Pascual Cid
Síntesis Biográfica
Nació en la provincia de Orense, España el 5 de agosto de 1904. Su nivel de escolaridad no rebasaba los estudios primarios, pero logró adquirir de forma autodidacta una elevada cultura y amplios conocimientos políticos nacionales e internacionales.
Llegó a Cuba en 1930 poco antes de instaurarse La República en España. En ese mismo año empezó a trabajar en las carboneras de San Joaquín, labor que realizó hasta 1933. Posteriormente se desempeñó como encargado en una bodega hasta el año 1941; más tarde trabajó como labrador de traviesas de ferrocarril en una finca de los millonarios Fallas Gutiérrez; luego fungió como encargado de un bar de un paisano suyo llamado Enrique Cortiñas en el caserío de Tasajeras y después laboró como dependiente en una placita dónde se vendían viandas y frutas, propiedad de un lugareño llamado Samuel Feijoo.
El segundo apellido de este mártir aún se desconoce. Tampoco se le conocieron familiares en Cuba - se tiene el criterio de que no los poseía - y, de igual manera, tampoco se poseen datos de su familia en España.
Accionar revolucionario
Cuando estalló la Guerra Civil Española se brindó para ir a combatir por La República, aunque, por diversos motivos, ajenos a sus deseos no llegó a participar en esa trágica contienda.
En el año 1939 ingresó en el Partido Socialista Popular, del que siempre fue un activo militante y en el que cumplió la tarea de la organización y distribución del periódico “Hoy” y de la propaganda del partido en Manatí.
Fue fundador del Círculo Español Socialista en Victoria de Las Tunas. En 1952 pasó a militar en el Partido Comunista de España. Sus compañeros más cercanos en todas estas actividades fueron Manuel Carracedo, Eustaquio Olangua, Mariano Carretero y Pedro Fernández.
En varias ocasiones Pascual fue detenido por combatir el mujalismo en los sindicatos. Mantenía relaciones con el Movimiento 26 de Julio a través de su compañero - también mártir - Ovidio Torres Albuernes.
Muerte
El 7 de diciembre de 1958 en protesta por la zafra, no se hizo esperar la represalia de los uniformados. Su saña se descargó sobre Pascual Cid y sus compañeros de habitación Ovidio Torres y Ramón Rueda. Fueron sacados a la fuerza del albergue donde dormían, brutalmente torturados y posteriormente asesinados.
Sus cuerpos aparecieron en el kilómetro 24 de la carretera Tunas - Manatí. Los asesinos fueron el teniente García - llamado “Águila Negra” por sus compinches y “Aura Tiñosa” por el pueblo - y algunos de sus subordinados de confianza.
