Diferencia entre revisiones de «José Nicolás de Escalera»

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Revisión del 17:53 7 nov 2013


José Nicolás
Información sobre la plantilla
260px
Óleo en la pechina de la iglesia de Santa María del Rosario
NombreJosé Nicolás de la Escalera y Domínguez
Nacimiento8 de septiembre de 1734
en La Habana, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento3 de julio de 1804
La Habana, Cuba
ResidenciaCuba
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
EducaciónEscuela Cubana
OcupaciónPintor
Obras destacadas Glorificación de Santo Domingo, Santo Domingo de Guzmán, San Francisco de Asís, Santa Marta, La Virgen del Rosario y Santa Teresa, 4 pechinas, Retrato de Don Luís de las Casas, La Magdalena, San José y el niño el San Antonio y el San Alipio y un Don Luís de las Casas San Antonio de Murillo, Retrato de Don Luís de las Casas, San Antonio y el San Alipio y un Don Luís de las Casas.

José Nicolás de la Escalera y Domínguez. Pintor cubano que se destacó en los géneros del arte religioso y el retrato profano. Considerado la figura más representativa de la pintura barroca en Cuba.

Síntesis Biográfica

Nació en 8 de septiembre de 1734, en La Habana. Hijo de andaluz y criolla. Suponemos que aprendió a pintar en algún convento habanero. Es el primer pintor cubano cuya obra a llegado a nosotros.

Primeros Pasos

Su obra más temprana parece ser el retrato que envía a Carlos III en 1763 de "Luís Vicente Velasco", valeroso capitán de navío que murió defendiendo la fortaleza del Morro en el 1763.

Muchas de sus pinturas eran meras copias que le encargaban las congregaciones religiosas para decorar iglesias. Se inspira en la Escuela Española del siglo XVII y bajo la influencia de Murillo.

Formación artística

Sobre su aprendizaje del oficio de pintor no se tienen referencias documentales, aunque la obra misma del artista apunta a que se haya formado en un taller ubicado en el seno de algún convento, posiblemente perteneciente a la Orden de Santo Domingo. La tradición, de origen oral más que documental, ha relacionado a Escalera con el Primer Conde de Casa Bayona, José Bayona y Chacón fallecido en 1759, quien lo habría contratado para realizar pinturas religiosas en su período de iniciación en el oficio. De esta etapa son los trabajos para la iglesia del Convento de San Francisco de La Habana (Regina Angelorum) y la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria de Guanabacoa San José con el niño dormido y La coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad.


Retratista

Además de pintor religioso era retratista, como lo revelan algunos documentos de la época y ciertas figuras de murales de la "Catedral de los campos de Cuba", en Santa Maria del Rosario, en La Habana que constituye la obra mas importante que conocemos de este pintor y son las "4 pechinas" de esa antiquísima iglesia en una de ellas asoma por primera vez en la pintura insular la presencia del negro.

4 pechinas

El arte de este pintor era eminentemente religioso, eclesiástico. Muy devoto a Santo Domingo. Sus "4 pechinas" de Santa Maria del Rosario datan del siglo XVIII, cuando se levantó aquel templo por los condes de Casa Bayona, allí aparecen Glorificación de "Santo Domingo", "Santo Domingo de Guzmán", "San Francisco de Asís", "Santa Marta", "La Virgen del Rosario" y "Santa Teresa".

Noble familia de Casa Bayona

También pintó a la noble familia del conde de Casa Bayona. El artista tomó el Patrón de la Devoción del Rosario y aparece la familia de Don José Bayona y Chacón, Primer Conde de Casa Bayona y entre ellos, el Negro esclavo que puso en conocimiento de su amo enfermo las virtudes terapéuticas atribuidas a los manantiales de la hacienda.

Guy Pérez Cisneros

Guy Pérez Cisneros expresó sobre Nicolás de la escalera: “en el mural de Santa Maria del Rosario, Nicolás de la Escalera, toca a la vez el misticismo agudo del XVII (imagen i culto de Santo Domingo), el carnaval rococó del siglo XVIII (presencia del negro) y un presagio del panteísmo romántico del siglo XIX (leyenda de las aguas termales). Pocas obras en la historia de la Pintura Cubana nos parecerán tan llenas de sentido como este mural del pintor de fines del siglo XVIII”.

Condensa todo un pasado y anuncia una nueva etapa: la llegada de cincuenta años de retraso del siglo de las Luces a Cuba. La presencia del negro podía ser para un europeo del siglo XVIII un motivo pintoresco del carnaval rococó, la figura de un esclavo africano en la colonia no pondrá dejar de ser ni para España, ni para nadie nacido en esta tierra, por entonces tiranizada y de señorío, según palabras del canónigo santiaguero Velásquez en 1574, “una imagen dramática”.

Colección de obras

Su colección de obras estuvo en manos del señor Juan Mingoanse y del señor Mendiola, que tenía otros como: La Magdalena y algunos más en la Venecia. El doctor Antonio García Hernández, tenía su San José y el niño, de la antigua colección de los Condes de Jaruco, la pinto en varias ocasiones con pequeñas variantes, el San Antonio y el San Alipio y un Don Luís de las Casas. Escalera también copio un San Antonio de Murillo. Su "Inmaculada" es dulce y convencional, sus santos en éxtasis al por mayor. El artista satisfacía demandas de iglesias y conventos incidiendo en el género del gran maestro sevillano Bartolomé Esteban Murillo.

Seguidor de la técnica de Murillo

Este mulato, epígono del barroquismo jesuítico español, pretende seguir al pie de la letra la técnica de Murillo, lo que no se alcanza pues fue autodidacta, y no tenía suficientes medios para lograrlo.

Características de sus obras

La obra de Escalera tiene un estilo caracterizado por rostros de gran serenidad, ejecutados de semiperfil, con contornos delineados en tonos siena y telas de tonalidades apasteladas; logra movimientos y pliegues de magnífica ejecución, los que contrastan con errores de proporción visibles, sobre todo, cuando trabaja en un espacio pictórico reducido. Según se infiere de los testimonios en el proceso seguido contra Pedro Muñoz, en 1791 –juicio al que Escalera concurre a declarar-, los colores que utiliza son preparados en su propio taller, a partir de minerales y aceites importados de Holanda y España.


Con una maestría probada en el género del cuadro religioso, la sociedad habanera escoge a José Nicolás de Escalera para ejecutar los retratos de las personalidades ilustres de su tiempo. Al paso por La Habana de Don Antonio Feliú y Centeno 1789, ejecuta en agosto el retrato del primer obispo de la Santa Iglesia Catedral de Santiago de Cuba, quien tomará posesión de su cargo en septiembre de ese año, luego de la división de la Isla en dos diócesis. Son posteriores los retratos del gobernador Don Luis de las Casas y Aracorri 1797 y de Don Luis Peñalver, Obispo de Louisiana y Florida, homenajeados por su contribución a la fundación de la Real Casa de Beneficencia, concluida en 1794.


Sacristías

Fue pintor de sacristías, como le llamara José Antonio Portuondo. La Casa de Beneficencia conserva su Retrato de Don Luís de las Casas y en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba existe tres de sus obras.

Muerte

Como hombre de su tiempo, imbuido del espíritu de la época que comisionó su obra, e identificado con el sistema religioso al que dotó de imagen, Escalera explicita su gran fe religiosa, pidiendo en su testamento ser enterrado a los pies del altar de San Juan Nepomuceno –posiblemente decorado con una imagen salida de su pincel-, en la iglesia del Convento de Santo Domingo de La Habana, y vestido del hábito de esa orden religiosa. Fue enterrado el 4 de julio de 1804.

Se conservan en Cuba, España y los Estados Unidos más de cincuenta piezas de José Nicolás de Escalera, firmadas, documentadas y atribuidas.

Bibliografía

  • Angell, Carlos F.:«Un esquema de la pintura cubana». En: Arquitectura 77: 47-54, año VII, La Habana, diciembre de 1939.
  • Bermúdez, Jorge: De Gutenberg a Landaluze. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1990.
  • “Escalera”. En: 300 años de Arte en Cuba. Instituto Nacional de las Artes Plásticas, La Habana, 1940, pp. 11-12.
  • Gaztelu, Ángel: «La pintura religiosa en Cuba». En: Revista de Artes Plásticas, Núm. 2, Dirección General de Cultura, MINED, La Habana, 1960.
  • Libby, Gary R. y Juan Martínez: «Jose Nicholas de la Escalera». En: Cuba: A History in Art. Museo de Artes y Ciencias, Miami, [s.f.],pp. 50-51.
  • López Núñez, Olga: «Un pintor habanero». En: Espacio Laical. Año 2, Núm. 4, La Habana, Consejo Arquidiocesano de Laicos, 2006.
  • Mañach, Jorge: «La pintura en Cuba. Desde sus orígenes hasta 1900». En: Evolución de la cultura cubana (de 1608 a 1927) en las Bellas Artes en Cuba. Imprenta El Siglo XX, La Habana, 1928.
  • Partida de bautizo de José Nicolás de Escalera y Domínguez. En: Libro Noveno de Bautizos de Blancos, folio 263/152. Archivo del Sagrario de la SMI, Catedral de La Habana.
  • Partida de enterramiento de José Nicolás de Escalera y Domínguez. En: Libro Cuarto de Entierro de Españoles, folio 135., Núm. 699, Archivo de la Parroquia del Santo Ángel Custodio de La Habana.
  • Pérez Cisneros, Guy: Características de la evolución de la pintura en Cuba. Dirección General de Cultura, Ministerio de Educación, La Habana, 1959.
  • Rigol, Jorge: Apuntes sobre la pintura y el grabado en Cuba. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1982.
  • Rodríguez Morey: Diccionario de artistas plásticos de Cuba. [Ejemplar facsimilar].
  • Sánchez Martínez, Guillermo: «Un pintor cubano del XVIII. José Nicolás de la Escalera». En:
  • Revista de la Biblioteca Nacional. Año 72, tercera época, volumen XXIII, Núm. 1, La Habana, enero-abril, 1981.

Fuente

  • Cruz Díaz, Ursulina. Diccionario biográfico de las Artes Plásticas.