Síndrome de Persistencia del Conducto Arterioso

Síndrome de Persistencia del Conducto Arterioso
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Síndrome de Persistencia del Conducto Arterioso. El conducto arterioso persistente es una abertura persistente que se encuentra entre los dos vasos sanguíneos principales que salen del corazón. La abertura (conductos arteriales) es una parte normal del sistema circulatorio de los bebés en el vientre y que, por lo general, se cierra poco después del nacimiento. Sin embargo, si permanece abierto, se llama "conducto arterioso persistente". A menudo no hay síntomas, y el diagnóstico se sospecha basándose en un soplo cardíaco que el médico ausculta con un estetoscopio.

Sindromografía Clínica

Común en prematuros e individuos que nacen en grandes alturas. El niño puede desarrollarse normalmente, pero presenta disnea de esfuerzo, fatigabilidad, palpitaciones. Ocasionalmente, puede retardarse el desarrollo. Tarde o temprano hay insuficiencia cardiaca. La endocarditis bacteriana puede complicar este síndrome.

Exámen físico

Palidez, hábito grácil. Corazón: soplo de Gibson (ruido en maquinaria que ocupa la sístole y la diástole) con característico thrill sistólico creciente en el sitio de mayor intensidad del soplo; acentuación del segundo ruido pulmonar; pulso fuerte ocasionalmente de Corrigan, pulso capilar, pulso femoral en pistoletazo.

Exámenes paraclínicos

  • Electrocardiograma. Hipertrofia ventricular izquierda y/o derecha.
  • Radiología de tórax. Circulación pulmonar aumentada, aumento del tronco de la arteria pulmonar, agrandamiento de cavidades izquierdas y de la aorta, a veces se observa calcificación del conducto.
  • Ecocardiograma. Sobrecarga del volumen del ventrículo izquierdo, dilatación de cavidades izquierdas y de la aorta.

Sindromogénesis y etiología

Persistencia del conducto arterioso después de 8 semanas del nacimiento. Si el defecto es pequeño hay shunt de izquierda a derecha y la presión de la arteria pulmonar se mantiene normal; cuando el defecto es mayor la presión de la aorta se trasmite a la pulmonar, se puede establecer una hipertensión pulmonar y el shunt se revierte. A menudo, un conducto arterioso persistente pequeño no causa problemas y puede que nunca necesite tratamiento. No obstante, un conducto arterioso persistente grande que no se trata puede permitir que la sangre poco oxigenada fluya en la dirección errónea, lo que debilita el músculo cardíaco y causa insuficiencia cardíaca, así como otras complicaciones. Las opciones de tratamiento para un conducto arterioso persistente comprenden el control, los medicamentos y el cierre mediante el cateterismo cardiaco y una cirugía.

Síntomas

Los síntomas del conducto arterioso persistente varían según el tamaño del defecto y si el bebé nació a término o de forma prematura. Es posible que, si el conducto arterioso persistente es pequeño, no cause signos ni síntomas y no se detecte durante un tiempo, incluso hasta la adultez. Un conducto arterioso persistente grande puede provocar signos de insuficiencia cardíaca poco después del nacimiento. En un principio, el médico de tu bebé puede sospechar de un defecto cardíaco durante un control regular después de escuchar un soplo cardíaco con un estetoscopio. Un conducto arterioso persistente grande que se encuentra durante la infancia o la niñez puede causar lo siguiente:

  • Mala alimentación, que lleva a un crecimiento deficiente
  • Sudoración al llorar o comer
  • Respiración acelerada o falta de aliento persistentes
  • Cansancio fácil
  • Frecuencia cardíaca acelerada

Causas

Los defectos del corazón congénitos surgen de manera temprana en el desarrollo del corazón, pero por lo general no existe una causa clara. Los factores genéticos pueden influir. Antes del nacimiento, es necesario realizar una apertura entre dos vasos sanguíneos principales que salen del corazón (la aorta y la arteria pulmonar) para la circulación sanguínea de tu bebé. La conexión desvía la sangre de los pulmones del bebé mientras se desarrollan y el bebé recibe oxígeno de la circulación de la madre. Luego del nacimiento, normalmente el conducto arterioso se cierra en un plazo de dos o tres días. En los lactantes prematuros, la apertura toma más tiempo en cerrarse. Si la conexión permanece abierta, se conoce como "conducto arterioso persistente". La apertura anormal hace que circule demasiada sangre hacia el corazón y los pulmones del bebé. Si no se trata, puede aumentar la presión arterial en el bebé (hipertensión pulmonar) y el corazón del bebé podría agrandarse y debilitarse.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de tener un conducto arterioso persistente comprenden los siguientes:

  • Nacimiento prematuro. El conducto arterioso persistente se produce con mayor frecuencia en los bebés que nacieron demasiado pronto que en aquellos que nacieron a término.
  • Antecedentes familiares y otras afecciones genéticas. Los antecedentes familiares de defectos cardíacos y otras afecciones genéticas, como el síndrome de Down, aumentan el riesgo de tener un conducto arterioso persistente.
  • Infección por rubéola durante el embarazo. Si contraes sarampión alemán (rubéola) durante el embarazo, aumenta el riesgo de que tu bebé tenga defectos cardíacos. El virus de la rubéola atraviesa la placenta y se propaga por el sistema circulatorio del bebé, lo que daña los vasos sanguíneos y los órganos, incluido el corazón.
  • Nacimiento a una altura elevada. Los bebés que nacen a más de 8200 pies (2499 m) tienen un mayor riesgo de presentar un conducto arterioso persistente que los bebés que nacen en alturas más bajas.
  • Sexo femenino. El conducto arterioso persistente es dos veces más común en las niñas.

Complicaciones

Es posible que un conducto arterioso persistente pequeño no cause complicaciones. Los defectos más grandes y sin tratamiento podrían causar lo siguiente:

  • Presión arterial alta en los pulmones. La circulación excesiva de sangre a través de las arterias principales del corazón por un conducto arterioso persistente puede producir hipertensión pulmonar, lo cual puede causar daño pulmonar permanente. Un conducto arterioso persistente grande puede producir el síndrome de Eisenmenger, un tipo de hipertensión pulmonar irreversible.
  • Insuficiencia cardíaca. Finalmente, un conducto arterioso persistente puede causar que el corazón se agrande y se debilite, lo que provoca insuficiencia cardíaca, una afección crónica en la que el corazón no puede bombear de manera eficaz.
  • Infección cardíaca (endocarditis). Las personas que presentan problemas estructurales del corazón, como un conducto arterioso persistente, tienen un mayor riesgo de sufrir una inflamación de la capa interna del corazón que las personas con corazones sanos.

Fuente

Friedberg, C.K.: Diseases of the heart. ed.3th, Philadelphia, Saunders, 1966.