Cynognathus

Cynognathus
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Un ágil corredor, no tan veloz como los perros modernos. 1.5 metros.
Clasificación Científica
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Synapsida
Orden:Therapsida
Suborden:Cynodontia
Familia:Cynognathidae
Género:Cynognathus
Especie(s):C. crateronotus SEELEY, 1895


Cynognathus ("mandíbula de perro") es un género representado por una única especie de terápsido (reptiles parecidos a mamíferos), que vivió mediados y finales del período Triásico (hace entre 245 y 208 millones de años).

Antecedentes arqueológicos

Descubrimiento

Los vestigios que se han podido encontrar del animal fueron básicamente hallados en diversos continentes, uno de ellos es el continente africano, dentro del cual se pudieron encontrar muchos restos, exactamente en Sudáfrica. Otro de estos continentes también resultó ser el de América, en el que concretamente en la zona sur de éste, se lograron hallar diversos elementos óseos, exactamente en un territorio que le pertenece al país sureño de Argentina. De igual forma se han logrado detectar vestigios en el continente asiático y de forma exacta en un país conocido como China, además de ello, en la Antártida también se poseen restos fósiles que probablemente se encuentran siendo estudiados e investigados a fondo. Cuando los restos fósiles son hallados en territorios tan variopintos generalmente se apunta a la desaparición de Pangea, un continente único que se estima se formó hace 300 millones de años y que aproximadamente hace 200 millones de años comenzó a fracturarse de forma progresiva hasta el estado actual de los continentes. Esta separación progresiva explicaría que en nuestro tiempo estos vestigios se hallan podido hallar en lugares tan alejados.

Características

El Cynognathus media cerca de 1,5 metros de longitud y 60 centímetros de altura aproximadamente y no más de 70 kilogramos de peso. El cuerpo del terápsido Cynognathus se apoyaba sobre cuatro patas pequeñas pero fuertes que quedaban debajo del tronco. Estas patas, provistas de grandes garras curvadas, daban al animal bastante velocidad para perseguir y saltar sobre sus presas. El cráneo de 33 centímetros de este depredador contaba con las armas de los mamíferos depredadores: incisivos, caninos y molares con muchos remolones que al cerrar la boca actuaban como una tijera desmenuzadora. Sus caninos eran muy largos y sobresalían de la mandíbula, de una forma similar a los dientes de sable. Tenía una cola muy larga y ancha, similar a la de un reptil que al parecer equilibraba el peso del animal. Los fósiles del cráneo también demuestran que tenía pelos sensitivos en el hocico con los que detectaba a su presa. Esto también demuestra que era un animal de sangre caliente porque tenía una cubierta de pelo que lo aislaba de las temperaturas del exterior. Se cree que este animal cazaba en manadas a las presas como el Lystrosaurus, que era muy abundante en el Triásico inferior. Aunque se parecía bastante a un mamífero, probablemente tenía unas orejas bastante pequeñas que le ayudaban a oír a sus presas y seguramente era un animal ovíparo, pero se cree que cuidaba a sus crías e incluso pudo ya haber tenido glándulas mamarias para alimentar a sus crías desdentadas en las primeras semanas de vida. Probablemente ponía pocos huevos que eclosionaban rápido y tenían cáscara blanda, como si se tratara de un adelanto al viviparismo.

Significado del nombre

El nombre Cynognathus significa literalmente “mandíbula de perro” y habría sido un animal realmente veloz en comparación a los demás animales de su mismo tiempo, aunque no habría sido tan veloz como los perros.

Alimentación

Por la estructura dental que este animal presenta, podemos decir que se trataba en realidad de un ejemplar que basaba su dieta en el consumo de carne, ya que dichos elementos dentales estaban diseñados perfectamente para triturar grandes cantidades de carne para digerirla posteriormente.

Locomoción

Cynognathus era un ágil corredor, no tan veloz como los perros modernos, ya que sus patas eran más cortas y sus pies se apoyaban en forma plana sobre el suelo, como el de los humanos, por el contrario, los perros modernos se apoyan en los dedos, lo que les permite alcanzar mayores velocidades al correr; adicionalmente tenía una postura de los miembros en abducción (separados del cuerpo) que le restaban velocidad y le daban un aspecto reptiliano.

Fuentes