Encefalopatía espongiforme bovina

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Encefalopatía Espongiforme bovina
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La Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) es una enfermedad neurológica,degenerativa y mortal de los bovinos.
Agente transmisor:Prión (partícula proteica Infecciosa)

Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB). Es una enfermedad crónica, no febril y fatal; caracterizada por un largo periodo de incubación seguido por una degeneración progresiva fatal del sistema nervioso central de los bovinos adultos y que se trasmite a los seres humanos por la ingestión de partes del cerebro de bovinos infectados.

Sinonimia

Encefalopatía Espongiforme Bovina, Enfermedad de las vacas locas, Mal de las vacas loca

Historia

La EEB fue reconocida como una nueva EET animal a raíz de la epidemia de las "vacas locas" acaecida en Inglaterra durante el período 1989-92, aunque los primeros casos fueron detectados en 1986 .Se estima que durante esta epidemia unas 200 000 vacas (principalmente lecheras adultas de tipo Holstein Friesian) sucumbieron por la enfermedad y otras 4 500 000 (asintomáticas menores de 30 meses de edad) fueron sacrificadas como medida de prevención epidemiológica También se ha mencionado que más de 1 000 000 de vacas fueron infectadas, pero que la mayoría no desarrollaron la enfermedad porque fueron sacrificadas para consumo humano entre los 2 y 3 años de edad .

Etiología

La EEB es causada por un agente no convencional denominado Prión, partícula proteica infecciosa, de menor tamaño que los virus. Este agente es extremadamente resistente al calor, las radiaciones y a muchos agentes químicos. Se postula que el agente causal de la EEB es el mismo que provoca el scrapie ovino que logró adaptarse a los bovinos.

Fuente de transmisión

El prión se transmite cuando los bovinos consumen alimentos que contienen harinas de carne y hueso, elaboradas con tejidos procedentes de rumiantes infectados; sin que haya evidencia de que se transmita horizontalmente por contacto directo, y la transmisión vertical de madres infectadas a sus crías, no tiene significancia epidemiológica.

Los principales tejidos capaces de transmitir la enfermedad conocidos como materiales de riesgo especificado (MRE) son aquellos tejidos que representan un alto riesgo para los humanos y los animales, por haber estado expuestos al prión y porque en algún momento durante el período de incubación de la enfermedad, llegan a infectarse; entre ellos se encuentran:

El periodo de incubación de la enfermedad varía entre 2 y 8 años.

Países se ha diagnosticado la EEB

Además del Reino Unido, se le ha encontrado en ganado de los países europeos de Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Grecia, Italia, Luxemburgo, Liechtenstein, Países Bajos, Polonia, Portugal, República de Checa, República de Irlanda, Suiza, Alemania; así como en animales de Israel, Japón, Canadá y en Estados Unidos.

Síntomas

Los bovinos afectados se ven nerviosos, temblorosos, tambaleantes, aprehensivos y con cambios de comportamiento, de ahí el nombre de “vacas locas”. El comportamiento nervioso se observa en la mayoría del ganado afectado y se interpreta cuando el animal se aísla del resto del rebaño, se resiste a entrar a la sala de ordeño y a ser ordeñado. Los primeros signos locomotores son pequeños cambios en los movimientos de los cuartos traseros y dificultad a la hora de incorporarse a partir de una posición normal, que puede confundirse con hipomagnesemia y cetosis nerviosa. Los cambios locomotores se traducen por caminar tambaleante, zancadas cortas y torpeza en el momento de girar. Los principales signos neurológicos de la EEB consisten en aprehensión (temor o nerviosismo), ataxia (incoordinación al andar) e hiperestesia (sensibilidad excesiva y dolorosa). Los animales con cualquiera o con una combinación de estos signos durante más de un mes, deben ser considerados como casos sospechosos de EEB. Podemos encontrar además salivación excesiva, disminución de la rumia acompañada con bradicardia (disminución de la frecuencia cardiaca) y arritmia (irregularidad y desigualdad en el ritmo cardiaco), así como trismus (rechinar de dientes).

Diagnóstico

En la actualidad, el diagnóstico se realiza después de la muerte del animal, por lo que la enfermedad se confirma en el laboratorio mediante el uso de pruebas rápidas como la de inmunocromatografía de flujo lateral del tallo cerebral y su confirmación con las técnicas de Western blot e inmunohistoquímica; asimismo, es importante el diagnóstico diferencial para descartarla de una serie enfermedades con patología semejante.

Diagnóstico Diferencial

Rabia

Listeriosis

Meningoencefalitis tromboembólica

Enfermedad de Aujeszky

Intoxicación por plantas y químicos

Deficiencias minerales o Síndrome de la vaca caída

Prevención y control

Hasta el momento no se han podido desarrollar ni vacunas ni tratamientos para prevenirla, por lo que el control se limita a la restricción de la movilización de rumiantes y sus productos de países afectados.

Fuentes