Parque Nacional de la Caldera de Taburiente

Parque Nacional de la Caldera de Taburiente
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Institución con sede en Bandera de España España
Tipo de unidad:Parque Natural
País:Bandera de España España
Dirección:Santa Cruz de Tenerife - Isla de la Palma

El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente se ubica en el interior de la isla de la Palma, una de las Reservas de la Biosfera de las Islas Canarias. De origen volcánico, ésta enorme depresión flanqueada por grandes desniveles recuerda la forma de un cráter o caldera volcánica. Cuenta con un circo de cumbres de 8 kilómetros de diámetro y desniveles superiores a 1500 metros. Su cota más alta es el Roque de los Muchachos, con 2.426 metros sobre el nivel del mar.

Descripción

Declarado Parque Nacional en 1954, sus barrancos y alturas acogen una extraordinaria vegetación, con representantes de endemismos canarios. Destacan las plantas rupícolas, aferradas a la verticalidad de las paredes, especies propias de las cumbres, las saucedas y el pinar canario. Entre la fauna, aves y reptiles cuentan con subespecies propias de la isla. La red de senderos del parque nos brinda la oportunidad de penetrar en un entorno donde el arroyo Taburiente, las cascadas, los pinares y las altas cumbres ofrecen una diversidad paisajística y biológica única. La principal riqueza de la Caldera de Taburiente es el agua. Su historia ha estado ligada a éste recurso y al uso que de ella han hecho sus habitantes y sus hacendados aprovechan el agua de más de 70 manantiales y galerías, así como la que sale por escorrentía de los límites del Parque. Existen galerías de captación de aguas subterráneas construidas desde principios del siglo XX. Desde el siglo XVI, la tala de árboles ha sido escasa y el pastoreo se prohibió en los años 60 del siglo pasado, lo que ha permitido que éste paisaje, su flora y fauna hayan llegado al siglo XXI casi intactos.

El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente se abre al océano Atlántico por su única salida natural: el Barranco de las Angustias. A él van a parar todas las aguas superficiales que surgen de una red arroyos y torrentes existentes dentro del parque procedente de desniveles de 2.000 metros. Las conocidas como lavas almohadilladas jalonan el cauce del barranco de las Angustias y se aprecian especialmente cuando el nivel del agua es bajo. Se ubican entre los 245 y los 375 metros sobre el nivel del mar. Son testigos geológicos del pasado, sacados a la luz por la elevación de la isla y la erosión fluvial de las lavas más antiguas de La Palma.

Arqueología

La isla de La Palma, cuando fue conquistada en nombre de los Reyes Católicos en 1493, albergaba una cultura aborigen que vivía en condiciones similares a las del Neolítico, y llamaba a su tierra Benahoare. El sustento principal de esta comunidad era la ganadería de cabras, ovejas y cerdos, pero en especial cabras, aunque también eran recolectores de frutos, raíces y moluscos de costa. La Caldera de Taburiente, dominada por un pinar claro, con agua y arbustos forrajeros en el interior y matorrales en las cumbres, era un espacio ideal para llevar los ganados cuando en otras partes faltaban pastos. Por dicho motivo, en los lugares de paso habitual o de estancia para estos fines, se han podido encontrar restos de cabañas, cerámica, material lítico (rocas preparadas para cortar) y grabados en roca (petroglifos) . El territorio estaba dividido en bandos muy parecidos a los actuales municipios y en cada uno vivía una tribu gobernada por un mencey. El bando de la Caldera era Aceró y su último mencey Tanausú. Entre los diversos bandos la vida no siempre fue pacífica, sino que de vez en cuando había escaramuzas, probablemente por la disputa de los pastos en las épocas de escasez. Las cumbres del Parque presentan restos de cerámica de todos los tipos que se conocen, desde los más primitivos, sin dibujos, hasta los de la última generación que están profusamente adornados con motivos geométricos curvilíneos en relieve. Esto indica la reutilización a lo largo del tiempo de esas zonas, que normalmente se usaron como campamentos pastoriles donde se ordeñaba a los animales. Más dispersos y con menos restos son los paraderos pastoriles, que servirían para estancias cortas. En alguna de las rutas de bajada que actualmente se conocen para ir desde la cumbre hacia el interior del Parque, se han descubierto restos benahoaríes lo cual indica que ellos también utilizaron esas vías. Por sus restos arqueológicos la más destacada quizás sea la del barranco de T ajodeque en la parte occidental del Parque, donde existen grabados en una cueva que parecen signos del alfabeto bereber. Los benahoaríes tenían creencias animistas. Adoraban al sol y algunos astros, pero también creían en algún ser superior inmaterial que llamaban Ahora. Enterraban a sus muertos en cuevas con parte de su ajuar. En la zona media del Parque hay una gran roca donde se tallaron canalillos y cazoletas. Los arqueólogos interpretan que aquí se practicaban ritos de fertilidad en los cuales se derramaban líquidos a través de estos canalillos. En las cumbres existen montones de piedras denominados aras, que en algún caso eran utilizados para hacer sacrificios. Las rocas les proporcionaban materiales para confeccionar cuchillos, raspadores, molinos de semillas e incluso armas de guerra. Con la tierra aprendieron a fabricar vasijas sin torno. Los árboles fueron utilizados para construir sus cabañas, hacer pértigas y parte de su ajuar. De los animales aprovecharon pieles y huesos para confeccionar vestidos y utensilios. Su lengua desapareció aunque se conservan algunos topónimos y vocablos sueltos. De esta cultura tan cercana en el tiempo sólo nos quedan los restos más duraderos, tal vez debido a 9ue sus conocimientos se transmitían de forma oral y no lueron recogidos por los cronistas de aquella época. La conquista de la isla llevaba implícita la imposición de la religión cristiana, que no toleraba otro tipo de culto o ritos paganos. Además, la llegada masiva de colonos fue disminuyendo la proporción de población aborigen, que rápidamente fue absorbida.

Utilización del territorio del parque por parte del hombre

La Caldera de Taburiente, debido a su accidentada topografía, no ha sido propicia para el asentamiento humano, por lo que ha permanecido casi despoblada hasta nuestros días. Los usos principales de este territorio han sido, primero el pastoreo de cabras, y luego el aprovechamiento del agua, quedando en segundo plano los recursos forestales y los cinegéticos. En los últimos tiempos está cobrando especial relevancia el uso del espacio con fines recreativos, educativos y científicos. Tanto las cumbres como el interior de la Caldera fueron pastoreados por los benahoaríes, y este uso se ha mantenido a lo mantenido y ha aumentado hasta la actualidad. Una media de 10.000 estancias se solicitan cada año. Mucho mayor es el flujo de senderistas y turistas que se acercan a los grandes miradores del Parque donde realizan paseos cortos. A mediados de los noventa se estima en 50.000 los primeros y en 200.000 los segundos, con un claro signo de aumento año a año. Esta afluencia de público casi continua y regular, está dando lugar al establecimiento de nuevas profesiones como las de taxista todo terreno, guías acompañantes, conductores de guaguas, dc., además de repercutir en los alquileres de vehículos y las estancias hoteleras. La imbricación de actividades conservacionistas, de atención al público, de investigación, y la construcción de algunas infraestructuras, como centros de visitantes y campamentos, ha propiciado que el Parque sirva ahora como lugar de formación en períodos de prácticas de estudiantes de diversas materias.

Datos de interés

  • Fecha de declaración: Real Decreto de 6 de Octubre de 1954.
  • Reclasificación: Ley 4/81, de 25 de marzo.
  • Instrumentos: Plan Rector de Uso y Gestión - PRUG. Decreto 27/2005, de 1 de marzo.
  • Superficie total: 4.690 ha.
  • Zona periférica de protección: 6.229,25 ha.
  • Área de influencia socioeconómica: 51.860,04 ha.
  • Provincia: Santa Cruz de Tenerife - Isla de la Palma
  • Comunidad Autónoma: Canarias.
  • Coordenadas localización (Latitud, Longitud):

28° 45' 44 N, 17° 54' 33 O 28° 40' 48 N, 17° 49' 56 O

  • Información Cartográfica: Capas vectoriales en formato shape (.shp)

Desde el 1 de enero de 2010, la gestión del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente corresponde en exclusiva a la Comunidad Autónoma de Canarias. - REAL DECRETO 1550/2009, de 9 de octubre, sobre ampliación de las funciones y servicios de la Administración del Estado traspasados a la Comunidad Autónoma de Canarias, en materia de conservación de la naturaleza (Parques Nacionales de Teide, Timanfaya, Caldera de Taburiente y Garajonay). (BOE, nº 270, de 9 de noviembre de 2009). - DECRETO 226/2009, de 3 de diciembre, del Presidente, por el que se asigna a la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial la gestión de los Parques Nacionales, traspasados por Real Decreto 1.550/2009, de 9 de octubre.

Fuente