Revolución de Mayo

Revolución de Mayo
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Sucesos de la Revolución de Mayo
Fecha:25 de mayo de 1810
Sitio:Argentina
Impulsores:Antonio Luis Beruti

Cornelio Saavedra Juan José Castelli Juan José Paso Manuel Belgrano Mariano Moreno Nicolás Rodríguez Peña Hipólito Vieytes Martín Rodríguez Juan José Viamonte Eustoquio Díaz Vélez

Domingo French
Motivos:Abdicaciones de Bayona, Invasiones Inglesas


Revolución de Mayo. La llamada Revolución de Mayo fue un proceso histórico que resultó en la ruptura de los lazos coloniales con España en 1810 y habilitó el camino hacia la independencia del país, el 9 de julio de 1816. Los hechos de mayo no hicieron más que cristalizar un movimiento liberador que venía buscando, desde 1806, mayor participación política y económica de los criollos. Los eventos de la Revolución de Mayo se sucedieron durante el transcurso de la Semana de mayo, entre el 18 de mayo, fecha de la confirmación oficial de la caída de la Junta Suprema Central, y el 25 de mayo, fecha de asunción de la Primera Junta.

Antecedentes

En 1810 confluyeron varios sectores con diferentes opiniones sobre cuál debía ser el camino a seguir en el Virreinato del Río de la Plata. Una situación análoga a la que se estaba viviendo había sucedido un siglo antes, durante la Guerra de Sucesión Española entre los Austrias y los borbónicos, en la que durante quince años los dominios españoles de ultramar no sabían a quién reconocer como el rey legítimo. En aquella oportunidad una vez que se instaló Felipe V en el trono español los funcionarios americanos lo reconocieron y todo volvió a su curso. Probablemente en 1810, muchos, especialmente españoles, creían que bastaba con formar una junta y esperar a que en España retornara la normalidad

Causas

Externas

La declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776 de Gran Bretaña sirvió como un ejemplo para los criollos de que una revolución e independencia en Hispanoamérica eran posibles. La Constitución estadounidense proclamaba que todos los hombres eran iguales ante la ley (aunque, por entonces, dicha proclamación no alcanzaba a los esclavos), defendía los derechos de propiedad y libertad y establecía un sistema de gobierno republicano.

A su vez, desde finales del siglo XVIII se habían comenzado a difundir los ideales de la Revolución francesa de 1789, en la cual una asamblea popular finalizó con siglos de monarquía con la destitución y ejecuciones del rey de Francia Luis XVI y su esposa María Antonieta y la supresión de los privilegios de los nobles. La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, cuyos principios eran "Liberté, égalité, fraternité", en español "libertad, igualdad, fraternidad", tuvo una gran repercusión entre los jóvenes de la burguesía criolla. La Revolución francesa motivó también la expansión en Europa de las ideas liberales, que impulsaban las libertades políticas y económicas. Algunos liberales políticos influyentes de dicha época, opuestos a las monarquías y al absolutismo, eran Voltaire, Jean-Jacques Rousseau, Montesquieu, Denis Diderot y Jean Le Rond d'Alembert, mientras que el principal representante de la economía liberal era Adam Smith, autor del libro La riqueza de las naciones que proponía el libre comercio.

Aunque la difusión de dichas ideas estaba muy restringida en los territorios españoles, pues no se permitía el ingreso de tales libros a través de las aduanas o la posesión no autorizada, igualmente se difundían en forma clandestina.

Las ideas liberales alcanzaron incluso al ámbito eclesiástico, Francisco Suárez sostenía que el poder político no pasa de Dios al gobernante en forma directa sino por intermedio del pueblo. Éste sería entonces, de acuerdo con Suárez, el que posee el poder y lo delega en hombres que manejan al estado y si dichos gobernantes no ejercieran apropiadamente su función de gerentes del bien común se transformarían en tiranos y el pueblo tendría el derecho de derrocarlos o enfrentarlos, y establecer nuevos gobernantes.

En Gran Bretaña, mientras tanto, se inicia la revolución industrial, y para satisfacer ampliamente las necesidades de su propia población necesitaba nuevos mercados a los cuales vender su creciente producción de carbón, acero, telas y ropa. Gran Bretaña ambicionaba que el comercio de las colonias españolas en América dejara de estar monopolizado por su metrópoli. Para lograr este fin intentó conquistarlas -intentona fallida en el Río de la Plata mediante las dos Invasiones Inglesas, de 1806 y 1807- o bien promovió su emancipación. En Europa se desarrollaban las Guerras Napoleónicas, que enfrentaron al Imperio Napoleónico francés contra Gran Bretaña y España, entre otros países. Francia tuvo una gran ventaja inicial y, mediante las abdicaciones de Bayona, forzó la renuncia de Carlos IV de España y su hijo Fernando VII. Éstos fueron reemplazados en el trono español por José Bonaparte, hermano del emperador francés Napoleón Bonaparte. La monarquía española intentó resistir formando la Junta Suprema de España e Indias o Junta Suprema Central y, tras la derrota de ésta, el Consejo de Regencia de España e Indias o Consejo de Regencia.

Internas

Etapa virreinal

Durante la etapa virreinal, España mantuvo un férreo monopolio con sus colonias americanas, impidiendo el libre comercio con Inglaterra, beneficiaria de una extensa producción manufacturera en plena revolución industrial. La condena a la intermediación perpetua por parte de España encarecía los intercambios comerciales y sofocaba el crecimiento de las colonias. La escasez de autoridades españolas y la necesidad de reemplazar al régimen monopólico, sumado a las convulsiones que se vivían Europa tras la invasión napoleónica, llevaron a un grupo destacado de la población criolla a impulsar un movimiento revolucionario. Para febrero de 1810 casi toda España se encontraba en manos de los franceses. Un Consejo de Regencia gobernaba la península en nombre de Fernando VII, prisionero de Napoleón. El 13 de mayo de 1810 llegaron a Buenos Aires las noticias de la caída de la Junta Central de Sevilla, último bastión del poder español.

La autoridad que había designado al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros había, por tanto, caducado y la propia autoridad del virrey se encontraba cuestionada. Pronto Cisneros debió ceder a las presiones de las milicias criollas y de un grupo de jóvenes revolucionarios y convocó a un Cabildo Abierto para el 22 de mayo de 1810. El Cabildo, dominado por españoles, burló la voluntad popular y estableció una junta de gobierno presidida por el propio Cisneros. Esto provocó la reacción de las milicias y el pueblo. Cornelio Saavedra y Juan José Castelli obtuvieron la renuncia del ex virrey.

Acontecimientos de la semana de mayo

Viernes 18

Ante el nivel de conocimiento público alcanzado por la noticia de la caída de la Junta de Sevilla, Cisneros realizó una proclama en donde reafirmaba gobernar en nombre del rey Fernando VII, para intentar calmar los ánimos. La misma noche del 18 los jóvenes revolucionarios se reunieron en la casa de Rodríguez Peña y decidieron exigirle al virrey la convocatoria a un Cabildo Abierto para tratar la situación en que quedaba el virreinato después de los hechos de España. El grupo encarga a Juan José Castelli y a Martín Rodríguez que se entrevisten con Cisneros.

Sábado 19

Los criollos piden a las autoridades que se les permita realizar un Cabildo Abierto para tratar la situación, con ausencia de Cisneros ya que habiendo sido disuelta la Junta que lo había designado como virrey consideraban que había cesado su mandato. Cornelio Saavedra y Manuel Belgrano le pidieron al Alcalde Lezica la convocatoria a un Cabildo Abierto. Por su parte, Juan José Castelli hizo lo propio ante el síndico Leiva.

Domingo 20

El virrey Cisneros reunió a los jefes militares y les pidió su apoyo ante una posible rebelión, pero todos se rehusaron a brindárselo. Por la noche Castelli y Martín Rodríguez insistieron ante el virrey con el pedido de cabildo abierto. El virrey dijo que era una insolencia y un atrevimiento, pero ante la insistencia de los criollos, convocó al Cabildo para el día 22 de Mayo.

Lunes 21

Un grupo de revolucionarios, encabezados por Domingo French y Antonio Luis Beruti, se agrupaban bajo el nombre de la "Legión Infernal" y pedía a los gritos que se concrete la convocatoria al Cabildo Abierto. Los cabildantes acceden al pedido de la multitud. El síndico Leiva sale al balcón y anuncia formalmente el ansiado Cabildo Abierto para el día siguiente.

Martes 22

A las 9 de la mañana comenzó la sesión. Habían sido invitados los vecinos más destacados. Se inició el debate, expusieron el escribano del Cabildo, el Obispo de Buenos Aires, varios españoles y criollos y por fin se decidió votar una propuesta concreta. Entre todas se apoyó la propuesta de Cornelio Saavedra: la cesación del Virrey y la delegación interina del mando en el Cabildo hasta la formación de una Junta que lo ejerciera sobre la base de la participación popular. Apoyaron esta opinión Castelli, Belgrano, Paso, Moreno y Rivadavia, pero se postergó el escrutinio hasta el día siguiente.

Miércoles 23

El recuento de los votos fue de 155 votos por la destitución del Virrey y 69 por su continuación en el mando. Una maniobra de los regidores del Cabildo, sin consultar al pueblo, forma una Junta Provisional presidida por el propio Virrey Cisneros.

Jueves 24

Jura una Junta de Gobierno presidida por el virrey e integrada por españoles y por dos criollos: Castelli y Saavedra. Es un día de indignación para el pueblo. Renuncian los miembros de la Junta y el virrey. El poder vuelve al Cabildo. Los patriotas decidieron presentar una lista con los nombres de las personas que debían integrar la nueva Junta de Gobierno y enviar a la brevedad una expedición militar al interior para comunicar las novedades. La destitución del Virrey se hizo pública a través de un bando por las calles de Buenos Aires.

Viernes 25

Grupos de vecinos y milicianos encabezados por Domingo French y Antonio Beruti se fueron juntando frente al cabildo a la espera de definiciones. Algunos llevaban en sus pechos cintitas azules y blancas, que eran los colores que los patricios habían usado durante las invasiones inglesas, y al ir pasando las horas sin ninguna noticia, gritan: "el pueblo quiere saber de que se trata". Mientras tanto, dentro del edificio, los cabildantes se reunieron y no aceptaron la renuncia de los miembros de la Junta. Entonces se decide convocar a las fuerzas armadas, pero éstas le niegan su apoyo al virrey. Se le pide la renuncia a Cisneros, pero éste no accede. Los criollos hacen una presentación para comunicar que, habiendo renunciado todos los integrantes de la Junta, el pueblo asumía la autoridad que hasta entonces tenía depositada en el Cabildo.

Seguidamente se dieron a conocer los nombres de quienes integrarían la Nueva Junta, que no era otra cosa que el Primer Gobierno Patrio de los argentinos y la decisión de enviar en el término de 15 días una expedición al interior. A las tres de la tarde, los miembros del Primer Gobierno Patrio juraron desempeñar lealmente su cargo y conservar esta parte de América para el Rey Español Fernando VII, aunque el verdadero propósito de los patriotas era independizarse de España.

Junta Provisoria Gubernativa del Río de la Plata

El 25 de mayo, reunido en la Plaza de la Victoria, actual Plaza de Mayo, el pueblo de Buenos Aires finalmente impuso su voluntad al Cabildo creando la Junta Provisoria Gubernativa del Río de la Plata integrada por: Cornelio Saavedra, presidente; Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo Matheu, Juan Larrea, vocales; y Juan José Paso y Mariano Moreno, secretarios. Quedó así formado el primer gobierno patrio, que no tardó en desconocer la autoridad del Consejo de Regencia español

“El oficial de nuestro ejército después de asombrar al enemigo por su valor, debe ganar a los pueblos por el irresistible atractivo de su instrucción. El que se encuentre desnudo de estas cualidades redoble sus esfuerzos para adquirirlas, y no se avergüence de una dócil resignación a la enseñanza que se le ofrece, pues en un pueblo naciente todos somos principiantes, y no hay otra diferencia que la de nuestros buenos deseos: el que no sienta los estímulos de una noble ambición de saber y distinguirse en su carrera, abandónela con tiempo, y no se exponga al seguro bochorno de ser arrojado con ignominia: busque para su habitación un pueblo de bárbaros o de esclavos y huya de la gran Buenos Aires que no quiere entre sus hijos hombres extranjeros a las virtudes.
Mariano Moreno "[1]
“El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes, y el honor de éstos se interesa en que todos conozcan la execración con que miran aquellas reservas y misterios inventados por el poder para cubrir sus delitos. El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien, debe aspirar a que nunca puedan obrar mal.
Mariano Moreno
“Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce, lo que vale, lo que puede y lo que sabe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte, mudar de tiranos, sin destruir la tiranía” Mariano Moreno

Referencia

  1. Moreno, Mariano. Revolución de mayo disponible en: Historia y efemérides argentina.ar.

Fuentes

  • Revolución de Mayo. Disponible en: argentina.ar. Consultado el 24 de julio de 2014.
  • 25 de mayo. Disponible en: elhistoriador.com.ar. Consultado el 24 de julio de 2014.
  • 25 de mayo. Disponible en: wikipedia.org. Consultado el 24 de julio de 2014.