Farallones de Moa

Farallones de Moa
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Localización
País(es)Bandera de Cuba Cuba
Provincia(s)Holguín
Municipio(s)Holguín

Farallones de Moa. La comunidad de farallones de Moa se encuentra situada al sur – suroeste del municipio de Moa, perteneciendo al grupo Montañoso “Cuchillas del Toa, limita al sur con el municipio de Yateras, al norte con el poblado de Cayo Grande y la presa Nuevo Mundo, al este con el poblado de Calentura y el Parque Nacional Alejandro de Humboldt y al oeste con el municipio Sagua de Tánamo.

Descripción

Surge a partir de la construcción de la presa Nuevo Mundo, para la reubicación de las personas afectadas por la misma. Cuenta con una extensión territorial de 57,5 Km2 (incluido el área del perteneciente a esta zona).

Economía

La actividad económica fundamental es la agricultura, está dirigida en su gran mayoría a la producción de café, cacao y en una menor escala a los cultivos varios de viandas y hortalizas. También posee producciones artesanales con guaniquiqui y yarey.

Vías de acceso

La principal vía de acceso a la comunidad es por carretera, a través de una arteria que se deriva de la carretera Sagua-Moa, aproximadamente en el Km.18, la cual no tiene las mejores condiciones para su utilización y cuenta en su trayecto con cuatro puentes, también puede accederse por vía fluvial, a través de la presa Nuevo Mundo, desde el poblado de Calentura. Desde la cabecera municipal viaja un transporte serrano en días alternos, con frecuencia único.

Generales

En el 2001 el Parque Alejandro de Humboldt fue declarado por la UNESCO patrimonio de la humanidad, el mismo cuenta con 905 especies endémicas, 346 propias de la región destacándose 5 especies carnívoras (pedorcarpus, hidrasenas), además cuenta con 161 orquídeas, 3 especies de Jutías y la cuenca hidrográfica más poderosa del país, es la zona donde único habita el almiquí y donde se divisó por última ves el carpintero real.

En esta comunidad de forma regular se desarrollan eventos de montaña y del Plan Turquino, entre los que se destacan los relacionados con el patrimonio natural y cultural, encuentros deportivos de montaña, festivales culturales tradicionales y campesinos, artesanía popular, corridas de cinta, rodeos, juegos tradicionales y eventos culinarios con platos típicos, entre otros.

Belleza natural

La comunidad de farallones de Moa es un exponente fuerte para el turismo de naturaleza, debido a la belleza de sus paisajes, a la presencia del Parque Alejandro de Humboldt, a la diversidad de flora y fauna, además de presentar un alto grado de endemismo. Estas bellezas son atractivos inigualables, pero serían aun mayores si se llevaran a la par de ofertas teniendo en cuenta el patrimonio cultural de su comunidad. Esta localidad posee grandes atractivos naturales y culturales que hasta el momento no han sido explotados por las instituciones, ni por las instalaciones turísticas, imposibilitando un intercambio cultural entre el turista y sus pobladores.

Existen antecedentes de proyectos relacionados con la explotación de esta zona con fines turísticos, aprovechando su riqueza y belleza natural, pero en ningún momento involucrando a la comunidad como un componente protagónico en los mismos. Del mismo modo, se han realizado investigaciones tanto nacionales como internacionales que demuestran las verdaderas potencialidades naturales y culturales de la zona, pero partiendo en cada termino de lograr la consecución de un proyecto netamente turístico, dejando a un lado el elemento fundamental que sostiene los proyectos sociales; la comunidad.

Entre estos estudios se destacan los realizados por Organizaciones no Gubernamentales (ONG), y personalidades muy ligadas a la protección, utilización y conservación del patrimonio natural y cultural. En Septiembre del 2000, durante la celebración de la Conferencia Internacional sobre estrategias y conceptos para la protección y la utilización de Recursos Naturales “Alejandro de Humboldt ,“celebrado en Baracoa, el comandante Francisco González (Pancho), abordó el tema de la zona de Farallones; la ONG de Hombre y la Naturaleza, Fundación Dr. Antonio Núñez Jiménez ( Cubana ), KATE y Oro Verde ( alemanas ) y WF ( Canadiense ), también se han referido a concepciones infraestructurales en tal sentido.

El potencial turístico en esta zona se basa en su alta diversidad en términos de especies endémicas, paisajes, riqueza natural y cultura. De acuerdo con el presente estudio, su fortaleza radica justamente en su acervo natural y en sus valores culturales asociados.

Por lo tanto, la diversidad natural y la riqueza cultural, juegan un papel determinante en la sostenibilidad del turismo y los beneficios económicos asociados con él, para la comunidad. Según el estudio, se resaltan como aspectos claves de la situación actual el que históricamente, el sector agrícola y el minero-industrial han sido las principales fuentes de empleo y de generación de ingresos en la zona; la ausencia de una valoración y reconocimiento de las cualidades diferenciales que tiene la misma conduce a que pase inadvertida la singularidad paisajista y su particularidad ambiental y cultural; presentándose como limitantes la baja conectividad de la zona, el bajo nivel de profesionalización para la prestación de servicios, y la falta de incentivos e iniciativas del sector estatal que generen estímulos para la expansión y promoción de este patrimonio natural y cultural con fines turísticos.

Debido a estos aspectos, las pocas iniciativas de turismo de naturaleza y etnocultural que se han desarrollado no han logrado desencadenar un proceso de desarrollo turístico y tampoco posicionarse nítidamente dentro del mapa turístico del país. En la temática de la conservación del capital natural, el estudio de factibilidad identifica como aspectos claves, las deficiencias históricas en la vinculación entre conservación y turismo y entre turismo y desarrollo local; el predominio de los intereses productivos, con la consiguiente ampliación de la frontera agrícola y de las zonas de actividad minera, así como la pobre información con que se cuenta para evaluar, prevenir y mitigar los impactos de actividades económicas en las áreas con importancia ecológica y cultural.

El turismo de naturaleza y comunitario se presenta como un sector productivo con condiciones favorables para generar nuevas oportunidades de desarrollo, que atraigan tanto la inversión estatal como la cooperada en infraestructura y capacidad local para la actividad turística y la conservación ambiental. La primera fase del programa de turismo de naturaleza y comunitario plantea impulsar una actividad sostenible en la zona, como una actividad dinámica y participativa, que sea compatible con la conservación del capital natural y con el desarrollo social. En la zona de Farallones de Moa, existe una cadena cársica con una longitud de 3,6 Km. y un ancho máximo de poco más de 1km.

Su extensión total alcanza los 2.25 Km2, la altitud promedio sobre el nivel del mar es de 400 m, pero está suavemente basculada de sur a norte por lo que hacia su borde meridional presta mayores elevaciones de hasta 452 m en el punto culminante. Presenta una gran biodiversidad (especies endémicas; 346 propias de la región; especies carnívoras: Pedorcarpus, hidrasenas, el almiquí especie endémica en peligro de extinción, diversidad de orquídeas; 3 especies de jutías de rama y andaraz, es donde por última vez se vio el carpintero real y cuenta con la cuenca hidrográfica más poderosa del país, se destacan además una amplia variedad de helechos y orquídeas y dos plantas reportadas únicamente en este lugar, la Cubantus Umbellifornis y la Thoura Cubensis, tan solo por mencionar algunos ejemplos ilustrativos, porque, de lo antes expuesto, se desprende el valor potencial que tiene para la explotación de un mercado tanto nacional como internacional, dirigido a la biodiversidad turística; para la cual se propone la creación de un proyecto, que involucre a la comunidad y su patrimonio natural y cultural en la promoción de ofertas turísticas, como un sistema armónico.

Biodiversidad, cultura y desarrollo endógeno

Biodiversidad, cultura y desarrollo endógeno, una meta alcanzable en Farallones de Moa: El turismo basado en la naturaleza es una de las pocas actividades que, en el mundo, dependen de la protección y no de la explotación y degradación de los recursos naturales. El significado de turismo cultural ha cambiado en los dos últimos siglos.

De1750 a 1850, el turismo cultural se refería a la práctica de viajar por Europa para estudiar arte. Los hijos de los aristócratas ingleses iban a una gran gira en compañía de sus tutores y regresaban a casa “culturizados”.

En el siglo siguiente el Turismo cultural fue adoptado por mercaderes que viajaban para refinar su “clase”. Y, en la actualidad, en la era del turismo masivo propulsado por las alas de aviones a chorro, el “turismo cultural” se ha convertido en frase popular, de la cual a veces se abusa.

El turismo cultural tiene una imagen sana, representando todo lo bueno y constructivo en materia de turismo, incluyendo la música, las artes y el intercambio étnico. Se aparta del turismo destructivo que vende el atractivo de las playas y los anhelos del cuerpo. No obstante, esta definición es muy moralista para ser útil. El mismo turista puede visitar un día un sitio patrimonial mundial y el próximo encontrarse relajándose en una playa sorbiendo una bebida exótica.

Más bien el turismo cultural, también conocido como turismo nicho, puede definirse en la actualidad más funcionalmente, es decir, definirse por lo que hace y como lo hace. En primer lugar, el turismo cultural es de pequeñas proporciones, bien operado y administrado, educativo y frecuentemente considerado como un turismo para personas de alto nivel adquisitivo. Ofrece un tipo especial de visita a las personas con intereses particulares y, a veces, peculiares. No es de amplio espectro, ni de masas, sino más bien un turismo dedicado a presentar o a expresar alguna idea cultural. En el caso de los sitios patrimoniales mundiales, las ideas culturales se expresan en forma de monumentos y su entorno.

La conservación antecede al turismo. Esta aseveración es de suprema importancia, ya que la conservación deviene una actividad separada y de gran prioridad, que sienta las bases para el desarrollo turístico. Si el planeamiento de la conservación tiene éxito, a este seguirá un flujo turístico estable y provechoso para el país. Se dice que: “los conservadores preservan y los turistas consumen”, por lo que debería tenderse un puente entre ambos intereses desarrollando el concepto y la práctica de la conservación de los sitios patrimoniales mundiales.

Fuente

  • [1]
  • Bancroft, Rubén. Algunos criterios sobre sustentabilidad, globalización y el ambiente.