Rafael Cabrera y López Silvero

Rafael Cabrera
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Cienfueguero partícipe en las guerras de 1868 y 1895
NombreRafael Cabrera y López Silvero
Nacimiento5 de mayo de 1846
Cienfuegos, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento7 de noviembre de 1897
finca Las Olivas, Sancti Spíritus, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana
EducaciónUniversitario
TítuloAbogado

Rafael Cabrera y López Silvero: Figura representativa de Cienfuegos, participante en las guerras de 1868 y de 1895.

Síntesis Biográfica

Nació en Cienfuegos el día 5 de mayo de 1846. Sus padres fueron el señor Francisco Belén Cabrera y la Sra. Guadalupe López Silvero, pertenecientes ambos a distinguidas y estimadas familias de esta ciudad.

Vida y Obra

Adquirió la primera enseñanza en el célebre colegio “El Salvador” y en este plantel fue discípulo predilecto del sabio José de la Luz y Caballero, cursando después el bachillerato en el Instituto de La Habana. Hacía los estudios de la carrera de Derecho en la Universidad cuando se lanzó a la guerra, en Las Villas, el 7 de febrero de 1869, con el entusiasmo que distinguía a la juventud culta y rica de aquella época.

Pronto se hizo notable en las filas de los patriotas por su valor en los combates y su despreocupación para soportar las vicisitudes inherentes a la guerra, al terminar la Revolución, y siendo aun bastante joven, ya había alcanzado el grado de Coronel. A raíz del Pacto del Zanjón fue deportado a España, a causa de sus ideas ostensiblemente contrarias a toda agencia entre la colonia y su metrópoli.

Encontrándose en España terminó su carrera de abogado en la Universidad de Sevilla y ya graduado volvió a Cuba para dedicarse en Cienfuegos al ejercicio de su profesión, obteniendo renombre por su competencia y probidad.

Creadas en esta Isla las agrupaciones políticas por las reformas implantadas después de 1879, militó en el Partido Autonomista, figurando entre los elementos más radicales de la extrema izquierda. Fue presidente del comité local de este Partido en Cienfuegos y mantuvo la defensa de los principios autonómicos en los días más difíciles para esta propaganda, como fueron los que precedieron y sucedieron a los sucesos del “Teatro Zorrilla”, promovidos por los intransigentes de la colonia. Contrajo matrimonio en esta ciudad, creando un hogar venturoso en el que resplandecía la más acrisolada virtud. De esta unión tuvo varios hijos.

Comenzaba la Revolución de 1895, se trasladó con su familia a los Estados Unidos de América y allí vivía identificado con el movimiento separatista de Cuba. Cuando sus amigos residentes en esa república y en Paris, que tenían gran fe en su patriotismo y su valor - entre otros, la ilustre Marta Abreu, y el opulento hacendado José Emilio Terry - prepararon una expedición, para que le trajera a Las Villas, donde era tan popular, principalmente en Cienfuegos.

Esta expedición salió de Charleston, en Carolina del Sur, Estados Unidos, en el vapor “Dauntless” y fue de las más grandes que vinieron a Cuba durante la época revolucionaria, pues además del numeroso contingente de patriotas que conducía llevaba gran número de rifles, abundante parque, material sanitario y un cañón de regular calibre , del que tuvieron que hacer uso los expedicionarios en los momentos en que efectuaban el desembarco, por haberse aproximado al lugar un buque español, que se retiró poco después. La expedición desembarcó en la costa norte de Camaguey, en un punto llamado “Tuna”, a fines del año 1896.

Muerte

Años después, lejos de su esposa y de sus hijos, que amaba con idolatría, su cuerpo se fue debilitando hasta que vino la muerte. Murió en la finca Las Olivas, situada en la jurisdicción de Sancti Espíritus, el día 7 de noviembre de 1897, siendo inhumado su cadáver en la misma finca. En el mes de diciembre de 1899 y por iniciativa del Club Patriótico “Cubanita” fueron exhumados los restos del esclarecido revolucionario cienfueguero, con el laudable propósito de trasladarlo a su ciudad natal y darle aquí sepultura. El acto de recibimiento se verificó con gran solemnidad el día 24 del precipitado mes, por haber sido traído el día anterior en el vapor “Reina de los Ángeles”, como homenaje póstumo a quien había sido mártir de sus deberes con la Patria y de sus gloriosos empeños libertadores.

Al llegar al muelle del Estado donde fueron desembarcados, un público numeroso, en el que figuraba una comisión de la Colonia Española, lo acompañó hasta la Casa del Ayuntamiento, en cuyo salón de sesiones fueron expuestos, dándole guardia de honor varias señoritas del “Club Cubanitas”, los Veteranos, los otros clubes patrióticos locales, las Autoridades, los Gremios de Obreros, los empleados públicos y muchas personas del pueblo.

Fuentes