Herida

Herida.
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Las heridas son roturas de los tejidos, provocadas por un agente traumático.
Primeros auxilios Los primeros auxilios son una serie de medidas que se llevan a cabo de forma inmediata y provisional en casos de accidentes o de ciertas enfermedades imprevistas. Tales medidas se realizan, generalmente, en el lugar del accidente, hasta tanto pueda ponerse al accidentado a cargo de un médico que es quien debe realizar el tratamiento definitivo.

Principios generales sobre primeros auxilios

Es conveniente que el mayor número de personas adquieran conocimientos (nociones) de primeros auxilios para poder prestarlos en un momento determinado.El saber qué hacer, puede a veces salvar una vida. En otras ocasiones, sabiendo cómo tratar un herido se evita una complicación, tal es el caso de algunas fracturas, como veremos posteriormente; también puede disminuirse el sufrimiento de un paciente cuando tiene dolor, y además, se coloca al paciente en las mejores condiciones posibles para recibir el tratamiento definitivo.
Aunque cada tipo de accidente tiene un tratamiento especial, hay ciertas normas que deben conocerse.
Hay un detalle importante, y es que toda persona con conocimientos de primeros auxilios deberá, por razones de humanidad, encargarse de prestarlos. Hay que actuar con rapidez pero sin precipitación, detalle de gran importancia, ya que en esta forma se obtiene la confianza del accidentado. Actuando con calma y seguridad nos ponemos en condiciones favorables en relación no solo con el accidentado, sino también con los mirones, ya que algunos pueden dar detalles en cuanto al accidente, antecedente del caso, etcétera.
Debe hablarse en tono natural, evitando que el accidentado se intranquilice, dándole confianza. Pedir que se guarde silencio alrededor. Evitar la aglomeración de personas junto al herido, diciendo que necesita aire. Si hay mucho calortratar de que alguien abanique.
El hecho de hablar con el paciente, su respuesta a nuestras preguntas, nos descarta la pérdida del conocimiento (coma), frecuente en ciertos traumatismos (del cráneo); en las asfixias, etc., como veremos según vayamos analizando.
Cuando el paciente conserva el conocimiento es fácil obtener informaciones generales: su nombre, dirección, cómo ocurrió el accidente, y otros datos. En caso de que esté inconsciente y que ninguno de los presentes lo conozca, podría identificarse por documentos o papeles que puedan hallarse en sus ropas. Se tratara de avisar lo antes posible a un miembro del grupo de salud de la zona o al puesto sanitario o médico, dando con claridad los siguientes datos: lugar del accidente, clase de accidente, tipo de lesión si hay o no hemorragia y su intensidad, fractura, etc, estado general del paciente (si tienen conocimiento o está en coma), anormalidades de la respiración, del pulso, del color, enfriamiento, si hay dolores intensos, etc.

Heridas, clasificación

Las heridas son roturas de los tejidos, provocadas por un agente traumático
En las heridas puede estar solamente afectada la piel o pueden estarlo también los tejidos subyacentes.
Las heridas se clasifican en:
• Erosiones.
• Heridas contusas.
• Heridas punzantes.
• Heridas incisas.
• Heridas desgarrantes.
• Heridas por armas o proyectiles.

Los síntomas o signos de las heridas son los siguientes:
1. Rotura de la piel, que varía según el tipo de herida.
2. Dolor
3. Hemorragia, que depende en parte de los órganos y vasos sanguíneos afectados.

Primeros auxilios ante una herida

Ante la presencia de una herida cualquiera que sea su variedad, la conducta para los primeros auxilios debe ser siempre la misma.
1ro. Examinar bien la herida para darnos cuenta de sus características y poder hacer una buena cura.
2do. Si hay hemorragia por rotura de algún vaso importante proceder a la hemostasia (acción de contener la hemorragia) de acuerdo con las necesidades del caso.
3ro. Practicar una buena limpieza alrededor de la herida y poner un antiséptico, lavar con ]]Agua|agua]] oxigenada.
4to. Colocar un apósito de gasa estéril y a continuación un vendaje.
En el caso de las heridas desgarrantes (miembros seccionados o aplastados, arrancamiento del cuero cabelludo, atropellos por vehículos, etc.) y de las heridas por armas o proyectiles, suele presentarse, desde los primeros momentos, el estado de shock, debido al tremendo estímulo nervioso, por lo cual hay que atender no solo a la herida, sino al estado general del accidentado y prepararlo para su evacuación. Si hay salida de las vísceras de la cavidad abdominal, no tratar de de volverlas a su cavidad, sino cubrirlas con compresas estériles o apósitos mojados con suero fisiológico o agua hervida, realizarle un vendaje que no sea muy ceñido y evacuar el caso.

Complicaciones como consecuencias de las heridas. Hemorragias

Hemorragias. Se llama hemorragia a la salida de la sangre de los vasos que la conducen.
Las hemorragias, en su mayor parte, son de origen traumático, sin embargo, se pueden presentar hemorragias de tipo no traumático en el curso de algunas enfermedades, que llegan a producir roturas vasculares (tumores, úlceras de estómago, várices, enfermedades infecciosas, etc.) y, por último, en un tipo de enfermedad en que la sangre sufre alteraciones en su coagulación.
Las hemorragias se dividen de acuerdo con los vasos lesionados en:
Hemorragia capilar, aquella hemorragia que se produce cuando la incisión afecta los tejidos y secciona los vasos de pequeño diámetro, tanto arteriales como venosos; en estos casos, la sangre brota de los bordes de la herida, llamándose hemorragia en sábana.
Hemorragia arterial, es la que se produce al lesionarse arterias de mediano o grueso calibre, entonces la sangre sale de color rojo intenso, en chorros intermitentes; rojo oscuro azulado y sale resbalando de una manera continua.
Hemorragias externas, internas y subcutáneas (debajo de la piel).

Síntomas de una hemorragia:
El síntoma más visible de la hemorragia es la propia pérdida de sangre. Pero en las hemorragias exteriores muy profundas o en las internas pueden presentarse alteraciones generales muy particulares, constituyendo el cuadro clínico del llamado shock hemorrágico. Se presenta palidez de la piel, la cual está a su vez fría, la mucosa de los labios blanquecinas, pulso rápido pero de un latido muy débil, respiración lenta y superficial, y a veces entrecortada como si le faltase el aire: el paciente se encuentra intranquilo e irritable aun cuando esté semiinconsciente. Si la hemorragia continúa llega el síncope cardíaco y muerte. Este estado es el llamado shock hemorrágico. Si la hemorragia puede contenerse y empezar el tratamiento adecuado, según se indicará, el herido va recuperándose lentamente, según el grado de anemia por la sangre perdida.

Primeros auxilios en casos de hemorragias

1. Acostar al herido., colocar la cabeza más baja que los pies. La quietud de la parte herida ayuda a formar un coágulo.
2. Evitar el enfriamiento del accidentado, así como evitar cualquier compresión del cuerpo, aflojando el cuello, el cinturón o toda ligadura.
3. Si la herida es en un miembro, elevar ese miembro.
4. Detener la hemorragia.
En las hemorragias externas es fácil realizar maniobras para detener la hemorragia, dentro de las normas siguientes:
1ro. Rapidéz en la actuación: hay que actuar con tranquilidad y decisión; pues cuanto menor sea la pérdida de sangre, mejor será el estado del paciente.
2do. Utilizar el medio más seguro y que menos consecuencias o complicaciones puede dejar Lo mejor es una compresión manual adecuada, en la raíz del vaso correspondiente, pues así no se lesiona ningún tejido y se puede dejar fluir de cuando en cuando un poco de sangre para irrigar y oxigenar los tejidos del miembro lesionado.
3ro. Si se usa hemostasia mecánica con torniquete, anotar cuidadosamente y en sitio bien visible, la hora en que ha sido colocado. La hemostasia (detención de la hemorragia) puede hacerse también directamente en la herida; pero esto es cuando la hemorragia es pequeña, de vasos capilares; entonces se hace la presión directamente sobre el lugar sangrante. Para hacer esta presión se usará una compresa estéril o en su lugar un pedazo de tela o un pañuelo lo más limpio posible.
Pero no siempre puede hacerse con una compresión manual; entonces tendremos que recurrir al torniquete; este puede hacerse con una cuerda, un pañuelo, un tubo de goma de irrigador, la correa de una máquina de coser, una corbata, etc. Para colocarlo, si la longitud lo permite, se dan dos vueltas alrededor del miembro y se hace un nudo sencillo y luego otro que coja un pedazo de madera, un lápiz, etc. Una vez colocado, se gira esta hasta obtener la presión deseada. El torniquete sirve para evitar la hemorragia de un miembro interrumpiendo la circulación del tronco arterial principal; por ello para colocar un torniquete y que sea efectivo, se colocará lo más cerca de la base del miembro, o sea, lo más cerca del cuerpo.
Los cuidados a tomar con un torniquete, son:
Primero: la presión debe ser la suficiente para interrumpir la circulación arterial totalmente, pero hay que evitar una congestión venosa del miembro.
Segundo: Es necesario anotar la hora en que se puso el torniquete.
Tercero: El torniquete no debe aflojarse nunca después que se ha puesto, por ninguna causa. Solo el médico en el salón de operaciones está capacitado para hacerlo.

Tratamiento general del hemorrágico

Hasta la llegada del médico o personal de salud, tápese con frazadas al herido para evitar el enfriamiento. Si la hemorragia es externa y no hay sospecha de que exista otra lesión profunda, por ejemplo, abdominal, puede darse a beber al accidentado agua fría, así como también café; no se dé nada líquido, si el accidentado está sin conocimiento.

Fuentes

Guia para dar respuesta a las necesidades de la población en condiciones difíciles. Tomo I