Tercer Reich

Tercer Reich
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Lugar:Europa
Descripción:
El término Tercer Reich fue la denominación con que los fascistas alemanes en las primeras décadas del siglo XX
País(es) involucrado(s)
Alemania

Tercer Reich (Imperio). El término Tercer Reich fue la denominación con que los fascistas alemanes en las primeras décadas del siglo XX, pretendieron designar al imperio rapaz y expansionista que soñó establecer para varios milenios el principal cabecilla del Partido NAZI, Adolfo Hitler. Según el ideal hitleriano, ese imperio debía superar en esplendor y grandeza a los dos imperios que estuvieron asentados en parte del territorio germano y en otras regiones de Europa, en épocas anteriores.

Antecedentes

El ascenso al poder del Partido Obrero Nacional Socialista de Alemania (NAZI), nombre que recibió el partido de los fascistas de Alemania, fue el resultado de la conjugación de diversos factores económicos, políticos y sociales, que definieron la verdadera esencia de la dictadura fascista.

Después de caída de la monarquía y con el establecimiento de la república en 1918, la burguesía y los terratenientes aburguesados se fueron consolidando como las clases sociales en el poder. Con ese propósito desplegaron una significativa estrategia política para contrarrestar los efectos de la oleada revolucionaria de los años 1918 a 1923.

Con el apoyo de la mayoría de los dirigentes del Partido Socialdemócrata (POSDA), que se plegaron a sus intereses, los sectores más enriquecidos recurrieron a maniobras demagógicas. La intención era captar el apoyo de la pequeña burguesía, los campesinos y los trabajadores en general, con una limitada conciencia de clase. En ese marco actuaron determinados partidos y líderes políticos de derecha, que paulatinamente fueron ganando adeptos.

Dentro de ese conjunto de organizaciones fue ascendiendo políticamente un grupo que se autotituló como nacional socialistas. Esa entidad nucleó a pequeños y medianos comerciantes, y a otros elementos de los sectores medios, primero en la región de Baviera, y más tarde en otras zonas del país.

El líder del Partido nacional socialista, había maniobrado hábilmente para convertirse de una persona desconocida en los marcos políticos, en la figura predilecta de los sectores de la extrema derecha en el país. Los principales momentos en la biografía de Adolfo Hitler, demuestran su condición de pequeño burgués con aspiraciones de ascender a los más altos niveles de poder.

Hitler había nacido el 20 de abril de 1889 en Braunau, población austriaca fronteriza con Alemania. Muy joven marchó a Viena. De esa etapa vienen sus primeras ideas sobre el antisemitismo, el espacio vital y el chovinismo de la raza germánica. En 1912 se estableció en Munich, capital de Baviera. En la Primera Guerra Mundial, llegó a obtener el grado de cabo y recibió la Cruz de Hierro.

Un momento clave en las aspiraciones de Hitler fue su incorporación al Partido Obrero Nacional Socialista de Alemania (NAZI) en 1919. Precisamente recibió el carné número 7 del Partido en Baviera y fue nombrado jefe de propaganda. Ya era reconocido como un demagogo por excelencia. El anticomunismo y el pensamiento más retrógrado en general, presentes en sus discursos, se adornaban con el chovinismo y la exaltación desmedida del revanchismo y el antisemitismo. El 2 de septiembre de 1923 en el Primer Congreso del Partido Nazi, Hitler fue designado “Führer” (Presidente) del Partido. En noviembre de 1923 pretendió asaltar el poder, mediante una sublevación contra la república escenificada en Munich. Fue apresado y durante esa etapa redactó su célebre autobiografía “Mi lucha”.

Desde 1925, violando abiertamente lo estipulado en el Tratado de Versalles, Alemania comenzó una activa política de rearme, preparándose para una nueva guerra. Para ello fueron utilizados en buena medida los recursos económicos brindados por el Plan Dawes. Este programa económico se había puesto en práctica por los banqueros norteamericanos para restaurar la economía alemana y recuperar sus inversiones en aquel país.

Luego de una intensa labor de propaganda política y de prestar importantes favores a los sectores de la derecha, Hitler fue nombrado Canciller (primer ministro) del gobierno alemán.

Establecimiento de la dictadura del fascismo en Alemania

Desde su arribo al poder el 30 de enero de 1933, los fascistas se dieron a la tarea de convertir la República democrática- burguesa en un Estado totalitario, dirigido mediante una dictadura centralizada. Con ese fin, reorganizan la administración, ubicando en el poder a los allegados de Hitler, entre ellos German Goering. Los nazistas disolvieron el Reichstag (Parlamento) y convocaron a nuevas elecciones para el 5 de marzo de 1933.

Una vez con el control casi absoluto del poder, los fascistas iniciaron una represión sin límites contra los comunistas. En busca de un pretexto, el 27 de febrero de 1933 incendiaron el edificio del Reichstag y achacaron la acción terrorista a los comunistas. A través de los diferentes medios de propaganda a su disposición, declararon el estado de excepción, que eliminaba de hecho la Constitución. Fueron detenidos más de 10 mil militantes del Partido Comunista.

A pesar del duro golpe, en las elecciones del 5 de mayo de 1933 el Partido Comunista obtuvo cerca de 5 millones de votos. Hitler ilegalizó al Partido Comunista.

De hecho, a partir de ese momento se considera el comienzo del poder nazista ilimitado en Alemania. Se inició la época del terror como política de Estado. Las denominadas SA. y SS. perseguían a los antifascistas en todas partes. La gran cantidad de detenidos abarrotaron las cárceles y comenzaron a enviarse a los llamados campos de concentración, convertidos en fábricas de tortura y de muerte. Se organizó la persecución contra los hebreos en todo el país.

Igualmente, se realizó un verdadero ataque contra la cultura. Muchos escritores e intelectuales tuvieron que abandonar el país, fueron cerradas las universidades, ardieron hogueras de libros y obras de la cultura universal en general.

Los partidos socialdemócratas, de la burguesía y la Iglesia Católica apoyaron el establecimiento de la dictadura fascista, sin embargo el 22 de junio de 1933 el POSDA fue obligado a disolverse y posteriormente el resto de los partidos burgueses siguieron el mismo camino. A mediados de 1933 había culminado en lo fundamental el establecimiento de la dictadura del fascismo en Alemania.

Tratando de consolidar su hegemonía, en septiembre de 1933 los fascistas efectuaron el famoso proceso de Leipzig. El dirigente internacional Jorge Dimitrov y otros comunistas, fueron acusados falsamente por el incendio de Reichstag, con la intención de levantar una gran campaña anticomunista. El acusado se convirtió en acusador del régimen de terror, exhortó a los trabajadores de Alemania y de todo el mundo, a la lucha contra el fascismo y la guerra. Al mismo tiempo, llamó a la creación de un frente único antifascista. La gran autodefensa de Dimitrov y la fuerte crítica al fascismo, obligó al Tribunal Supremo de Leipzig a absolverlo y logró asilarse en la URSS.

Período de consolidación del poder de los nazistas

Siguiendo la política de reforzamiento del régimen de terror, el 30 de junio de 1934 los fascistas liquidaron a 1200 personas, incluyendo miembros del propio Partido Nazi y de la pequeña burguesía.

Al mismo tiempo, la política económica del fascismo de 1933 a 1939 tuvo como objetivos principales ahogar a la república, estabilizar el Capitalismo en el país y preparar las condiciones para una nueva guerra mundial. La industria fue puesta al servicio del rearme. Bajo la consigna de “más cañones, menos mantequilla”, redujeron bruscamente la producción de artículos de primera necesidad, los gastos de enseñanza, etc.

Desde 1933 se publicó la Ley de haciendas hereditarias, como forma de consolidar la base social en el campo, apoyada en los terratenientes y campesinos ricos. Esta política no dio los resultados esperados por su carácter anti popular.

Las inversiones de capitales, fundamentalmente norteamericanos, aumentaron considerablemente entre 1933 y 1936.

Una demostración de la verdadera esencia clasista de la dictadura fascista, fue el Decreto ley del 27 de noviembre de 1934, referido a la protección de las empresas privadas y monopolistas, que a la vez estrechaba los lazos de la dirigencia fascista con el capital que los había traído al poder.

Los nazistas disolvieron todos los sindicatos. En su lugar se creó la organización sindical fascista “Frente Alemán del Trabajo"; en la que los trabajadores no tenían representación real.

El rearme continuó en gran escala. Algunas de las medidas incluyeron la creación de decenas de empresas dedicadas a la producción de artículos militares, aviones, cañones y otros recursos bélicos. Comenzó la restitución en masa del ejército regular, se restableció el Servicio Militar Obligatorio General, se emprendió la restitución de la fuerza aérea, militar y la flota submarina y de superficie y fue establecido el Estado Mayor General.

Frente a estas acciones, los nazistas no recibieron ninguna resistencia de las potencias occidentales.

A partir de 1936 se produjo la restitución del estado dictatorial fascista, como una necesidad de la preparación para la guerra, con dos puntos clave: la militarización y la concentración del poder en manos de Hitler.

Desde el punto de vista de la militarización se intensificó la política de rearme en gran escala. Se produjo la reorganización del aparato de represión, integrado por la policía criminal, la GESTAPO, las SD, las SS. y el Servicio Central de Seguridad del Reich.

Desde el punto de vista de la concentración del poder, el ejército fue subordinado directamente al Fuhrer. Disminuyó casi totalmente las funciones del Reichstag. Al Consejo de Ministros se le limitaron sus atribuciones, con el control de todos los poderes en manos del Führer.

En septiembre de 1937 se aprobó el Plan cuatrienal de movilización de recursos económicos, de acopio de material deficitario y de aumento de la producción de material de guerra. Las importaciones de productos estratégicos aumentaron, sobre todo provenientes de aquellos países contra los cuales luego serían utilizados.

Unido a la militarización y la concentración del poder se llevó a cabo una intensa labor política, a través de la propaganda de la ideología fascista. Entre los pilares del pensamiento fascista se incluyó el racismo con el énfasis principal en el antisemitismo. También la idea de la denominada ” Comunidad Popular”, según la cual entre los intereses de los obreros y los patronos no existían diferencias, pues todos eran hijos de una misma nación a la cual debían apoyar.

Por todos los medios se trató de negar la lucha de clases y el carácter explotador del Estado burgués. Se exacerbó el chovinismo como forma de nacionalismo reaccionario. La exaltación de la violencia y la guerra alcanzó niveles extraordinarios. Junto a ello, el culto al jefe, a Hitler, se divulgó ampliamente, otorgándole carácter de ser infalible e irreemplazable.

Por otra parte, la resistencia antifascista tuvo su centro en el Partido Comunista Alemán. Esa organización fue el principal organizador y dirigente de la lucha de los trabajadores contra el fascismo desde la clandestinidad. En octubre de 1935 se celebró la Conferencia del Partido Comunista Alemán, en Bruselas. Allí se planteó la necesidad de la creación de un frente único popular antifascista y la urgencia de luchar por liquidar la división dentro del movimiento obrero alemán. En 1936 se creó la Unión Antifascista Alemana, integrada por comunistas y socialdemócratas.

La naturaleza de clase de la dictadura fascista quedó expresada en la definición dada por Jorge Dimitrov en el VII Congreso de la Internacional Comunista en 1935. En esa ocasión señaló que “esta es la dictadura abiertamente terrorista de los elementos más reaccionarios, más chovinistas y más imperialistas del capitalismo financiero”. Es la sustitución de las formas de gobiernos democráticos- burgueses. para llevar a cabo la dictadura terrorista más despiadada del capital.

Política exterior agresiva del Tercer Reich

Al llegar al poder, los fascistas hicieron caso omiso de las cláusulas del Tratado de Versalles. En su propaganda justificaban sus ideas expansionistas con el pretexto de la falta de “espacio vital” y por ello exigían la revisión de las fronteras europeas, a la vez que reclamaban la anexión a Alemania de la ciudad austriaca de Danzing y de las regiones fronterizas de Checoslovaquia. Los nazistas ocuparon la región del Sarre, establecieron el servicio militar obligatorio y militarizaron la zona del Rhin.

En 1936 el gobierno alemán intervino en favor de los franquistas en España. Junto con Japón, Alemania firmó el Pacto Anticomintern, al que se adhirió el régimen fascista de Benito Mussolini en Italia en 1937. El eje Berlín, Roma, Tokio fue el embrión para la formación de un bloque militar en vísperas de la nueva conflagración mundial. De hecho, se convirtió en una organización agresiva contra los propios países y democracias burguesas que lo alentaban y la URSS. En 1938, Hitler ocupó a Austria, anexándola como territorio alemán.

Adolf Hitler

Adolf Hitler

Los gobiernos occidentales utilizaron las denominadas políticas de “apaciguamiento” y “de dejar hacer” a los fascistas alemanes. Entre los principales objetivos de esas políticas se incluía alentar la ” marcha hacia el este”, es decir contra la Unión Soviética.

En su estrategia, Hitler se lanzó contra los Sudetes checoslovacos, con el pretexto de proteger a los habitantes alemanes de esa región. Su objetivo real era lograr el control de esa región en el centro de Europa. Frente a esa posición, el gobierno soviético manifestó su deseo de ayudar a Checoslovaquia, según Tratado de Ayuda existente entre ambos países, sin embargo el gobierno checo se negó a aceptar el auxilio de la URSS. En septiembre de 1938 se efectuó en la ciudad de Munich, una Conferencia con los representantes del gobierno de Inglaterra, [[Francia], Alemania e Italia. Bajo la presión de Hitler y Mussolini se aprobó el desmembramiento de Checoslovaquia. Al año siguiente Alemania ocupó todo el país.

Las acciones desarrolladas demostraron que al fascismo alemán le correspondió la responsabilidad directa en el desencadenamiento de la Segunda Guerra Mundial (1939 a 1945). Este hecho sin precedentes en la historia, provocó extraordinarios daños materiales y humanos a toda la humanidad. En agosto de 1945 con la derrota de los ejércitos alemanes en Berlín, fue destruida la maquinaria fascista y se puso fin al sueño no logrado de Hitler de establecer un imperio milenario.

Fuentes

  • González Rivera, Pedro Luis y Deogracia Hernández Rodríguez. Aproximaciones a la Historia de la contemporaneidad. Libro en proceso.
  • Tercer Reich. Enciclopedia Encarta Premium 2008.
  • Adolf Hitler. Enciclopedia Encarta Premium 2008.