Estanislao Zeballos

Estanislao Zeballos
Información sobre la plantilla
Estanislao Zeballos.jpeg
NombreZeballos, Estanislao Severo[1]
Nacimiento27 de julio de 1854
ciudad de Rosario,
provincia de Santa Fe,
Argentina Bandera de Argentina
Fallecimiento4 de octubre de 1923 (69 años) 
ciudad de Liverpool,
país de Inglaterra,
Reino Unido Bandera del Reino Unido
Nacionalidadargentina
Ciudadaníaargentina
Ocupaciónjurista, político, catedrático, historiador, etnógrafo, geógrafo, legislador, periodista, ensayista y novelista

Estanislao Zeballos (Rosario, 27 de julio de 1854 - Liverpool, 4 de octubre de 1923) fue un político, legislador y ensayista protofascista argentino, que ocupó tres veces el cargo de ministro de Relaciones Exteriores de su país.

Político y jurisconsulto argentino. Fue un eminente promotor de la cultura argentina de finales del siglo XIX y principios del XX, pero su obra es muy polémica a causa de su relación con los aspectos más siniestros de la política de su país.

Síntesis biográfica

Desempeño profesional

Tras estudiar en el Colegio Nacional de Buenos Aires, ingresó en la Facultad de Ingeniería y Derecho. Simultaneó entonces su carrera con el puesto de secretario de la Comisión popular de salud. Más tarde colaboró con algunos periódicos en la redacción de diversos artículos. Inició su labor docente en algunos institutos de Educación Secundaria y posteriormente fue profesor universitario. Ocupó varios cargos públicos: fue diputado nacional, diplomático y ministro de Relaciones Exteriores.

Durante la epidemia de fiebre amarilla en Buenos Aires (1870-1871) Zeballos colaboró con José C. Paz en la Comisión Popular de Salubridad, lo que lo llevó a contraer la enfermedad.[1]

De esta etapa de su vida lo más destacado fue que, en 1872, bajo la protección del departamento de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, fundó la Sociedad Científica Argentina, sociedad para la que redactó los estatutos y fue uno de los creadores de su boletín: Los Anales, que con el tiempo se convirtió en la publicación más importante del sector y fue promotora del avance científico del país. También fue el creador del Club Progreso, el Círculo de Periodistas y la Sociedad Rural (el epítome de institución antidemocrática y antiperonista).[2]

En 1878, el presidente Julio Roca le pidió que escribiera una obra destinada a convencer a los miembros de la Cámara de la necesidad de solucionar económicamente la Campaña al Desierto,[3] cuyo resultado fue el exterminio de las poblaciones indígenas. Al año siguiente (1879), y fruto de los numerosos estudios geográficos que se estaban llevando a cabo desde la fundación de la Sociedad Científica, Zeballos creó el Instituto Geográfico Argentino.

Durante la década de 1880 Zeballos se alejó del presidente Roca y fue titular de numerosos cargos públicos. Formó parte de la Cámara de Diputados y desde allí realizó numerosas reformas, como las llevadas a cabo en el Código de Procedimiento, el del Comercio, la Ley de Creación de Colonias Agrícolas, la de Vinos, la de Ferrocarriles y la de creación de la Universidad Federal de Rosario. Estuvo al frente del ministerio de Asuntos Exteriores y su actuación como jurista internacional elevó la imagen de su país en el extranjero. Sin embargo, durante la legislatura del presidente Figueroa Alcorta, Zeballos intuyó un posible conflicto armado con Brasil y aconsejó el armamento del país. Por este error tuvo que dimitir de su cargo. Pero su actividad política no se cortó de raíz, ya que desde 1912 ocupó el cargo de diputado nacional.

Las ideas de Zeballos ―fuertemente marcadas por el positivismo y el darwinismo social― se deslizaron hacia posiciones xenófobas y racistas, sobre todo contra los pueblos de Brasil y de Chile (a los que consideraba seres inferiores a los argentinos). Como canciller de la República Argentina, Zeballos generó conflictos de límites que antes no existían, y promovió conceptos históricamente inexactos sobre la naturaleza de las relaciones internacionales en el Cono Sur.[4] En su chauvinismo, Zeballos‍‍ desarrolló un «nacionalismo patriotero».[5]

Desarrolló su actividad como político junto con su pasión por el darwinismo social (racismo «científico»). Colaboró como redactor en numerosos medios de comunicación escritos y dirigió entre 1898 y 1923 la Revista de Derecho, Historia y Letras, de la que fue su fundador y en donde exponían sus ideas las figuras más importantes del continente americano

Como seudocientífico realizó viajes de exploración que dieron como fruto numerosas obras de carácter etnográfico y descriptivas, con una visión extremadamente racista, como Viaje al país de los araucanos, Descripción amena de la República Argentina, Callvucurá y la dinastía de los Piedras, y Relmu, reina de los pinares.

En su labor de jurisconsulto editó libros sobre Derecho público y privado: El derecho privado humano y la legislación de emergencia, Estudio crítico de la legislación comparada, La política exterior de Chile, Reorganización jurídica internacional e Iniciativas argentinas.

Fuentes