José Dames
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José Dames Bandoneonista, director y compositor.
Síntesis Biográfica
José Dames,bandoneonista,director y compositor nace en Rosario (Santa Fe),Argentina el 28 octubre de 1907.
Desde muy niño siente la atracción de la música,no obstante pertenecer a un hogar humilde,sus padres le costearon estudios musicales,aprende el violín.
A los 18 años se traslada con su familia a San Fernando provincia de Buenos Aires,distante 20 km da la capital.Comienza a estudiar el fueye con el maestro Gómez,posteriormente se perfecciona con Carlos Marcucci, e inicia su actuación profesional en tríos y cuartetos.
Trayectoria
José Dames pureza y riqueza melódica, frases de personalísima inventiva y perfecto desarrollo,clara inspiración e inalterable e inconfundible jerarquía musical respira toda la frondosa obra de composición de José Dames.
Desde que comienza su labor en nuestra música popular a mediados de la década del 1930 y hasta el presente, su imaginación ha producido más de 350 piezas.
Pero si hubiera escrito únicamente estas tres, “Fuimos”, “Nada” y “Tú”, toda la adjetivación prodigada en este párrafo quedaría ampliamente justificada. En esos tres tangos verdaderos e imperecederos aciertos de creación, está el ejemplo de toda una manera de acoger, sentir y tratar un tema musical a través del mandato de la inspiración, y expresarlo luego enriquecido con el contenido emocional de quien dispone de esa especial sensibilidad que es aptitud y actitud de los verdaderos creadores.
José Dames si bien inicia su labor profesional como músico mucho antes, a la famosa generación de 1940. Su bandoneón y su inspiración comienzan a registrar sucesos perdurables a partir de 1941 y su trabajo creativo, que se circunscribe en su mayoría a la especialidad del tango para cantar, está estrechamente asociada a los grandes letristas de esa época: Homero Manzi, José María Contursi, Enrique Cadícamo, Cátulo Castillo, entre otros.
Él es un acertado socio para la concertación de música y palabras. El refinado desborde de lenguaje y metáforas de Manzi en “Fuimos”, el encuentro esperanzado de José María Contursi en “Tú” o la tristeza de Horacio Sanguinetti en “Nada”, hallan en Dames las correctas frases musicales que necesitan .
En esos primeros años de su carrera, integra la fila de fueyes de la orquesta de Julián Divasto y participa en el conjunto del bandoneonista Carlos Tirigall.
Hacia 1934 forma el rubro de Las Dos D: [[Dodero-Dames, con el pianista Rolando Dodero actuando numerosas temporadas en Radio Excelsior y luego en La Voz del Aire. Más adelante se pone al frente de su propio conjunto, José Dames y sus Paisanos, el cual se disuelve para reagruparse años más adelante, accediendo en esa última etapa al registro discográfico en el sello Philips.
Pero nunca dedica sus mejores afanes a la ejecución ni tiene condiciones como para dirigirse en director, pues le falta la obligada disposición empresarial. Su vocación apunta siempre hacia la composición.
En 1940,comienza Dames una prolongada y permanente carrera de ejecutante integrando los conjuntos de Anselmo Aieta,Juan Canaro,Ricardo Pedevilla,Emilio Orlando,Rodolfo Biagi,Atilio Bruni y Francisco Rotundo,participa en los acompañamientos orquestales de los cantantes Roberto Rufino,Roberto Flores,Andrés Falgás,Héctor Palacios y Alba Solís. Paralelamente a todas estas actuaciones forma siempre algún trío,flanqueado su bandoneón por dos guitarras.El último es el que actúa en Radio El Mundo en 1957, secundado por los guitarristas Vicente Spina y José Sabino.
Su trayectoria como instrumentista profesional culmina en 1982, en La Farola, un reducto tanguero de Buenos Aires del cantor Uruguayo Mario Ponce de León.
Nunca se sienta, con el bandoneón en las rodillas, a escribir un tango. El proceso de creación ha tenido para las otras características. Las melodías le llegan en la calle, en el tranvía, en cualquier parte. Siempre tiene la precaución de anotarse el tema que le surgía así, espontáneamente. Después sí, lo desarrolla musicalmente», comenta José Dames.
Aunque en sus comienzos produce tangos que denuncian ya al músico con vocación y disposición creativa, la expresión mayúscula de su producción se gestaría a partir de 1940, cuando los letristas importantes del tango descubren su especial facultad melódica.
De su asociación autoral con Horacio Sanguinetti sale desde el comienzo de la década una serie exitosa: “Los despojos”, “Tristeza marina”, “Por unos ojos negros”, “Milagroso” y “Nada”, el tango que alcanza las casi 300 grabaciones de intérpretes diferentes.
Con José María Contursi dan a conocer “Tú” que estrena y graba la orquesta de Aníbal Troilo en impecable versión con Edmundo Rivero, “Fulgor”, “Brindemos en silencio”, “Mientras vuelve el amor” y, siempre en los años de 1940, en plena agitación tanguera, aparece “Fuimos”, tango que a nuestro juicio es su más acabada composición, o en todo caso la que mejor define su estilo, con versos de Homero Manzi.
De ese mismo tiempo son “No me importa su amor” con letra de Enrique Cadícamo, “Sin ti” con Abel Aznar, “Tan lejos” con Marvil, “Horizonte azul” con Héctor Marcó y un tango, bellísimo tango, con versos de Cátulo Castillo titulado “Detrás del turbio cristal”, que inexplicablemente no trasciende o que no encuentra el intérprete y la grabación que merecen. Luego siguen, en años posteriores, una serie de composiciones con el poeta Julio Camilloni: “No era el amor”, “Otra vez arlequín”, “Canción del ángel”, “La vida que te di”, con Juan B. Tiggi “La luna cae en San Telmo” y con Mario Ponce de León “Simplemente Laura”.
Entre sus piezas instrumentales: “El buscapié” grabado por Osvaldo Pugliese, “Muy picante” registrado por Mario Demarco, “De muy adentro” en colaboración con Héctor María Artola y grabado por Aníbal Troilo, “A bailarlo”, “Alma y violín”, “El cometa” y su serie de milongas: “La coqueta”, “Sencilla y briosa”, “La luciérnaga”, “La juguetona”, “Chispeando”, “Vayan abriendo cancha” y “Repiqueteo de taquitos” esta última en colaboración con Ernesto Baffa.
Escribe un vals de estilo Europeo, “Canción de primavera”, y una pequeña obra de música sacra que dedica a la iglesia de su barrio: Nuestra Señora de Pompeya.
Este sintético apunte de su prolongada trayectoria como instrumentista y compositor me lo relata José Dames una tranquila mañana del verano de 1983 en su casa del barrio de Pompeya.
Muerte
José Dames,fallece en Rosario (Santa Fe),Argentina el7 agosto de 1994.
