Familia de lenguas

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Concepto:Grupo de lenguas emparentadas

Familia de lenguas. Grupo de lenguas emparentadas históricamente y que parecen derivar de una lengua más antigua que por diversificación dialectal dio lugar a diferentes lenguas, normalmente ininteligibles entre sí. En sentido estricto, una familia de lenguas es una unidad filogenética, es decir, todos sus miembros derivan de un ancestro común.

Reconocimiento del parentesco

La comparación sistemática de los idiomas del mundo mediante los métodos de la lingüística histórica ha permitido probar que la mayoría de lenguas no están aisladas, sino que entre ellas forman grupos o familias, para las que puede reconstruirse fidedignamente un origen común. El estudio sistemático de muchas familias ha permitido reconstruir las diversas protolenguas (o lenguas ancestrales) que por diversificación habrían dado lugar a la familia y a las similaridades observadas entre las lenguas de una misma familia.

Protolengua o ancestro común

El ancestro común a la mayoría de familias no es conocido o conocido sólo de forma directa en pocas ocasiones ya que el registro histórico de la mayoría de las lenguas es muy corto. Sin embargo es posible recuperar muchas de las características del ancestro común de lenguas relacionadas aplicando el método comparativo, un procedimiento de reconstrucción desarrollado en el siglo XIX por el lingüista alemán August Schleicher (1821-1868). Se puede demostrar fácilmente el estatus de muchas de las familias listadas más abajo. Las familias de lenguas pueden ser subdivididas en unidades menores, normalmente denominadas «ramas» (la historia de una familia de lenguas se representa frecuentemente como un Árbol).

El ancestro común de una familia (o una rama) se conoce como «protolengua». Por ejemplo, la protolengua reconstruida de la bien conocida familia indoeuropea es llamada protoindoeuropeo (de la que no se conservan restos escritos ya que fue usada antes de la invención de la escritura). A veces una protolengua puede ser identificada con un lenguaje conocido. Así, los dialectos provinciales del latín («latín vulgar») fueron origen de las lenguas romances modernas. Es decir, la lengua «protorromance» es más o menos idéntica al latín (aunque no idéntica al latín culto de los escritores clásicos). Los dialectos del Antiguo nórdico son la protolengua del noruego, el sueco, el danés y el islandés. De allí que dichas protolenguas resulten de una «reconstrucción» que los lingüistas intentan a partir de datos conocidos y de varios sistemas de comparación lingüística y de evolución lingüística (ej.: la Glotocronología, la Lexicoestadística, etc.).

Lenguas aisladas

Árbol de familias de lenguas basadas en el idioma protoindoeuropeo.

Las lenguas que no pueden ser clasificadas con seguridad en ninguna familia son llamadas lenguas aisladas. Existen varios motivos por lo que una lengua se clasifica como aislada:

  • Las lenguas geográficamente cercanas no parecen tener suficientes coincidencias léxicas como para establecer fuera de toda duda la existencia de un ancestro común, entre la lengua en cuestión y otras lenguas. Esta es más o menos la situación para el burushaski.
  • Las lenguas emparentadas con la lengua en cuestión, desaparecieron antes de que la documentación lingüística de las mismas permitiera reconocer el parentesco. Esta es la situación aceptada para el vasco-aquitano cuyos parientes próximos, de haber existido, podrían haber desaparecido por el poblamiento Indoeuropeo de Europa.
  • La documentación sobre esas lenguas y otras lenguas de la misma región es pobre. Este es el caso de muchas lenguas amazónicas sobre la que la documentación no permite concluir si están o no emparentadas con otras lenguas geográficamente cercanas.

Antigüedad de las familias

Las estimaciones glotocronológicas han mostrado que la mayoría de familias lingüísticas bien establecidas se han diversificado en los últimos 50 siglos. Se entiende que una familia está bien establecida cuando existe consenso en que dichas lenguas forman un grupo, se han podido reconstruir razonablemente la protolengua originaria. Mientras que las familias peor establecidas, o incluso polémicas, y las Macrofamilias parecen tener tiempos de diversificación más grandes. Eso refleja dos hechos:

  1. Las familias de lenguas con menor profundidad temporal muestran un mayor parentesco lo cual hace mas sencillo aplicar el Método comparativo y, por tanto, reconstruir la protolengua.
  2. Las familias poco establecidas, podrían representar tanto familias de gran profundidad temporal en la que el paso del tiempo hubiera hecho menos reconocible el parentesco, como grupos de lenguas que realmente no están emperentadas sino que muestran fenómenos de contacto lingüístico y difusión típica de Área lingüística.

Distribución geográfica

La distribución geográfica de las familias es el reflejo del devenir histórico de sus hablantes. Así la mayor parte de las grandes familias de lenguas parecen haberse expandido gracias a «revoluciones» agrícolas o tecnológicas de algún otro tipo. La Revolución neolítica provocó la expansión de las lenguas afroasiáticas en África y Oriente Medio, las lenguas sino-tibetanas en Extremo Oriente y de acuerdo con la teoría de Renfrew la expansión de las lenguas indoeuropeas en Eurasia occidental.

La mejora de las técnicas de navegación permitió a los hablantes de lenguas austronesias expandirse desde la Isla de Taiwán por toda Oceanía, llegando incluso a Madagascar frente al continente africano. El imperialismo europeo llevó las lenguas indoeuropeas a América y numerosas áreas de África, Oceanía y en menor medida Asia. Al parecer el uso del hierro y otras tecnologías habría permitido a las lenguas Níger-Congo llegar a imponerse en África desplazando a los hablantes de otras familias ahora poco numerosas como las lenguas nilo-saharianas o las lenguas joisanas.

En la actualidad las dos familias lingüísticas mayores, por número de hablantes, las lenguas indoeuropeas y las lenguas sino-tibetanas juntas, suman un número de hablantes que equivale al 75% de la humanidad. Mientras que entre las lenguas indígenas de América, por ejemplo, muchas familias de lenguas apenas superan los pocos miles de hablantes.

Lenguas naturales (orales)

Agrupadas geográficamente sin tener en cuenta las relaciones entre familias. En la siguiente lista cada uno de los puntos es una familia de lenguas conocida. Las denominaciones geográficas de los títulos son solamente para mantener un orden y facilitar la lectura. Las relaciones geográficas son convenientes para tal objetivo, pero no representan ningún tipo de intento de crear «superfamilias» filogenéticas.

Familias de África y el Oriente próximo

Desde antiguo se reconoció que las lenguas semíticas de Oriente próximo y la península arábiga estaban genéticamente emperentadas, cosa que se explicaba en términos semi-míticos juzgando que los pueblos semitas eran descendientes comunes de Sem. La clasificación extensiva de las lenguas del África subsahariana empezó en el siglo XIX sobre la base de datos lingüísticos y datos etnográficos, dominados por una visión racista y supremacista de la variedad humana. El estudio plenamente científico y exento de prejuicios racistas empezó propiamente en el siglo XX. El trabajo de Joseph Greenberg, en la actualidad aceptado en líneas generales por la mayoría de africanistas agrupa a las lenguas del continente africano en cuatro grandes Macrofamilias:

Subsisten discrepancias menores sobre las agrupaciones internas de estos grupos, y sobre la clasificacion de algunas lenguas cordofanas. Se ha realizado un importante trabajo comparativo sobre la mayoría de subfamilias dentro de las lenguas afroasiáticas, y de las lenguas Níger-Congo. Se han propuesto varias reconstrucciones razonablemente completas del proto-afroasiático, del proto-nilosahariano, aunque el sistema fonológico reconstruido por diversos autores puede llegar a diferir considerablemente, lo cual indica que todavía se necesita mayor clarificación sobre el parentesco y las características de dichas lenguas.

Familias de Europa y norte, oeste y sur de Asia

Durante la edad media europea se reconoció el parentesco evidente entre algunas lenguas (las lenguas románicas, las lenguas celtas, las lenguas germánicas, las lenguas eslavas, etc). Sin embargo, no se sospechó de que todos estos grupos estaban en última instancia emparentados hasta mucho más tarde. Hacia finales del siglo XVIII el filólogo británico Williams Jones propuso seriamente la idea de que el latín, griego, germánico, el celta, el sánscrito y el persa estaban emparentados, esta fue la primera identificación de la familia indoeuropea en una forma cerca a como la conocemos hoy en día. Durante el siglo XIX el desarrollo del Método comparativo permitió identificar otras familias.

En la actualidad Europa es el continente menos diverso desde el punto de vista lingüístico. Esto se debe básicamente a las migraciones indoeuropeas durante el neolítico, y la posterior formación de imperios cuyos hablantes usaban lenguas indoeuropeas, que acabaron con todas las lenguas preindoeuropeas del continenente excepto el vasco y las lenguas del Cáucaso. El Cáucaso por otra parte es un región montañosa mucho más diversa que el resto de Europa. Por otra parte Eurasia central es una región bastante más diversa que Europa (excepto el cáucaso), con varias grandes familias de lenguas. Las familias generalmente aceptadas hoy en día incluyen:

Familias de Extremo Oriente (Asia) y Oceanía

Familias de Australia

Familias de América

La clasificación de las lenguas de América, es probablemente una de las áreas más controvertidas de la clasificación filogenética de las lenguas. Las propuestas van desde más de 7 docenas de unidades filogenéticas, hasta sólo tres unidades para todo el continente.

Familias de Norteamérica

El primer trabajo suficientemente ambicioso de clasifiación de las lenguas de Norteamérica fue el llevado a cabo por John Wesley Powell que reconoció más de una cincuentena de grupos filogenéticos. Edward Sapir hizo algunas propuestas controvertidas tendentes a reducir el número de grupos, tratando de identificar relaciones entre los grupos de Powell. Algunas propuestas de Sapir han ganado aceptación, pero la mayoría han sido desechadas. Una clasificación «conservadora» al estilo de Powell basada en evidencia disponible actualmente reconoce los siguientes grupos:

El trabajo comparativo sobre estas lenguas podría llevar a reducir el número de grupos, aunque ese trabajo es complicado, porque los grupos anteriores sólo parecen muy remotamente relacionados unos con otros, y los posibles parentescos resultan en general muy discutibles e inseguros.

Familias de Sudamérica

Superfamilias propuestas

Normalmente el nombre «familia lingüística» se reserva para un grupo de lenguas cuyo parentesco histórico y origen común no resulta polémico. En general cuando el trabajo lingüístico está avanzado hasta el punto de haber reconstruido algunos miles de términos de la Protolengua originaria se considera fuera de toda duda que las lenguas forman una familia. Comparaciones arqueológicas y especulaciones lingüísticas y estadísticas nos sugieren que los ancestros reconstruidos no se remontan más allá de 5000 o 7000 años. Para períodos de diferenciación mayores el Cambio lingüístico es tan profundo que difícilmente pueden encontrarse o demostrarse parentescos genéticos (de la misma manera que las pruebas de parentesco genético entre familias biológicas de personas sólo pueden aplicarse a personas muy estrechamente relacionadas).

Sin embargo, más allá del nivel de familia, se encuentran algunas similaridades aisladas que permiten especular que muchas de las familias de lenguas identificadas las lenguas podría agruparse en macrofamilias o superfamilias tentativas, usando métodos menos exigentes que la reconstrucción de la Protolengua. Diferentes Lingüistas han propuesto algunas agrupaciones de familias lingüísticas en superfamilias. Muchas han sido propuestas en base al método de Morris Swadesh. Ninguna tiene una aceptación amplia como grupo filogenético de lenguas, pero algunas, como la familia amerindia, la papúa o la paleosiberiana, resultan prácticas como agrupaciones geográficas de familias pequeñas de características similares.

Lenguas criollas, pidgins y lenguas francas

  • Una lengua criolla, llamada también creole o patois, es una lengua nacida habitualmente en una comunidad compuesta de orígenes diversos que no comparten previamente ninguna lengua, que tienen necesidad de comunicarse, y que se ven forzados a valerse de un idioma que no es el de ninguno de ellos. El resultado es una lengua que toma el Léxico (normalmente muy deformado) de la lengua impuesta y que sin embargo tiene una Sintaxis que se parece más a la de otras lenguas criollas que a la de la lengua «madre».
  • Un «pidgin» (pronunciado [pĭj'ən]) es un lenguaje caracterizado por combinar los rasgos sintácticos, fonéticos y morfológicos de una lengua con las unidades léxicas de otra. El pidgin no es habitualmente el lecto materno de ningún grupo étnico o social; suele ser la lengua que emplea un inmigrante en su nuevo lugar de residencia, o una lingua franca empleada en una zona de contacto intenso de poblaciones lingüísticamente diferenciadas, como un puerto muy activo; los pidgins fueron frecuentes también en las colonias, mezclando elementos de la lengua de la nación dominante con los de los nativos y los esclavos introducidos en ella.
  • Lengua franca (o lingua franca) es el idioma adoptado para un entendimiento común entre un grupo de varias coexistentes. La aceptación puede deberse por mutuo acuerdo o por cuestiones políticas. En Europa durante una parte de la antigüedad se adoptaron como lenguas francas el griego y el latín. En el mundo actual, el inglés funge como lingua franca especialmente en las organizaciones supranacionales y en las publicaciones científicas de alcance internacional.

Lenguas aisladas

Una lengua aislada es una lengua natural para la que no se ha probado ningún parentesco con otra lengua viva o muerta. Presumiblemente, una lengua aislada es aquella que no pertenecen a ninguna familia de lenguas propiamente dicha (es decir, ella es la única miembro de su familia). El ainu, el euskera, el buruchasqui o burushaski y el sumerio son ejemplos de lenguas clasificadas frecuentemente como aisladas. También en América existen lenguas aisladas como el mapuche (Argentina y Chile), el purépecha (México) o el zuñi (Estados Unidos).

Lenguas aisladas y casi-aisladas

  • Pirahã. Algunas lenguas se han convertido en lenguas aisladas en tiempos históricos tras la desaparición de todas las demás lenguas de la familia. Un ejemplo es el pirahã, lengua de Brasil, último sobreviviente de la familia mura de lenguas.
  • Vasco. Otro caso de lengua cuasi-aislada es el del Euskera moderno. Con frecuencia se dice que es una lengua aislada, aunque realmente sabemos que es el descendiente moderno del antiguo aquitano, aunque el hecho de que no tengamos constancia de lenguas hermanas emparentadas con el euskera moderno o el antiguo aquitano, le acerca a las lenguas aisladas, y por tanto en un uso laxo del término se la etiqueta como «aislada». De hecho el caso del euskera es un ejemplo de lengua casi-aislada, cuyo único pariente conocido es su propio antecesor.
  • Sumerio.

Lenguas naturales (gestuales)

Entre las lenguas de señas también pueden establecerse conexiones históricas claras, en muchos casos la historia está además documentada. Así por ejemplo la moderna lengua de señas francesa, la lengua de señas norteamericana y la lengua de señas mexicanas han evolucionado a partir de variantes de la misma lengua: la antigua lengua de señas francesa (usada por la comunidad de sordos de París durante el siglo XVIII). En cambio la lengua de señas británica no tiene parentesco con la lengua de señas norteamericana, aun cuando los británicos y los norteamericanos oyentes usan variantes del inglés. Es decir, un «hablante» de lengua de señas norteamericana tendrá menos dificultad para comunicarse con un «hablante» de lengua de señas francesa que con un «hablante» de lengua de señas británica.

La siguiene lista incluye algunas familias conocidas de lenguas de señas:

  • Basadas en LSF. Lenguas originadas en la antigua lengua de señas francesa, de la que derivan la moderna lengua de señas francesa (LSF), la lengua de señas americana (ASL), la lengua de señas mexicana (LSM), la lengua de señas venezolana (LSV), la lengua de señas italiana (LIS), la lengua de señas de Irlanda (IRSL), la lengua de señas chilena (LSCH) y las lenguas de señas ibéricas: la lengua de señas española (LSE), la lengua de signos catalana (LSC) y, discutiblemente, la lengua de signos valenciana (LSCV).
  • Basadas en BSL. Lenguas originadas en la lengua de señas británica (BSL), que se diversificó durante el siglo XIX dando lugar a la lengua de señas australiana (Auslan), la lengua de señas de Nueva Zelanda (NZSL) y la lengua de señas de Irlanda del Norte (NIRSL).
  • Basadas en DGS. Lenguas originadas en la lengua de señas alemana (DGS), que se considera relacionada con la lengua de señas de la Suiza alemana (DSGS), la lengua de señas austríaca (ÖGS) y probablemente la lengua de señas israelí (ISL).
  • Basadas en KSL. Lenguas originadas en la antigua lengua de señas de Kent, usada durante el siglo XVII, que dio lugar a la lengua de señas usada en Martha's Vineyard (Massachusetts) y que influyó de manera importante en la lengua de señas americana (ASL).

Algunas lenguas de señas son lenguas aisladas:

Fuentes

  • Mapas de familias lingüísticas
  • Familias lingüísticas (Ethnologue)
  • Cavalli-Sforza, Luca, Genes, pueblos y lenguas. Barcelona: Crítica, 1996.
  • Moral, Rafael del (2002): Diccionario de las lenguas del mundo. Madrid: Espasa-Calpe, 2002. ISBN: 84-239-2475-0.
  • Moreno Cabrera, Juan Carlos (1990): Lenguas del mundo. Madrid: Visor, 1990. ISBN 84-7774-856-X.
  • Moreno Cabrera, Juan Carlos (2003): El universo de las lenguas. Madrid: Castalia, 2003.