Manuel Bandeira
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Manuel Carneiro de Sousa Bandeira Filho
Poeta brasileño que destacó también como ensayista, cuentista, crítico, traductor, periodista y docente; representante de la primera fase del modernismo en Brasil, fue un maestro del verso libre e influyó en varias generaciones de escritores de su país.
Biografía
Nació en Recife, el 19 de abril de 1886, aún joven, se traslada a Río de Janeiro en 1968. Poeta brasileño que destacó también como ensayista, cuentista, crítico, traductor, periodista y docente; representante de la primera fase del modernismo en Brasil, fue un maestro del verso libre e influyó en varias generaciones de escritores de su país. Estudió en Río de Janeiro y en Sao Paulo pero no finalizó los estudios de ingeniería por los mismos motivos de salud que, más tarde, lo obligaron a buscar climas más benignos en varios lugares de Brasil y, en 1913, en Suiza. En este país conoció a P. Éluard, quien posteriormente confesó haber entrado en el mundo de la poesía precisamente gracias a Bandeira. En 1914 regresó a Brasil y se dedicó a la poesía y al estudio. Colaboró, como crítico literario, musical y cinematográfico, en varios periódicos y revistas. Enseñó literatura en Río de Janeiro (1938), y literaturas hispanoamericanas en la Universidad de Brasil (1943-1956). Recibió diversos premios y reconocimientos a su obra. Fue miembro de la Academia Brasileña de las Letras desde 1940.
Autor de ensayos, antologías de poetas brasileños, composiciones teatrales clásicas y modernas, biografías, historias de la literatura, quince novelas, y traductor de obras de Schiller, Shakespeare, Inés de la Cruz y Omar Khayyan, su fama se halla ligada a la poesía, para la que había mostrado cierta predisposición desde la infancia. Personalidad artística de primera línea y difícilmente catalogable, cabe ubicarle dentro del Modernismo por sus ideales estéticos y ciertas soluciones formales, como el uso del verso libre, aspecto en el que, de manera personal e independiente, se adelantó a su tiempo, vinculándose a Cruz y a Sousa, y proponiendo una nueva poesía que superase el espíritu ochocentista y burgués. Ello explica que se abstuviera de participar en las manifestaciones de la Semana de Arte Moderno del año 1922, a las que no necesitaba sumarse. Ya en 1917 había publicado A cinza das horas que, a pesar de mostrar la búsqueda de nuevas formas poéticas, ponía de relieve sus fuentes simbolistas y, por determinados aspectos, románticas, expresadas a través de formas casi parnasianas.
Con Carnaval (1919) la dubitativa búsqueda se transformaba en abierta intención renovadora. En los nuevos ritmos, llenos de lirismo y emoción, que la ironía impedía que se convirtiera en sentimentalismo, aparecían el sentimiento de la muerte y la consiguiente ansia de redescubrir, revalorizándolos y viviéndolos intensamente, todos los aspectos de la realidad, en un intento de identificarse con ella y sobrevivir. y Libertinagem (1930), donde se destacan los poemas: Evocaçao de Recife y Vou-me embora para Pasárgada. Murió el día 13 de octubre de 1968 a los 82 años