Primer Grito de Libertad en Cuba

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Plantilla:Hechos

El Primer Grito de Libertad en Cuba fue a mediados del siglo XIX cuando los patriotas criollos habían agotado todos los intentos de solucionar pacíficamente sus diferencias con España por la opresión política y social a que eran sometidos los cubanos. La única vía era alcanzar la libertad y la independencia de Cuba a través de una revolución armada inspiradas en las ideas de libertad, patriotismo y amor a Cuba de Félix Varela, Don José de la Luz Caballero y otros filósofos cubanos.


Inicios de Rebeldía

Primer Grito de Libertad en Cuba
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Los primeros indicios de rebeldía se manifestaron abiertamente en Yara actualmente provincia de Granma el 18 de marzo de 1866. Con motivo de las fiestas

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de San José, Carlos Manuel de Céspedes, Bartolomé Masó y otros patriotas dieron vivas a Cuba libre y brindaron por su independencia públicamente.
El 25 de julio de ese mismo año en Bayamo, durante la celebración del apóstol Santiago, un grupo de jóvenes a caballo recorrieron las calles dando gritos de ¡Viva Cuba libre!

El 24 de junio de 1867, en las fiestas de San Juan en la ciudad de Puerto Príncipe, hubo fuertes enfrentamientos entre criollos y peninsulares. Durante los meses siguientes Francisco Vicente Aguilera, Francisco Maceo Osorio, Carlos Manuel de Céspedes, Vicente García, Donato Mármol, Perucho Figueredo, Bartolomé Masó y otros cubanos de Oriente y Camagüey comenzaron a preparar las condiciones para iniciar a principios de 1869 la guerra independentista.


Organización del alzamiento

Mientras tanto el Capitán General de la Isla, Francisco Lersundi, había recibido informes que le hicieron sospechar que algo tramaban los cubanos en el oriente y el 6 de octubre ordenó por telégrafo a las autoridades españolas de Bayamo y Manzanillo el arresto de Aguilera, Céspedes, Masó, Maceo Osorio y otros más. Por suerte, el telegrafista era amigo de uno de los implicados y le envió un aviso para que pudieran ocultarse. Céspedes recibió la noticia en horas de la noche en el ingenio La Demajagua y decidió alzarse inmediatamente. Citó a todos los patriotas que pudo y durante tres días trabajó intensamente redactando el Manifiesto de la Junta Revolucionaria de la Isla de Cuba, creando una bandera similar a la de Chile pero con los colores invertidos y organizando la primera tropa que lucharía por la libertad de Cuba.


Alzamiento en el Ingenio "La Demajagua"

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Ruinas del Ingenio al ser cañoneado por los españoles después que Céspedes proclamara la independencia de Cuba

El 10 de octubre, alrededor de la diez de la mañana, Céspedes acompañado de los principales seguidores ordenó tocar la campana del ingenio para reunir a los cientos de manzanilleros y a los esclavos en el batey. Allí enarboló la bandera de La Demajagua creada por él y después de una patriótica arenga leyó el Manifiesto dirigido a todos los cubanos y al mundo con las causas que provocaron la rebelión entre las que se encontraban el despotismo de los gobernantes españoles, el abusivo y constante aumento de los impuestos fiscales, las acentuadas desigualdades sociales, la horrorosa esclavitud y la privación de todo tipo de libertades a los criollos.
El documento declaraba la independencia de Cuba, el establecimiento de un gobierno republicano y democrático y la abolición de la esclavitud. Acto seguido dio la libertad a los esclavos y los invitó a unirse para conquistar la independencia de Cuba, la mayoría de aquellos sorprendidos hombres lo acompañaron y no hubo recriminación alguna para los que se fueron. Eran libres de hacerlo.
Luego pasó revista a la tropa con un pobre armamento. Eran casi quinientos hombres donde se mezclaban ricos y pobres, blancos y negros y de los más diversos oficios y profesiones. Unos pocos estaban armados de viejos trabucos, carabinas y revólveres. Casi todos llevaban machetes y muchos reforzaron su equipamiento con lanzas de madera construidas a toda prisa ese mismo día. Todos juraron bajo la bandera de Céspedes luchar por la libertad de Cuba.


La Demajagua, sitio de efervecencia revolucionaria

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Al día siguiente la inexperta tropa trató de tomar el pueblo de Yara. Pero fue dispersada por una columna española. Céspedes atacaba y animaba a los hombres y ya en los últimos intentos le acompañaban solo 11 hombres. Uno de ellos exclamó: "Todo se ha perdido", a lo que Céspedes respondió:
"Aún quedan 12 hombres; bastan para hacer la Independencia de Cuba".
La prensa españolista de la isla y la de Madrid anunciaron regocijadas la derrota que sufrieron los libertadores en el primer combate. Es por ello que comenzaron a llamar a esta adversidad de los cubanos el grito de Yara.
En realidad La Demajagua fue el lugar donde se declaró por vez primera la independencia de Cuba; se leyó el primer Manifiesto de la Junta Revolucionaria; se dio la libertad a los esclavos, se formó el primer ejército cubano y se dio el grito de “Independencia o Muerte”.
Al día siguiente se reincorporaron algunos combatientes que se habían dispersado por la zona al calor del combate y el 15 de octubre Perucho y Luis Figueredo, el dominicano Luis Marcano, Francisco Vicente Aguilera y otros jefes cubanos con numerosos hombres se unieron a Céspedes reforzando la tropa en numero y armas. El 17 tomaron los poblados de El Horno, El Dátil, Cauto Embarcadero y Cauto y asediaron la ciudad de Bayamo. Ese mismo día el barco de guerra español Neptuno cañoneó y destruyo el ingenio La Demajagua.


Incendio de Bayamo

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Incendio de Bayamo.JPG

Después de tres días de lucha, el 20 de octubre de 1868, las fuerzas cubanas entraron victoriosas en Bayamo enarbolando la bandera de Céspedes y cantando por primera vez el himno La Bayamesa cuya letra fue escrita ese mismo día por Perucho Figueredo sobre un papel cruzando una pierna sobre la montura del caballo.

Bayamo pasó a ser la sede del primer Gobierno cubano en armas y Carlos Manuel de Céspedes asumió el cargo de Capitán General de las tropas y Jefe del Gobierno de los cubanos alzados. Se dictaron acuerdos para cuidar la higiene, mantener la educación y el orden público y el de la abolición de la esclavitud.
El gobernador español Lersundi ordenó reconquistar la ciudad de Bayamo y partieron dos columnas desde Manzanillo y Santiago de Cuba con ese fin. La primera tuvo que regresar a Manzanillo por la fuerte embestida de los criollos al mando del General Modesto Díaz y la de Santiago de Cuba formada por dos compañías tuvo una suerte atroz. El 26 de octubre de 1868 fue emboscada y diezmada entre Baire y Jiguaní por un militar dominicano que se había incorporado a las fuerzas cubanas el día anterior a las órdenes del General Donato Mármol. Era Máximo Gómez que había puesto en práctica la primera carga al machete.

Lersundi desesperado porque Bayamo era un ejemplo de valentía y patriotismo que se extendía a toda la Isla, designó al General Blas Viñate, Conde de Valmaseda, al frente de un ejército bien armado para acabar con la revolución iniciada por Céspedes. El General desembarcó en Camaguey tratando de pactar con los cubanos pero al ver que no obtenía resultados fue directamente a Bayamo. El 9 de enero las avanzadas llegaron a Cauto el Paso y Céspedes, que se encontraba guerreando en la Villa de El Cobre mandó a Donato Mármol a detener su avance. La superioridad numérica, su moderno armamento y la experiencia militar de los españoles derrotaron a las fuerzas cubanas en el Saladillo y avanzaron hacia Bayamo, la ciudad era indefendible ante aquel colosal ejército.
La noche del día 11 de enero los bayameses reunidos en el Ayuntamiento decidieron prenderle fuego a la primera capital de la República de Cuba en Armas antes que rendirla a los opresores y al día siguiente el farmacéutico Pedro Maceo Infante, fue el primero en encender el fuego quemando su establecimiento, parecía una señal porque casi simultáneamente se inició la quema de las casas de Luz Vázquez, Francisco Vicente Aguilera, Perucho Figueredo, y el resto de las viviendas, iglesias, edificios públicos. Toda la ciudad ardía. A lo lejos el General Valmaseda no podía creer lo que veía. Iba en pos de una gran y decisiva victoria militar y descansar en una de las hermosas casonas bayamesas y sus sueños se desvanecieron al ver aquella ciudad convertida en antorcha. Acampó frente a ella durante tres días antes que él y sus tropas pudieran recorrer aquellas gloriosas calles y casas aun humeantes.
El incendio de Bayamo demostró a España y al mundo el supremo sacrificio, valor y heroísmo de los cubanos por tener y mantener una Patria libre y soberana. Con la sangre y el fuego de ese día se escribió la primera página de patriotismo en la historia de Cuba.


Fuentes

  • Dos fechas históricas: 10 de Octubre de 1868, 24 de Febrero de 1895. Hortensia Pichardo y Fernando Portuondo, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1989.
  • 12 de enero de 1869 (incendio de la ciudad de Bayamo) Maceo Verdecia, Bayamo 1941.
  • Manual de Historia de Cuba, Ramiro Guerra. Editorial Ciencias Sociales 1971.Álbum histórico fotográfico de la Guerra de Cuba. Gil Gelpi y Ferro, Imprenta La Antilla 1872.


Véase también