Presencia aborigen en San Luis

Presencia aborigen en San Luis Fecha: Siglo VII - Siglo IX Lugar: San Luis, Santiago de Cuba, Cuba

Presencia aborigen en San Luis. La presencia del hombre aborigen en el territorio del actual municipio San Luis, de la provincia Santiago de Cuba, se aprecia a partir de los restos encontrados en una antigua comunidad ubicada en la Escondida de Bucuey. Su descubrimiento para la ciencia en 1986, resulta uno de los más importantes reportes arqueológicos realizados en el oriente cubano durante la década del 80, del siglo XX.

Primeras investigaciones

Las primeras investigaciones son realizadas por un equipo de especialistas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, encabezados por la investigadora Nilecta Castellanos Castellanos, en la zona de la Escondida de Bucuey.

La comunidad está enclavada en una pequeña elevación en el margen derecho del Río Jagua, afluente del Río Cauto, a menos de 20 metros de la corriente fluvial, y el material aparece disperso en un área aproximada de 100 m². Toda el área ha sido roturada en múltiples ocasiones, pero a pesar de esas afectaciones superficiales (25 cm), a partir de los 30 cm de profundidad, los investigadores encuentran zonas sin alteración que brindan importantes informaciones para la ciencia.

Cronología

El sitio cuenta con dos fechamientos radiocarbónicos basados en el carbono 14, uno de los cuales arroja que la etapa media de desarrollo histórico del sitio, data aproximadamente del año 1890 de n.e., lo que lo ubica como uno de los más tardíos entre los sitios denominados protoagricultores, unido a Mejías y Arroyo del Palo en Holguín.

Un segundo fechado, que se realiza a mayor profundidad, arroja una datación de 1190 de n.e. Los especialistas que realizan el trabajo escabatorio se refieren a que parece existir una estratigrafía invertida, sin embargo, por el conocimiento que se tiene de la zona y de las tierras donde está enclavado el sitio se acercan más a pensar en otras causas de pendientes del alto grado de deterioro de casi toda la superficie del sitio.

Evidencias materiales encontradas

El sitio, durante las primeras visitas realizadas, aporta una importante y nutrida colección arqueológica, donde se destacan: gubias de conchas, fragmentos de cerámica y restos de dieta […]silex en lascas de pequeño y mediano tamaño […] varios pendientes líticos. […]un excelente majador campaniforme […] y un hacha petaloide atípica.

En una segunda expedición de trabajo los investigadores pueden colectar un mayor número de objetos arqueológicos: extraordinaria frecuencia de silex, mayormente en lascas y núcleos, así como fragmentos de cerámica, algunos de ellos decorados, una notable presencia de morteros y manos de mortero de estos artefactos, así como majadores, algunos de estos últimos tallados y con simetría bilateral, también se recolectan varias bolas líticas toscas y con pocas elaboración.

La cerámica colectada en el sitio, sin llegar a ser mala, no alcanza la calidad observada en los grupos agricultores, la presencia de decoraciones es baja y para lograrlas utilizan la técnica de incisiones y aplicaciones, así como la pintura roja. Para la elaboración de las asas empleaban la técnica de modelado, y posteriormente eran aplicadas al cuerpo de la vasija.

Como técnica de fabricación de las vasijas utilizan el acordelado método muy primitivo, anterior al torno, donde primeramente preparan la masa, posteriormente fabrican con ambas manos piezas tubulares que acomodan una sobre la otra para dar forma a la vasija, luego dan forma al borde y finalmente se le aplica un barro más fino a modo de encobe que cubre pequeñas canaladuras que van dejando el acordelado.

Si la ocasión lo exige, decoran el cuerpo de la vasija. Por lo general las asas son moldeadas de forma independiente y posteriormente aplicadas al ceramio; como colofón la pieza es llevada al horno y quemada.

El material de piedra tallada colectado representa claramente las funciones para las que son utilizadas, la presencia de diversos géneros y tipos expresan por sí solo la variedad topológica de la muestra, permiten inferir las mayores o menores tendencias de la elaboración de unos o de otros para intervenir posteriormente en las distintas funciones que lleva a cabo el grupo.

Los artefactos más comunes dentro de la colección, en este orden son: lascas retocadas dorsalmente, perforadores, lascas con retoques inversos y lascas con nuesca en un borde, es destacable la presencia de raspadores (febles 1988).

Entre los instrumentos de trabajos fabricados o utilizados en su forma natural se encuentran: percutores, morteros, majadores, pulidor, triturador, hacha petaloide, masa enmangable y pendientes.

Utilizados en su forma natural: guijarros utilizados como percutores, majadores, trituradores, percutores-majadores, pulidores, alisadores, piedras molederas y pulidor.

El material de concha colectado en el sitio es muy escaso, provocado por la lejanía y el difícil acceso al mar, solamente se localizan cinco cubias y un raspador confeccionado en la columera de un Strombus sp.

Los únicos artefactos confeccionados en huesos están constituidos por adornos personales, con un total de cinco ejemplares: cuatro cuentas de vértebras de pescado y un pendiente de forma esferoidal con dos perforaciones biconicas, es de superficie muy pulida y, considerando la densidad del material óseo con que es elaborado, puede tratarse de una costilla de manatí (Trichechus manatus).

Los restos dietarios más abundantes son los pertenecientes a diversas especies de jutías, del género Capromys, y en un alto porcentaje la Capromys pilorides o jutía conga. Entre los reptiles: la iguana (ciclura nubila nubila, majá de Santamaría (Epicrates angulifer), jicoteas (Pseudemys decussata).

Conclusiones preliminares en base a las evidencias encontradas

Teniendo en cuenta todos los elementos arrojados por las evidencias materiales espumadas del sitio se pudo llegar a las siguientes conclusiones preliminares:

• Este grupo de hombres mantiene las fundamentales características como para afiliarlo a los grupos protoagricultores o herederos de las tradiciones de los grupos siboneyes o mesolíticos que se establecen además en los municipios: II Frente Oriental, Songo La Maya y Santiago de Cuba.
• Teniendo en cuenta sus instrumentos de trabajo y los restos dietarios rescatados en las excavaciones se puede inferir que practican la recolección, la casa, la pesca y una rudimentaria agricultura.
• Recolección de frutos, vegetales, huevos.
• Casa: de jutías, jicoteas, majaes, cangrejos, iguanas, etc.
• Pesca: de peces de río, porque las zonas marinas, además de encontrarse muy distante, el acceso era verdaderamente difícil, por las características geográficas del oriente cubano.
• Agricultura: a pesar de no existir evidencias de la elaboración de casabes de yuca no debe afirmarse que no practican la agricultura. Investigaciones futuras dirán si se alimentaban de tubérculos solamente cocidos, como en la actualidad. La presencia de tantos morteros, majadores y percutores, sugieren la utilización de granos, quizás maíz o algún tipo de frijol.
• Esta comunidad por su enclave, el ajuar rescatado en el sitio y el período en que le toca vivir, debe haber practicado la agricultura y eliminado la independencia absoluta a una economía de apropiación con marcadas altas y bajas productivas, y haber pasado a la siembra de algunos productos reduciendo este alto riesgo de improvisación diarias para ir dando paso a una mejor planificación alimentaria.

Otros reportes infructuosos de comunidad primitiva en San Luis

En la localidad La Escondida es el único sitio del territorio sanluisero donde ha sido posible comprobar científicamente la presencia de hombres primitivos en todo el municipio, a pesar de todo el esfuerzo investigativo que se ha realizado durante muchos años.

El Museo 29 de Abril, del municipio San Luis, expone una excelente cerámica de una calidad estilística mucho mayor que la de La Escondida de Bucuey, como procedente del sitio Río Grande, pero en realidad el origen del mismo es aún dudoso y dicho sitio no ha sido aún relocalizado.

Se han realizado varias expediciones a través de una buena parte del Río Grande, desde la Mesón hasta el Río Guaninicúm, pero todos los esfuerzos de búsqueda han dado como resultado la comprobación de la limitada presencia del hombre primitivo a través de esta vía fluvial.

El museo expone además una bella hacha petaloide pulimentada, encontrada y donada por dos jóvenes a esta institución cultural. El sitio del hallazgo es La Armonía, donde se demuestra que no existe ningún sitio arqueológico en esta zona, que la pieza en cuestión es traída desde la zona más oriental de la provincia Guantánamo y se le había extraviado a su dueño desde hacía muchos años.

También se realizan exploraciones en La Caoba sin encontrar un solo rastro de huella aborigen.

Fuente

• Colectivo de Autores. Material documental en poder del Museo 29 de Abril, municipio San Luis, Santiago de Cuba.