber. El experimento debe dar fe de la veracidad incluso de los razonamientos más ciertos. Entre todas las fuentes del saber sólo el experimento tiene valor por sí mismo. El valor de la autoridad y hasta del razonamiento lógico depende del experimento. Con todo, este es insuficiente para el logra de la verdad. Por ello, deben acudir en su ayuda los medios superiores del saber: la Filosofía y la teología. En la doctrina relativa a los grados del saber supremo, Bacon abandona la ciencia y entra en el laberinto de la mística.

Nominalistas del siglo XIV

El siglo XIV ofrece en Filosofía y ciencia un nuevo y fecundo auge del nominalismo. Su personalidad de más lato rango es Guillermo de Occam (cerca de 1300-1350), nacido en Inglaterra. Estudió en la universidad de Oxford e ingresó en la orden de los franciscanos. Llevó a la cima la crítica de las pruebas filosóficas de la existencia de Dios iniciada por sus precursoras y estableció que la realidad divina es materia de la fe y no de la Filosofía, obligada esta a presentar demostraciones.

Guillermo de Occam

Guillermo de Occam

Según Occam sólo el saber sensible puede testimoniar la existencia de cualquier cosa y sólo él concierne a los hechos. La idea del papel de la intuición sensorial y del experimento en el saber entronca en Occam con otras dos importantes proposiciones de su teoría del conocimiento: el principio de economía, es decir, sencillez de la explicación, y la de que realmente existe lo singular (nominalismo). El principio de economía no tiene en Occam carácter subjetivista, sino que combate algunas hipótesis escolásticas de la época verdaderamente estériles para la ciencia.

Para Occam la misión del conocimiento es comprender lo singular, lo individual, que es lo que realmente existe. Los general existe sólo en la mente del sujeto cognoscente. Fuera de la mente y fuera del alma, la cosa es cosa individual. Aunque todo lo real es singular, los individuos pueden ser discriminados mentalmente en clases, es decir, distribuidos por géneros y especies. En las propias cosas no hay ni general ni singular. Lo uno y lo otro es inherente sólo a nuestro modo de examinar una misma cosa. Para explicar el tránsito en el pensamiento a lo general, recurre al concepto de “intención”, es decir, de la dirección del pensamiento, de los actos o signos lógicos y psicológicos. Todas las nociones generales (los universales) son signos (términos) que significan lógicamente muchos objetos.

Los universales no son inherentes a la propia cosa, existen siempre después de la cosa, están sólo en la mente, pero no carecen de toda significación objetiva. Aunque los universales no son más que un término, este puede representar a los objetos, pero no a cualesquiera, sino a los similares. Por ello, a veces se llama “terminismo” al nominalismo occamiano.

El terminismo de Occam está relacionado a su doctrina del experimento. Como quiera que sólo las cosas individuales son objetivamente reales, el conocimiento del mundo objetivo comienza con el experimento y discurre por las vías de la precepción sensorial. La especia primaria del saber es el saber aprehendido, o saber “intuitivo”, por el que se conoce lo individual. Sigue a esta saber “abstracto”, o “saber de los general”. Todas las ciencias tienen por fuente del saber lo singular, pero todas tratan de lo universal.

En esta premisa erige Occam su teoría de la ciencia. El filósofo inglés distingue entre ciencia real y ciencia racional. La primera considera los conceptos desde el punto de vista de sus relaciones con las cosas. La segunda desde el punto de vista de sus relaciones con otros conceptos, pero no con las cosas.

El nominalismo occamiano es dual. Por una parte, Occam desarrolla la fecunda doctrina del experimento como fuente del saber; por otra limita a los “signos” los medios del conocimiento. El nominalismo se reflejo además en su Psicología. En el experimento no hay nada que nos testimonie la existencia de la substancia inmaterial del alma. No hay por ello ninguna razón para adjudicar al hombre una forma que suponga una substancia inmortal. Según Occam, la única fuente de la moral es la voluntad divina todopoderosa. Dios, si quisiera, podría impartir a los hombres prescripciones morales completamente distintas.

La doctrina de Guillermo de Occam se propagó en Inglaterra y los países continentales de Europa occidental. Los continuadores más notables de Occam fueron Nicolás de Autrecourt, Juan Buridán y Nicolás de Oresme.

La escolástica fue una forma específica de la Filosofía, propia de la vida espiritual de la sociedad feudal. En ella se expresó del modo más pleno la subordinación del pensamiento investigador a la fe religiosa. Los resultados de más de mil años de desarrollo filosófico fueron consumidos tanto para la Filosofía como para la ciencia, pues incluso pensadores dotados de eminentes aptitudes lo que buscaban no era la verdad, sino medios para fundamentar las verdades reveladas. El pensamiento no escrutaba el problema, sino que era conducido hacia un resultado que de antemano se daba por cierto. Una Filosofía erigida sobre tales cimientos tenía que declinar en cuanto la ciencia se fortaleciera y conquistara una esfera de investigación relativamente independiente. Así sucedió cuando, dentro del sistema feudal, comenzó a surgir un nuevo modo de producción, cuando empezaron a formarse unas relaciones sociales nuevas que preparaba la aparición de la sociedad capitalista.

Fuentes

  • C. Marx y F, Engels. Obras. T. 7. Pág. 361.
  • Historia de la filosofía. Tomo I. Historia de la Filosofía Premarxista. Segunda Edición. Ed. Progreso Moscú. 1983. Cap. II. Pág. 132.

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