Fuerte de La Loma

Fuerte de la Loma o Castillo de Salcedo
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Institución con sede en Cuba
Fuente salcedo.jpeg
Fortificación militar, Actualmente Museo
País:Cuba
Sede:Puerto Padre, Las Tunas

El Fuerte de la Loma: Fortificación atípica en América Latina por su arquitectura. Se encuentra en la ciudad de Puerto Padre, Las Tunas. Cuba.

La construcción del Fuerte y de otras obras de fortificación aledañas al mismo es obra del Cuerpo de Ingenieros del Ejército Español.

Su construcción fue necesaria para garantizar la defenza y protección del naciente poblado de Puerto Padre dada la importancia estratégica de la bahia homónima.

En el fuerte fueron situadas varias piezas de artillería. Contaba con dos torreones de fondo y dos torretas de frente, con sus paredones o lienzos de muralla laterales. Los torreones aspillerados a dos niveles y los murallones hacían posible la defensa a través de más de 80 aspilleras.

Fue declarado Monumento Nacional el 4 de noviembre de 1981 por la Dirección Nacional de Patrimonio del Ministerio de Cultura.


Orígenes

Puerto Padre, cuya bahía aparece denominada Portus Patris en los primeros mapas de la isla confeccionados en Europa a inicios del Siglo XVI, era a mediados del XIX solo un caserío de pescadores temporeros conocido como embarcadero de Maniabón por ser esta la población de mayor importancia en la zona hasta ese momento. A partir de 1860, con el comienzo de los trabajos para la fundación del ingenio de San Manuel, empieza a fomentarse el poblado.

Don José Plá y Monje, dueño de la hacienda Santa Bárbara de Viriviví y fundador del ingenio, situó en la zona de la costa al carpintero Mallorquín Bartolomé Palau, quien se encargaría de fabricar los bocoyes para la exportación de azúcar moscabado, a José Gisbert Guánter, valenciano y patrón de la goleta y las lanchas, y a un chino cocinero.

Por orden de José Plá se construyeron un muelle nuevo, aparte del antiguo embarcadero, las casas de Bartolomé Palau, José Gisbert y el chino cocinero. Además, un almacén para los bocoyes, una carpintería, una fonda y un rancho para mantener en cuarentena a los esclavos traídos de África para los trabajos de la producción azucarera. Esas fueron las primeras instalaciones de Puerto Padre.

Importancia que adquiere el poblado

El poblado de Puerto Padre adquiere gran importancia a partir del inicio de la Guerra del 68.

El 10 de Mayo de 1869 llegó a nuestras costas el primer contingente de fuerzas españolas comandadas por Hernández Gálvez. Organizaron un convoy para ser trasladado a las Tunas.

Era tan importante el cargamento de vituallas y equipos bélicos que necesitó más de 100 carretas para ser trasladado. De ese modo, el mando español pretendía resolver el difícil problema del abastecimiento a sus tropas en Las Tunas, permanentemente asediadas por las tropas mambisas que habían frustrado hasta ese momento los esfuerzos españoles en este sentido, siete meses después de haber comenzado la contienda.

Se convirtió Puerto Padre por tanto, en un lugar de gran importancia estratégica para el aprovisionamiento de Las Tunas, Holguín y Bayamo, inclusive.

Aquel convoy no escapó tampoco al hostigamiento cubano y sólo pudo llegar a Tunas casi 20 días después con más de 150 bajas, la pérdida de abundante material de guerra y en un estado lastimoso el resto del ejército, todo ello consecuencia del ataque implacable de las fuerzas combinadas de los generales Donato Mármol, Julio Grave de Peralta y Vicente García, en Parada, Maniabón, Yarey y Naranjo.

El ejército español necesitó incluso el refuerzo de más de dos mil soldados al mando del General Ferrer.

Sin embargo, el mando colonial persistió en utilizar a Puerto Padre, pues era su única alternativa.

Debe recordarse también que en aquella época sólo existían veredas para comunicarse entre los poblados y esto favorecía a los mambises. Los españoles decidieron establecer un campamento en Puerto Padre y comenzaron a concentrar vecinos de Maniabón, Yarey, Santa Bárbara y otras zonas cercanas.

El comandante de la guarnición española, Capitán Lara, pidió al dueño del ingenio "San Manuel", cuatro caballerías para fomentar el pueblo y así se hizo.

Estas cuatro caballerías pertenecían a la Hacienda de Santa Bárbara de Biriviví.

Relevancia económica

El pueblo creció con rapidez y su actividad económica se elevó notablemente. Muchas familias tuneras se establecieron aquí, sobre todo comerciantes que se pusieron al amparo del ejército español. Ya Vicente García había atacado Las Tunas.

Se procedió de inmediato a la construcción del Fuerte y de otras obras de fortificación. Una comisión del Cuerpo de Ingenieros del ejército español fue la encargada de construir la fortaleza en la loma.

Unico por su tipología en el país, el Fuerte de la Loma fue construido con materiales abundantes en el lugar, es decir, piedra caliza, cocó, cal, arena y sustancias aglutinantes como la sábila.

El proceso utilizado para la preparación de la argamasa consistió en dejar podrir el cocó con otras sustancias, entre ellas cal y sábila. Fue concebido como una planta rectangular, asimétrica, que accede a una batería por el frente y un tambor por el fondo.

En estos lugares fueron situadas piezas de artillería para su defensa y la del poblado. Dos torreones de fondo y dos torretas de frente, con sus paredones o lienzos de muralla laterales. Los torreones aspillerados a dos niveles y los murallones hacían posible la defensa a través de más de 80 aspilleras.

Construcciones

Iniciada la construcción del Castillo de Salcedo en la segunda mitad de 1869 puede haberse extendido hasta mediados de la década siguiente. Así parece indicarlo un plano o croquis encontrado por la especialista del CENCREM Zoila Cuadras en el archivo de Sevilla, España.

Este documento se refiere a "planta y perfil de una pieza de Artillería de posición en la loma de Puerto Padre". Esta fechado en 1875 y se corresponde con el tambor de fondo de la fortaleza.

Algunos especialistas suponen que es la fecha de terminación pero no hay datos concretos en este sentido. Pudiera ser la 1egalización» de un objeto de obra ya terminado.

Interiormente se construyó un inmenso aljibe y un cuartel de madera que podía albergar a más de 100 soldados. Después se rodeó el pueblo con una estacada de madera dura terminada en puntas y cada cierto trecho se construyó un torreón o trinchera de piedras.

La estacada fue construida en 1874. El lugar escogido para la construcción del Fuerte era el ideal, pues desde aquí se dominaba toda la población, la bahía más allá y por detrás de la fortaleza la zona de cultivos hasta Parada.

A primera hora se abría el portón de la estacada que rodeaba el pueblo y los hombres salían a trabajar y por la tarde, después de concluida la labor, se cerraba de nuevo. Por la noche no se permitía la salida a nadie, ni en otro horario a ninguna persona que no tuviera relación con el trabajo de campo.

Asalto al Fuerte de la Loma

El Mayor General Vicente García, después de la toma de Las Tunas el 23 de septiembre de 1876, planificó el asalto al Fuerte de La Loma. Era Puerto Padre un objetivo de indudable valor para las fuerzas insurrectas.

Vicente García comisionó al Capitán Manuel Reyes Silva (Payé) para que se trasladara a Puerto Padre y realizara la investigación dirigida a conocer todo lo relacionado con el Fuerte y de que modo podría tomarse.

Payé regresó a Las Tunas, y ya con los datos necesarios, el General García organizó una columna de 50 hombres y puso frente a ella al Teniente corone¡ jefe del batallón Cabaniguán del Regimiento Tunas, Juan Evangelista Ramírez Romagoza.

Aquella pequeña pero aguerrida columna tendría la misión de tomar el Fuerte de Puerto Padre. Las fuerzas de Vicente García se trasladaron desde La Horqueta y allí permanecieron teniendo en cuenta no ser detectados por los fuertes de Parada y Guabineyón.

La columna de Ramírez Romagoza se dirigió al Fuerte por el camino de San Manuel en la madrugada del 14 de febrero de 1877. Llovía fuertemente y a las 4 de la madrugada se iniciaría el ataque, sin embargo, el factor sorpresa no favoreció a los cubanos, pues fueron detectados por el centinela de la garita del torreón de la izquierda que les dio el; ¿Alto, quién vive?, ya cerca de los muros.

Se lanzaron los cubanos al asalto y se desarrollaron actos de valor extraordinario. El Capitán Ramírez rompió, con su pelotón, la puerta del Fuerte a barreta y hachas e irrumpió en su interior, pero fueron barridos por el fuego de los torreones.

El Capitán Ramírez cayó gravemente herido y cuando sus hombres trataron de auxiliarlo, enarboló su machete y gritó: ¡A tomar el Castillo, carajo, y no se ocupen de mí!

Otro acto de valentía lo escenificó Ramírez Romagoza, que arriesgando su propia vida, penetró en el patio y rescató al Capitán Ramírez. Mientras esto ocurría, el resto de la columna había saltado los fosos y se había apoderado de las aspilleras desde donde disparaban hacia el interior.

Otro grupo trató de escalar el paño entre los dos torreones, donde estaba situada la pieza de artillería, pero el fuego enemigo lo hizo imposible.

Allí murieron los soldados Francisco Licea y Manuel Díaz. El cabo Andrés Sosa apresó por los correajes a un soldado español y lo sacó a través de un boquete en el torreón de la derecha. Ese soldado español hecho prisionero fue el único que salvó la vida, pues todos los que ocupaban aquella posición pelearon hasta el último momento y allí encontraron la muerte.

Al amanecer, el fuerte se rendía a las fuerzas cubanas. El botín de guerra fue considerable. Mientras tanto, Vicente García había situado sus fuerzas en espera de que el ejército español saliera en defensa del Fuerte para cargarlas al machete.

Las fuerzas españolas, que tenían su cuartel en La Anacahuita, no salieron a defender a sus compañeros. Se parapetaron tras las estacadas, en espera de que los mambises atacaran el pueblo. Se estableció entonces un duelo a cañonazos entre los cubanos, ya en poder del fuerte, y los españoles desde sus trincheras.

Es significativo que los voluntarios trataron por todos los medios de abandonar el pueblo llenos de pánico y para ello abordaron una lancha para esconderse en los cayos, o corrieron a campo traviesa, o entre el manglar y la manigua, hacia la zona de Delicias.

Vicente García, apostado con sus fuerzas entre el Fuerte y el pueblo, comprendió que era inútil esperar la salida española y decidió la retirada alrededor de las 11 de la mañana. Los cubanos caídos fueron enterrados en el horno de cal que existía detrás del Fuerte. Tarde en el día, ya convencidos de que los cubanos se habían retirado, salieron los voluntarios, desenterraron los cadáveres y los ultrajaron.

Triunfo Mambí

El asalto al Fuerte de La Loma fue un sonado triunfo mambí. Un historiador, Francisco de Paula Coronado, diría años después. ... El asalto al Fuerte, o con mayor exactitud, al Castillo de La Loma, en Puerto Padre, es una de las páginas más brillantes que escribió el heroísmo cubano en la Revolución de Yara, no sólo por el resultado feliz de la operación, sino por la forma en que se llevó a término y los momentos en que fue realizado.

Al terminar la guerra del 68 el Fuerte fue prácticamente abandonado hasta 1895, en que ante la nueva emergencia bélica los españoles procedieron a su reconstrucción y mejoramiento. El encargado de esta tarea fue el ingeniero español Bonet.

El 13 de julio de 1895 se produjo la batalla de Peralejo entre el Ejército Libertador a las órdenes del mayor General Antonio Maceo y el ejército colonial mandado por Arsenio Martínez Campos, capitán general de la colonia.

Allí cayó ante los mambises el brigadier general Fidel Alonso de Santoscildes. El mando español determinó entonces cambiar el nombre al Fuerte y llamarle Santoscildes.

Desde su fundación hasta 1898 el fuerte sirvió de prisión a varias personas, cubanos y españoles, acusados de colaborar con las fuerzas del Ejército Libertador o elementos activos de este ejército. Se conocen los nombres de 14 de esos prisioneros.

El 21 de mayo de1898 el Fuerte fue abandonado por su guarnición española que embarcó haciaGibara donde se concentraban las fuerzas de la colonia pero antes incendiaron la fortaleza para que no pudiera ser utilizada por los cubanos. En horas de la tarde de ese mismo día los mambises tomaron posesión de la ciudad y del castillo de La Loma.

Las fuerzas cubanas estaban formadas por los Regimientos Cabaniguán y Federación # 4. Las mandaba el Mayor General José Manuel Capote Sosa, bayamés, jefe de la División Tunas del 11 Cuerpo del Ejército de Oriente.


Puerto Padre se convirtió en el Primer Puerto Libre de Cuba

El 27 de mayo, una semana más tarde, llegó a Puerto Padre el capitán norteamericano Carlos Muecke Bertell, bajo las órdenes del coronel Carlos García Vélez, con la misión de situar en el Fuerte dos cañones Krupp que habían sido ocupados a los españoles en la toma de Las Tunas.

Muecke Bertell se radicó en San Manuel y montó los cañones para volver a desmontarlos a los pocos días cuando ya era evidente que los españoles no tratarían de recobrar a Puerto Padre. Ya con la presencia de las tropas de ocupación norteamericanas el Fuerte de Loma fue testigo de su discriminación racial.

En la fortaleza fueron ubicados alrededor de 45 a 50 soldados negros y el resto de las fuerzas, oficiales y soldados blancos, se alojaron en La Anacahuita, cuartel general de los españoles en el centro del poblado y con mejores condiciones en todo sentido.

El 20 de mayo de1902 el teniente coronel del Ejército Libertador Benito Barceló Pérez izó en el Fuerte la bandera cubana como señal de que Cuba se convertía en República. El pueblo de Puerto Padre realizó entonces una extraordinaria manifestación de júbilo.

La verdad histórica

La verdad histórica se impondría para demostrar que los cubanos habían sido dolorosamente engañados. No había tal república pues el imperialismo norteamericano se había encargado de tronchar cualquier posible independencia a través de la humillante Enmienda Platt.

Él Fuerte sería testigo otra vez y escenario vergonzante de la ingerencia norteamericana en nuestro país. En Agosto de 1906 el presidente impuesto por los yanquis en contra de las aspiraciones populares, Tomás Estrada Palma, trató de reelegirse para el cargo.

La repulsa no se hizo esperar, hubo levantamientos y la situación se escapaba de las manos del político que prefirió solicitar la intervención del ejército norteamericano antes que acceder a un entendimiento nacional.

El Fuerte fue otra vez ocupado por un grupo de soldados yanquis al frente de los cuales se encontraba un sargento(91 producirse la segunda intervención.

En 1907 se concibió el proyecto de trasladar al Castillo de La Loma el hospital Aguilera que radicaba en La Anacahuita. Esta idea no progresó. Durante la pseudorepública el Fuerte estuvo abandonado hasta 1958 en que el Club "Todo por Puerto Padre", constituido por elementos progresistas de la burguesía local, reparó el murallón del frente que había sido derrumbado para construir una casa.

A fines de ese año, incontenible ya el auge revolucionario, las fuerzas de la dictadura lo utilizaron como campamento. A partir de entonces el Fuerte fue centro de torturas y vejámenes.

El 20 de noviembre de 1958 fueron asesinadas 8 personas, víctimas de la barbarie. El 25 de diciembre de 1958 las fuerzas rebeldes al mando de Delio Gómez Ochoa, Jefe del IV Frente Oriental "Simón Bolívar", tomaron el Fuerte de La Loma. Simón_Bolívar

Esta posición fue la última en rendirse a los revolucionarios quizás por las excelentes condiciones de protección que les brindaba la fortaleza.

Al triunfar la revolución, el Fuerte sirvió transitoriamente como cuartel al Ejército Rebelde, y al crearse las Milicias Nacionales Revolucionarias fue usado también como cuartel y centro de diversas actividades.

En 1959, una de las primeras medidas del gobierno revolucionario en el municipio fue restaurar los torreones y proceder al acondicionamiento de toda el área.

Se colocaron vallas y pancartas explicatorias y se techó parte de los cuarteles para instaurar una galería de patriotas formada por cuadros al óleo que donara Don Santiago Marrero Giraldo, escolta del Generalísímo Máximo Gómez Báez.

El develamiento de los cuadros se realizó el 20 de mayo de 1959, y se hizo la inauguración oficial del obelisco que se encontraba a la derecha de la entrada al Fuerte, dedicado a las víctimas del mismo a través de su historia.

En Febrero de 1977 se efectuó en este lugar el acto por el centenario de la toma efectuada por las fuerzas de Vicente García y de ese modo se viene haciendo cada año.

El 4 de noviembre de 1981 el Fuerte de La Loma, fue declarado Monumento Nacional por la dirección de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura.

Se hacía así justicia a la larga historia de esta instalación y a su vinculación con los hechos más relevantes de nuestra localidad, acontecidos a los largo de más de 100 años de lucha.

Restauración

Terminada su restauración, el Fuerte de La Loma fue inaugurado y abierto al público como museo el 25 de diciembre de 1999.

Constituyó una obra de ingeniería desarrollada para su época y que los materiales estructurales utilizados han perdurado en el tiempo.

Ese día se inauguró también la estatua del comandante del Ejército Rebelde Paco Cabrera que se encuentra en el parque frente al monumento nacional. Era un símbolo de la continuidad histórica de nuestras luchas por la libertad.

Por sus valores históricos, culturales y su vinculación con el surgimiento mismo de Puerto Padre el Fuerte es Orgullo de la Comunidad y visita obligada de numerosos turistas nacionales y extranjeros

Fuentes

  • Archivo del historiador de la ciudad Ernesto Carralero Bosch.