Claudio González Rucavado

Claudio
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Narrador, periodista, pedagogo y abogado costarricense
Nombre completoClaudio González Rucavado
Nacimiento1878
San José, Bandera de Costa Rica Costa Rica
Defunción1928
San José, Bandera de Costa Rica Costa Rica
OcupaciónEscritor
NacionalidadCostarricense
PeríodoContemporáneo
Lengua de producción literariaEspañol
Lengua maternaEspañol
GéneroNovela
MovimientosCostumbrismo
Obras notables*El hijo de un gamonal
  • Escenas costarricenses

Claudio González Rucavado. Narrador, periodista, pedagogo y abogado costarricense. Considerado -junto a otros grandes narradores de su generación, como Jenaro Cardona y Joaquín García Monge- como uno de los fundadores de la novela costarricense. Autor de una brillante producción narrativa que, pese a su extrema brevedad, alcanzó de inmediato las mayores cotas de calidad literaria en la Costa Rica de comienzos del siglo XX. Figura descollante de la vida pública y cultural de su nación.

Síntesis biográfica

Nació en San José, capital de Costa Rica en 1878. Autor de una brillante producción narrativa que, pese a su extrema brevedad, alcanzó de inmediato las mayores cotas de calidad literaria en la Costa Rica de comienzos del siglo XX, está considerado -junto a otros grandes narradores de su generación, como Jenaro Cardona Valverde y Joaquín García Monge- como uno de los fundadores de la novela costarricense.

Obtuvo el título de licenciado en Leyes en la Escuela de Derecho en 1904. Por su trayectoria profesional una escuela de San José fue bautizada con su nombre.

Trayectoria literaria

Escritor y destacado jurista, fue profesor en el Liceo de Costa Rica de 1904 a 1910; y en la escuela Manuel Aragón. También fue electo diputado en tres períodos (1910-1914, 1914-1918 y 1920-1924), Ministro de Gobernación en 1916 y en 1922, Presidente Municipal de San José y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Costarricense de Seguros.

Hombre de acusada vocación humanística, cultivó la creación literaria sólo en sus años juveniles, para consagrarse posteriormente a otras actividades profesionales que, como la docencia, el periodismo y la literatura, le convirtieron en una de las cabezas descollantes de la vida pública y cultural de su nación.

Perteneció por derecho propio a la primera generación de escritores de las Letras costarriqueñas, un grupo de autores que, insertos en pleno proceso de forja y consolidación de la identidad nacional, buscaron dentro de su labor artística las claves específicas que permitiesen hablar también de unas señas literarias comunes a todos los escritores que compartían dicho territorio centroamericano.

Reflejó en su obra los cambios que, desde los postulados del liberalismo económico y el positivismo filosófico, estaba experimentando una sociedad anclada todavía en el lastre del tradicionalismo, y empecinada a veces en identificar estos rasgos locales ancestrales con esas señas de identidad que buscaba desesperadamente.

Dentro de estos postulados estéticos e ideológicos que definieron la aportación literaria de todos los miembros de su generación, la obra concreta del narrador se caracteriza por su manifiesta inclinación hacia la mezcla de géneros y estilos, y, en general, por su naturaleza ecléctica, abierta a la asimilación de los elementos más variados.

Entre las páginas escritas de este autor, aparecen huellas indelebles del cuadro costumbrista (subgénero presente en las obras de todos esos autores que forjaron la literatura nacional).

Obras literarias

La primera entrega narrativa del escritor, publicada bajo el título de El hijo de un gamonal y publicada en San José, por la Imprenta Padrón y Pujol, en 1901, aportó a las Letras costarriqueñas un arquetipo que habría de brindar un asombroso rendimiento en la narrativa del país centroamericano durante la primera mitad del siglo XX: el carismático personaje del campesino rico y poderoso (alguien similar al cacique habitual en numerosas regiones de la España decimonónica) que, en el relato de González Rucavado, abandona su hábitat natural y se traslada a esa gran urbe donde se están produciendo todas las transformaciones provocadas por el liberalismo económico, con el propósito de utilizar su poder y sus influencias locales para beneficiarse también de los cambios políticos.

La segunda novela fue titulada Escenas costarricenses, publicada en San José por la Imprenta Alsina, en 1906. Obra de extraña y caótica estructura, esta nueva novela del autor de San José se centra también en las costumbres tradicionales de sus compatriotas y en las figuras que pueblan el agro del país, aunque desde una perspectiva menos pendiente de la crítica social que la adoptada en El hijo del gamonal.

Tras la publicación de esta segunda novela, dio a la imprenta una recopilación de sus relatos breves, publicada bajo el título de De ayer: niñerías (Id. Id., 1907). Centrado luego en otras actividades que reclamaban su atención profesional, no volvió a publicar una obra de ficción hasta pasados siete años, cuando regresó a los anaqueles de las librerías con ¿Egoísmo...? (Id. Id., 1914), novela que no aportó ninguna novedad de interés a su breve pero interesante producción literaria anterior.

Fuentes