Terrorismo durante la Campaña de Alfabetización en Cuba

Plantilla:HechosAcciones terroristas durante la Campaña de Alfabetización en Cuba . Grupo de acciones emprendidas por los bandidos contrarrevolucionarios en las diferentes sedes donde se desarrollaba la campaña, en Quemado de Guines, Villa Clara. Durante estas acciones tuvieron lugar varios asesinatos de jóvenes que ofrendaron su vida por la Revolución.

Narración de los hechos

El martes 3 de octubre de 1961, en horas tempranas de la mañana, los alfabetizadores se concentraron en el campamento Novo (Quemado de Güines,Villa Clara), luego de culminar sus clases. Junto a ellos se encontraban un campesino y dos jóvenes de la zona. De pronto, por puertas y ventanas aparecieron los contrarrevolucionarios. Uno de ellos vociferó: ¿Quién de ustedes es el chico comunista? En ese momento, el brigadista Delfín Sen Cedré respondió a todo clamor: "Soy yo". Entonces el bandido exclamó: "Ahora te vamos a enseñar a ser comunista"

Los contrarrevolucionarios tomaron el cáñamo de la bandera y amarraron a Delfín, Ignacio Rivero (responsable del grupo de alfabetizadores) y otros alfabetizadores. Así lograron formar una cadena para que ninguno de los revolucionarios pudiese escapar.

Llegó la noche, los trasladaron hasta Berrío, alrededor de treinta alzados y allí aailaron y ahorcaron a Delfín.

El jefe de los bandidos ya había organizado la captura de otros dos brigadistas que dormían en las escuelas de Berrío. Uno de estos muchachos escapó por una ventana en ropa interior y descalzo. Así corrió cuatro kilómetros hasta el campamento de la milicia en un central cercano.

Al otro brigadista lo agarraron -relató Rivero- y lo unieron al grupo. Luego trasladaron al grupo hasta la escuela de Berrío y se fueron todos los bandidos. Los alfabetizadores esperaron un rato, luego de una calma absoluta, y se arrastraron hastata el cañaveral. Allí esperaron hasta que después se dirigieron a la casa de un campesino.

Horas después, al amanecer, kilómetros al suroeste de allí, el alfabetizador Manuel Ascunce Domenech comenzaba su día de labor en la casa del campesino Pedro Lantigua.

A partir de mayo de 1960, bajo los auspicios de la CIA, Estados Unidos se propuso, con el fin de derrocar al gobierno insurgente basado en la guerra de guerrillas. Las organizaciones miembros del llamado Frente Revolucionario Democrático (el futuro gobierno títere con el cual pensaban administrar nuestro país) se comprometieron a fomentar alzamiento en el Escambray. Pero la Revolución Cubana ya había aprendido a defenderse. Contingente de milicias y soldados rebeldes, entre octubre y noviembre de 1960, desarticularon a las principales bandas de alzados. La CIA cambió de táctica: apeló a la invasión mercenaria, a lo Guatemala en 1954, y las bandas contrarrevolucionarias pasaron a un segundo plano, especie de quinta columna con la cual pretendían implantar el terror en los campos mediante el asesinato de campesinos y alfabetizadores, la destrucción de cooperativas y el asalto a poblados pequeños o al trasporte rural.

A los cinco días de iniciado el año 1961, en la finca San Ambrosio (Pitajones, Trinidad), una banda contrarrevolucionaria asesinó al maestro voluntario Conrado Benítez. Otros dos maestros voluntarios también resultaron asesinados por alzados al servicio de la CIA; ellos fueron: Pedro Morejón, en Los Arabos, Matanzas, el 22de febrero; y Modesto Serrano, en San Cristóbal, Pinar de Río, el 11 de septiembre.

En Jiquiabo (Santo Domingo, Villa Clara), el recién alfabetizado Tomás Hormiga colaboraba estrechamente en la campaña y fue asesinado el 22 de septiembre. Sus victimarios serían los mismos que, 11 días después, asaltaron el campamento de brigadistas Patria o Muerte en Novo (Quemado de Güines).

Fuentes