Terapéutica física en Dermatología

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Terapéutica física en Dermatología
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Concepto:Proceder que utiliza la aplicación de diversas técnicas, fundamentalmente radiaciones, para el tratamiento en varias enfermedades de la piel, con resultados efectivos.

Terapéutica física en Dermatología. Dentro de los múltiples procederes terapéuticos de uso en dermatología están los agentes físicos, como son: radiaciones ultravioletas, rayos X o terapia superficial, crioterapia, electrocirugía y rayos láser (del inglés light amplified by stimulated emission of radiation).

Radiaciones ultravioletas o luz alpina

Se emplea como tratamiento en trastornos de la piel, por ejemplo: psoriasis, dermatitis atópica, acné, vitíligo, pitiriasis rosada de Gibert, y para repigmentar áreas hipocrómicas transitorias como las residuales a la pitiriasis versicolor. Esto se logra debido a las radiaciones electromagnéticas emitidas por el sol y las diversas fuentes artificiales de luz como: UVC,UVB y UVA.

La banda UVC consiste en longitudes de onda entre 200 y 290 nm. Estas no llegan a la superficie de la tierra, por el contrario, son absorbidas por la capa de ozono. La banda UVB consiste en longitudes de onda entre 290 y 320 nm; son longitudes de onda eritemógenas, que causan quemaduras solares. La banda UVA son longitudes de onda de 320 a 400 nm. Estas pasan con facilidad a través de las ventanas de vidrio. Es necesario señalar que para tratar las afecciones cutáneas se utilizan las radiaciones UVA y UVB.

Las radiaciones ultravioletas penetran e interactúan con moléculas en la piel, como ADN, ARN y proteínas. La radiación eleva a la molécula a un estado de energía más alto y puede causar un cambio químico que origina una respuesta fotobiológica.

En el tratamiento con luz solar resulta difícil controlar la dosis empleada. Cuando es muy poca, la radiación es insuficiente para una terapéutica eficaz y, por otra parte, más radiación implica el peligro de reacciones fototóxicas, como una quemadura solar. Por ello, con frecuencia se utilizan fuentes artificiales de radiaciones ultravioletas que proporcionan dosis graduadas exactas.

En estos casos deben protegerse los ojos con anteojos opacos para radiaciones UVA y UVB. Se recomienda al que reciba terapéutica PUVA (psoralenos más radiaciones ultravioleta de longitud de onda larga) continuar protegiéndose los ojos de la UVA ambiental, por lo menos 24 h después de recibir el tratamiento, para prevenir cataratas, ya que es posible la permanencia de psoralenos en el cristalino por tiempo prolongado y pueden interactuar con UVA.

Radioterapia superficial o rayos X

Esta terapéutica es muy útil en manos de un operador experto, y constituye un instrumento eficiente y decisivo en muchas enfermedades de la piel. Se puede aplicar en carcinomas de células basales y escamosas de la cara, en neurodermatitis, psoriasis, dermatitis crónicas, queloides, verrugas y liquen plano hipertrófico.

Su efecto beneficioso en las inflamaciones depende de su acción sobre las infiltraciones linfocitarias y sobre los vasos de neoformación, que constituyen el fundamento histopatológico de las inflamaciones de la piel. Las radiaciones superficiales con rayos X se generan en equipos de 80 a 120 kv. La dosis absorbida se mide en unidades llamadas grays, una unidad SI que ha sustituido a la antigua rad (dosis de radiación absorbida). Un gray (Gy) es un joule (J) de energía absorbida por kilogramo de tejido. Un centigray (cGy) equivale a un rad.

La dosis habitual en procesos reaccionales es de 50 a 70 cGy, una vez por semana, de 6 a 8 aplicaciones. En queloides puede ser más alta la dosis y puede llegarse hasta 300 a 600 cGy en una sesión, que en caso necesario puede repetirse a las 2 semanas por 2 a 3 dosis más. En los tumores malignos, las dosis son más elevadas (total de 4 000 a 7 000 cGy); sus efectos son por destrucción y lisis de las células malignas. Estas dosis provocan una radiodermatitis, que desaparece y deja una cicatriz con grado variable de atrofia.

Crioterapia

La crioterapia es la utilización de medios de congelación o agentes criógenos en el tratamiento de afecciones cutáneas como los tumores malignos, verrugas, queloides, queratosis seborreicas, queratosis actínicas, léntigos y fibromas blandos.

El agente criogénico más utilizado es el nitrógeno líquido, aunque en ocasiones se ha empleado el hielo seco y otros agentes como nieve carbónica, óxido nitroso y freón 12. Se puede aplicar, en forma tópica, a las lesiones de la piel mediante un aplicador con algodón humedecido en el criógeno o pulverizando nitrógeno líquido de una unidad de crioterapia especial.

Las lesiones tratadas se necrosan en forma característica. Suelen presentarse ampollas, que en ocasiones están llenas de sangre. Los sitios tratados cicatrizan en forma típica, en el transcurso de 2 semanas. Con frecuencia las cicatrices son más aceptables y preferibles a las que quedan por otros tratamientos.

Las complicaciones incluyen dolor, infecciones y daño de nervios subyacentes, en especial de los dedos de la mano. Es común que haya alteraciones pigmentarias o acromias, por lo que se recomienda emplear este método con precaución, en pacientes de piel oscura. Se recomienda también quitar anillos de los dedos al tratar estas zonas por la tumefacción que se presenta.

Electrocirugía

Es el empleo de corrientes eléctricas para destruir diversas lesiones de la piel. Puede realizarse mediante: electrodesecación, electrocoagulación, electroexcisión, cauterización y electrólisis.

1. Electrodesecación. Se lleva a cabo con una corriente monopolar. Se inserta una aguja para desecación dentro de la lesión o se sostiene unos milímetros hacia arriba de ella. Se activa la corriente y fluye hacia la lesión y a través de ella. En muchos tumores pequeños ello puede bastar para curarlos; si son grandes debe rasparse la superficie para ir eliminando el grueso de la lesión con una cureta, hasta llegar a la base y electrodesecarse.

2. Electrocoagulación. En esta se utiliza una corriente bipolar que fluye a través del cuerpo, desde la lesión que se trata hasta una placa de hacer tierra, que se inserta bajo la espalda o un muslo del paciente. La electro- coagulación produce una hemostasis más rápida que la electrodesecación.

3. Electroexcisión. Se realiza mediante corriente bipolar para cortar tejidos. Es la indicada para lesiones vasculares porque cauteriza los vasos en la medida en que los corta.

4. Electrocauterio. Se realiza calentando una punta con electricidad, similar a la de un cauterio para soldadura. El calor carboniza la lesión y los vasos al mismo tiempo.

5. Electrólisis. Esta terapéutica se utiliza para eliminar cabellos no deseados, destruyendo el bulbo del que crece. La técnica consiste en insertar el pelo con una aguja fina a lo largo del tallo del pelo, y se pasa la corriente directa a través de él, lo que destruye el folículo piloso de forma permanente, con mínima cicatrización.

Fuente

  • Calafell Vázquez Nestor . Cardiopatías Congénitas. Diagnóstico. Manual Clínico. La Habana: Editorial . Ciencias Médicas; 2005 .