Parroquial Mayor de La Habana
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Datos históricos
La primera iglesia parroquial de San Cristóbal de La Habana, estuvo situada muy cerca de la primera plaza pública de la entonces naciente ciudad. Era un simple bohío de guano, como la mayoría de las rústicas viviendas que conformaban la Villa.
En 1538 fue destruida por los piratas franceses, que se llevaron hasta la campana, y nuevamente fue reconstruida empleando similares materiales a la original. Hacia 1550 se comienza a edificar por el albañil Miguel de Espila, a partir de piedra, tabla y tejas. Contaba en aquel entonces de 100 pies de lado y 40 de ancho y era de construcción muy simple, de planta rectangular con techos de madera a dos aguas y cubierta de tejas.
No puede asegurarse la fecha de terminación de la obra que comenzó en 1550, pues aún en 1554 se recogía dinero para terminarla y al año siguiente, el 1ro de julio, fue arrasada por el pirata Jacques de Sores. En el Cabildocelebrado en 1560 se decía que llevaban cinco años sin iglesia.
En el acta del Cabildo del 24 de octubre de 1571, el sobrino de Juan de Rojassuplica a esa instancia que no se deje partir para la Floridaal carpintero Andrés Azaro, puesto que le había contratado las obras para cubrir la Iglesia, la cual le tenía pagada su mayor parte y las maderas labradas a su voluntad. El Cabildo prohibió la salida de Azaro y en 1575 el cuerpo de la Iglesia estaba terminado, parece que con las limosnas que se solicitaron del Rey, consistentes en: cal, ladrillos y una docena de esclavos deLa Fuerza.
La calidad de la obra no fue la esperada. Esto se asume a partir de las quejas del obispo, a principios del siglo XVII, cuando decía “que la iglesia no es capaz de los feligreses y necesita frecuentes reparos, se ha de descubrir todo el techo y las maderas no sirven y aun las paredes necesitan pilares”.
La Iglesia Parroquial Mayor de la Habana se levantaba en el lugar que hoy ocupa la Plaza de Armas, donde está el Palacio de los Capitanes Generales, hoy Museo de La Habana. Se plantea en los documentos de la época, que la misma está “mitad fuera y mitad dentro de la línea del frente” y que “…la Iglesia tenía dos naves y una sacristía a espaldas del altar mayor y a continuación de ella habían varias oficinas bajas y altas con sus balcones para el cura y demás dependientes de la Iglesia”.
A principios del siglo XVII el obispo Juan de las Cabezas quería pasar la Iglesia para otro lugar, pero el Cabildo acordó dejarla en el mismo sitio, pues “para comprar otros solares haría falta dinero que no hay”. Tras varios intentos, accedió el Obispo, pero propuso se le encargase a Juan de la Torre, maestro mayor de la Ciudad, tres proyectos para la Parroquial, con una, dos y tres naves para elegir e instó a que se diera cuenta a su majestad y se le solicitara, cal, madera y limosna.
A los 18 días de la solicitud fue entregada la propuesta, siendo el costo de la obra estimado en 100 mil ducados y en 80 años la ejecución. Por esos días estaba de paso en la ciudad un Oficial Maestro de Obras llamado Francisco Sillejos de Alarejo, quien hizo otro plano, optando el Cabildo por enviar al Rey los tres proyectos de De la Torre y el de Sillejos. Todo parece indicar que la Corona los vetó a los cuatro y mandó a reconstruir la existente, pues el 12 de mayo de 1614, el procurador informó que había sido acordada la reedificación de la iglesia. Mientras, el Obispo había mandado quitar las campanas de una torrecita en la sacristía y ponerla en dos palos a un lado de la puerta de la Iglesia, a lo que se opusieron los Regidores por considerarlo indecente.
Hasta 1662no se vuelve a tratar el tema de la Parroquial. En ese momento se renueva la discusión sobre en qué terreno construirla, las dimensiones y los planos, no lográndose acuerdo.
El 11 de abril de 1726el obispo Valdés se dirige al Rey para plantear la necesidad de la construcción de una nueva iglesia, y el ingeniero Bruno Caballero confecciona un proyecto cuyo costo se calculó en 150 mil pesos, monto que por lo elevado dio lugar a las consabidas consultas de la Corona, prometiendo los vecinos aportar piedra, cal y peonaje por no haber dinero a causa de la pobreza que está experimentando la ciudad.
El 30 de junio de 1741, un rayo hace explotar el pañol de pólvora del navío Invencible, surto en el puerto de La Habana, lo que motivó cuantiosos daños a muchos edificios de la ciudad, entre ellos a la Parroquial. Pero este hecho, que debió propiciar la construcción de la nueva, no hizo sino continuar las consultas y dilaciones; unos proponían un nuevo emplazamiento, pero el Cabildo consideraba que debía ser en el mismo lugar, y así transcurrieron casi treinta años hasta que el famoso huracán de Santa Teresaen 1768causó nuevos daños y reparaciones. Finalmente se ordenó su demolición al confiscarse en todo el reino las propiedades de los Jesuitas en 1773y disponerse que la Iglesia que ellos habían levantado en la Plazuela de la Ciénagase convirtiera en Catedral.
En la segunda década del siglo XXI, excavaciones arqueológicas realizadas en el Palacio de los Capitanes Generales mostraron la cimentación total de la Parroquial Mayor, pudiendo determinarse su extensión y disposición.
Fuentes
- De las Cuevas Toraya, J. 500 años de construcciones en Cuba. Edit. Chavín. La Habana, 2001.
