María Andrea Parado de Bellido
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Síntesis biográfica
Nació en Huamanga, Ayacucho, el 5 de julio de 1777. Sus padres fueron don Fernando Parado, criollo residente en esa ciudad y una humilde indígena. Creció en las alturas de Huamanga sin recibir instrucción.
Contrajo matrimonio, a la edad de 15 años, con don Mariano Bellido hombre dedicado a los negocios entre Huamanga, Cuzco y La Paz; formando una familia unida y feliz con los siete hijos que tuvieron: Gregoria, Andrea, Mariano, Tomás, María, Leandra y Bartola.
Trayectoria revolucionaria
Con la llegada al Perú de la fuerza multinacional independentista, las tropas realistas se replegaron hacia el interior del país. En la ciudad de Huamanga, establecieron una fuerte plaza, pero esto no impidió la formación continúa de fuerzas patriotas, una de las cuales se hallaba en el distrito de Parás, perteneciente a la provincia de Cangallo, a órdenes de Cayetano Quiroz.
A estas fuerzas guerrilleras se suma el esposo de María Parado, don Mariano Bellido, desempeñándose como receptor de correos. A su vez, su hijo Tomás, se unió al grupo patriota que comandaba el general Arenales, a su paso por Huamanga en 1820. Doña María, preocupada por su hijo, intentó rescatarlo, pero este se negó a regresar. Al saber de la actitud de su hijo admirada y entusiasmada trabajó asiduamente desde ese día por la causa de la independencia.
Combinó su lucha de mujer de hogar con el apoyo activo a la lucha por la independencia y comenzó a informar a los patriotas de los desplazamientos, la composición las posiciones y el poderío de los ejércitos realistas que se habían refugiado en la sierra peruana. Doña María era analfabeta y sólo firmaba las cartas que le dictaba a su compadre don Matías de La Madrid.
Los españoles encontraron una carta dirigida desde Huamanga donde se informaban secretos militares de los realistas. Se determinó como autora a Doña María Andrea y fue encarcelada inmediatamente. Fue sometida a interrogatorios y a las más crueles torturas. Se le ofreció el perdón a cambio de la delación de sus cómplices, pero esta valerosa mujer se negó a traicionar a sus compatriotas.
Muerte
Fue juzgada y fusilada el 27 de marzo de 1822 en la Plaza de Armas de Ayacucho. Fue sepultada en el Templo de la Merced. Su fusilamiento fue un intento de intimidar a los insurrectos. Entró en las páginas de la historia de América como ejemplo de la actitud femenina en la gesta de emancipación americana. Un colegio de mujeres de educación media, sito en el distrito de Rímac, Lima, perenniza su paradigmático sacrificio.
Fuente
- Universidad Andina Simón Bolívar. Las Mujeres en la Independencia. Imprenta Mariscal: Quito, 2008.
- Heroína de la Independencia. http://www.adonde.com/historia/1822_mariaparado.htm