Activación del sistema nociceptivo

Activación del Sistema Nociceptivo
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Concepto:Responsable de la elaboración del dolor en el cuerpo.

La activación de procesos fisiológicos de dolor es un dispositivo tempranamente desarrollado en la evolución para alertar sobre la presencia de estímulos nocivos en el medio ambiente. Todos los organismos vivos necesitan ser capaces de reaccionar a estímulos nocivos. Con este fin, el sistema nervioso ha desarrollado mecanismos plásticos para la adquisición de la capacidad de detectar y recordar el peligro. El dolor fisiológico se inicia a partir de fibras nociceptivas sensoriales especializadas que inervan los tejidos periféricos y se activan sólo ante la presencia de estímulos dañinos.

Activación del sistema nociceptivo

La activación de los citados receptores genera una corriente despolarizante con la consecuente expresión de proteínas especiales (VR1, DRASIC y P2X3) en las neuronas sensoriales. A su vez, la despolarización inicial produce un potencial de acción que es conducido hasta el sistema nervioso central y los terminales nociceptivos sobre cordones iniciales de la médula espinal. La transmisión sináptica es mediada por la liberación de neutransmisores excitatorios (glutamato) que a su vez inciden sobre la activación de las neuronas inhibitorias descendentes que liberan glicina y ácido aminobutírico (GABA). La activación de esta cascada nociceptiva pone en marcha mecanismos de plasticidad dependientes de la actividad, que se manifiestan con un progresivo aumento de la respuesta del sistema a la repetición del estímulo, dando lugar a un proceso de autosensibilización.

Dolor clínico

El dolor inflamatorio, señalan los expertos, se inicia con el daño o inflamación de un tejido, mientras que el dolor neuropático se desencadena por la lesión del sistema nervioso. Ambos procesos se caracterizan por el desarrollo de hipersensibilidad en el sitio dañado y el tejido circundante normal. La sensación nociceptiva puede aparecer espontáneamente, con estímulos que normalmente no desencadenarían dolor (alodinia). Otra forma de hipersensibilidad está vinculada con el mantenimiento excesivamente prolongado de la sensación de dolor (hiperalgesia). La hipersensibilidad por dolor inflamatorio generalmente desaparece cuando el proceso inflamatorio es controlado, pero la hipersensibilidad asociada al dolor neuropático suele persistir por largo tiempo y resulta ser la expresión de una acción patológica del sistema nervioso más que una reacción al proceso neuropatológico (neuropatía). Este tipo de respuesta está asociado a dos procesos plásticos del sistema nervioso: la modulación y las modificaciones funcionales.

Modulación del dolor

En este caso la activación del sistema por el estímulo doloroso conduce a la fosforilación de receptores de membrana y canales iónicos, con la consecuente modificación de su actividad y cambio del patrón de expresión proteica de las neuronas. Las vías de transducción de señales intracelulares activadas conducen a la modulación de los terminales periféricos nociceptivos por medio de una heterosensibilización. La excitabilidad de la membrana del terminal queda establecida en umbral tal que requiere menor cantidad de despolarización para desencadenar el potencial de acción. Este tipo de modulación se produce en los casos en que las terminales nerviosas se ven expuestas a agentes sensibilizantes; entre ellos mediadores de la respuesta inflamatoria (prostaglandina E2, bradiquinina y epinefrina, entre otros) y factores neurotróficos como el factor de crecimiento nervioso. Los procesos desencadenados inicialmente a nivel periférico pueden llevar a una modulación de las sinapsis nociceptivas del sistema nervioso central, mecanismo conocido como sensibilización central. Como consecuencia de estos eventos el sistema presenta una mayor capacidad de respuesta a la transmisión proveniente de las neuronas nociceptivas periféricas, necesitando a su vez una menor cantidad de señal para su activación. En estos mecanismos, desempeñan un papel relevante los receptores para glutamato tipo NMDA y AMPA y ciertas quinasas -como la quinasa II dependiente de calmodulina, la proteinquinasa C y la tirosinquinasa Src-.

Modificación del dolor

La modificación de las neuronas sensoriales primarias se produce como consecuencia de la acción de factores tróficos que generan amplios cambios fenotípicos en las células blanco, como alteraciones en la expresión de neurotransmisores, neuromoduladores sinápticos, canales iónicos y proteínas estructurales y asociadas a crecimiento. Junto con estos factores tróficos, las señales eléctricas que reciben las neuronas también pueden cambiar sus patrones de expresión. De este modo, los cambios en la expresión de factores tróficos y el patrón de impulsos eléctricos luego de los procesos inflamatorios conducen a una modificación de la transmisión neuronal en las células nociceptivas. Estos cambios pueden dar lugar a un aumento de la capacidad de recepción de señales nociceptivas luego de una inflamación y disminución de las señales de inhibición del impulso doloroso, lo que favorece -en ambos casos- el desarrollo de hipersensibilidad.

Conclusión

La hipersensibilidad al dolor, refieren los expertos, es una expresión de la plasticidad neuronal. Su duración está determinada por los patrones particulares de activación, modulación y modificación involucrados. De esta manera, los mecanismos puestos en marcha por el estímulo doloroso no representan simplemente un proceso pasivo de transferencia de información desde la periferia a la corteza, sino que se producen activamente múltiples cambios plásticos que, en conjunto, determinan una amplificación de la capacidad del sistema para interpretar y modificar la reacción al dolor. La mejor comprensión de estos mecanismos, concluyen, probablemente facilite en el futuro un mayor acceso al control de los procesos que intervienen en la génesis del dolor.

Fuente

  • Revista Neuronal Plasticity: Increasing the Gain in Pain: “Plasticidad Neuronal: Amplificación de la Sensación del dolor, Woolf CJ, Salter MW.