Enfermedad de Alexander

Enfermedad de Alexander
Información sobre la plantilla
Sindrome de alexander.jpg
Concepto:Es una enfermedad progresiva, metabólica y neurológica, debida a una anomalía del astrocito (célula neurológica en forma de estrella).

Enfermedad de Alexander. Es una enfermedad genética, normalmente de aparición en la infancia y perteneciente al grupo de las leucodistrofias que se caracteriza por la destrucción progresiva de la sustancia blanca del cerebro. La enfermedad recibe el nombre por el patólogo neozelandés William Stuart Alexander, quien describió el síndrome en 1949 junto con la profesora Dorothy Rusell en el London Hospital.

Definición

Es una enfermedad progresiva, metabólica y neurológica frecuentemente hereditaria, debida a una anomalía del astrocito (célula neurológica en forma de estrella).

Otros nombres

  • Leucodistrofia con Fibras de Rosenthal
  • Panneuropatía Hialina
  • Leucodistrofia Fibrinoide
  • Megalencefalia con Panneuropatía Hialina
  • Leucodistrofia Megalobar Dismielogénica
  • Megalencefalia con Inclusión Hialina
  • Degeneración Fibrinoide de los Astrocitos

La enfermedad de Alexander es causada por la mutación del gen de la proteína glial fibrilar ácida es una parte intermedia de la familia de proteínas que forman redes y apoya y refuerza las células. Normalmente, no es heredada por los padres. Una persona puede tener una mutación del gen, sin antecedentes familiares.

La enfermedad se manifiesta por la aparición de retraso mental y anormalidades físicas, en especial macrocefalia, por la presencia de fibras de Rosenthal y patrones de neuroimagen característicos. Progresa hasta un desenlace mortal en la mayor parte de los casos.

Esta enfermedad está presente como un patrón autosómico dominante, lo que significa que sólo se necesita una mutación de una copia del gen de la GFAP.

Se están realizando investigaciones con el fin de aprender cómo tratar y curar esta enfermedad y otras leucodistrofias.

Historia

Fue descrita por primera vez en 1949, por William Stuart Alexander. En 1949, Alexander informaba del caso de un muchacho que tenía un rápido aumento del volumen de la cabeza (hidrocéfalo) y un retraso de desarrollo. Se murió a la edad de 15 meses, después de una enfermedad durando ocho meses. En la autopsia, se puso de relieve un gran número de cuerpos homogéneos, llamados hoy “fibras de Rosenthal”. Raros casos esporádicos aparecieron durante los veintisiete años siguientes. En 1976, el equipo del Dr. Russo divide la enfermedad en tres subgrupos, en función de la edad del enfermo.

  • En las formas infantiles , el niño presenta una cabeza anormalmente grande (macrocefalia y/o hidrocefalia), así como un retraso psicomotor, una regresión psíquica y de las crisis convulsivas.

Los resultados clínicos, radiológicos y patológicos encontrados en diez niños afectados por enfermedad de Alexander probada histológicamente confirman la existencia de este subgrupo clínico.

  • En las formas juveniles , la enfermedad se instala entre 7 y 14 años, con señales bulbares predominantes, un cuadro espástico y de la ataxia.
  • El estado mental sigue siendo intacto.
  • En las formas adultas , esta enfermedad se asemeja a una esclerosis en placas

El censo es difícil, y los investigadores tienen hoy que reunir familias y médicos afectados por esta enfermedad: una decena de casos contabilizados puede bastar para empezar un estudio.

El hecho de que la enfermedad de Alexander sea genética aun está en estudio.La enfermedad de Alexander es extremadamente rara. Si se definen como enfermedades raras aquéllas que padecen menos de 5 de cada 10.000 habitantes de una población, esta patología es infrecuente incluso para esa categoría: o sea, es rarísima.

El doctor Antonio Muñoz Hoyos, neuropediatra en el Hospital San Cecilio de Granada y presidente de la Sociedad de Pediatría de Andalucía Oriental , explica que la enfermedad de Alexander forma parte del grupo de las leucodistrofias, que se caracterizan por la destrucción progresiva de la sustancia blanca (mielina) que recubre el sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal) y el periférico (nervios motores y sensitivos).

Se trata de un mal progresivo y habitualmente mortal en el que la destrucción de la materia blanca en el cerebro está acompañada de la formación de depósitos anormales llamados fibras de Rosenthal. Esa acumulación se produce en losastrocitos, unas células del cerebro con forma de estrella.

Patología

La patología presenta tres formas distintas:

  • La variante infantil aparece durante los dos primeros años de vida y habitualmente implica un retraso grave del desarrollo, tanto mental como físico, un crecimiento anormal de la cabeza y, a veces, convulsiones.
  • La forma juvenil suele debutar entre los 2 y los 13 años. Algunos síntomas son los vómitos habituales, la dificultad para tragar y hablar, la descoordinación y la pérdida del control motor. El pronóstico es peor en los casos más precoces. Muy pocos de estos niños llegan a adultos.

El profesor de la Universidad de Granada destaca que, al ser una enfermedad muy rara, las diferencias en las manifestaciones en cada paciente pueden llegar a ser muy importantes.

No obstante tiene en general mal pronóstico. Casi siempre hay una pérdida progresiva de funciones, como la vista, el oído, el habla, el movimiento, la memoria. También se ha descrito algún caso en el que la enfermedad debuta con una muerte súbita.

  • La variante más rara de la enfermedad es la de aparición en la edad adulta, en la que en muchas ocasiones los primeros síntomas son de tipo psicológico y psiquiátrico.

La enfermedad de Alexander parece algo más frecuente en niñas y existe en todas las poblaciones del mundo, es decir, es independiente de la raza, el entorno geográfico y las diferencias culturales y económicas.

Existen diferentes tipos de leucodistrofias y en todos ellos hay un componente genético y hereditario, excepto en la enfermedad de Alexander. En ella los casos son esporádicos, es decir, que no hay una propensión a la enfermedad en determinadas familias.

Al parecer, en ocasiones esta mutación se produce de forma espontánea durante la gestación. Algunos afectados por la forma adulta llegan a ser padres y, por tanto, en teoría podrían pasar este defecto a sus descendientes. Sin embargo, no todos los afectados presentan esa mutación, por lo que podría haber otras causas -genéticas o no- que aún no han sido identificadas.

Las leucodistrofias son un grupo de enfermedades desmielinizantes que presentan afectación primaria y predominante de la mielina (vaina de sustancia blanca que recubre los nervios) del sistema nervioso central, aunque en alguna de ellas se afecta además el sistema nervioso periférico.

Todo esto se debe a un déficit enzimático y tiene una base genética.

Manifestaciones clínicas

Se manifiesta fundamentalmente por alteraciones motoras y visuales. Las crisis convulsivas son raras y el retraso mental es de aparición tardía, apareciendo con la afectación azonal secundaria.

Rasgos comunes

Además de estos rasgos comunes, hay otros diferenciales según la edad a la que se presenta la demielinización:

  • En el lactante predomina la detención y retraso del desarrollo psicomotor (habilidades que requieren coordinación de la actividad muscular y mental), con irritabilidad, dificultad de alimentación y parálisis de un lado del cuerpo,aumento de reflejos tendinosos y falta de reflejos cútaneos. Además, es frecuente que aparezca ceguera por atrofia óptica.
  • A partir del primer año de vida lo más llamativo es la alteración de la marcha, que es atáxica (carencia de coordinación de movimientos musculares) o espástica (contracción involuntaria y persistente del músculo axial). Después de esta aparición, poco a poco van apareciendo alteraciones de la conducta y el aprendizaje como manifestaciones del deterioro cerebral.
  • A partir de los cinco años aparecen síntomas mentales como problemas de comportamiento o actividad muscular exagerada seguidos de déficits de atención, concentración, aprendizaje y lenguaje. A medida que pasa el tiempo, se desarrollan parálisis espásticas progresivas, movimientos anormales y espasmos tónicos. La facultad mental va disminuyendo de forma irreversible conduciendo a la muerte.
  • En el adulto los síntomas predominantes son los psiquiátricos.

Transmisión

Nada permite afirmar cómo esta enfermedad se transmite. El investigador inglés Michael Baraitser piensa que hay una oportunidad sobre dos para que la enfermedad sea autonómica recesiva. Considera que los hermanos y hermanas de un niño enfermo tendrán alrededor un 90% de oportunidades de no ser afectados.

Diagnóstico

Cuando se sospecha la enfermedad, se empiezan a hacer estudios metabólicos en orina y plasma, así como estudios neurofisiológicos y es imprescindible realizar resonancia magnética nuclear para observar alteraciones en la sustancia blanca, que en ocasiones pueden preceder a la aparición de síntomas clínicos.

El diagnóstico de confirmación requiere la determinación de la actividad enzimática correspondiente; esta puede medirse en concentrado de leucocitos o en cultivo de fibroblastos, obtenidos de una biopsia de la piel.

En ocasiones, para el diagnóstico definitivo se precisan estudios genético-moleculares además de los enzimáticos. Y a veces, se realiza biopsia de nervio, que suele permitir un diagnóstico más rápido.

Tratamiento

No hay cura para la enfermedad de Alexander, ni hay un acuerdo sobre un método para el tratamiento de la enfermedad. Los médicos sólo pueden tratar los síntomas de un paciente. Esto significa que aunque un médico puede prescribir tratamientos y medicinas para tratar las convulsiones y la espasticidad, la enfermedad aún se conserva.

Albee Messing trabaja en el Waisman Center de Madison Estados Unidos, es el único científico que investiga sobre dicha enfermedad e intenta frenar el terrible avance degenerativo de ella.

Fuentes