Yo el Supremo

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Con Yo el Supremo se denomina una novela forjada por la sabia pluma del hombre de letras paraguayo, Augusto Roa Bastos. La obra vio luz en 1974, en pleno exilio, por razones políticas, en Buenos Aires. Es calificada como una de las novelas emblematicas y cimeras de la producción literaria en castellano. Descuella por el entramado afinado de sus elementos, particularmente por el enlace morfológico-sintáctico que lo anima. Mientras tanto usa sobriamente las entidades históricas e imaginarias para el curso narrativo. Se siente una voz que cuenta la presencia y acciones del dictador, que trata de resucitar las pasiones, desbordes de de un mandón que gobernó Paraguay por los años iniciales del siglo XIX. Se desparraman en el tejido narrativo los sentimientos ideológicos del mismo autor, dándonos una sensación que estuviera hablando el dictador coetáneo Stroesner.

Apreciación y comentario

Con el remoquete «El Supremo», era nombrado el trabajador en leyes, rebelde y tirano sin plazo de la valerosa nación del Paraguay, José Gaspar Rodríguez de Francia, quien ejerció el poder en diferentes modalidades: triunviro, cónsul y , finalmente, dueño único del poder, hasta que la muerte le privó de su enorme poderío en 1840.

La obra recoge los hechos y facetas más pútridos del gobierno. Escrito impetrante de una época oscura, donde reina una tiranía entretejida en la injusticia, las penurias de toda laya y la frialdad anímica de un todopoderoso escondido en las lianas del descontrol y la adulación.

Yo el Supremo es una traza bien lograda del historial político del omnímodo gobernante paraguayo<; quien por un tiempo de cinco lustros y un año de gobierno, forjó un universo miserable de expolio, inmisericordia, prejuicio racial y social, asechanzas políticas, sufrimiento y muerte. Apenas bullía un larvado sentimiento popular de rebeldía o el callado y temeroso gesto de resignación

La novela es notable por un enfoque más realista y pragmático, que lo normalmente usado en esta clase de trabajos sobre tiranos latinoamericanos. Tales, como el ""Tirano Banderas"", "Conversación en la Catedral". Hay uso de datos confiables pero trucados, se acude a hojas privadas de la gestión del dictador. Una mirada impotente de los explotados y sufridos de la mayoría se siente en la lectura.

Las páginas van zurciendo un submundo fantasioso en el que pasó sus años, José Gaspar Rodríguez de Francia, mientras el país crujía en un aparato de desigualdades y los descendientes del poder colonial se diluían como sal en agua.

Evaluación

"Yo el Supremo" aparece en la relación de « las 100 mejores novelas en castellano del siglo XX » confeccionada por el matutino español, El Mundo.[1]

Referencias

  1. Lista completa de las 100 mejores novelas en castellano del siglo XX, sitio digital 'El Mundo', 13 de enero de 2001.

Fuente

  • Julio Ortega: Crítica y literatura. América Latina sin fronteras. Con Olbeth Hansberg. México: UNAM, 2005.]