Andy Palacio

Andy Palacio
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NombreAndy Vivian Palacio
Nacimiento2 de diciembre de 1960
Barranco, Toledo, (Actualmente Bandera de Belice)
Fallecimiento19 de enero de 2008 (48 años),
Belice
ResidenciaBeliceña
OcupaciónMúsico

Andy Palacio (Andy Vivien Palacio 1960-2008). Músico, director de orquesta, compositor y activista cultural garífuna beliceño. Uno de los cantantes más populares de ese país.

Síntesis biográfica

Nació el 2 de diciembre de 1960 en Barranco, un pueblo pesquero de la costa Caribe de Belice. Su padre, Reuben Palacio, era un granjero pescador que tocaba canciones populares en inglés. También ejecutaba con armónica y guitarra los éxitos populares de la radio. Con él Andy aprendió a tocar la armónica. Creció escuchando música garífuna y también otros ritmos de Honduras, Guatemala, el Caribe y Estados Unidos que se difundían en la radio.

Estudios

Estudió en la escuela secundaria más cercana, en Punta Gorda. Allí aprendió a tocar en la guitarra soul, reggae y soca. Su paradigma musical era el jamaiquino Bob Marley. Participó en bandas locales desde que era un adolescente y comenzó a desarrollar su propia carrera interpretando covers de canciones populares. Cuando tenía 18 años matriculó en el colegio de formación de maestros de la ciudad de Belice, gracias a una beca.

Carrera

Palacio combinó su pasión por el magisterio con la música. Al graduarse enseñó en la escuela católica de Barranco. En 1980 se ofreció como voluntario para la campaña nacional de alfabetización de Nicaragua. Allí trabajó junto a otros 22 voluntarios con una comunidad de habla inglesa. En Nicaragua no se reconocía oficialmente la existencia de garífunas. Allí el joven Andy Palacio se encontró un viejo garífuna que no había hablado esta lengua en años. Descubrió que nadie menor de 50 años era capaz de mantener una conversación en ese idioma. Sintió cuanto peligraba el universo garífuna y centró su atención en la música tradicional más acústica y orgánica.

Le molestaba el desconocimiento sobre su idioma y cultura ancestral. Para enfrentar su extinción se valió de la música. La enseñó y cultivó con los muchachos de Barranco. En 1981, a través de un programa en Radio Belice, comenzó a trabajar para rescatar y difundir los elementos tradicionales de la cultura garífuna. Solistas como Watu y Ereba, extendieron su nombre más allá los poblados garífunas.

El músico se convirtió en una figura destacada dentro de un creciente resurgimiento de jóvenes intelectuales garífunas quienes escribían poesía y canciones en su idioma nativo. Vio surgir un tipo de baile rítmico basado en ritmos garífunas conocido como punta rock –con influencias del merengue dominicano y el zouk de las Antillas francesas- y pasó a ser parte entusiasta de este movimiento. En colaboración con otros artistas creó el grupo conocido como Colectivo Garífuna. Con esta orquesta popularizó la punta rock, inspirada en la tradición garífuna, pero con instrumentos electrónicos y un acento contemporáneo. Así inspiró a la generación más joven de músicos.

Se convirtió en una celebridad a finales de los años ochenta del siglo XX. Se dice que llegó a ser el músico más popular de Belice. En sus presentaciones cantaba en garífuna, en arawakano, español e inglés. Aunque la mayoría de su público no comprendía el idioma garífuna, ni el mensaje de sus letras, en torno a la vida garífuna, su música tuvo éxito por su sonoridad y polirritmia.

Su canción de 1985 “Bikini Party” se convirtió en punta clásica. Dos años más tarde, viajó a Londres para intercambiar con la organización Cultural Partnerships. Al regresar a Belice fue nombrado director de Sunrise, un proyecto de grabación comunitario dedicado a la música nacional. Allí grabó Come Mek Wi Dance con músicos locales y luego realizó algunas grabaciones para Caye Records en California. Sunrise fue además una organización dedicada a la preservación, documentación y distribución de la música beliceña. La combinación de la formación académica y autodidacta de Andy Palacio le permitió realizar un rescate permanente de su cultura.

A partir de 1988 Andy Palacio se hizo muy popular tanto en Belice como en el extranjero. Llevó su música a públicos del Caribe, América, Europa y Asia. Actuó en el Festival Internacional de Cultura del Caribe en Cancún, Carifesta VI y VII, en Trinidad y Tobago, y St. Kitts-Nevis, respectivamente. El Festival Rainforest de Música del Mundo en Malasia, el Feesten Antillanse en Bélgica, el World Traditional Performing Arts Festival en Japón y muchos otros eventos en Estados Unidos, Canadá, Colombia, Francia, Alemania y Gran Bretaña.

En 1995, Palacio conoció al productor local Ivan Duran, quien dirigía el sello Stonetree. Duran y Palacio se propusieron crear una agrupación multiestelar y multigeneracional con algunos de los mejores músicos garífunas de Guatemala, Honduras y Belice. El Colectivo unió veteranos -como el legendario compositor garífuna Paul Nabor-, y voces prometedoras de la nueva generación como Aurelio Martínez de Honduras. Más que concentrarse en estilos bailables como el punta rock, el colectivo exploró el lado más emotivo de la música garífuna, como la parranda de influencia latina, y los ritmos sagrados de dügü, punta y gunjei.

Produjo cinco álbumes, pero los dos más trascendentales fueron Paranda del año 1999, y Wátina, del 2007. Este último contribuyó a crear conciencia sobre el valor de su cultura garífuna. La música de Andy Palacio en esta producción logró un sonido conmovedor, dulce y emocional, totalmente identificado con lo caribeño. Posee un toque de soca, un poco de reggae, la influencia cubana, y la marca africana en su estructura rítmica y melódica. Los álbumes Keimuon de 1995; y Til da Mawnin, de 1997 se produjeron en Belice y La Habana, respectivamente. En 1999 el famoso disco Paranda fue grabado en los cuatro países donde hay poblaciones garífunas. Esto permitió interrelacionar una raíz con sus diferentes variantes. Los resultados inspiraron a muchos jóvenes que hacían punta-rock, quienes incluyeron elementos tradicionales en sus canciones.

El afamado artista expresó públicamente -y en varias ocasiones- su deseo de que la UNESCO reconociera formalmente la necesidad de preservar el idioma, la música y la danza garífuna. La distinción llegó en el 2001, cuando esta cultura fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad .

Además de su labor musical, Palacio integró la campaña de alfabetización del Ministerio de Educación, colaboró con el ministerio de desarrollo rural y cultura, y en el Instituto Nacional de Cultura e Historia, donde fue designado en el 2004 Embajador Cultural y Administrador Suplente. Desde este puesto organizó actividades relacionadas con la historia garífuna y el festival anual Garífuna.

En 2006, cuando la disquera Stonetree formó un enlace con el sello estadounidense Cumbancha. Palacio y Duran pasaron cuatro meses grabando en un estudio improvisado dentro de una choza con techo de paja sobre la playa, en el pequeño pueblo de Hopkins en Belice. Fue un ambiente informal, los músicos tocaban juntos durante horas y perfeccionaban los arreglos de las canciones que finalmente integraron el álbum. Aunque la fuente de inspiración fueron las tradiciones, los músicos también agregaron elementos contemporáneos que ayudaron a darle a las canciones relevancia en su contexto moderno. El resultado fue el célebre álbum Wátina, de Andy Palacio & The Garifuna Collective. Expresión de resistencia, y maravillosa combinación de música moderna y tradicional. Se le incluyeron también viñetas poéticas de la vida garífuna. Por esta obra, él y Duran recibieron el premio anual Womex en Sevilla. Wátina integró varios listados como lo mejor del 2007. Palacio fue elegido por unanimidad ganador de los Premios de la BBC Radio 3 World Music.

En el 2007 Andy Palacio y el Colectivo Garífuna se embarcarán en una ambiciosa gira mundial en un esfuerzo por mostrar la belleza y la energía de la música garífuna.

Galardonado con la Orden de Servicio Meritorio de Belice, en septiembre de 2007, dos meses más tarde, fue nombrado Artista de la UNESCO para la Paz y embajador cultural de Belice.

Muerte

Murió con apenas 47 años y en el esplendor de su carrera, el 19 de enero de 2008 en la ciudad de Belice. Una falla respiratoria y luego un paro cardiaco terminaron abruptamente con su vida.

La música para Andy Palacio fueron crónicas o imágenes de la vida, experiencias regaladas a las futuras generaciones y el medio para salvar la cultura garífuna. Sus aportes y su legado musical sigue vivo en Belice y en la región caribeña.

Fuentes