Geografía social

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Geografía social
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Concepto:Se dedicada al estudio de las estructuras sociales vinculadas a un determinado territorio y al análisis de las estructuras territoriales, generadoras de diferentes relaciones sociales.

Geografía social: Rama de la Geografía, más en concreto de la Geografía humana, dedicada al estudio de las estructuras sociales vinculadas a un determinado territorio y al análisis de las estructuras territoriales, generadoras de diferentes relaciones sociales. Definir la Geografía social es problemático, porque no existe una definición universalmente aceptada, lo que refleja la variedad tanto de temas abordados como de teorías y metodologías empleadas por la geografía social. A pesar de esto, la mayoría de los geógrafos sociales tienen en común el interés por estudiar grupos de población que comparten experiencias sociales, en especial según etnia, clase, género, capacidad/incapacidad y edad. También se ponen de acuerdo en su interés por explorar la estructura espacial de las relaciones sociales, analizar los procesos que generan las desigualdades sociales y reafirmar la importancia de ‘espacio’ en la teoría social.

Desarrollo Histórico

Las raíces de la geografía social contemporánea se hallan en dos ramas principales de investigación: una rural y otra urbana. Los estudios de la forma de vida en las zonas rurales fueron desarrollados por la escuela francesa de geografía, cuyo ejemplo más destacado es la obra de Paul Vidal de la Blache en la década de 1920, que se centró en las relaciones entre el ser humano y la naturaleza. Los primeros geógrafos sociales intentaron explicar las pautas que descubrieron en sus estudios de la vida rural, a partir de los recursos naturales y las condiciones medioambientales de diferentes lugares. De este modo, hicieron hincapié en el estudio de los efectos que factores como el clima, la topografía o el suelo pudieran tener sobre la forma de vida de grupos de población que residen en lugares concretos. Los estudios sobre la forma de vida urbana tuvieron su base en los trabajos realizados por la Escuela de Ecología Humana de Chicago, más conocida como Escuela de Chicago de Sociología, representados por la labor de Ernest Burgess y Robert Park durante la década de 1920. Este último, influido por las teorías evolucionistas de Charles Darwin y por la labor de los botánicos, desarrolló un modelo de desarrollo urbano que trazaba una analogía entre las poblaciones humanas y comunidades botánicas. Según Park, se podía concebir el desarrollo urbano como una serie de invasiones de diferentes grupos, estructurados según su clase o etnia, que compiten por un espacio limitado. Los grupos dominantes terminarán por agruparse en las mejores zonas de la ciudad. La segregación espacial tiene lugar de acuerdo a la clase, a la renta, a la etnia y a la lengua. La teoría de las zonas concéntricas del crecimiento urbano de Burgess aportó un modelo de ciudad, según el cual ésta se halla dividida en cinco anillos concéntricos: una zona central de negocios circunvalada sucesivamente por zonas de industrias y almacenes; zonas residenciales de renta baja, renta media y zonas periféricas. Este modelo influyó el trabajo de geógrafos urbanos sociales hasta finales de la década de 1960, cuando el desarrollo de la metodología científica positivista y la aparición de los ordenadores (computadoras) hicieron posible un análisis cuantitativo más sofisticado de la estructura urbana. A lo largo de los últimos años de la década de 1960 y de los primeros de la de 1970, los geógrafos urbanos sociales aplicaron técnicas cuantitativas para analizar los patrones de residencia en la ciudad e identificaron tres componentes fundamentales de la segregación residencial: la clase, la etnia y la estructura familiar. Los movimientos sociales de las décadas de 1960 y 1970 (derechos civiles, feminismo, grupos de gays y lesbianas) engendraron una corriente mucho más radical en la geografía humana. En el campo de la geografía social, esta tendencia se expresó por un interés por la justicia social y el bienestar de la población. La geografía social, como otras ramas de la geografía humana, se politizó con gran rapidez y aplicó las teorías marxistas para explicar las estructuras sociales. Este desarrollo condujo a los geógrafos sociales a estar cada vez más centrados, por un lado, en el análisis entre poder y desigualdad en la sociedad y, por otro, en el estudio de las pautas sociales que se crean a partir de la distribución de recursos escasos. El trabajo del geógrafo estadounidense Ray Pahl, en la década de 1970, sobre el ‘gerencialismo’ tuvo gran influencia en la idea de que la distribución de recursos en el seno de las ciudades, tales como la vivienda o servicios sanitarios, así como el acceso a éstos, está controlado por ‘gestores urbanos’, como las autoridades municipales responsables de la vivienda o los médicos. La obra del geógrafo británico David Harvey, por entonces residente en Estados Unidos, ejerció una gran influencia, en especial su libro Justicia social y ciudad (1973), que examinaba las funciones y estructuras de las áreas urbanas y su repercusión en la economía de la población que vive en ellas y, de modo más específico, en la formación de guetos. Harvey no sólo fue una figura clave en el desarrollo de la nueva generación de geógrafos sociales, al ser uno de los primeros en aplicar las teorías marxistas y su metodología, sino que su labor propició que los investigadores se centraran en la influencia que tiene la distribución de los servicios urbanos en la pobreza. Al mismo tiempo que los geógrafos radicales se preocupaban por el análisis de las pautas sociales y procesos que se generan a partir de la distribución y acceso de los recursos, surgió una nueva corriente más humanista, preocupada por los efectos de la subjetividad humana en el uso del espacio. Los geógrafos sociales empezaron a recalcar la importancia del estudio de la relación entre la percepción del espacio por parte de los grupos de población y la actitud que mantiene en ese espacio. Esto provocó que los geógrafos sociales adoptasen métodos cualitativos de investigación. Tras el trabajo de David Ley en los barrios negros de Filadelfia, fueron numerosos los investigadores que iniciaron una corriente investigadora etnográfica, basada en el trabajo de campo de primera mano.

Métodos de Investigación

En los primeros balbuceos de la Geografía social, los principales métodos eran la observación, la descripción y la realización de mapas, así como el análisis de datos secundarios. En los últimos años, los geógrafos sociales han empleado también técnicas cualitativas, como el análisis factorial y el estudio de los componentes principales, además de otras más tradicionales de carácter sociológico, como los cuestionarios y las encuestas. Los investigadores contemporáneos emplean métodos aplicados por geógrafos culturales, como es el análisis de diversos tipos de elementos: medios de comunicación, cultura popular, literatura y largometrajes. Los Sistemas de Información Geográfica (SIG) son, cada vez más, importantes fuentes de datos e instrumentos analíticos para la geografía humana. Se trata de bases de datos especializadas en las que toda la información está unida a un sistema de referencia espacial y que integran diversos tipos de información, como imágenes aéreas y de satélites, censos, información sobre el uso del suelo (como la localización de zonas industriales y residenciales) o la distribución de los servicios sanitarios. Los SIG pueden utilizarse para analizar, por ejemplo, la relación entre la distribución territorial de determinadas industrias concretas y poblaciones de rentas bajas o medias, dentro de zonas urbanas.

Tendencias Actuales

Desde la década de 1980, la geografía social se ha visto influida, de forma creciente, por teorías sociales como el feminismo, la estructuración, el modernismo y el postmodernismo. Más aún, el número de cuestiones sociales objeto de interés para la geografía social se ha incrementado de forma considerable. Los geógrafos sociales actuales están interesados no sólo por la descripción y cartografiado de temas sociales, como el racismo, la delincuencia, las relaciones de género y las desigualdades sanitarias y en el acceso a la vivienda, sino también por el análisis del papel que desempeña el territorio en estos asuntos y de las estructuras espaciales que los sostienen. La Geografía cultural, rama de la Geografía humana dedicada al estudio, entre otras cuestiones, de la percepción de territorios y poblaciones por parte de otros grupos humanos, es en la actualidad una de las influencias más importantes en la geografía social. La tendencia actual sugiere que las relaciones entre ambas subdisciplinas se incrementarán en el futuro, con los geógrafos sociales cada vez más centrados en el estudio de las relaciones entre el proceso de formación de la cultura de los grupos sociales y su acceso y uso del espacio. La Geografía social está usando teorías culturales y literarias para analizar el lenguaje y las imágenes empleadas para representar los diferentes grupos sociales y espacios, a fin de comprender el modo en que los grupos dominantes ejercen su poder mediante la cultura y la ideología. Así pues, junto a los tradicionales temas de la geografía social, relativos a la raza y a las clases sociales y más recientemente a cuestiones de género, hay que añadir una enorme cantidad de estudios acerca de otros grupos sociales (homosexuales y lesbianas, minusválidos), que analizan la relación entre la cultura y situación social de estos grupos y el uso que hacen del espacio.

Fuentes