Fichero de vocabulario

Fichero de Vocabulario
Información sobre la plantilla
Concepto:Es una ayuda didáctica de mucha utilidad para la consolidación de la ortografía y aplicación del vocabulario y la precisión de su uso.

El fichero de vocabulario de tarjetas móviles, permite un ordenamiento estrictamente alfabético y la segregación para el repaso o cualquier otro fin de las fichas que se necesiten, pues fácilmente pueden ser devueltas a su lugar. Sin embargo hay que reconocer que un fichero es menos manuable que una libreta.

Características

El fichero es una ayuda didáctica de mucha utilidad –la construye, la posee y la usa el propio alumno-, no sólo para la consolidación de la ortografía, sino para la aplicación del vocabulario y la precisión de su uso, es decir, para erradicación del verbalismo. En Cuba, muchos prefieren la libreta al fichero. Cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

Confección del fichero

El fichero consta de dos partes:

  1. La ficha.
  2. El portafichas.

Las fichas son de cartulina, de 75 por 125 mm. Es posible obtenerlas en librerías, y además una serie de tarjetas, cada una con una letra, para el ordenamiento alfabético.

Cada palabra estudiada en clase aisladamente, bien por su dificultad ortográfica, bien por su destacado valor o por su dificultad conceptual, será llevada por el alumno a una ficha.

Si fuera por razón ortográfica, escribirá alguna acepción, tomada del diccionario, copiará una oración y redactará otra, que deberá leer el profesor. Por último, debe escribir algunas otras palabras de la misma familia: derivada, compuesta, parasintética que presente la misma dificultad ortográfica. Cuando la palabra se registra simplemente para ampliar y mejorar el vocabulario, pueden anotarse varias acepciones y prescindirse de los ejemplos de derivadas, compuestas y parasintéticas. Como muchos diccionarios manuales traen una breve información etimológica, los alumnos, a discreción, podrían hacer uso de ese dato, y copiarlo cuando ayude a la fijación de la ortografía, no es en otros casos.


El portafichas puede ser una caja de proposiciones convenientes o pueden construirse de cartulina gruesa, para una doscientas fichas.


No debe confiarse el profesor en la fidelidad y corrección de los ficheros; tiene que revisarlos con frecuencia. Por su parte, los alumnos deben habituarse a consultarlos, a estudiarlos; deben proponerse que estén libres de faltas y que sean registros completos del vocabulario.

Fuentes

  1. García Alzola, Ernesto. Lengua y Literatura: Su enseñanza en el nivel medio. La Habana, Pueblo y Educación, 2000.