Globalización

Globalización
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Concepto:Proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global.

Historia

La formación de amplias rutas comerciales interconectadas más allá de los espacios de administración de los grandes estados es un proceso que se inicia en el mundo musulmán en el siglo IX, continúa con la Revolución comercial europea de los siglos X al XIII y tiene su punto culminante en la expansión bioceánica de las monarquías peninsulares (el "galeón de Manila" será la primera ruta comercial tricontinental).

Pero si este largo proceso sentará las bases para una integración de mercados, esta no se comenzará a producir hasta la extensión de la libertad de comercio impulsada por Gran Bretaña en el siglo XIX. A partir de ahí podemos hablar de tres fases o tres globalizaciones:

Definiciones

La globalización es una teoría entre cuyos fines se encuentra la interpretación de los eventos que actualmente tienen lugar en los campos del desarrollo, la economía mundial, los escenarios sociales y las influencias culturales y políticas.

La globalización es un conjunto de propuestas teóricas que subrayan especialmente dos grandes tendencias: (a) los sistemas de comunicación mundial; y (b) las condiciones económicas, especialmente aquellas relacionadas con la mobilidad de los recursos financieros y comerciales. El Diccionario de la Real Academia Española registra la entrada «globalización», entendida como la «tendencia de los mercados y de las empresas a extenderse, alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales» (DRAE 2006, 23ª edición).

  • Globalidad: La idea simple de que hace ya bastante tiempo vivimos en una sociedad mundial.
  • Globalización: Podemos llamar globalización como tal a la globalidad o mundialización de la segunda modernidad en la que los Estados nacionales soberanos, al imbricarse de manera múltiple con actores transnacionales ven desdibujada su soberanía.
  • Globalismo: Considerado como la ideología hegemónica del gran capital transnacional en la globalización.

La globalización actual se corresponde con el capitalismo monopolista transnacional, determina un cambio de época. Entender cabalmente su lógica implica comprender su pluridimensionalidad. En este sentido cabe distinguirla de la globalidad (o mundialización) y el globalismo[1]. No se trata de un juego semántico, sino de acudir a tres conceptos explicativos que nos permitirán distinguir procesos que se confunden cuando los identificamos con un solo término.


Globalidad

Por globalidad se entiende la idea simple de que hace ya bastante tiempo vivimos en una sociedad mundial. La palabra globalidad nos dice que el mundo es un globo, y que lo es cada vez más. Desde hace tiempo se sabe que el mundo es redondo.

Copérnico lo sabía y Colón sacó conclusiones que transformaron esta tierra. Por globalidad se entiende entonces la situación de vivir en una sociedad mundial. Globalidad significa que la tesis de los espacios cerrados es ficticia, por lo que no hay ningún país o grupo que pueda vivir al margen de los demás.

En resumen, la globalidad como relación social planetario, que se articula con distinto ritmo e intensidad en los distintos niveles (ecológico, económico, político, técnico, cultural) comienza a configurarse como proceso de expansión y transformación a partir de los primeros viajes transoceánicos que vehiculizan la transición al capitalismo.

Globalización

Podemos llamar globalización como tal a la globalidad o mundialización de la segunda modernidad[2], en la que los Estados nacionales soberanos, al imbricarse de manera múltiple con actores transnacionales ven desdibujada su soberanía. Esta globalidad de la segunda modernización se identifica con la fase expansiva del capital financiero.

Las empresas multinacionales o transnacionales son la expresión concreta del actual proceso de mundialización y como tales constituyen los agentes activos del proceso. Las grandes transnacionales disponen hoy de redes internas que les permiten administrar las relaciones entre producción, investigación, innovación y comercialización en escala planetaria y en su seno se producen flujos de bienes, servicios e información sin tener en cuenta las fronteras nacionales. Al desarrollar sus actividades en cualquier país, optan por aquellos donde los gastos de funcionamiento sean más bajos. La acción de dichas empresas da lugar a importantes modificaciones de tipo estructural en el funcionamiento del capitalismo. Sus exigencias son: ajustes estructurales, desregulación, desempleo masivo, redistribución de la renta a favor de los ricos, privatización de los bienes públicos.

Esto significa que se ha generalizado la propiedad internacional de las empresas: deja de ser exclusivamente de capitalistas de un mismo origen nacional y se funde en un solo capital, en el cual el origen nacional de sus propietarios pierde sentido. También se ha hecho mundial la rentabilidad y la valorización del capital. En otras palabras: los capitales se internacionalizaron ayer (en un cambio claramente cuantitativo) para transnacionalizarse hoy (en un cambio fundamentalmente cualitativo). Esta nueva cualidad está dada, entre otros aspectos, por el hecho de que las antiguas empresas internacionales de compra-venta se convierten en empresas de producción mundial, favorecida por los avances tecnológicos en las comunicaciones, la información y el transporte.

Las empresas privadas de América Latina y del Sur han sido cada vez más incorporadas e insertas en forma dependiente a la lógica del capital central. La empresa nacional, tanto privada como estatal, queda cada vez más marginada y en posición asimétrica frente a la empresa transnacional, crecientemente aislada de la lógica del mercado doméstico y de la lógica de la sobrevivencia de las grandes mayorías pauperizadas.

Globalismo

El globalismo puede ser considerado como la ideología hegemónica del gran capital transnacional en la globalización. Reduce la pluridimensionalidad de la globalización a una sola dimensión: la económica. Es la concepción según la cual el mercado mundial desaloja o sustituye el quehacer político.

En síntesis, la globalización es un proceso objetivo[3], no un mero concepto, asentado en un salto cualitativo en el desarrollo de las fuerzas productivas que se opera a partir de las modernas tecnologías. Es oportuno recordar que a cada nivel de desarrollo de las fuerzas productivas dentro del capitalismo corresponde un tipo de expansión del capital en la búsqueda del «mercado mundial» y normalmente va asociado a una forma concreta de imperialismo.

La historia nos ha enseñado que las formas y extensión de la dominación imperialista han sido unas en el pasado y son otras hoy en día. El imperialismo «clásico» nunca llegó a dominar todo el planeta, el imperialismo actual impregna todas las esferas de la vida material y cultural del orbe, aun aquellas que margina.

La globalización se ha constituido en una transformación sustantiva del capitalismo y ha desarrollado una nueva relación de interdependencia más allá de los estados nacionales. El punto de vista de Marx sobre un mercado mundial, y su noción que la necesidad de un mercado en constante expansión para sus productos persigue a la burguesía sobre toda la superficie del globo, aparece enfatizado en esta «teoría» de la globalización. No es contra la globalización que debemos encarar la lucha sino contra el modo de apropiación de los productos del trabajo social, la explotación o la exclusión (caras de una misma moneda) y la consecuente alienación que opera en todos los ámbitos de la vida material y espiritual de los pueblos y las personas.

Frente a este cuadro podemos afirmar la necesidad de cambiar el rumbo de la globalización, teniendo en cuenta, en primera instancia, la necesidad de una democratización en la globalización, como una alternativa posible y deseable al totalitarismo del mercado que la misma ha desplegado planetariamente en el proceso de su totalización imperialista.

Resumiendo este punto, abogamos por priorizar el debate entre quienes pretendemos dar otro curso a la historia, sacándolo de la agenda que impulsan las transnacionales. Al respecto señalamos la pertinencia de colocar el tema sobre la idea de la apropiación de la globalización por el pueblo. «Algún día no nos separán orígenes étnicos, ni chovinismos nacionales ni fronteras, ni ríos ni mares, ni océanos ni distancias –pronostica Fidel Castro-. Seremos, por encima de todo, seres humanos llamados a vivir inevitablemente en un mundo globalizado, pero verdaderamente justo, solidario y pacífico». [4]

Notas y referencias

Fuente

  • Valdés Gutiérrez, Gilberto. (2002). El sistema de dominación múltiple. Hacia un nuevo paradigma emancipatorio en América Latina. Fondo Instituto de Filosofía.
  • Globalización.
  • Indianopedia.