Antonio Botta
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Antonio Botta Letrista y autor teatral.
Síntesis biográfica
Antonio Botta, letrista y autor teatral, nace el 10 diciembre de 1896 en San Pablo (São Paulo), Brasil.
Trayectoria
Estrena su primera obra en 1926 en el Teatro Porteño, el sainete Falucho, con la compañía de Luis Arata, que es precursora de gran cantidad de títulos en todos los géneros, la revista sobre todo, muchos en colaboración con su hermano, Luis César Amadori, Ivo Pelay, José González Castillo, Vicente Cotal, Elías Alippi, Carlos Ossorio, Antonio de Bassi, y entre otros, con la musical de los hermanos de Bassi, Francisco Lomuto. y Francisco Canaro. Algunos títulos: ¡A divertirse muchachos!, ¡Esto es Buenos Aires!, ¡Qué lindo es casarse!, Sardina que lleva el gato!, El cañón, Gringo pero buen sastre, La parada 33, Argentinas en Sevilla, La patria del tango, Gramilla brava, La solterona del barrio, Duraznito de la Virgen, El vuelo de la cigüeña, El sinvergüenza Público N° 1, El cantar de los tangos, ¡Que pena me da el finao!, Veranito de San Juan, Cocktail San Martín, El sueño del peludo, La cosa es no trabajar, La mujer es peligrosa, ¡Todo por casarme en martes!, "Pabellón N° 4", ¡No se jubile don Pancho!, Muerte rea, Las andanzas de un ropero, Fascismo casero.
Incursiona en el cine dirigiendo Bartolo tenía una flauta con Luis Sandrini y escribiendo argumentos. Hace en la radio.
Escribe algunas canciones, de las cuales “Si soy así”, popularísimo tango que graba Carlos Gardel y “La canción del deporte”, marcha, tienen envidiable fama; ambas llevan músicas de Francisco Lomuto con quien realiza una gira por España en 1947.
De Carlos Gardel cuenta anécdota: «Yo había estado en Suiza como corresponsal de un diario de Buenos Aires, y durante esa estadía envié algunas crónicas de un campeonato de tenis que se había jugado en ese país.
Las circunstancias lo convierte en buen amigo de un tennisman inglés, hijo de una encumbrada y pulida dama de ese país donde los altos niveles sociales todavía hay que mantenerlos en las relaciones terminado el campeonato se va a París con uno de los jugadores Argentinos y lo primero que se le ocurre es ir a saludar a Carlos Gardel, quien está actuando en una elegante boite y es el verdadero elemento de atracción. Esa misma noche tienen una muy agradable sorpresa: se encuentran con el aristocrático tennisman Inglés.
El hombre, muy amable y simpático, le da una verdadera prueba de amistad invitándolo a pasar unos días en su residencial de Inglaterra y cuando le presentamos a Gardel, que en la noche siguiente ponía fin a su actuación, lo invita a él y el cantor acepta.
Lo que ahí sucede lo pinta de cuerpo entero al inmortal Carlitos.
Le brindan por intermedio de un enfatuado mayordomo unas lindísimas habitaciones y se le comunica que la señora ama de casa lo recibiría a la hora de la cena y que deben presentarse de gala. Así lo hacen, menos Gardel que a la hora de la presentación y cena no está presente.
Se sientan muy ceremoniosamente con la elegantísima dama que ocupa la cabecera de una interminable mesa de comedor y cuando ya se le había servido el segundo plato, aparece Gardel vestido muy sencillamente. Se va, muy tranquilo a la cabecera de la mesa, se presenta a la encumbrada dama y luego, amparado en una deliciosa sonrisa le dice: "Mi simpática señora... le hago una aclaración: Yo acepto que el frac es una prenda muy elegante y distinguida, pero yo lo uso solamente cuando canto tangos... Permiso y buen provecho".
«Y sin más ni más, se sienta y comienza a comer con muy buen apetito».
Muerte
Antonio Botta fallece en Buenos Aires, el 10 de mayo de 1969.
