Edificio Seagram

Edificio Seagram
Información   sobre la plantilla
Seagram1.jpg
Vista del edificio
Características Generales
UbicaciónNueva York, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos de América
TipoTorre de oficinas
Características Constructivas
ArquitectoLudwig Mies van der Rohe


El Edificio Seagram es una moderna torre de oficinas proyectada por el famoso arquitecto alemán Ludwig Mies van der Rohe, en colaboración con Philip Johnson.

Historia

Este rascacielos de oficinas edificado en Nueva York en 1958 constituye en muchos aspectos la culminación del proceso de depuración expresiva, sin ninguna concesión a lo ornamental, para edificios en altura que Mies van der Rohe había iniciado a comienzos de la década con los Apartamentos Lake Shore Drive 860- 880 y había continuado con otros ejemplos en Chicago como los departamentos del Paseo de la Commonwealth y los Esplanade. Es un muestra de su mentalidad racionalista, un ejercicio de elegancia arquitectónica en el que el uso mesurado de pocos elementos da como resultado una de las más bellas joyas de la arquitectura del siglo XX.

Es la sede central de la corporación Seagram, originalmente perteneciente a un contrabandista enriquecido durante la Ley Seca por la venta de alcohol de manera ilegal.

Ubicación

La edificación está ubicada exactamente en el 375 de Park Avenue, entre la calle nº 52 y la nº 53 en el centro de Manhattan. En la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.

Descripión

Uno de sus detalles más originales es que, en lugar de ocupar todo el solar disponible, Mies van der Rohe decidió liberar un espacio próximo al edificio que destinó a plaza, de forma que al aproximarse al mismo se genera sensación de escala mediante el juego lleno-vacío (edificio-plaza) y mediante las proporciones del propio edificio, características difícilmente encontradas en una ciudad como Nueva York.

Preguntado el arquitecto por la razón de dicha plaza, respondió que retranqueba el rascacielos "para poder verlo. Si vas a Nueva York, realmente tienes que mirar a las marquesinas para saber donde estás. Ni si quiera puedes ver el edificio, sólo lo ves desde lejos". Esa plaza permite a la construcción respirar en medio de un conjunto urbano en el que la densidad edificatoria deja apabullado al espectador.

Persianas

Era evidente que un edificio de tal altura habría de tener una enorme superficie de persianas, cuyos usuarios tenderían a subirlas o bajarlas como mejor les pareciese. Para evitar esta muestra de desorganización, las diseñó de manera que sólo tuviesen tres posiciones posibles. Con ello pretendía mantener la homogeneidad visual de la construcción. Además, la mezcla de los perfiles exteriores con el tono tintado de los cristales del rascacielos, cuya función básica es reducir la temperatura interior, contribuye a hacer más sobria aún, si cabe, la imagen exterior del edificio: un prisma de cristal oscuro en medio de una de las principales avenidas de Nueva York.

Espacios

Mies diseñó su edificio a la manera de las columnas antiguas, con basa, fuste y capitel.

Efectivamente, al basamento, suntuosamente planteado sobre una plaza seca de mármol con fuentes, alberga el vestíbulo de entrada. No obstante el terreno en la planta baja está despejado y el edificio esta apoyado sobre pilotes, le sigue el fuste correspondiente a la indiferenciada sucesión de pisos de oficinas, el cual termina en un cuerpo de triple altura que, aun continuando rigurosamente el volumen de la torre, se expresa plásticamente como el remate del conjunto.

Para poder tener acceso al área de la plaza, es necesario atravesar una escalinata entre dos grandes pilastras o basas, donde se extienden dos láminas de agua en simetría, lo que es muy característico de la Antigüedad clásica.

El edificio tiene 157 metros de altura, distribuidas en 39 pisos.

Fachada

Su tipología deja en evidencia la estructura en la fachada, cumpliendo a la vez un rol ornamental, compuesta por vigas de acero y columnas de bronce, que sin tener una función estructural enmarca perfectamente las grandes cristaleras que constituyen la epidermis más visible de la obra.

Como es un edificio destinado a oficinas y no a actividades de recreación, su fachada es muy sencilla, la cual delata en el momento de observarla las características funcionales del edificio.

La ornamentación de la estructura corre por cuenta de las instalaciones de vigas de acero y columnas de bronce, aunque dichas columnas iban a ser construidas de acero pero debido a las quejas de la compañía por la economía de los recursos decidieron hacerlas de bronce.

Materiales

Muro-cortina de cristal y bronce en la fachada. Debido a la ley antiincendios vigente en el año 1954, en el momento de realizarse la construcción se utilizó hormigón como material estructural, tanto por fuera como por dentro.

La parte minimalista de la expresividad de Mies van der Rohe llega en esta obra a su máximo grado de refinamiento: los “mullions” del muro cortina los cuales son perfiles dobles especiales que han sido adicionados en ambos extremos del ala exterior con aristas salientes para generar un sutil subrayado de su forma.

El refinamiento que Mies demostró en el Seagram se extiende a la elección de los materiales: perfilería y paños metálicos en bronce claro y vidrio de tonos rosados, en el muro-cortina de la fachada, contribuyen a darle a esta obra una suerte de estilo neoyorquino del cual carecen los ejemplos anteriores, más austeros en su rigurosidad tecnológica.

Véase también

Fuentes