Demencia senil canina

Demencia senil canina
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La demencia senil en perros es un aspecto prácticamente inevitable del proceso de envejecimiento natural de nuestros mejores amigos. Sin embargo, es posible tomar diversas medidas para mejorar su calidad de vida durante su vejez.

Definición

Los perros ancianos empiezan su proceso de envejecimiento entre los 6 y 10 años, aunque es cierto que los perros de raza grande envejecen antes que aquellos perros de un tamaño menor. El proceso de envejecimiento en el perro se asocia a una pérdida progresiva de algunas funciones, como aquellas asociadas al sentido de la vista y de la audición, siendo el sentido del olfato el último que disminuye su capacidad.

La demencia senil es un trastorno que afecta con cierta frecuencia y normalidad a perros muy longevos y es una enfermedad que también podemos observar en los seres humanos a medida que éstos envejecen. La demencia senil es una disfunción cognitiva, lo que puede traducirse del siguiente modo: el perro empieza a perder su capacidad de razonar.

Síntomas

Los síntomas de la demencia senil en perros pueden observar también en otras patologías de muy distinta índole, por lo que si adviertes algunas de estas manifestaciones en tu mascota debes acudir de forma urgente al veterinario. Las conductas del perro senil son las siguientes:

  • El perro no se orienta bien en el espacio, se pierde en lugares que le son familiares, no puede sortear obstáculos y camina hacia el lado erróneo de la puerta (intenta salir por la bisagra).
  • Disminuye su respuesta a distintos estímulos, se observa pérdida de interés y no disfruta del contacto humano, aunque por el contrario también puede desarrollar una conducta de gran apego.
  • Presenta la mirada perdida y camina sin ningún objetivo concreto.
  • Se muestra inquieto y agitado, duerme durante el día y deambula durante la noche.
  • Tarda en responder o no responde a órdenes, tarda en reconocer a familiares.
  • Muestra cambios en el apetito.
  • Empieza a realizar sus necesidades dentro de la casa.

Los propietarios sufren enormemente la demencia senil de su perro pues ven progresivamente como merman las facultades de éste, pero lejos de arrinconarnos en la tristeza que nos puede provocar ver a nuestro perro así, debemos hacer todo lo posible para que nuestra mascota transite esta etapa con la mayor calidad de vida posible.

Tratamiento

El tratamiento debe dirigirse a minimizar los signos clínicos asociados con la demencia y frenar la progresión de la pérdida de cognición, así como la intervención sobre el entorno, la modificación de la conducta y la terapia medicamentosa; retirándose previamente el tratamiento anterior de Diazepam y Clomipramina. El cliente debe comprender el papel que desempeña la pérdida cognitiva en la manifestación de los signos clínicos del paciente. Al desarrollar un plan para la modificación de conducta, el clínico debería enfatizar sobre los aspectos de aprendizaje y memoria del paciente, y ello puede requerir del cliente una reeducación y un reforzamiento de las conductas previamente aprendidas por el animal.

Enriquecimiento ambiental y modificación de conducta

Las modificaciones del entorno deben ser especialmente consideradas debido a que el paciente tiene limitadas sus capacidades de respuesta. Sería beneficioso procurar un enriquecimiento ambiental por estimulación de las vías auditiva, táctil, oral y olfativa, así como una mejora de las actividades cinéticas. Como ejemplo podríamos citar el efecto calmante que tiene la música sobre los estados de agitación para mejorar los niveles de confort. En este tipo de pacientes se ha demostrado que proporcionar un ejercicio físico apropiado en intensidad y duración facilita la socialización, y con ello se mejoran las relaciones con el propietario.

En cuanto al enriquecimiento del gusto se recomendó sustituir el pienso por una alimentación casera (arroz y pollo) añadiendo aceite de oliva crudo y verduras, para que fuera una comida más apetecible para el animal. En cuanto al olfato, se comentó a los dueños la realización de diversos juegos interactivos de búsqueda. En cuanto al oído y al tacto, se recomendó proporcionar más atención verbal y caricias, y ponerle música. También se recomendó reforzar las conductas de educación básicas previamente aprendidas.

Terapia farmacológica

El uso de medicamentos como los psicotropos ha demostrado ser muy eficaces en los problemas de comportamiento asociados con la disfunción cognitiva. El tratamiento farmacológico debe orientarse a paliar, por un lado los problemas de comportamiento asociados, y por otro los desórdenes cognitivos.

La Selegilina es un inhibidor irreversible de la monoaminooxidasa tipo B, que cataliza la transformación de dopamina, lo que se traduce en un incremento de la cantidad de dopamina, y con ello en una mejora de la neurotransmisión dopaminérgica, deficitaria en pacientes con demencias. También presenta un leve efecto antidepresivo, derivado del mismo mecanismo de acción y puede proporcionar efectos neuroprotectores adicionales. Se ha mostrado efectiva para mejorar la memoria a corto plazo, reducir los signos clínicos asociados a la disfunción cognitiva, y mejorar la calidad de vida en perros ancianos. Se recomienda la administración por la mañana, especialmente en aquellos perros con alteraciones del ciclo sueño/vigilia.

La Nicergolina es un bloqueante alfaadrenérgico que produce vasodilatación periférica con incremento del riego cerebral, y consecuentemente una mejora en el aporte de oxígeno y de glucosa a la neurona. Estimula las funciones psíquicas de memorización y aprendizaje. Se ha demostrado que en pacientes humanos con demencia produce una moderada mejoría de las funciones cognitivas, y su utilización en perros seniles mejora los trastornos de comportamiento. De acuerdo con algunos estudios, la nicergolina incrementa la actividad de los perros viejos en un 75% (Manteca, X. 2003).

La vitamina E ayuda a ralentizar el progreso de la Disfunción Cognitiva, así como a mejorar la sintomatología, por sus efectos neuroprotectores y su acción anti radicales libres.

En principio, se prescribió la administración de Selegilina en comprimidos por vía oral a una dosis diaria de 0’5 mg/Kg., por las mañanas durante 2 meses y una cápsula de Auxina A+E cada 24 horas.

Prevención

Una mejor calidad de vida en la vejez depende básicamente de adoptar hábitos saludables desde la juventud. Así se evitan los factores de riesgo que llevan a una aceleración del proceso de demencia senil en los perros. Una alimentación equilibrada, la práctica regular de ejercicios físicos y los momentos de esparcimiento son medidas preventivas eficientes. Siempre hay que respetar la carta de vacunación y realizar las desparasitaciones periódicas.

Fuentes