Radiofrecuencia para el dolor de espalda

Radiofrecuencia para el dolor de espalda
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Concepto:Es el paso de una corriente de alta frecuencia a través de una cánula activa, la que ejercerá la acción terapéutica.


Radiofrecuencia para el dolor de espalda. Es el paso de una corriente de alta frecuencia a través de una cánula que está totalmente aislada excepto en la punta (2-4 mm) que es la parte activa y la que ejercerá la acción terapéutica. Al pasar la corriente por la cánula, la temperatura en la misma aumenta en la punta y en el resto está totalmente aislada.

Mecanismo de acción

El aumento de temperatura en un objetivo, generalmente un nervio sensitivo responsable del cuadro de dolor, tiene como consecuencia la interrupción en la transmisión del dolor (en el caso de radiofrecuencia térmica a 80º) o como una modificación en la transmisión (en la radiofrecuencia pulsada a 40º). El procedimiento se practica con anestesia local y con una sedación.

Efectos secundarios

La técnica en manos expertas y siguiendo consejos de seguridad, tiene pocos efectos secundarios. El procedimiento ha de practicarse en un quirófano para mantener la asepsia, y con la seguridad de una visión exacta de la zona que se introduce la cánula (es decir bajo control radiológico). No se trata de ninguna medicación y al ser una técnica física, existen los efectos derivados de las molestias de la infiltración que son mínimas por la anestesia local y la sedación. Otras, en el caso de no controlar la inserción de la cánula, podrían desembocar a una punción no deseada en otra estructura y/o entre ellas un vaso y provocar un hematoma.

Otras medidas de seguridad en lo que se refiere a la técnica sería la comprobación de la estimulación sensitiva y motora una vez tenemos la cánula en la localización adecuada y controlada radiológicamente. Con las debidas preguntas al paciente y antes de proceder a practicar la radiofrecuencia se practica una estimulación con parámetros en los que el paciente percibe un hormigueo (parestesias) en la zona que habitualmente tiene el dolor. Ello representa que tenemos la cánula en posición adecuada. Para corroborar que no se trata de un nervio motor, se pregunta y se visualiza, al dar una estimulación más potente que ninguna estructura (brazo, pierna) se mueva al aplicar esta descarga. Si es así debe de reposicionarse la cánula.

Tipos de RF

Radiofrecuencia convencional (RF)

También llamada térmica es una técnica neuroablativa que provoca lesión por calor. Utiliza corriente de baja energía con altas frecuencias (500.000 Hz). A 80º provoca interrupción de la transmisión en las vías del dolor).

Radiofrecuencia pulsada

Es una técnica neuromoduladora, (RFP) no neuroablativa, que ha ampliado las indicaciones ya que no produce destrucción nerviosa, ni neuritis residual. La RFP interrumpe la corriente periódicamente (pulsos) para controlar la temperatura y eliminar el calor en el tejido. La temperatura máxima alcanzada es de 40-42 ºC en un tiempo de 120 segundos Como ventajas de la RFP hay que destacar que no es destructiva por lo que puede estar indicada en casos de dolor neuropático o en estructuras donde la RF convencional no puede usarse.

Indicaciones de RF

A nivel de la columna vertebral: cervical, dorsal, lumbar. Dolor facetario, dolor discogénico (radiofrecuencia intradiscal), en radiculopatias (radiofrecuencia DRG: dorsal root ganglion), sobre nervios periféricos y craneales. RF de la articulación sacroilíaca. En los síndromes de dolor regional complejo con dolor mantenido por el simpático: RF del ganglio estrellado, RF de la cadena simpática lumbar. RF del ganglio de Gasser en la neuralgia esencial del trigémino. RF del ganglio esfenopalatino en ciertos casos de migraña. RF de los nervios periféricos: intercostales, supraescapular, de las ramas sensitivas articulares de los nervios obturador y femoral. RF de puntos trigger. La radiofrecuencia facetaria es la más indicada. Se aplica sobre los nervios que inervan dichas articulaciones: MB (medial brach) de la raíz dorsal.

Técnica

Se sitúa el fluoroscopio en una proyección anteroposterior para identificar el nivel seleccionado. A continuación se realiza una rotación alrededor de su eje, hasta conseguir un plano sagital adecuado. Posteriormente, se oblicua ligeramente hasta que las apófisis espinosas y las facetas articulares se visualizan en el lado contralateral; habitualmente, se consigue con una angulación entre 20 y 30º.

Se hace avanzar una aguja con una punta activa de 2 mm en la dirección de los rayos X, comprobando periódicamente la profundidad mediante una proyección lateral. Una vez la aguja sobrepasa en 1 mm la parte posterior del foramen, se procede a realizar una estimulación sensitiva con una frecuencia de 50 Hz. Si el resultado de la estimulación es negativo, se avanza un 1 mm y se realiza una nueva estimulación. Cuando se obtiene una respuesta positiva, se procede a realizar la radiofrecuencia pulsada.

Síndrome facetario

Se carateriza por dolor lumbar de carácter mecánico producido por el movimiento, usualmente flexión dorsal y rotación del tronco. Con el fin de evaluar el grado de alivio del dolor y su duración en el tiempo, se realizó un estudio retrospectivo sobre un total de 43 pacientes tratados mediante lesiones radiofrecuencia a nivel del ramo posterior distal de la raíz dorsal del ganglio, que inerva las articulaciones interapofisarias posteriores.

Material y métodos

Se realizaron lesiones de radiofrecuencia a todos aquellos pacientes con dolor lumbar no irradiado o pseudociatalgia y que a la exploración presentaban dolor a la palpación profunda a nivel de las articulaciones interapofisarias lumbares. Previamente, se les realizó un bloqueo con anestésico local (bupivacaína) y metilprednisolona, consiguiendo en todos los casos alivio del dolor pero limitado en el tiempo (inferior a 1-2 semanas).

Las lesiones se realizaron a nivel de los ramos posteriores en todas aquellas articulaciones ipsilaterales dolorosas a la palpación. Se utilizó una aguja SMK-C10 22G, con control de temperatura, de 100 mm de longitud y con una punta activa de 5 mm. La punta de aguja se situó con ayuda de radioscopia en el borde lateral de la unión del pedículo con la apófisis transversa.

Una vez situada la aguja, se realizó un estímulo sensitivo a 50 Hz, obteniéndose parestesias con un voltaje de 0,4-0,5 V. Posteriormente, se realizó un estímulo motor a 2 Hz, no debiendo observarse contracción muscular con un voltaje dos veces superior al del umbral sensitivo. La posición de la aguja se modificó hasta cumplir los dos requisitos anteriormente descritos. La impedancia durante el procedimiento fue de 300 a 500 ohm. En este punto se procedió a inyectar a traveé de la aguja 0,1-0,2 ml de lidocaína al 2% para evitar la sensación dolorosa del procedimiento de radiofrecuencia. A continuación, se realizaron las lesiones de radiofrecuencia a una temperatura de 80ºC durante 90 segundos.

Fuentes