Tregua fecunda

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Tregua Fecunda. La derrota sufrida por los cubanos al firmarse la paz sin independencia en 1878 trajo como consecuencia un auge de las ideas reformistas y una etapa de reflujo del movimiento revolucionario. Pero a partir de entonces,España se vería obligada a conceder a los cubanos ciertas libertades y derechos políticos y a abolir, aunque paulatinamente, la esclavitud. Al mismo tiempo, las experiencias de la guerra serían de extraordinaria utilidad en la creación de las condiciones indispensables para reiniciar la insurrección armada con posibilidades de victoria. Esta etapa previa a la nueva lucha, que duró unos 17 años, se conoce en la historia de Cuba como Tregua Fecunda o Reposo Turbulento.

Antecedentes

Las grandes derrotas de los movimientos revolucionarios producen cierto grado de desmoralización en sus filas y un retroceso del propio movimiento. Así ocurrió en Cuba en1878. El Pacto del Zanjón, constituyó un duro golpe para las fuerzas patrióticas, del que tardarían varios años en recuperarse. Esa guerra dejó un saldo de inapreciables experiencias para las luchas posteriores. También es cierto que muchos patriotas mantuvieron en alto su bandera y trataron de reanudar la lucha armada elaborando nuevos planes y realizando numerosos intentos de insurrección. Pero esos esfuerzos resultaron infructuosos durante más de una década: su importancia radica en que representaban la continuidad revolucionaria, el preludio de futuras acciones victoriosas.

Entre tanto, los cubanos opuestos a la independencia se reafirmaron en sus posiciones tras el fracaso de la guerra. Otros, que incluso habían combatido contra España, perdieron la esperanza de sacudir el dominio colonial, por lo que se encaminaron a buscar reformas que mejoraran la situación de Cuba y a reclamar de España el cumplimiento de lo pactado en el Zanjón.

Dentro de este período de la historia de Cuba se desarrollaron movimientos sociales y luchas insurreccionales:

Autonomismo e integrismo

En el propio año 1878, y aprovechando las escasas libertades reconocidas por el Pacto de Zanjón , los antiguos reformistas, ahora con la colaboración de algunas importantes personalidades de la Guerra del 68, crean el Partido Liberal, poco después llamado Partido Liberal Autonomista. En su dirección se destacan conocidos intelectuales de la gran burguesía cubana como José María Gálvez, Eliseo Giberga, José Antonio Cortina y Rafael Montoro.

Entre los principales puntos de su programa estaban:

• Lograr que España concediera a Cuba los mismos derechos de que gozaban los españoles en la península
• Que la isla se rigiera por las mismas leyes y códigos vigentes allá
• Que se separaran el poder civil y el militar
• Que se aboliera la esclavitud mediante una indemnización a los dueños de esclavos
• Que se estimulara exclusivamente la inmigración blanca
• Y que se hiciera una reforma de los aranceles y las cargas fiscales en beneficio de los productores cubanos

En el mismo año 1878 se organiza también el Partido Unión Constitucional, creado por los españoles conservadores y reaccionarios, acérrimos enemigos no sólo de la independencia de Cuba sino también de la Autonomía y de cualquier tipo de reforma que liberalizara el régimen colonial. Su objetivo declarado era defender la integridad de España y sus colonias, por lo que se les llamó Integristas.

Guerra Chiquita

El fracaso de la guerra del 68 y de los esfuerzos de Antonio Maceo por mantener a los cubanos sobre las armas después del Zanjón, no desanimó a los jefes más decididos y consecuentes de la causa independentista. Antes de finalizar el año 1878, desde el exilio y en el interior del país comenzaron los preparativos de un nuevo levantamiento armado. Sus jefes principales eran los generales Calixto García, que tenía el mando supremo, y Antonio Maceo, que se haría cargo de la provincia de Oriente.

En agosto de 1879 se produjeron los primeros levantamientos en Gibara, Holguín y Santiago_de_Cuba_(provincia), internándose los alzados en las montañas orientales y operando desde ellas. También hubo alzamientos en Sancti Spíritus, Remedios Sagua la Grande y otros lugares de la región central del país.

Los insurrectos confiaban en el armamento y otros recursos que debían recibir desde el exterior, principalmente a través de expediciones que preparaban los generales Calixto García y Antonio Maceo, pero en nueve meses de lucha solo pudo llegar a costas cubanas una pequeña expedición.

La ausencia de los principales jefes mambises, la falta casi total de armas y municiones, así como la hábil propaganda del gobierno español, ayudado por los anexionistas, habían hecho flaquear a las fuerzas cubanas. Lo cierto es que cuando llegó Calixto García, muchos de los insurrectos habían iniciado ya trámites para la capitulación. Así el general Calixto García anduvo durante tres meses por la manigua sin encontrar ningún grupo armado, y finalmente desistió de su empeño.

Pese a que se le conoce como Guerra Chiquita, el movimiento no era tan reducido. Una idea de su magnitud puede darla el hecho de que se entregaron a los españoles más de 2000 hombres armados y 4000 sin armas.

Fuentes