Gobierno de Gonzalo Pérez de Ángulo en Cuba

Gobierno de Gonzalo Pérez de Ángulo en Cuba
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Gobernador de Capitanía General de Cuba
Gobierno
Gobernador:Gonzalo Pérez de Ángulo
País:Bandera del Imperio Español Capitanía General de Cuba
Período:Marzo de 1550 - 7 de abril de 1556
Cronología
-
Predecesor:
Antonio Chaves
(Gobierno)
◄ • ► Sucesor:
Diego Mazariegos
(Gobierno)

Gobierno de Gonzalo Pérez de Ángulo en Cuba. Es un periodo histórico comprendido en la etapa colonial de la Historia de Cuba cuando la actual República cubana era denominada Capitanía General de Cuba y estaba sujeta a las leyes y costumbres del Imperio Español. El gobierno del Licenciado Gonzalo Pérez de Ángulo está comprendido entre marzo de 1550, cuando el gobierno de España lo designó para sustituir al abogado Antonio Chaves, y finalizó el año 7 de abril de 1556 cuando el Virrey de México lo sustituyó por Diego Mazariegos debido a su mal trabajo al frente de la colonia cubana.

Su gobierno enfrento varias crisis políticas internas y los ataques de piratas, siendo el más famoso de ellos el del francés Jacques de Sores en 1555 quien, ante la cobardía de Ángulo, penetró y saqueó la ciudad para luego incendiarla.

Designación

Gonzalo Pérez de Ángulo fue designado nuevo como nuevo Gobernador de la Capitanía General de Cuba en marzo de 1550 por el gobierno imperial de España en sustitución del abogado Antonio Chaves, quien había hecho un buen trabajo en la Isla pero su carácter recto le trajo muchos enemigos en Cuba, principalmente en La Habana, este hecho hizo que, una vez llegado a tierras cubana, Ángulo lo arrastrera y lo enviara a Sevilla preso sin un motivo razonable para ello, solo para buscarse la simpatía de sus poderosos enemigos.

Gobierno

Pérez de Ángulo se dedicó en sus inicios a fomentar los intereses agrícolas de la Isla, para ello le mando a pedir al monarca español los recursos necesarios para el establecimiento de modernos ingenios en Cuba. También investigó las faltas cometidas por el Teniente de Guerra de La Habana, Cristóbal Gómez. Además velo por la aceleración de las obras constructivas destinadas a la conducción de aguas de la Chorrera. Ángulo también visito las importantes villas de Bayamo, Trinidad y Sancti Spíritus.

Una vez establecido en La Habana el gobernador Pérez de Ángulo encontró una actitud hostil por parte de todos los regidores del Municipio. Ángulo sorteó hábilmente estas dificultades, y reconciliado con los capitulares, destituyó a Gómez nombrando para sustituirlo a Henestrosa, regidor muy querido que se negó a aceptar el puesto para que se le designaba, por lo que el gobernador obligó al anciano y querido Rojas Manrique, que años atrás lo había desempeñado, a ocuparlo nuevamente.

Una Real Cédula emitida por la Corona referente al uso indebido e inmoral de la moneda oficial del Imperio enfrento a Ángulo y los alcaldes habaneros nuevamente, los cuales, al no cumplir el gobernador la orden dada, en enviaron a la corte a Juan de Uribe con poderes para informar al Rey de todo lo ocurrido y de la desobediencia de Ángulo. Las gestiones de Uribe dieron por resultado la Real Cédula de 20 de julio de 1551 en que se dirigían al gobernador agrias censuras y apercibimientos. Poco después la Audiencia de Santo Domingo, para precaver mayores disturbios, ordenó a Ángulo su regreso al Gobierno de Santiago, y aunque se resistió por algún tiempo a cumplir esta orden, al final la acepto y dejo la Habana en poder Rojas.

La estancia de Ángulo en Santiago fue corta, los ataques de los corsarios franceses en el Caribe se incrementaron por lo que se le ordenó establecerse nuevamente en La Habana. Una vez llegado a la ciudad comenzó a destituir a los regidores y alcaldes opuestos a su gobierno y en su lugar ubico a seguidores suyos. Mientras se depuraba el gobierno capitalino, dos corsarios franceses aprovecharon la situación y atacaron a Santiago de Cuba, tomado por sorpresa a sus pobladores, los cuales vieron como varios de sus edificios fueron incendiados y saqueados, mientras que las familias más acomodadas fueron detenidas y se solicitó rescate por ellas.

Ataque de Jacques de Sores

Después del ataque a Santiago, Jacques de Sores que mandaba los corsarios, supo que La Habana se encontraba desguarnecida y decidió atacarla el 10 de julio de 1555.

A la llegada de los piratas huyó Ángulo con su familia a Guanabacoa[1] dejando abandonado al alcalde ordinario Juan de Lobera, que demostró en aquellas tristes circunstancias su esfuerzo y su valía. Dieciseis hombres entre indios y españoles armados de arcabuces pudo sólo reunir Lobera, y con tan valerosos españoles enfrento a los atacantes. Tres días resistió los terribles ataques de Sores, y al cuarto, reducida su pequeña fuerza a sólo cuatro hombres, se vio obligado a capitular después de haber ocasionado grandes pérdidas a sus enemigos. Una vez acordada la capitulación el vil Sores capturo al valiente Lobera y exigió un rescate por él.

Lejos de acudir Ángulo al socorro de Lobera, envió al padre dominico Alonso de Ulloa a tratar con Sores. El pirata francés estaba tan orgulloso de su victoria que olvido crear las mínimas condiciones para defenderse ante un ataque español. Esta situación fue observada por el Ulloa, quien se las trasmitió al gobernador para que este actuase en contra del enemigo. Ángulo preparo un ataque pero lo hizo de una manera tan torpe y débil que, a pesar de tener vencido y encerrado a Sores, este se rearmo y atacó a las fuerzas de Ángulo para después incendiar La Habana, reembarcando sus hombres la noche del 5 al 6 de agosto para abandonar la destruida Habana.

Ángulo se abstuvo de dar cuenta a la corte de aquellos sucesos; pero Lobera, que regresó a España, puso de manifiesto la cobardía del gobernador.

Por entonces Ángulo sustituyó en la mitra de Santiago al padre Sarmiento, fallecido en Sevilla, el presbítero D. Fernando Durango, catedrático de Salamanca, y a la diócesis cubana se incorporó de nuevo la Jamaica.

Destitución

Al conocer el Virrey de Mexico los problemas que tenía Ángulo en su gobernación, se apresuró a sustituirle por el capitán don Diego Mazariegos, que se había distinguido pacificando a los indios de Chiopa a las órdenes del célebre Hernán Cortés. El 7 de abril de 1556 llegó a Cuba el nuevo gobernador, el cual estableció su residencia en la Habana, según cédula de la corte que así lo disponía, y en la que se creaba también la plaza de asesor o lugarteniente de los gobernadores; habiéndose sido designado para desempeñarla al licenciado Martínez Barba. Finalizaba así el gobierno de Gonzalo Pérez de Ángulo.

Referencias

Fuentes