Araneae

Orden Aranae
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Orden más numeroso de la clase Arachnida.
Clasificación Científica
Reino:Animalia
Filo:Arthropoda
Clase:Arachnida
Orden:Aranae
Género:Araneae


Araneae. Orden más numeroso de la clase Arachnida. El grupo está abundantemente representado en todos los continentes, excepto en la Antártida. Todas son depredadoras, generalmente solitarias, de pequeños animales.

Anatomía

Tienen el cuerpo dividido en dos regiones o tagmas, prosoma (o cefalotórax) y opistosoma (o abdomen) y el mismo número y tipo de apéndices, es decir, un par de quelíceros, un par de pedipalpos y cuatro pares de patas locomotoras. Estos seis pares de apéndices se insertan en el prosoma, así como los ojos simples; en la cara ventral se abre la boca.

Los quelíceros presentan una sola articulación, entre la base, muy abultada, y una uña distal generalmente pequeña, y habitualmente portan glándulas venenosas. Cuando no se usa, la uña suele quedar más o menos protegida dentro de un surco del artejo basal. Los pedipalpos son semejantes a las patas, pero no se apoyan en el suelo, sino que los llevan levantados por delante del cuerpo.

Los machos de muchas especies emplean los pedipalpos para cortejar a las hembras, en cuyo caso pueden ser grandes o vistosos, y también como aparato copulador, que introduce una bolsa de esperma, el espermatóforo, en el cuerpo de la hembra.Las patas locomotoras se insertan por debajo del prosoma y están constituidas por siete piezas o artejos, que son, desde el extremo proximal hacia el distal: coxa, trocánter, fémur, patela o rodilla, tibia, metatarso y tarso.

Opistosoma

Alberga en su extremo posterior glándulas sericígenas (productoras de seda) que se abren al exterior por unos pequeños mamelones llamados hileras. En la parte inferior y anterior del opistosoma se abren el epigino (poro genital), los pulmones en libro, cavidades respiratorias con pliegues internos laminares que, según los casos, son dos o cuatro, y/o los estigmas del sistema traqueal.

Aparato digestivo

Las arañas son animales depredadores que paralizan a sus presas con el veneno de sus quelíceros. La mayoría de las arañas inyectan enzimas digestivas en la presa, realizando una digestión externa, al menos parcial. Muchas mastican a la presa parcialmente con dientes que forman parte del artejo basal de los quelíceros. Ahí se localizan también comúnmente pelos que permiten en muchos casos filtrar eficazmente el alimento, separando las partículas sólidas del líquido.

Al principio del tubo digestivo se sitúa una faringe o estómago de función suctora. Desde la mitad del prosoma y hasta el final del opistosoma se extiende el intestino medio, dotado generalmente de divertículos, que en algunos casos se extienden incluso a las patas. La digestión química se realiza sólo parcialmente en la luz del intestino, siendo fagocitadas partículas cuya digestión enzimática se completa de manera intracelular.

Aparato circulatorio

El aparato circulatorio es de tipo abierto, como en todos los artrópodos, con un corazón dorsal tubular situado en la parte dorsal anterior del opistosoma, en cuya superficie se marca su presencia por un surco cardíaco. La hemolinfa es bombeada al corazón desde una cavidad pericárdica y proyectada fuera de él con energía. La elevada presión se ha interpretado como signo de una función hidráulica, que podría jugar un papel en el movimiento de las patas.

La presión se duplica durante la muda. La hemolinfa, según es normal en los artrópodos, carece de células pigmentarias, pero no de pigmentos transportadores, que son en este caso hemocianinas, de color azulado. La extensión de los vasos es limitada, y afecta, como es normal en sistemas abiertos, sobre todo a los órganos respiratorios.

Respiración

La respiración se realiza por órganos internalizados, normal en animales de vida aérea, que en este caso son pulmones en libro o filotráqueas (a veces llamados tráqueas en libro), uno o dos pares que se abren en la parte mediana y ventral del opistosoma anterior.

Tienen una estructura plegada, lo que multiplica la superficie de intercambio, y a través de ellos la hemolinfa circula canalizada por vasos. Muchas arañas tienen también un sistema traqueal que no es homólogo al de los insectos. La excreción se realiza por glándulas coxales no muy desarrolladas y por tubos que desembocan en el intestino análogos a los tubos de Malpighi de los insectos.

Equipamiento sensorial

Como el resto de los quelicerados, carecen de antenas, y usan los pedipalpos como órganos táctiles y olfativos. La vista de las arañas es generalmente muy pobre, a pesar de tener hasta cuatro pares de ojos simples denominados ocelos, que en algunas familias se reducen a tres pares o menos. La colocación, tamaño y color de los ojos son caracteres diagnósticos de las familias, es decir, permiten distinguir unas de otras.

Producción de cera

No se conocen especies de araña que no produzcan seda, material compuesto de proteínas complejas, que utilizan para muy variadas funciones: cazar presas y envolverlas en ella; como adhesivo de otros materiales de construcción de túneles, trampillas, etc; como áreas de locomoción, así como otras muchas utilidades. Ciertas especies de arañas crean un largo hilo que les sirve de vela para ser arrastradas por el viento.

Este fenómeno se conoce como aerodispersión. En el extremo posterior del abdomen se encuentran las glándulas secretoras de seda denominadas hileras, que producen un fluido que se solidifica al contacto con el aire (el fluido es una disolución concentrada de proteínas, cuya estructura se transforma justo antes de salir, convirtiéndose en una forma insoluble que rápidamente se deshidrata y constituye la fibra de seda).

Alimentación

Las arañas son depredadoras. Se alimentan de presas singulares que capturan activamente. Algunas producen una red (telaraña) en la que las presas caen por accidente, enredándose y pegándose en ella. En ese caso la araña, que permanece al acecho con las patas extendidas sobre la red, capta las vibraciones y se acerca a su presa.

Otras arañas cazan al acecho, en el suelo o sobre la vegetación, detectando a sus presas por las vibraciones del sustrato o con sus ojos, como hacen los licósidos y los saltícidos. Las arañas no despedazan y tragan a sus presas sino que les inyectan veneno con sus quelíceros mientras las sujetan con sus patas y sus pedipalpos.

Una vez paralizadas por el veneno les inyectan jugos digestivos, que producen una digestión externa del animal dentro de sus propios tegumentos, sorbiendo a continuación la papilla resultante. Por eso se observa a las arañas permanecer inmóviles durante largo rato mientras sujetan su presa inmóvil.

Reproducción y desarrollo

Siendo cazadoras solitarias, tienden a considerar una presa cualquier cosa que se mueva y tenga el tamaño apropiado. Los machos, generalmente más pequeños que las hembras, buscan a éstas activamente, cortejándolas con “danzas” elaboradas en las que el movimiento rítmico de los pedipalpos puede jugar un importante papel, en un intento por no ser devorados por las hembras.

El ritual puede incluir el obsequio por el macho a la hembra de una presa envuelta en seda, lo que en algunas especies ha evolucionado hasta ser sólo un señuelo, la bolsa de seda, desprovisto de contenido. Cuando consigue la aproximación, el macho introduce un espermatóforo en las vías sexuales de la hembra usando sus pedipalpos, que actúan como órganos copuladores. A pesar de la ritualización, es común que la hembra termine la relación devorando a su pareja. Las arañas son artrópodos con desarrollo directo, es decir, pasan por ecdisis (mudas) sucesivas, pero no sufren metamorfosis y los juveniles se distinguen de los adultos esencialmente sólo por su menor tamaño y su falta de madurez sexual.

Ecología

Como depredadoras, las arañas suelen ocupar una posición terminal en las cadenas tróficas. Desempeñan un papel importantísimo como depredadores: son las mayores consumidoras de insectos que hay en el planeta y contribuyen decisivamente en controlar su número. Se encuentran en todos los climas, incluso los fríos, poco favorables para los animales poiquilotermos, y se cuentan entre los seres vivos registrados a mayores altitudes. Abundan por igual en ambientes secos y húmedos y algunas llevan una existencia acuática, como la eurasiática Argyroneta aquatica, que llena su nido subacuático con una burbuja de aire, o la australiana Megadolomedes australianus.

Comportamiento

La investigación del comportamiento (Etología) de las arañas es un campo de gran riqueza. Aunque su capacidad de aprendizaje es modesta, según es regla en los artrópodos, hacen gala de una gran variedad y complejidad de comportamientos instintivos (heredados), sobre todo en lo referente al cortejo y apareamiento y al cuidado parental. Es notable también la precisión con que algunas fabrican su red de caza.

El cuidado parental, la atención activa a la progenie, se ha observado en distintas arañas. Los licósidos portan los huevos, encerrados o no en un capullo, y cuidan a los individuos juveniles hasta que estos alcanzan el desarrollo suficiente para capturar presas. Se conocen algunos casos de suicidio maternal, en los que las jóvenes arañas obtienen del cuerpo de su madre el primer alimento.

Algunas arañas, como el género cosmopolita Argyrodes (familia Theridiidae), son cleptoparásitas, que roban a otras arañas sus presas, manteniéndose al acecho en sus telas. El cleptoparasitismo se ha observado en media docena de familias. Las especies del género Mycaria (familia Gnaphosidae) practican el mimetismo de las hormigas, no sólo por su aspecto, sino por sus actitudes, levantando las patas anteriores hasta la posición de unas antenas. Lo mismo hace Sunpunna picta, que imita los movimientos de una avispa.

Arácnidos en Cuba

Existen reportadas un total de 567 especies, de las que 247 son exclusivas de nuestro archipiélago, con un 43,56 de endemismos; estas especies están repartidas en 52 familias, de las que 44 tienen especies endémicas; además se han descrito 8 géneros endémicos: Troglothele Fage, 1929; Bryantina Brignoli, 1985; Brignolia Dumitresco y Georgesco, 1983; Fageceira Dumitresco y Georgesco, 1992; Caudalia Alayón, 1980; Cubanopillus Alayón y Platnick, 1993; Decaphora Franganillo, 1931; y Paraplexippus Franganillo, 1930.

Fuentes

  • Alayo Dalmau, P. 1957. Lista de los Arácnidos de Cuba, Universidad de Oriente, Mus. Charles Ramsden, 41 pp.
  • Chiri Angel A. Las arañas: Biología, Hábiotos alimenticios e importancia como depredadores generalizados. Manejo Integrado de Plagas,Costa Rica. 1989.
  • Aracnidos